Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 14 de marzo de 2013

¿Ayudarán los mandos únicos policiacos?

¿Ayudarán los mandos únicos policiacos?

Espoleado por la inseguridad que persiste, al parecer el peñismo anda apurado intentando resolver ese problema que sigue regando de sangre a la población, la cual clama le devuelvan la paz que devastaron los narcotraficantes y dejaron expandirse presidentes municipales, gobernadores y el gobierno federal. Por ello y tropellando el marco municipal, han puesto en marcha en las entidades el mando único policiaco. Si es una medida transitoria mientras llega la solución, entonces adelante; en el entendido de que no podrá prevalecer para siempre o se vulnerará la división territorial política y administrativa del Estado federal, dando pasos hacia una mayor centralización para instaurar el Estado unitario. Éste es el riesgo.
En el estado de Morelos se implantó el mando policiaco único y fracasó. Primero, claro, por la corrupción policiaca; pues sabemos que el narcotráfico ha penetrado a la policía, a los militares y a los marinos con sobornos millonarios, amenazas y homicidios. Empero, la medida no se ha puesto en marcha en las 31 entidades (Mancera, el jefe de gobierno de la Ciudad de México, se niega a entrar formalmente, no obstante que tiene un mando único en la capital del país). Apenas en la reunión de los gobernadores con Peña, acordaron sumarse a la propuesta. Fox y Calderón llevaron a sus últimas consecuencias la descomposición policiaca, que incluso venía desde al menos el salinismo, si no es que desde López Portillo cuando puso como director policiaco a su amigo y cómplice Arturo Durazo (éste, un día se presentó en Palacio Nacional ante López Portillo con un águila disecada y adornada con piedras preciosas. “Jolopo –le preguntó– ¿dónde te la robaste, negro?” Y ambos soltaron la carcajada para desahogar su cinismo).
La nación está sometida al terror de las delincuencias y sufriendo por el desempleo, angustiada por la pobreza. Desde el zedillismo se redobló cada uno de esos males. Y Peña lleva 3 meses inyectando promesas y soluciones sobre el papel, donde escasean los medios para alcanzar tales fines. Y sabemos que el capitalismo, el libre mercado, la competencia económica y el intercambio comercial, necesitan paz pública, estabilidad, seguridad social y una gran tranquilidad. Y nada como tener una policía (“gendarmería” dicen los asesores franceses y chilenos) capacitada, eficaz, que cumpla con su deber (José María Rico, compilador Policía y sociedad democrática, Alianza Universidad) y que actúe de conformidad a los derechos y obligaciones de los ciudadanos para mantener la paz social.
La pregunta es: ¿ayudarán los mandos únicos policiacos? Qué más quisiéramos los mexicanos. Nos urge la seguridad en las calles. Si las policías cumplieran con su trabajo… Para esto han de recibir los mismos estímulos a sus salarios y prestaciones que están recibiendo los soldados y marinos, para que no se corrompan tan fácilmente. Recibir educación cívica sobre los derechos humanos, trayendo la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como su guía. Esta es la tarea para que la propuesta peñista y de los gobernadores tenga visos de solucionar el gravísimo problema de la inseguridad.
*Periodista
 

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