Protestan en todo el país por ‘imposición’ de Peña Nieto
Opositores a Peña Nieto protestan en Querétaro.
Foto: Demián Chávez
Foto: Demián Chávez
MÉXICO D.F. (apro).- Simpatizantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), del PRD y miembros de #YoSoy132 realizaron protestas en distintos puntos del país contra lo que consideraron la “imposición” de Enrique Peña Nieto como presidente de México.
A las manifestaciones por la toma de protesta del mexiquense, se sumaron las de condena por los hechos violentos que se registraron por la mañana afuera del Palacio Legislativo de San Lázaro que dejaron al menos 35 heridos, uno de ellos de gravedad.
En Jalisco, la protesta terminó con saldo 22 detenidos, algunos de ellos heridos.
Los hechos se registraron, poco después de las 17:00 horas, en el cruce de Avenida de las Rosas y Mariano Otero, a unos metros del ingreso principal de la Feria Internacional de Libro en la Expo Guadalajara.
Los manifestantes, alrededor de 500, integrantes del Frente Amplio contra la Imposición en Jalisco, donde participa el movimiento #Yosoy132, marchaban del parque de Las Estrellas hacia las instalaciones de la FIL.
Ellos intentaron romper el cerco de vallas que instaló la Policía de Guadalajara para impedirles el paso hacia la FIL, en un hecho que desató el enfrentamiento.
Luis Lomelí, uno de los participantes en la movilización denunció que uno de sus compañeros fue golpeado y arrastrado por al menos cinco policías de Guadalajara, provocándole heridas en cabeza y nariz.
Según el testimonio ofrecido a Apro, varios jóvenes intentaron rescatar a la persona agredida, pero resultó imposible.
El entrevistado, indicó que una mujer también fue golpeada y recibió el impacto de gas lacrimógeno a la altura de su cabeza cuando participaba en la protesta.
Otros testimonios señalaron que los policías golpearon a otros inconformes en la caja de una de las patrullas cuando ya habían sido detenidos, lo que provocó la reacción de los manifestantes.
En la lista de los detenidos se ubicó a Elena Amaranta Ballardo, Ángel Loera, José Luis Calancón, Evelin Herrera, Onorio Orellana y Erik García, entre otros.
Los manifestantes eran jóvenes de varias universidades públicas y privadas del estado de Jalisco. Ellos aseguraron que fueron reprimidos por policías estatales y municipales, mientras que los uniformados indicaron que fueron provocados.
En Puebla, integrantes del grupo #YoSoy132 y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) realizaron una marcha por las calles de la ciudad y un mitin en el Zócalo para repudiar la toma de protesta de Peña Nieto como presidente de la República.
Los manifestantes partieron en dos grupos desde el Paseo Bravo y desde el centro comercial Plaza Dorada, para llegar al Zócalo, donde realizaron un mitin.
Entre los oradores, el excandidato a diputado federal por el Movimiento Progresista, Abelardo Cuéllar, convocó a los participantes a mantenerse unidos contra las reformas que ya emprendió y que seguramente continuará el gobierno entrante, como son las referentes a la Ley del Trabajo.
En igual sentido se pronunció una joven de #YoSoy132 quien tomó el micrófono para advertir que este movimiento se retiraba del mitin, donde había manifestaciones políticas, pero no de lucha.
“Este movimiento no está estático, vamos contra la Reforma Laboral, más que nunca este país tiene que estar unido”, dijo la joven.
Luego, los activistas instalaron un plantón frente a la escultura del artista Jan Hendrix, para recabar firmas contra la reforma laboral.
“Salgamos a las calles a demostrar que estamos vivos y que tenemos dignidad”, “No comienza tu gobierno, inicia la unión del pueblo en resistencia” y “Un presidente que teme a su pueblo, simplemente no es presidente y el pueblo no el suyo”, rezan las mantas que fueron colocadas por jóvenes del “Yo soy 132 Puebla” en la escultura.
En Guanajuato, la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, Bertha Luján, advirtió que habrá protestas en todas las plazas del país porque “el gobierno de Enrique Peña Nieto empieza con sangre”, por la represión a las manifestaciones afuera de San Lázaro.
Al encabezar un acto de inconformidad la mañana de este 1 de diciembre en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas, Luján señaló que Peña Nieto continuará con la misma agenda de muerte que dejó Felipe Calderón, no sólo por los muertos, sino también por el mismo proyecto que se tiene para este país.
Un par de horas más tarde, jóvenes de #YoSoy132 Guanajuato efectuaron una marcha que salió de este mismo lugar, la explanada de la Alhóndiga.
Mientras que en León, organizaciones civiles –algunas activistas de derechos humanos y familiares de desaparecidos– también marcharon desde el Arco de la Calzada, en protesta por el inicio del sexenio y el retorno del PRI.
En Campeche, militantes de Morena, de Movimiento Ciudadano y del PT, así como estudiantes y campesinos se sumaron a las protestas contra la “imposición” de Peña Nieto.
La cita fue en la Plaza Patrimonio de la Humanidad, en la capital, frente al zócalo, hasta donde acudieron decenas de representantes de los 11 municipios de Morena, del MOCI, del PT, del Frente Campesino Independiente Emiliano Zapata (Freciez) y del Movimiento de Estudiantes Laicos.
Los perredistas se mantuvieron ajenos. Ninguno acudió al llamado.
Entre discursos y consignas en contra del Instituto Federal Electoral (IFE), del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y del ahora expresidente Felipe Calderón Hinojosa reprocharon la imposición de Peña Nieto y el retorno del PRI y del grupo salinista al poder.
Para terminar rompieron sendas piñatas, una representando un dinosaurio y la otra con el emblema del PRI.
Mientras tanto, en Mérida, la capital yucateca, miembros del Morena y de la Red#YoSoy132Mérida protestaron en la Plaza Grande con actividades culturales que llevaron por nombre “Nuestro México no se vende”.
Además de la presentación de diferentes grupos artísticos, para los niños se montó un teatro guiñol con la obra “El Panadero y el Diablo”, mientras que brigadas de información explicaban a los ciudadanos cómo se consumo la imposición de Peña Nieto.
A su vez, en Quintana Roo simpatizantes de Morena marcharon por la avenida Héroes de Chetumal, la principal arteria de la capital, cargando un ataúd con el que representaron la muerte de la democracia
En Chilpancingo, Guerrero, integrantes de Morena y del PRD marcharon del Parque Margarita Maza de Juárez hacia el Zócalo. También participaron campesinos, estudiantes, colonos e integrantes del Movimiento #YoSoy132.
César Núñez Ramos, dirigente estatal de Morena, y el líder del PRD en Chilpancingo, Julio César Aguirre Méndez, encabezaron la movilización.
“Nos informan que compañeros fueron golpeados por la Policía en la Ciudad de México, es el inicio del Gobierno represor y corrupto que vamos a tener durante seis años, pero le queremos decir a Peña Nieto que no va a tener un día de campo”, dijo a través de un altavoz uno de los activistas.
“Nos informan que compañeros fueron golpeados por la Policía en la Ciudad de México, es el inicio del Gobierno represor y corrupto que vamos a tener durante seis años, pero le queremos decir a Peña Nieto que no va a tener un día de campo”, dijo a través de un altavoz uno de los activistas.
Según los organizadores, en la marcha contra Peña Nieto participaron más de mil personas y en Zihuatanejo hubo otra movilización.
En Morelos, integrantes de #YoSoy132 y de otras organizaciones bloquearon la Autopista México Cuernavaca, a la altura de la Avenida Plan de Ayala. Poco más de 200 personas participaron en el bloqueo en ambos sentidos de la vialidad.
La manifestación que realizaron simpatizantes de Morena en Pachuca, Hidalgo, se vio empañada por un altercado que protagonizaron con miembros de la comunidad transgénero que hoy tendrían un evento por el Día Internacional de Lucha contra el SIDA. La disputa se debió a que los dos grupos de manifestantes querían ocupar el espacio a los pies del reloj monumental de Pachuca. El pleito concluyó cuando la policía estatal se llevó detenida a la lideresa del movimiento de diversidad sexual Karen Quintero.
En Tlaxcala, seguidores del excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador iniciaron su movilización con la advertencia de hoy empieza la verdadera resistencia contra Peña Nieto.
En Querétaro integrantes de Morena y de colectivos identificados con #Yosoy132, iniciaron protestas que durarán tres días.
Este sábado en Plaza de Armas, integrantes de Morena leyeron una carta de protesta en la que externaron su inconformidad por la toma de posesión de Peña Nieto.
A las 16:00 horas realizaron una marcha del Jardín Guerrero a Plaza de Armas, y otra a las 19:00 horas del Cerro de las Campanas a también a la Plaza de Armas, donde permanecerán tres días.
Alrededor de 200 manifestantes, encabezados por el Comité Directivo de Morena, también protestaron en Oaxaca. Partieron de la Fuente de las Ocho Regiones al Zócalo.
“¡Queremos escuelas, no telenovelas!” y “AMLO presidente”, se leía en algunas cartulinas que llevaban los manifestantes, a los que se les repartieron tortas antes de la marcha.
Una segunda manifestación realizada por integrantes de la Coordinadora Estudiantil Normalista del Estado de Oaxaca, marchó del Monumento a Benito Juárez, situado en el acceso oriente de la ciudad, también con rumbo al Zócalo.
En Chiapas, miles de maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de los 118 municipios e integrantes del movimiento #YoSoy 132 marcharon en la capital para manifestar su rechazo a la Reforma Laboral y contra Enrique Peña Nieto
En Hermosillo, Sonora, integrantes de Morena y de #YoSoy132 se manifestaron desde la Plaza Emiliana de Zubeldía, al andador del Mercado Municipal Uno, ubicado en el primer cuadro de la ciudad.
En Sinaloa, también un grupo de simpatizantes de Morena que portaba pancartas alusivas a su rechazo a la toma de protesta de Peña Nieto, desfilaron por la avenida principal y se apostaron a un costado del atrio de la catedral, donde lanzaron consignas contra Felipe Calderón por la violencia generada durante su administración.
La marcha se desarrolló de manera pacífica, sin obstruir las vialidades y los manifestantes portaban pancartas con mensajes de rechazo a la reforma laboral y al retorno del PRI a la presidencia.
En Torreón, Coahuila un centenar de integrantes del Frente Nacional contra la Imposición región Laguna realizaron una marcha desde Gómez Palacio, Durango hasta la Plaza de Armas de Torreón para manifestar su rechazo por la toma de protesta de Peña Nieto.
También en La Paz, Baja California Sur, ciudadanos e integrantes de distintas organizaciones se congregaron en las inmediaciones del Palacio de Gobierno.
Con mantas y cartulinas, se apostaron pancartas en mano a un costado de la avenida Isabel la Católica, una de las principales de la ciudad, para expresar su inconformidad por la toma de protesta de Peña Nieto con los automovilistas que circulaban por ahí.
El tránsito no se vio interrumpido y los organizadores reiteraron que su protesta es pacífica.
Entre los inconformes había miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en el estado, del movimiento #Yosoy132 en La Paz; del PT, del PRD y Morena, entre otros.
También se reportaron pequeñas manifestaciones en los estados de Veracruz y Zacatecas. (Con información de Gabriela Hernández, Verónica Espinoza y Rosa Santana)
“Peña… sólo es el primer día”
Opositores a Peña Nieto causaron destrozos en avenida Juárez y Reforma.
Foto: Alejandro Saldívar
Foto: Alejandro Saldívar
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Homero es un contestatario cincuentón que detrás de un árbol grita: “Culeros asesinos, tenemos seis años para darnos en la madre”. Él acarrea piedras para que los más jóvenes las usen
como proyectiles. Tiene dos balazos de goma marcados en el abdomen.
“Yo fui vagabundo durante 21 años y he vivido todas las injusticias. Yo fui migrante y ahora soy campesino en el estado de Hidalgo. Peña Nieto es un presidente de la oligarquía y de todo tipo de mafias; prefiero morir aquí que vivir bajo un régimen asesino”, dice con la fosas hinchadas de tanto gas lacrimógeno.
Era como si Homero hubiese decidido trocar su existencia a cambio de que un hombre no ocupara la silla presidencial. Por momentos, hombres y mujeres encapuchados entonan los himnos de la guerra civil española: “Negras tormentas agitan los aires, nubes oscuras nos impiden ver…”, y eso les da fuerza y parten las banquetas y rompen los postes y arrojan piedras a una lámina gris.
Los manifestantes pican la banqueta para sacar piedras, con el sol de lado como si las sombras fueran una calcomanía. “Es necesario contener a la bestia”, dice uno de los encapuchados.
A los lejos la valla ofrece una sensación dócil: un gran ser extendido temblando de frío. Las piedras sólo son gritos que arroja la muchedumbre. Rebotan en el cerco y les responde un eco. Detrás de la lámina gris, los policías les contestan con cañones de agua, balas de goma y gases lacrimógenos.
A la sombra de un árbol un par de jóvenes preparan coctéles molotov: gasolina, azúcar, una botella y un trapo. Las botellas escupen fuego sobre el cerco policiaco.
“Mostremos nuestra rabia contra el sistema, compañeros”, dicen los alaridos de furia. Debajo de los puentes peatonales se lee: “No somos guerrilleros, pero pronto lo seremos”.
“Estamos hartos de los candidatos del imperialismo. No es Peña, son los yanquis los que nos quieren despojar de nuestra soberanía”, dice Juan, de 34 años.
“He estado toda mi vida al servicio de la sumisión, ya me cansé”, cuenta después de recibir dos balazos de goma.
Adentro del Congreso Peña hace su juramento. Afuera los manifestantes se repliegan, el cerco y las moronas de piedras bordean la culminación de la rebelión…
Plaga de langostas
En avenida Juárez, los cristales se rompen como un crujido de nuez. Toda la furia contenida durante la
campaña electoral se desata: “Peña… sólo es el primer día”, se lee en una pinta sobre los quioscos de periódicos en avenida Juárez.
Como las langostas en los campos, los anarquistas actúan cuando se juntan grandes grupos de la misma especie. Saltan de caseta en caseta, de semáforo en semáforo. Los anarquistas son como una plaga de langostas que todo lo destruye a su paso: bancos, restaurantes, comercios, estatuas, monumentos, cámaras de seguridad. Los cristales crepitan, las cortinas cierran.
“Si los medios callan, que las paredes griten”, grita una mujer encapuchada mientras sus compañeros pintan ruidos subversivos: “Guerra al capital”, “Mierda imperialista”, “México no tiene presidente”, “Fuera EPN
asesino”.
Las alarmas de los bancos ululan. Los policías tratan de frenar la agitación. Imposible. Los manifestantes logran
colocar barricadas para impedir el paso de los uniformados. Una motocicleta en llamas. Una escultura sin brazo. Un teléfono sin bocina. Una cámara de seguridad en la banqueta. Maniquíes adentro de los cajeros. Pantallas rotas.
Alguna fuerza centrípeta los dispersa a lo largo de Reforma, hasta Insurgentes. Son encapuchados que despotrican contra los símbolos del poder económico: Hilton, Starbucks, Sanborns, Telmex, CFE,Oxxo, KFC, McDonald’s, Meliá, Ixe. Ellos reducen los aparadores a galaxias de vidrios, a escombros.
Sobre la fuente que divide avenida Reforma se lee: “Llegó la hora. Acción directa”…
“Saqueamos tiendas y robamos gasolina”
En la plaza del Monumento a la Revolución Zyanya está expectante de frente a los policías con un pasamontañas
y un palo con un pico en la punta. “El peor error del ser humano es la resignación”, asegura la estudiante de 17 años.
“La acción directa es la única salida que el Estado nos ha dejado. Sólo así resienten la protesta social. Y hay que hacerlo sin miedo, y el pueblo no se tiene que enojar, pues a todos nos chinga de la misma manera”, deduce.
Jacqueline tiene 19 años y una mentalidad instalada en el pedestal de la anarquía.
“Toda la violencia de hoy está encaminada. Saqueamos tiendas y robamos gasolina, son cosas que en el fondo nos
pertenecen, con eso hicimos las bombas molotov”, presume.
“El orden económico es un orden para la opresión, si no por qué la gente se encabrona cuando rompemos los cristales de los Oxxos, Starbucks, Sanborns, de los bancos. Nos han educado así, a temerle al capital. Lo de nosotros es un acto de resistencia”, dice como recitando.
“Si la represión continúa, la lucha seguirá”, termina su idea.
Horas después los trabajadores de las tiendas en avenida Juárez barren el desastre. La violencia del gobierno y la violencia de los grupos de extrema izquierda se reveló inútil: “Sí, yo entiendo la crítica al capital, pero al final es el mundo que nos tocó…”, dice Ricardo, uno de los empleados de uno de los edificios dañados.
como proyectiles. Tiene dos balazos de goma marcados en el abdomen.
“Yo fui vagabundo durante 21 años y he vivido todas las injusticias. Yo fui migrante y ahora soy campesino en el estado de Hidalgo. Peña Nieto es un presidente de la oligarquía y de todo tipo de mafias; prefiero morir aquí que vivir bajo un régimen asesino”, dice con la fosas hinchadas de tanto gas lacrimógeno.
Era como si Homero hubiese decidido trocar su existencia a cambio de que un hombre no ocupara la silla presidencial. Por momentos, hombres y mujeres encapuchados entonan los himnos de la guerra civil española: “Negras tormentas agitan los aires, nubes oscuras nos impiden ver…”, y eso les da fuerza y parten las banquetas y rompen los postes y arrojan piedras a una lámina gris.
Los manifestantes pican la banqueta para sacar piedras, con el sol de lado como si las sombras fueran una calcomanía. “Es necesario contener a la bestia”, dice uno de los encapuchados.
A los lejos la valla ofrece una sensación dócil: un gran ser extendido temblando de frío. Las piedras sólo son gritos que arroja la muchedumbre. Rebotan en el cerco y les responde un eco. Detrás de la lámina gris, los policías les contestan con cañones de agua, balas de goma y gases lacrimógenos.
A la sombra de un árbol un par de jóvenes preparan coctéles molotov: gasolina, azúcar, una botella y un trapo. Las botellas escupen fuego sobre el cerco policiaco.
“Mostremos nuestra rabia contra el sistema, compañeros”, dicen los alaridos de furia. Debajo de los puentes peatonales se lee: “No somos guerrilleros, pero pronto lo seremos”.
“Estamos hartos de los candidatos del imperialismo. No es Peña, son los yanquis los que nos quieren despojar de nuestra soberanía”, dice Juan, de 34 años.
“He estado toda mi vida al servicio de la sumisión, ya me cansé”, cuenta después de recibir dos balazos de goma.
Adentro del Congreso Peña hace su juramento. Afuera los manifestantes se repliegan, el cerco y las moronas de piedras bordean la culminación de la rebelión…
Plaga de langostas
En avenida Juárez, los cristales se rompen como un crujido de nuez. Toda la furia contenida durante la
campaña electoral se desata: “Peña… sólo es el primer día”, se lee en una pinta sobre los quioscos de periódicos en avenida Juárez.
Como las langostas en los campos, los anarquistas actúan cuando se juntan grandes grupos de la misma especie. Saltan de caseta en caseta, de semáforo en semáforo. Los anarquistas son como una plaga de langostas que todo lo destruye a su paso: bancos, restaurantes, comercios, estatuas, monumentos, cámaras de seguridad. Los cristales crepitan, las cortinas cierran.
“Si los medios callan, que las paredes griten”, grita una mujer encapuchada mientras sus compañeros pintan ruidos subversivos: “Guerra al capital”, “Mierda imperialista”, “México no tiene presidente”, “Fuera EPN
asesino”.
Las alarmas de los bancos ululan. Los policías tratan de frenar la agitación. Imposible. Los manifestantes logran
colocar barricadas para impedir el paso de los uniformados. Una motocicleta en llamas. Una escultura sin brazo. Un teléfono sin bocina. Una cámara de seguridad en la banqueta. Maniquíes adentro de los cajeros. Pantallas rotas.
Alguna fuerza centrípeta los dispersa a lo largo de Reforma, hasta Insurgentes. Son encapuchados que despotrican contra los símbolos del poder económico: Hilton, Starbucks, Sanborns, Telmex, CFE,Oxxo, KFC, McDonald’s, Meliá, Ixe. Ellos reducen los aparadores a galaxias de vidrios, a escombros.
Sobre la fuente que divide avenida Reforma se lee: “Llegó la hora. Acción directa”…
“Saqueamos tiendas y robamos gasolina”
En la plaza del Monumento a la Revolución Zyanya está expectante de frente a los policías con un pasamontañas
y un palo con un pico en la punta. “El peor error del ser humano es la resignación”, asegura la estudiante de 17 años.
“La acción directa es la única salida que el Estado nos ha dejado. Sólo así resienten la protesta social. Y hay que hacerlo sin miedo, y el pueblo no se tiene que enojar, pues a todos nos chinga de la misma manera”, deduce.
Jacqueline tiene 19 años y una mentalidad instalada en el pedestal de la anarquía.
“Toda la violencia de hoy está encaminada. Saqueamos tiendas y robamos gasolina, son cosas que en el fondo nos
pertenecen, con eso hicimos las bombas molotov”, presume.
“El orden económico es un orden para la opresión, si no por qué la gente se encabrona cuando rompemos los cristales de los Oxxos, Starbucks, Sanborns, de los bancos. Nos han educado así, a temerle al capital. Lo de nosotros es un acto de resistencia”, dice como recitando.
“Si la represión continúa, la lucha seguirá”, termina su idea.
Horas después los trabajadores de las tiendas en avenida Juárez barren el desastre. La violencia del gobierno y la violencia de los grupos de extrema izquierda se reveló inútil: “Sí, yo entiendo la crítica al capital, pero al final es el mundo que nos tocó…”, dice Ricardo, uno de los empleados de uno de los edificios dañados.
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