El tráfico de drogas amenaza el estilo de ‘Pura Vida’ de Costa Rica
Por Adam Williams
Para agorarevista.com
SAN JOSÉ, Costa Rica — Un grupo de catorce prisioneros trató de escapar el 12 de mayo de la prisión más grande de Costa Rica, La Reforma. El intento de fuga fue planeado por el preso nicaragüense Erlyn Hurtado, quien en el año 2005 fue implicado en una de las masacres más sangrientas de la nación, y por Johel Araya, quien recibió seis balazos en un intento de fuga de la misma prisión en 2006.
El intento de fuga se inició cuando Hurtado abrió su propia celda usando las llaves maestras de la prisión y mantuvo como rehenes a los guardias con una pistola .380, comentó el Organismo de Investigaciones Judiciales (OIJ). Luego, Hurtado abrió la celda de Araya y liberó a otros 20 ó 30 presos más. Los internos usaron bombas de humo, granadas falsas, radios y teléfonos celulares para acorralar a 15 rehenes, la mayoría de ellos guardias de la prisión, y luego solicitar un vehículo para escapar.
Tras 3 horas de negociaciones estancadas, la policía costarricense intervino para frustrar el intento de fuga. Hurtado, un prisionero y un guardián de la prisión murieron en el tiroteo posterior.
Cerca de la entrada de la prisión, las autoridades encontraron una camioneta Dodge con armas AK-4, máscaras de esquí, chalecos antibalas, $2 mil en efectivo, alimentos, botellas de agua, y explosivos caseros. A pesar de la vigilancia las 24 horas al día y de las estrictas medidas que prohíben el estacionamiento de vehículos no autorizados, la camioneta Dodge permaneció en la propiedad durante cuatro días.
“Con la información que hemos obtenido hasta estas instancias de la investigación acerca de la fuga, se presume que los criminales operaban bajo la asistencia de alguien en el sistema de cárceles”, comentó el Director del OIJ, Jorge Rojas. “Nuestra investigación determinará quién fue el responsable de colaborar con los prisioneros en el intento de fuga”.
La semana pasada, Rojas y el Ministro de Seguridad, Mario Zamora, comentaron que el intento de fuga podría estar vinculado a traficantes de drogas.
“Lo que sabemos es que alguien de la administración de la prisión tiene fuertes conexiones y un motivo para ayudar a los prisioneros a obtener las llaves”, dijo Zamora. “Los cárteles de drogas son muy ricos y poderosos, lo cual genera corrupción”.
Tres prisioneros mexicanos encarcelados en La Reforma fueron vinculados a organizaciones internacionales de drogas en el momento de su arresto en Costa Rica, manifestó el OIJ.
Los cárteles en Costa Rica. En los últimos años, las fuerzas de seguridad costarricenses, incluido el OIJ y la Policía de Control de Drogas (PCD) han encarcelado a varios importantes criminales vinculados a los cárteles mexicanos.
En marzo, tres mexicanos vinculados al infame cártel de Sinaloa fueron detenidos en una residencia en Cartago, al este de San José. Los hombres tenían 319 kilogramos de cocaína valuados en $12,7 millones de dólares. Habían entrado y salido de Costa Rica varias veces en 2007, y eran monitoreados muy de cerca por el OIJ. Los dos hombres presuntamente vinculados al cártel de Sinaloa fueron arrestados en febrero.
En mayo de 2007, el OIJ condujo una redada llamada “Operación Azteca” en una casa en el vecindario de Rohrmoser al oeste de San José. Siete mexicanos y un colombiano fueron arrestados mientras remodelaban una casa para usarla como instalación de almacenaje de cocaína del cártel de Sinaloa. Un mes antes, la PCD realizó una redada en Tejar del Guarco, al este de San José, y arrestó a dos mexicanos con 300 kilogramos de cocaína y dinero en diferentes divisas.
Mauricio Boraschi, Director de PCD, comentó a principios de mes que Costa Rica funciona como puente.
“Las drogas tienen que ser transportadas ya sea por aire, tierra o mar. El transporte está a cargo de organizaciones mexicanas y se desplaza hacia el norte a través de Centroamérica”, comentó. “Para hacer esto las organizaciones mexicanas normalmente transportan las drogas hacia el norte por mar o aire, ya que el transporte terrestre puede ser fácilmente monitoreado. Cuando las drogas se transportan al norte por mar, se utilizan puertos de Centroamérica”.
El ministro de Seguridad de Costa Rica dijo que el año pasado la policía confiscó 9.900 kilogramos de cocaína, la segunda cantidad más grande en la historia, superada únicamente por las cifras del 2008. El ministro informó que en 2010 se desmantelaron 101 organizaciones de drogas, lo cual representa una cifra muy elevada. Desde 2006 a 2010, se logró desarmar 400 organizaciones de drogas, incluyendo 347 grupos locales y 53 internacionales.
Chinchilla: todavía hay mucho por hacer
El 4 de mayo, cuatro días antes de su primer aniversario, la presidenta Laura Chinchilla comentó a los legisladores qué era lo que estaba haciendo su gobierno para mejorar la seguridad de los 3,5 millones de ciudadanos del país. En su discurso de 90 minutos, mencionó la palabra “narcotráfico” siete veces.
“Hoy vengo a confirmar la visión país compartida por todos: la de hacer de Costa Rica un hogar más seguro para todas y todos sus habitantes”, indicó. “Para avanzar hacia esa meta, trazamos con claridad una ruta: es la ruta de la seguridad humana. Nunca antes como ahora la palabra inseguridad ha definido tanto nuestras vidas”.
Si bien Chinchilla presumía de los logros de su gobierno para combatir el tráfico de drogas, advirtió que “observamos con alarma el implacable avance del crimen organizado y del narcotráfico que suponen una grave amenaza a nuestra democracia por su potencial de corrupción y extorsión, y por el recurso a la violencia y a la delincuencia común”.
La mayoría de los funcionarios de seguridad acuerdan que si Costa Rica pretende combatir a los traficantes de drogas, necesitaremos mucha más ayuda y de forma rápida. En la actualidad, el gobierno sólo tiene un helicóptero y la mayoría de las embarcaciones guardacostas de patrullaje costarricenses son obsoletas e incapaces de perseguir lanchas de alta velocidad en aguas abiertas.
Las pobladores rurales de todo el país se quejan de la falta de policía y seguridad. Muchos pueblos de 1.000 a 5.000 personas cuentan con fuerzas policiales de dos, tres o cinco oficiales, a los que se les pide patrullar áreas de varios cientos de kilómetros cuadrados de tierra y mar. El anterior ministro de seguridad de Costa Rica, José María Tijerino, indicó en su último discurso que “el estado de las fuerzas en ciertas partes del país es deplorable”.
Boraschi de PCD coincidió. “Es evidente que los cárteles de drogas son muy poderosos y pueden infiltrarse en lugares que nosotros consideramos intocables”, dijo. “Si queremos evitar que las drogas continúen contaminando nuestro país, vamos a necesitar de la asistencia de nuestro gobierno y de la comunidad internacional. Necesitamos más policías, mejores equipos y necesitamos ayuda internacional. Si no empezamos por esto, la realidad de este país podría ver teñida por el tráfico de las drogas”.
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