Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

martes, 19 de marzo de 2013

Policías comunitarias, síntoma de ingobernabilidad

Policías comunitarias, síntoma de ingobernabilidad


Y es tal la criminalidad, que en comunidades indígenas y municipios han empezado a constituirse, con fundamento en el Artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su apartado A y sus ocho fracciones, policías comunitarias para defenderse de ladrones, asesinos y abusos de militares y policías.
Argumentan que esta autovigilancia se sustenta en el Artículo 38 constitucional, donde se establece que los mexicanos tienen “en todo tiempo el inalienable derecho de alterar y modificar la forma de su gobierno”. Y al carecer de la seguridad que deben proporcionar sus funcionarios, con mayor razón están facultados para organizar su defensa. Que esto conduce a la ingobernabilidad, es cierto. Pero es por la ineficacia gubernamental para ejecutar acciones preventivas y sancionar las conductas de quienes resultan imputables de delitos. Los gobiernos estatales y municipales deben atender la seguridad. Y el gobierno federal apoyar cuando se desborden las embestidas de los delincuentes.
Ya en varias entidades sus pobladores decidieron ejercer sus derechos para tener a su policía y levantar retenes a las entradas y salidas de sus pueblos, por lo que algunos funcionarios han puesto el grito en el cielo. Pero tomando en cuenta que “todo poder público dimana del pueblo y se instituye para su beneficio [además] de que la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo y se instituye para beneficio de éste…”; y ante el fracaso, ineficacia e ineficiencia de sus gobernantes, los mexicanos retoman su derecho a autoprotegerse con arreglo a la democracia directa.
Calderón y su grupo dejaron un lastre en todos los aspectos de competencia federal. No cumplieron su obligación de resolver los problemas y dejaron un tiradero explosivo, como es la sangrienta inseguridad. Ante esto, los mexicanos tenemos el derecho inalienable de “alterar o modificar” la forma de gobernarnos. Aunque Osorio Chong se justifique con que apenas llevan poco más de 3 meses, el peñismo no se ha puesto a trabajar, pues tras las elecciones tuvo 4 meses para preparar soluciones. La inseguridad es pavorosa. Siguen los homicidios en las entidades y en la capital del país. Por lo que no hay más respuesta que autodefendernos, como ya hacen en varios municipios. Y si bien esto genera ingobernabilidad al poner en jaque a las instituciones no hay, repito, otra opción. Hay que autodefenderse hasta que el peñismo vuelque todo el poder constitucional para devolvernos la máxima seguridad.
*Periodista

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