La paz de la derecha
Pedro Miguel
Los atentados de días recientes fortalecen las probabilidades
políticas, legislativas y propagandísticas de esta vieja utopía:
Una tanqueta, o cuando menos un Humvee, en cada esquina y en cada crucero del
país; vigilancia permanente con artillería ligera, en los barrios residenciales;
razzias y rondines intimidantes en las colonias populares, con aprehensiones y
allanamientos domiciliarios sin trámite judicial de por medio; ocupación del
espacio aéreo por helicópteros, aviones de reconocimiento y aeronaves no
tripuladas (pero sí artilladas), una parafernalia que escapa a las posibilidades
financieras y tecnológicas de las autoridades mexicanas y cuyo control directo
recaería, en consecuencia, en las estadunidenses; acciones de limpieza social
discreta, pero efectiva, capaces de causar una merma de escala demográfica en
las filas de la informalidad delictiva.
Imposición del principio de respeto a la autoridad, que empieza por dar penas
de privación de la libertad a borrachos escandalosos, que sigue con el
establecimiento del derecho de los policías a impedir que los delincuentes los
hagan quedar como tontos ante el juez (juicios expeditos y sumarios, con
prevalencia de la palabra de la autoridad sobre la del presunto culpable) y que
culmina con la supresión de las críticas al funcionario público, por parte de
los ciudadanos, y al patrón por parte de los empleados.
Tipificación de los delitos de lucha social, huelga, manifestación, protesta,
concentración en espacio público, organización política, sindical y agraria (en
modalidades de tentativa o de consumados), difusión de información contraria a
los intereses de dependencias y de empresas, defensa de los recursos nacionales
y resistencia de particulares a la entrega de la soberanía.
Eliminación del principio de rehabilitación que rige (muy en teoría) al
sistema de justicia penal y su remplazo por el de castigo y venganza social
contra los infractores.
Despenalización de facto de los delitos corporativos, electorales y
de cuello blanco(evasión fiscal, fraude bursátil y bancario, fraude electoral, desvío de recursos, prevaricación, tráfico de influencias, lavado de dinero, homicidio industrial, afectaciones al entorno, etcétera) e intensificación de la lucha contra los delitos cometidos al margen de la Bolsa de Valores, fuera de la jurisdicción de la Condusef y más allá de las atribuciones de la Comisión Federal de Competencia.
Para los segundos, aumento de las sanciones, desde la multiplicación de años
de cárcel hasta la reintroducción de la pena de infamia, los azotes, la pena de
muerte, la confiscación de bienes, el tormento y las deudas por herencia.
Restablecimiento de una división social en castas, aunque simplificada, para
ejercer el principio de presunción de inocencia, como beneficio para la gente
honorable, y la sospecha previa de culpabilidad, para proteger a la sociedad de
su propia mayoría, formada por malvivientes, lúmpenes, indios, comerciantes
ambulantes, migrantes, ninis, pervertidos sexuales, pejistas,
zapatistas y mujeres adictas al aborto.
Regularización y legitimación del actual modelo fiscal, consistente en la
exención absoluta y universal a las fortunas, y confiscación de salarios, desde
el mínimo hasta 10 veces la suma equivalente.
Todo el peso de la ley a los ejecutores de crímenes de sangre relacionados
con la delincuencia organizada, y a sus jefes directos, en caso de que éstos no
cuenten con la documentación correspondiente a la gente honorable, y beneficio
de la libertad incondicional para todos aquellos empresarios, políticos y
funcionarios que obtengan provecho lícito, electoral, legislativo o pecuniario
del clima de violencia, de la descomposición institucional y de la zozobra
ciudadana.
Éstos son, en el fondo, los objetivos en torno a los cuales México debe
unirse. No es otro el escenario que proponen el CCE y la Coparmex, con su rebaño anexo de logotipos y siglas ciudadanas, y los cuadros panistas y priístas que decidieron estar hartos de la violencia causada por el régimen del que forman parte. Así va el guión de la paz a la que aspira la derecha. Y lo hará realidad si el resto de la sociedad se descuida.
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uffbelem florestoda la persistente y muy resistente pervercidad del humano comportamiento y del que aún arrastramos trágicos y pesados recuerdos grabados por la historia para la eternidad.Toda la tragedia a causa del "poder haiga sido como haiga sido",y después de éso que???,solo cenizas y soledad.
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y si.....ISRAELLA PAZ DE LOS SEPULCROS..... Se quieren curar en salud de cara al próximo año, una nueva afrenta a la voluntad popular va a despertar le furia incubada sexenalmente en el corazón de las masas. Desde mis más tiernos recuerdos recuerdo que mi ¿pobre? país ha estado en crisis, esas palabras no las he dejado de oír, crisis, carestía, abrocharse el cinturón, acuerdo nacional, pacto nacional, por favor hermanos YA BASTA!!!!, si México tiene todo para ser potencia, tenemos una gran variedad de climas donde germinan toda clase de cultivos... para qué necesitamos del exterior? a quién se le ocurrió desmantelar el aparato productivo de México? la Ciudad de México estaba condenada al deshaucio, no es perfecta, pero se han implementado modelos que buscan elevar el nivel de vida de los ciudadanos, la izquierda no es lo que calderón y la casta gobernante les hizo creer en 2006. y si.... nos diéramos la oportunidad? que sería lo peor que pasara?...