Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

martes, 16 de agosto de 2011

Guerra contra el narco: los artistas alzan la voz

Guerra contra el narco: los artistas alzan la voz

Sicilia entre Julieta Egurrola, Giménez Cacho y Luna. Foto: Miguel Dimayuga
Sicilia entre Julieta Egurrola, Giménez Cacho y Luna.
Foto: Miguel Dimayuga
Inducidos por la indignación, dispuestos a superar el miedo, convencidos de que la falta de responsabilidad del gobierno se combate con la acción ciudadana –como ya está ocurriendo en varios lugares del país–, artistas e intelectuales se suman al movimiento encabezado por Javier Sicilia. Algunos de ellos como los actores Daniel Giménez Cacho, Diego Luna y Jesús Ochoa hablan a este semanario tras su reunión con el poeta. Estarán en primera fila durante la marcha por la paz hoy domingo.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El creciente número de víctimas de la guerra que Felipe Calderón declaró al narco, la violencia desatada (los secuestros, extorsiones, asaltos a hogares y negocios), la militarización y el tráfico de armas de Estados Unidos a México colmaron la ira de la comunidad artística y cultural para sumarse al Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabeza el poeta Javier Sicilia.
El actor Daniel Giménez Cacho está convocando a los creadores, escritores, pintores, músicos, cineastas, dramaturgo y colegas, entre otros, con muy buena respuesta, según él, para que “nos oigan las autoridades y entre más seamos, más nos van a escuchar”.
El protagonista de Aro Tolbukin. En la mente del asesino, de Isaac-Pierre Racine, Agustí Villaronga y Lydia Zimmermann, y Arráncame la vida, de Roberto Sneider, cree que sí ayudará la participación de personas públicas para concientizar más a la gente y las autoridades de la situación dramática del país.
El martes 9, en las instalaciones de la organización civil Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), junto a Giménez Cacho, los actores Julieta Egurrola, Diego Luna y Jesús Ochoa, el escritor Paco Ignacio Taibo II y otros artistas e intelectuales se reunieron con Javier Sicilia. Allí se acordó que la sociedad cultural participaría en la marcha silenciosa, que hoy domingo se efectúa desde las 11 horas en el Museo Nacional de Antropología a Los Pinos y luego a la Cámara de Diputados. Propusieron que los asistentes se acuesten en el piso sobre el Paseo de la Reforma, frente al Senado, para evocar a los muertos que ha habido, y se sugirió llevar un zapato viejo para crear una instalación y representar a los desaparecidos o asesinados, además de que en cada manifestación artística y cultural subsecuente se guarde un minuto de silencio…
A Giménez Cacho le llama la atención por qué el gobierno federal no toma responsabilidad alguna:
“Me ha llamado la atención en los testimonios de las víctimas que he escuchado con este movimiento, que la gente está sola. Las personas sufren asesinatos, agravios, y no tienen a quién acudir. Las autoridades no se hacen responsables, de preferencia tratan de ocultar los problemas y las bajas, eso es muy grave. Ese es el motivo principal por el que me he sumado a este movimiento, cuyo primer objetivo es hacer visibles a las víctimas y tratar de apoyarlas.”
Al también director de teatro lo convocó Serapaz (donde Sicilia se acercó para que más ciudadanos se sumen y se enteren de qué se trata el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad) para invitar a los creadores:
“Es una manera diferente su discurso contra la violencia. Las ideas que maneja el poeta me parecen importantes. El polémico beso que le da a todo el mundo, que yo también ya recibí, me parece una forma nueva. Creo que los movimientos son atractivos, también van cambiando las formas. Aquí hay un cambio de las viejas formas que justamente hay que ponerlas en primer lugar. También me ha generado muchas críticas, pero a mí eso es lo que me ha llamado la atención.”

Críticas

–¿Qué tipo de críticas?
–Están los que creen que dialogar con el “espurio” es legitimarlo.
–¿Hay intolerancia o una fuerte polarización?
–Es una vieja reacción de “estás conmigo o contra mí”. Si me críticas estás contra mí. Eso también nos ha llevado a un callejón sin salida. Este movimiento apenas va arrancando, ya veremos también a dónde llega, pero de entrada hay un cambio que es bueno entender.
Cuenta que por teléfono conversa con la comunidad cultual y le explica la situación. Aclara a este semanario que no es ingenuo:
“No digo que este movimiento nos va a sacar adelante y nos va a salvar, ya veremos, pero por lo menos nos pone en acción, nos junta unos con otros porque el miedo es un factor que paraliza mucho, nos impide reunirnos.”
No percibe a dónde se llegará con el movimiento, pero es positivo:
“El puro hecho de juntarnos es el rumbo que también México necesita de organización ciudadana, que va avanzando pero que allí también nos falta un buen camino.”
Critica el militarismo impuesto por Calderón, “el cual no ha funcionado y a la ciudadanía se le ha excluido de ese proyecto de guerra contra el narcotráfico, y en cambio hay una cantidad impresionante de víctimas”.
–¿El gobierno sabe cómo dirigirse a la sociedad?
–No, porque nunca lo ha hecho. No tenemos cultura de eso. El gobierno impone sus normas y la ciudadanía las tiene que aceptar. Por ejemplo, en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes es lo mismo. Hay una funcionaria que no sabe convocar, tienen unas ideas y las impone, y jamás ha logrado consenso, no ha articulado alrededor de ella a la mejor gente para que se definan las políticas que convienen a todos, esa es una cultura de la imposición desde siempre y eso pasa en todo. Entonces a la ciudadanía no se le considera y por eso pasa lo que pasa.
“Ya hay muy buenos ejemplos de comunidades que empiezan a organizarse y han comenzado a tomar el asunto en sus manos con la complejidad que esto puede tener porque surgen miles de maneras, usos y costumbres de cada quien, pero es la alternativa que empieza a surgir. También existen los peligros de la gente que toma la justicia en sus propias manos.”
Jesús Ochoa platica en entrevista que ha preparado el monólogo El cerdo, adaptación de la novela Estrategia para dos jamones, de Raymond Cousse, para presentarlo en la caminata silenciosa, y al final se guardará un minuto de silencio por las víctimas.
El también actor confiesa que está muy decepcionado de los partidos porque no están funcionando.
No está de acuerdo con la guerra que se lleva a cabo contra el narco:
“Primero son los derechos a la educación, la vivienda y una buena vida que merece todo el mundo a través del trabajo. Violencia con violencia nunca se acaba, se crea más división, la solución es a través de la paz y la inteligencia.”

¡Alto al contrabando de armas!

El actor, director y productor de cine y teatro Diego Luna se sumó a la campaña ¡Alto al contrabando de armas! Consiste en una recolección de firmas que acompañarán una petición a Barack Obama, presidente de Estados Unidos, la cual contiene tres acciones:
–Detener inmediatamente y prohibir la importación de las armas de asalto a Estados Unidos, porque muchas se mandan de contrabando a México.
–Ordenar a los vendedores a reportar a la Oficina de Control de Bebidas Alcohólicas, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), la venta de varios fusiles de asalto a una misma persona durante un periodo de cinco días.
–Aumentar la capacidad regulatoria de la ATF en las regiones donde se abastece el contrabando de armas a México, en especial en los estados fronterizos.
La idea de ¡Alto al contrabando de armas! , presentada el jueves 11 por Sergio Aguayo, Maureen Meyer, Sicilia y Luna, es organizada en México por Alianza Cívica, Propuesta Cívica, Cencos y Evolución Mexicana. Y en Estados Unidos por la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), Global Exchange y Latin America Working Group, entre otros.
Las personas pueden incluir sus firmas en la página www.alianzacivica.org.mx/altoalasarmas.
Luna, en conversación con este medio, confiesa que “es una tristeza profunda, una desolación, la situación, y me impacta mucho que hemos sido capaces de llegar hasta donde estamos”.
–¿Tiene coraje con los políticos?
–Sí. Bueno, con todos. De alguna manera trato de no apuntar antes de hacer un proceso personal. Yo también soy responsable. Espero que la ciudadanía de este país, la sociedad, reaccione antes de que la violencia llegue a su puerta, antes de que nos reconozcamos víctimas ya todos. Tenemos que reconocernos como parte de ese dolor. Cuando alguien me dice “yo prefiero ahora no leer los periódicos”, digo que el periódico es un espejo de alguna manera, esas noticias tienen que ver con uno.
Luna ha estado en contacto con WOLA, ya que su colega Gael García Bernal y Ambulante recibirán el Premio de Derechos Humanos que esta organización entrega cada año. La ceremonia se efectuará el 13 de septiembre en Washington donde se resaltará el tema de Migración y desarrollo: historias que hacen una diferencia, y allí, dice Luna, se manifestarán en contra del trafico de armas.
–¿Cree que si participan figuras públicas ayude a conocerse esta campaña y el movimiento que encabeza Sicilia? –se le pregunta al participante en el filme Y tu mamá también, de Carlos Cuarón.
–Todos podemos ayudar. Pero en efecto, aquellos que recibimos la atención a veces desmedida, podemos desviar esa atención hacia donde creemos que debe irse en realidad.
Enviará e-mails y convocará a la comunidad cultural a que firme.
A decir de Sergio Aguayo, es la primera vez que se hace una campaña así con comités en diversas ciudades de Estados Unidos y México, además se extenderá a Centroamérica “y se invitaron a artistas para tener un mayor impacto”.
Cacho y Ochoa firmarán en breve.
El jueves 11, el poeta y psicólogo Efraín Bartolomé denunció con la crónica ¿De verdad estamos tan solos? cómo entraron a su casa policías vestidos de negro, con pasamontañas y “rifles de alto poder” buscando armas. Dice que su esposa, Guadalupe Belmontes, marcó tres veces al 066, llamando a la policía, y no llegó.
Bartolomé platica a esta reportera que ese suceso fue muy impresionante mientras duró, pero tomaron la decisión, él y su mujer, “que bastaba con ese susto y que no les íbamos a permitir a los delincuentes con uniforme o sin él, que adquirieran control sobre nuestra alma”.
Así finaliza:
“La estrategia civil o militar que se usa para combatir al crimen, una de las obligaciones del Estado, no puede hacerse a costa de la violación de los derechos humanos.”

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