Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 6 de marzo de 2013

Cien años del Ejército… ¿Y Villa y Obregón?

Cien años del Ejército… ¿Y Villa y Obregón?




Francisco Villa derrotó y extinguió a la soldadesca del ejército porfirista. Y luego Álvaro Obregón fundó el Ejército que, con la renovación de sus cuadros (soldados y oficiales), creó el militarismo que ha perdurado como institución; y que los panistas, y en especial Felipe Calderón, trastocaron al sacarlos a las calles para una guerra fallida que lleva en su haber más de 100 mil homicidios. El caso es que para los festejos del siglo (1913-2013), en ningún acto oficial se pronunciaron los nombres de Villa y Obregón, cimientos de esa modernización militar. Esto no obstante que Peña, para obtener su licenciatura en derecho de la universidad Panamericana (manejada por el Opus Dei), presentó una breve tesina sobre El presidencialismo mexicano y Álvaro Obregón. Grave omisión. A menos que el fantasma de Victoriano Huerta (el matón de Madero, de miles de mexicanos y quien intentó resucitar al porfirismo, sea el “héroe” inconsciente del nuevo porfirismo que campea en el mismo Ejército y el presidencialismo panista-priísta; sin Villa y sin Obregón con sus respectivos ejércitos, auténticamente del pueblo en rebelión contra sus opresores, donde las mujeres tuvieron un papel fundamental y cuyo símbolo fue la Adelita, como aquella mujer captada en una fotografía espléndida del feminismo de entonces, que va en el estribo de un vagón del ferrocarril, con rebozo, falda larga y asida a los barrotes…
Pancho Villa en Torreón, Coahuila, y en Ciudad Juárez, Chihuahua, derrotó al militarismo porfirista y huertista. Después Álvaro Obregón, el Manco de Celaya, con su victoria sobre el villismo –por los pleitos internos de las fuerzas vencedoras y restauradoras de la Revolución de 1910-1917– puso las raíces del contemporáneo Ejército, después dividido en tres ramas: Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y Armada de México.
¿Olvidó Peña a Obregón? ¿El nuevo secretario de la Defensa Nacional, dejó de lado a Villa y Obregón intencionalmente? ¿Diputados federales y senadores no quisieron acordarse de esos dos grandes mexicanos? Únicamente le echaron incienso a Madero, que lo merece por el atrevimiento de cuestionar a Porfirio Díaz, escribir La sucesión presidencial en 1910 y convocar a la Revolución. Aún con su principal error político (fiarse de Victoriano Huerta), Madero es el Miguel Hidalgo de esa época. Carranza, Maytorena (Coahuila y Sonora), no hubieran logrado sin Obregón y sin Villa renovar la lucha revolucionaria: Villa y los dorados villistas, Obregón y sus soldados forjados en su calidad de estratega.
Los dos combatientes le dieron a la nación un ejército cuyos portavoces, 100 años después, olvidaron que Villa y Obregón fueron los cimientos del militarismo que Calderón y el Partido Acción Nacional han corrompido, traicionando su legado. Ahora se habla de generales y otros mandos involucrados en violaciones a los derechos humanos, abusos sexuales y colusiones con narcotraficantes, para vulnerar más nuestra soberanía y dejar a una nación en la indefensión, cuando Villa y Obregón lucharon por una Revolución contra las delincuencias políticas que hoy resucitan el porfirismo y a Victoriano Huerta.
*Periodista

La raza de bronce

24. febrero, 2013AvilésCaricatura, cs

No hay comentarios:

Publicar un comentario