Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 30 de agosto de 2013

Astillero- ¿A quién pertenece nuestro México?- Restauración priísta con soga al cuello- Apuntes del curso «La libertad según l@s zapatistas»

Astillero
¿Cuál es el mensaje?
Enredos de EPN
Monreal alerta
Julio Hernández López
Foto
CNTE Y LEGISLADORES ACUERDAN MESAS DE TRABAJO. Maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se reunieron la tarde de ayer en el hotel Imperial con una comisión bicamaral de legisladores de PRI, PVEM, MC y PRD, con la que acordaron instalar mesas de trabajo sobre las reformas legislativas en materia de educación. En la imagen, Francisco Bravo, Rubén Núñez y Juan José Ortega informan acerca del encuentroFoto José Antonio López
 
 
 
 
 
 
 
Un mensaje político que en otras circunstancias parecería rutinario ha estado ahora particularmente cargado de giros, ajustes y confusiones. Aun cuando el primer informe de labores de Enrique
Peña Nieto como ocupante de Los Pinos será entregado por escrito al Congreso de la Unión el próxi- mo domingo 1º, el priísta ha querido valerse del recurso blindadamente supletorio que utilizaron los panistas Fox y Calderón para fabricarse una escenografía de autoelogio sin riesgos, frente a un vigi­lado público seleccionado por su predisposición al cumplimiento del ritual en turno y con un discurso central como el que en su época dorada el priísmo y sus aliados podían aplaudir a rabiar en la Cámara de Diputados donde también sesionaba, para esos fines, la de senadores.
 
Motivado por los buenos resultados del experimento de domesticación de cúpulas partidarias denominado Pacto por México, el peñismo exploró semanas atrás la posibilidad de que el ex gobernador mexiquense pudiera acudir a una sesión especial del Congreso, como en las décadas del esplendor del jurásico de tres colores. Visto que era poco recomendable intentar dicho lance de plena restauración cesarista, se habló de organizar un magno acto político en Palacio Nacional, aunque siempre con el riesgo de que la Plaza de la Constitución fuese tomada por grupos en protesta que podrían afear la linda ceremonia al interior del recinto histórico.
 
Luego se pensó en el Auditorio Nacional, pero había complicaciones por conciertos ya programados (este sábado se realizará allí una de las presentaciones anuales de uno de los principales cantores de la protesta social en México, Óscar Chávez, bajo un título tomado de una de las canciones que interpreta, Se vende mi paíshttp://bit.ly/19R5SzU –, demasiado ilustrativo del momento que se vive en México) y evidentemente su ubicación sería alcan­zable por movimientos como el de los profesores en lucha.
 
Entonces apareció la opción castrense, a un lado del propio Auditorio Nacional, apenas unos metros de distancia pero un mundo de significados negativos adjuntos, una especie de búsqueda de refugio del impugnado poder civil en terrenos militares (si en la Iberoamericana se dio por cierta la versión de que EPN había tratado de guarecerse en algún servicio sanitario público, ahora parecería que había buscado protección bajo el verde olivo, en un predio absolutamente infranqueable).
 
Los enredos no fueron sola­mente en el plano geográ­fico. Primero se habló de que Peña Nieto lanzaría su famoso mensaje político el mismo domingo en que habría de ser entregado al Congreso el informe por escrito de estos primeros nueve meses de actividades. Sujeto a múltiples jaques, el jefe de Gobierno capitalino solicitó a las autoridades del futbol profesional de primera división que pasaran para otros días los juegos que habrían de celebrarse en el estadio Azul (Cruz Azul contra Querétaro) pero, sobre todo en el Universitario (Pumas contra América), donde los ímpetus deportivos podrían tomar senderos políticos. No habría tantos policías disponibles para atender tantos focos rojos, habría sido el argumento de Miguel Ángel Mancera.
 
En ese contexto de equívocos copeteados, el propio Peña Nieto informó que suspendía un importante viaje a Turquía. Primero se habló de que la razón de ese chirriar diplomático estaba en los riesgos bélicos relacionados con Siria. Luego, el propio mexiquense explicó que había decidido quedarse en México para atender asuntos internos, como la continuidad del proceso de las reformas que llama estratégicas, y anunció que replantearía el formato, la fecha y la hora de su ya casi mítico mensaje.
 
Ayer, el subsecretario de Gobernación encargado de asuntos mediáticos, Eduar­- do Sánchez, dio a conocer que las palabras itinerantes ya encontraron domicilio y horario definitivo: la residencia asignada a quien ejerce el Poder Ejecutivo, Los Pinos, a las 10 de la mañana, este lunes (mismo día al que se pasó el Pumas-América). Habrá invitados especiales y se transmitirá por radio y televisión, es decir, será como una grabación en casita, con amigos. El vocero Sánchez actualizó el registro de las motivaciones de Peña: los cambios fueron con el propósito de que no se siga alterando la vida de la ciudad de México.
 
A juicio de voces normalmente bien informadas, como el diputado Ricardo Monreal, actualmente miembro de la bancada del Movimiento Ciudadano, tanto zigzagueo y replanteamiento tienen razones más profundas. En un artículo denominado El atencazo que viene, el ex gobernador de Zacatecas asegura que la represión contra los maestros que disienten de la reforma educativa (...) será entre la noche del viernes próximo y la madrugada del domingo. No está planeado que corra la sangre al río, pero sí que haya ríos de botas, uniformes, cascos, escudos, toletes, gases lacrimógenos y mangueras de agua a presión para desalojar y replegar a los maestros.
 
Según Monreal, los dirigentes visibles del movimiento serán los primeros aprehendidos, acusados de delitos federales como sedición, rebelión y motín. La denuncia correspondiente ya la promovió un grupo de senadores del PAN ante la PGR, mientras que el dirigente del PRD, Jesús Zambrano, y el coordinador de los senadores perredistas, Miguel Barbosa, se han deslindado de las movilizaciones de protesta de la CNTE. Posteriormente vendrá el desalojo de los campamentos en el Zócalo y en las calles aledañas, a cargo de las policías federal y de la ciudad de México.
 
Ése sería el motivo real de tantos replanteamientos, según el coordinador de los diputados del MC: preparar el mensaje político luego de la mano dura. Cuauhtémoc Cárdenas, mientras tanto, organiza una marcha sabatina del Ángel de la Independencia al Zócalo. Y grupos anarquistas y sociales diversos se preparan para salir del Monumento a la Revolución a San Lázaro el domingo 1º en que se instala el perio­do ordinario de sesiones del Congreso federal (en el que Emilio Gamboa ya no será el pastor senatorial). Uf, ¡hasta el próximo lunes, con EPN preparando viaje a Rusia el martes!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
FUENTE: LA JORNADA OPINION
¿A quién pertenece nuestro México?
Adolfo Gilly
Escribo estas líneas con aprensión y con miedo: aprensión ante el proceso de entrega de la soberanía nacional a la poderosa nación vecina en el cual están embarcados el gobierno de Enrique Peña Nieto y sus aliados en el Pacto por México, porque qué es un pacto sino una alianza con fines precisos; miedo, porque es el sentimiento que hoy vive cada mexicano y cada mexicana por la suerte inmediata, cotidiana, de sus familias, sus amigos, su persona en esta tierra, que ha sido convertida en un país sin ley –y por tanto sin justicia y sin derecho– por la sólida alianza de intereses entre el crimen y las grandes finanzas nacionales e internacionales.
 
Este es el contexto en el cual la reforma a los artículos 27 y 28 constitucionales se conforma como la entrega a un solo postor –Estados Unidos– de los derechos sobre el subsuelo y buena parte del suelo y de los recursos naturales de la nación.
 
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El petróleo es un recurso estratégico, según lo define hasta hoy el artículo 28 de la Constitución. Estrategia quiere decir dirección y conducción de la guerra o de las guerras. No hay soberanía nacional sin estrategia y sin recursos que la sustenten y, a su vez, sean protegidos por esa estrategia. Entregar la propiedad y el control de esos recursos al país vecino –es decir, a sus necesidades estratégicas, o sea bélicas– no es una simple decisión económica ligada a la soberanía. Es rendir una parte de la soberanía territorial (y la soberanía es territorial o no es) a las necesidades de una potencia y de sus múltiples e interminables guerras: la de Irak, la de Afganistán, la de Libia, la inminente de Siria. Es además una gran potencia colocada en este siglo a la defensiva ante un mundo cuyo control va escapando de sus manos, aunque por ahora nadie equivalente ocupe ese lugar perdido.
 
Esa potencia militar ya controla con sus drones, sus sistemas de espionaje, sus espías, sus agentes a sueldo en el país y sus militares y policías instalados oficialmente en México, cuanto suceda en el territorio de esta nación y a ellos les interese. A los efectos militares –es decir, estratégicos– México es territorio ya cubierto por Estados Unidos en sus insensatos pero reales planes militares en el actual estado de cosas en el planeta.

La utilización en México de las fuerzas armadas de la nación –ejército, marina, aviación, cuerpos auxiliares– para tareas de policía interna, acentuada más y más por los gobiernos recientes, es una operación que, como es sabido desde siempre, destruye la moral y la razón de ser de un ejército. América Latina está plagada de casos de esta corrosión progresiva, desde Guatemala y el golpe contra Jacobo Arbenz en 1954, patrocinado por John Foster Dulles, hasta el caso extremo de Argentina bajo Videla y Galtieri, generales que en la guerra interior contra su pueblo prepararon la derrota en las islas Malvinas de un ejército con la moral destrozada.
La traición de Zedillo en la negociaciones con el EZLN y la matanza de Acteal fueron abriendo el camino para la larga empresa de desgaste de la moral de la fuerza armada de la nación, como ha sido y sigue siendo su empleo en tareas policiales que la enfrentan con la floreciente industria multinacional del narco y, peor todavía, con los movimientos indígenas y campesinos, es decir, con el México más antiguo y más profundo, según el sabio decir de Guillermo Bonfil.

Cuando las poblaciones desprotegidas –cada día más– se organizan en autodefensa contra los grupos armados del crimen, los gobiernos lanzan sus ejércitos y sus policías a desarmar a esos compatriotas a quienes ellos no protegen.
 
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Cientos de miles de desaparecidos y asesinados; territorios enteros donde los impuestos se pagan a la industria del narco como derecho de piso; denegación de justicia de la cual el caso Patishtán es hoy símbolo y emblema nacional; despojo de los derechos de organización sindical vía destrucción (SME) o vía corrupción y charros (Pemex, SNTE, la lista es larga); disolución por inseguridad reinante del derecho a circular libremente por las carreteras del propio país; destrucción del sistema ferroviario de la nación y de parte de su flota aérea; entrega de la banca al capital extranjero y sus socios nacionales; libertad plena a Wal-Mart, Dragon Mart, Soriana y sus similares para establecer monopolios de hecho sobre sectores enteros del comercio: este es el proceso de desorganización nacional que ahora se pretende culminar con la entrega del subsuelo y de la renta petrolera al capital multinacional y a las necesidades propias de la gran potencia vecina.
 
(Dato curioso y revelador: parece imposible, pero es verdad, que el secretario de Energía no sepa qué es la renta petrolera, según lo registra con asombro Javier Jiménez Espriú ayer en La Jornada.)
 
Innecesario agregar que esta entrega abrirá de par en par las compuertas para la penetración sin barreras y con violencia de esos mismos intereses privados en las tierras y las vidas de los pueblos indígenas y sus recursos naturales; y para la destrucción de esos pueblos y de sus mundos de la vida mediante las represas y los canales y las minas a cielo abierto, como sucede hoy en Sonora, en Chihuahua, en Guerrero, en Durango.
 
En esta vorágine de despojo están amagando y preparando también el asalto en Chiapas contra el EZLN, las Juntas de Buen Gobierno, las comunidades zapatistas y el autogobierno en funciones de los pueblos indígenas de la región. Si aún no lo han lanzado, es porque esos pueblos están organizados y alerta y el mal gobierno, como ellos lo llaman, tiene cuestiones más urgentes y teme una reacción en cadena como ya antes la hubo. Pero la amenaza sigue planeando sobre aquellas tierras.
 
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Una pieza capital de esta subordinación de la soberanía nacional a las necesidades de la gran potencia vecina es que el Estado mexicano haya asumido la tarea de filtro de la migración centro y sudamericana hacia el territorio de Estados Unidos, en lugar de dar un documento de tránsito temporal a los indocumentados, como había sido resuelto en principio en 2011; y que sea el gobierno del país del norte el que tenga que resolver su problema, pues la verdad es que a los indocumentados los necesitan como fuerza de trabajo pero sin derechos.
 
Lo vuelve a denunciar Alejandro Solalinde, director del albergue Hermanos en el Camino, el 28 de agosto en La Jornada, con motivo del descarrilamiento de La Bestia y su cauda de muertos y heridos y abandonados:
 
La principal responsabilidad del Estado mexicano es velar por la seguridad e integridad de las personas que transitan por su territorio, independientemente de su estatus migratorio, pero salta a la vista que sigue haciendo un trabajo de contención, de muralla. Los descarrilamientos forman parte de eso, junto con los secuestros, las extorsiones y las redadas.
 
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¿Pero acaso no nos pertenece a nosotros nuestro México?, preguntaba en 1988 un campesino de Jalisco en una de las incontables cartas a Cuauhtémoc Cárdenas durante aquella campaña electoral.
Un cuarto de siglo después esa pregunta sin respuesta se nos ha ido volviendo más angustiosa año con año.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
 
La solución neoliberal-Fisgón
Restauración priísta con soga al cuello
Víctor M. Quintana S.
El país en general y varios estados en particular sufren los perjuicios ampliados de la restauración priísta. En el ámbito federal, la fiebre reformista de Enrique Peña Nieto (EPN) quiere convencernos de que la única forma de ir hacia adelante es dar dos pasos atrás. Y en estados como Chihuahua, los gobernadores aliados o incluso aspirantes a suceder a Peña ni siquiera piensan en reformas, sino en desplantes e imposiciones que intentan maquillar como políticas públicas.
 
No es lo mismo el afán reformista y privatizador del salinismo en su apogeo histriónico de 1993 que 20 años después. No es lo mismo una sociedad que aun se creía los espejismos neoliberales, a una agotada en lo económico, en lo educativo, en lo nutricional, después de 30 años de imposición de las políticas de ajuste. No es lo mismo predicar las bondades del mercado cuando acaba de caer el Muro de Berlín, que cuando se han vivido seis años de muerte y de sangre, resultado en buena parte de la violencia generada por la aplicación de los dogmas libremercadistas.

Pero insisten. EPN y su partido acuden a lo que durante años les dio urticaria: el nacionalismo de Cárdenas o de los murales de Rivera, para convencer de las bondades de las privatizaciones que lograrán si consiguen pasar su reforma energética. Como únicos actores posibles de la salvación del sector energético ven a las empresas trasnacionales. Hay, diría Alain Touraine, una visión sesgada que concibe la modernización sólo como racionalización, como maximización de la ganancia. Para ellos, el resto de actores sociales, como los obreros, los campesinos, los indígenas, los jóvenes y en general el pueblo de México, no se distingue por su racionalidad, sino por su emoción, su sentimiento, su lealtad al pasado, por eso hay que arrasar con todo ello. Ni EPN ni su partido ni sus aliados consideran al pueblo de México como sujeto, como actor con facultad y posibilidad y derecho a discutir, a decidir, que es la otra parte de la modernización. Por eso se le escamotea información, se le da a cuentagotas –como la iniciativa de reforma sin leyes reglamentarias-, se rechaza consultarle, mucho menos someter a plebiscito su proyecto (contra) reformista. Lo mismo pasa con la reforma educativa: a los maestros disidentes los presentan como los irracionales, los intransigentes, en aras de la absoluta racionalidad de la OCDE y de los organismos empresariales que ignoran todo sobre la educación pública en México.

Si el autoritarismo y el racismo de la inteligencia predominan en los proyectos de reforma de EPN, en entidades como Chihuahua la imposición del priísmo restaurado es mucho más elemental y autoritaria. Si aquella es un salinismo minus, una versión disminuida de los científicos porfirianos, ésta es una versión reloaded del caciquismo de los jefes políticos. Tan sólo dos hechos de represión de los días recientes revelan la impotencia que resulta de ejercer el poder por el poder.

En Chihuahua no es cosa común ver los antimotines en las calles. El hecho más recientes fue en 1997, cuando el gobierno de Francisco Barrio mandó a reprimir a los indígenas de la comunidad de Monterde en la capital. Pero lo que no se había hecho en 16 años, se superó en sólo tres días. El viernes por la noche la policía estatal la emprendió a toletazos contra dos contingentes que se manifestaban: uno, de choferes de autobús amenazados con el desempleo, con la puesta en marcha del Vivebús, nuevo sistema de transporte colectivo. Otro, de ciudadanas y ciudadanos muy diversos que protestaban por la construcción de una réplica del mausoleo fúnebre de Francisco Villa, que costaría al erario más de 8 millones de pesos, cuando el original está a unos 500 metros de ahí. La policía y los agentes de tránsito empezaron a retirar con grúa los autobuses de los choferes y atacaron a quienes trataron de impedirlo. Detuvieron a 10 personas, jóvenes y choferes, mismos que luego fueron liberados ante la presión de los padres de familia, de organizaciones como el #YoSoy132 y activistas derechohumanistas.
 
La escena se repitió más encarnizada el lunes 26, al comenzar a operar el Vivebús. Centenares de usuarios que no alcanzaron su lugar en el camión, o que no lo vieron llegar a su lugar de origen y que perdieron su día de trabajo, se manifestaron espontáneamente en varias paradas del trayecto. Frente al palacio de gobierno, la manifestación adquirió más intensidad, y aquí de nuevo brillaron más los toletes que la inteligencia para reparar la mala planeación de las rutas. De nuevo, los golpeados y los detenidos fueron los jóvenes. Diecisiete de ellos fueron conducidos a los separos policiacos y liberados 12 horas después, luego de una intensa presión de las organizaciones sociales. La versión oficial de los hechos hace recaer la responsabilidad del colapso del lunes a la perfidia de los partidos, organizaciones y personas críticas del gobierno del estado, y no a la incompetencia para operar el nuevo sistema de transporte y la insensibilidad para atender las bien fundadas quejas de los usuarios y camioneros.
 
La restauración priísta hace agua por todos lados. A nivel federal, no se llega aún al primer Informe de gobierno y ya se anda superando la proporción de homicidios dolosos que se dio en el Calderonato; las previsiones de crecimiento económico difícilmente superan ya el uno por ciento; la reforma educativa impuesta, pactada en las cúpulas, se tambalea por la contestación callejera; la reforma energética muestra su carácter entreguista y racista detrás de su escenografía nacionalista. En estados como Chihuahua, el PRI gobierna con imposiciones, caprichos, berrinches, ineficiencia y múltiples denuncias de corrupción. El gobernador se jacta en las páginas de los periódicos de haber desarticulado los cárteles y ellos le responden sembrando el terror y la muerte en varios sitios del estado.
 
Ni democracia, ni modernización, ni crecimiento económico, ni justicia, ni paz: la restauración priísta está y, lo que es peor, nos tiene con la soga al cuello.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
 
Test-Helguera
Apuntes del curso La libertad según l@s zapatistas
Gilberto López y Rivas
Fue un privilegio asistir como alumno del curso de primer grado La libertad según l@s zapatistas, que se desarrolló paralelamente en varios territorios de los gobiernos autónomos, así como en el Centro Indígena de Capacitación Integral –Unitierra, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, del 12 al 17 de agosto.
 
Por sus múltiples significados políticos, estratégicos, programáticos y tácticos en la actualidad trágica de un país devastado por el gobierno de traición nacional y sus asociados corporativo-represivos (incluyendo el crimen organizado), el curso impartido por indígenas de las distintas etnias que conforman los gobiernos autónomos zapatistas constituye un llamado urgente a la conciencia nacional, a los hombres y las mujeres con dignidad y entereza para organizarse, resistir y luchar por un mundo mejor donde se mande obedeciendo a los pueblos a partir de siete principios: 1. Servir y no servirse. 2. Representar y no suplantar. 3. Construir y no destruir. 4. Obedecer y no mandar. 5. Proponer y no imponer. 6. Convencer y no vencer. 7. Bajar y no subir; y con base en la máxima ética que rige al EZLN: Para todos, todo, para nosotros, nada, esto es, el polo opuesto de conducta con que actúa la clase política mexicana.

A lo largo de esta semana memorable, acompañados de nuestro Votán, el tutor o corazón-guardián del pueblo y de la tierra, y de nuestros libros de texto para lectura-consulta-discusión, los educandos nos adentramos en el estudio de la historia del gobierno autónomo. Se recordaron los años arduos de la clandestinidad, con la llegada de las Fuerzas de Liberación Nacional a la selva Lacandona, el 17 de noviembre de 1983; los 10 años de preparación que anteceden a la declaración de guerra; el proceso lento pero ampliado de toma de conciencia sobre el papel a jugar cuando cada tanto surgen hombres y mujeres que piensan por los demás, que se rebelan para exigir tierra y libertad.

Se rememoró el establecimiento de 38 municipios autónomos rebeldes zapatistas (Marez), una vez que se consumó el incumplimiento de los acuerdos de San Andrés y, posteriormente, los maestros y maestras explicaron las condiciones y los problemas que llevaron a la creación de las cinco juntas de buen gobierno, el 8 de agosto de 2003. Los alumnos aprendimos cómo se organiza el gobierno en los ámbitos comunitarios, municipales y zonales. Con giros lingüísticos y una gran capacidad de síntesis y conceptualización, nuestros mentores mostraron el recorrido de construcción y fortalecimiento de su autonomía mediante una práctica colectiva de hombres, mujeres, niños y ancianos, con aciertos y errores, desechando lo que no funciona y cambiando lo necesario. Si algo sale mal, nosotros lo mejoramos, ¡tan sólo han pasado 19 años en que venimos construyendo nuestra autonomía, contra 520 años de opresión!

En la conducción, participación y contenido temático del curso, se destacaron los alcances y las conquistas de las mujeres en los gobiernos autónomos, en las comisiones de educación, salud, proyectos productivos, en los cambios que tienen lugar en la cotidianidad, las labores domésticas y el cuidado de los hijos, así como en el deporte y los eventos públicos. Aquí también, las maestras recordaron cómo en la clandestinidad se inició la integración de las mujeres en las milicias, en las filas de los insurgentes, haciendo de manifiesto la paridad de género actual en los tres niveles de gobierno. Los machistas, que los hay, se enfrentan ahora con las autoridades autónomas, con las asambleas y con el derecho de las mujeres a denunciar cualquier maltrato. Si la mujer tiene cargo, el compañero tiene que cuidar los hijos, hacer la comida, lavar la ropa, me comentó mi Votán.
 
Otro tema importante de las clases fue el de la resistencia, pues el mal gobierno no ha dejado en paz a los zapatistas ni un solo día. Saben bien que los medios son instrumentos poderosos de propaganda que mienten todo el tiempo; por ello, han creado sus propios medios de comunicación. Identifican a los partidos políticos de todos los signos como instrumentos de división y manipulación que promueven los ataques contra los pueblos zapatistas y sus gobiernos. Pero en este conflicto, los zapatistas asumen una política de no confrontación que ha redundado en su beneficio: hemos tratado de no alterarnos para evitar la violencia. Al no alterarnos, hemos salido ganando. Con nuestra paciencia, hemos logrado solucionar muchos problemas. Nuestra fuerza es nuestra organización, sin agredir a quien nos hace daño. Así, los maestros refieren cómo los hermanos partidistas se han convertido en unos dependientes de ayudas y programas gubernamentales, que abandonan los trabajos productivos y venden la tierra, mientras los zapatistas, de manera colectiva, trabajan en los terrenos recuperados y cuentan con sus propios recursos y ahorros. Paradójicamente, muchos partidistas terminan pidiendo ayuda a los zapatistas, acuden a sus clínicas, donde los tratan como seres humanos, y recurren a sus gobiernos para la impartición de justicia y solución expedita de conflictos. La resistencia de por sí la traemos. La resistencia nos ha dado la fuerza para construir la autonomía. Desde 1994, el mal gobierno nos quiso ver la cara; buscó formas de cómo atacarnos, pero hoy, ¡aquí estamos! Mete su política y nosotros nos organizamos y luchamos para todos. Así, nuestros educadores mostraron cómo resisten en lo ideológico, en lo económico, en lo político, en la cultura, que es la forma de vivir; demostraron cómo ni ejércitos ni paramilitares han impedido el desarrollo de sus autonomías”.
 
Muchos temas más fueron tratados, todos con profundidad, sentido del humor y franqueza, con orgullo por todo lo logrado, pero con modestia. Al término del curso llegó el momento de despedir a l@s maestr@s y votan@s, con un nudo en la garganta y abierto llanto de muchos. Para los egresados de la escuelita, el mundo no podrá ser el mismo.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
Paciencia de Job-Magú

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