Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 11 de julio de 2013

La guerra antiinmigrante estadunidense

La guerra antiinmigrante estadunidense





Es archisabido que los estadunidenses, casi desde siempre, solamente tienen intereses. Son el centro del capitalismo moderno tras las dos guerras mundiales, hasta llegar de la mano del liberalismo económico (porque hay el liberalismo político, que no es lo mismo, pues una cosa son las libertades económicas y muy otra las libertades políticas; tal y como hay dos democracias: la representativa y la directa, la del pueblo, que desde Atenas, su cuna histórica, está en la calle con manifestaciones que han llegado a revueltas y, en una de esas, contra las autocracias, hasta en Revoluciones de mayor a menor calado). De la mano, pues, de las teorías de Adam Smith hasta Milton Friedman, han llegado al neoliberalismo del capitalismo salvaje en su política de expansionismo mundial.
 
Con grandes dosis discriminatorias raciales, los estadunidenses, que vivieron de la esclavitud para su primera etapa capitalista, desprecian a otras razas, máxime sin son latinoamericanas, comulgando con las europeas, pero no con las asiáticas ni orientales. A nosotros los mexicanos nos subestiman; pero, no así a las riquezas naturales y a la mano de obra a la que aceptan en términos de semiesclavitud. Ellos, como nadie, requieren de los migrantes para ocuparlos en las tareas más duras y los que se van en busca de trabajo lo hacen porque en sus países, como el nuestro, gobernantes y empresarios (los dos casi siempre proestadunidenses, por su característica desnacionalizada), no generan oportunidades laborales.
 
Nuevamente esos estadunidenses han decidido reasegurar, con muros, policías despiadados, aviones, radares y sensores e incluso perros de caza, clausurar su frontera, para impedir al máximo que mexicanos y del resto de América Latina (no se diga chinos, africanos, etcétera), crucen esa línea para impedir la libre circulación de recursos humanos. Ellos, los campeones de la libre circulación de capitales para sus inversiones que explotan desde mano de obra, recursos y facilidades, ya no quieren migración. Y han declarado la guerra a los mexicanos. No así a Peña Nieto, a los sectores empresariales, sus cómplices; pero sí, al pueblo, a los pueblos latinoamericanos. Para dizque hacer el favor de reconocer a los más de 11 millones que trabajan allá sin documentación, han aprobado levantar, para completar, un muro infranqueable en el sur fronterizo de su país.
 
Es la declaración de una guerra antiinmigrante. Una guerra económica. Una guerra política. Una guerra social. Van a detener a los que crucen y a deportarlos; pero, antes, a golpearlos, encadenarlos. El peñismo, los partidos, los empresarios, los banqueros, todos a una, sordos a esa guerra que aprobaron en su Congreso. Defienden sus intereses, mientras las cúpulas de la democracia representativa apenas si han emitido, como el tal Meade, titular de Relaciones Exteriores, un acuse de recibo a los estadunidenses que decidieron cerrar su frontera, agrediendo a México, robándonos territorio, interviniendo en los asuntos internos, y que vienen, de la mano de Peña Nieto, por inversiones en Petróleos Mexicanos para consumar la privatización… si el pueblo con su democracia directa no lo impide con un levantamiento al estilo de Brasil.
 
*Periodista

Pájaros en el alambre



Fuente: www.contralinea.com.mx Periodismo de investigación http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2013/06/23/pajaros-en-el-alambre-2/

Fuente: www.contralinea.com.mx Periodismo de investigación http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2013/06/23/pajaros-en-el-alambre-2/

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