Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

lunes, 4 de marzo de 2013

Astillero- Zapatazo- La vida es la lucha- La variable contrainsurgente

Astillero
AMLO: ¿Suicidio electoral?
Costa Bonino habla
Ebrard, PRD y EPN
PRI: Los intocables
Julio Hernández López
Foto
SOLIDARIDAD CON CUBA. Ayer concluyó el 18 Encuentro Nacional de Solidaridad con Cuba, que se llevó a cabo en la Universidad Obrera de la Ciudad de México. Durante la reunión los 535 delegados reiteraron el compromiso inquebrantable de defender la independencia, soberanía y autodeterminación de la isla y exigieron la inmediata e incondicional liberación de los cinco antiterroristas cubanos encarcelados en Estados Unidos
Foto Luis Humberto González
 
Marcelo Ebrard ha decidido pisar el acelerador para no permitir que se disuelva su anunciada pretensión de convertirse primero en dirigente nacional del PRD y luego, previa depuración partidista (a su manera, lo mismo que pretende Madero en el PAN), ser candidato presidencial. El ex jefe del gobierno capitalino sorteó múltiples problemas administrativos, políticos y partidistas a lo largo de su sexenio, negociando con Andrés Manuel López Obrador la declinación a la candidatura presidencial de 2012 a cambio de la cesión del Distrito Federal como territorio personal en el que colocó a Miguel Ángel Mancera como manejable sucesor.
 
 
Pero a unos días de cerrar un ciclo aceptable en el gobierno capitalino, Ebrard quedó atrapado en un episodio nebuloso que se ha negado a precisar a satisfacción de segmentos críticos de la izquierda mexicana: el del 1º de diciembre y la orden de reprimir a granel a jóvenes en el Centro Histórico. Además, sus presuntos aliados, los que habrían de cederle el paso para que se hiciera de la presidencia nacional del PRD, se han sentido muy fortalecidos a partir de su incorporación al elenco peñista del Pacto por México, de tal manera que ese grupo, conocido como Los Chuchos, valora la posibilidad de seguir con el control del aparato perredista y encarecer la negociación con Ebrard, e incluso seguir por su lado, ya sin necesidad del Carnal Marcelo.
 
En ese contexto de búsqueda de reposicionamiento, Ebrard se asomó a Twitter luego que el firmante de esta columna retuiteó su propuesta de crear un polo progresista de las izquierdas. Invitado a discutir en ese espacio internético, @m_ebrard respondió con prontitud y decisión: hablamosdeloquequieras. El astuitero le planteó dos preguntas y Ebrard, ocho horas después, ofreció revisarlas y contestar al siguiente día. Incumplió con hablar de lo que se quisiera y contestar directamente al astillador lo que le había preguntado, aunque hizo como que respondía, pero indirectamente y sin réplica, señalando en un caso que el principal error de 2012 había sido moverse al centro tarde y que, efectivamente, el PRD dirigido por los Chuchos está demasiado cerca de Peña Nieto.
 
En ese contexto intervino también en Twitter Luis Costa Bonino, quien ha señalado que fue estratega de la campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador y ganó fama en el episodio del charolazo en la casa de Luis Creel. Fuera del país y asesorando otras campañas y actividades políticas, @luiscostabonino ha criticado duramente las decisiones que el tabasqueño tomó en el tramo final de su campaña electoral de 2012, luego que, según Costa Bonino, en mayo iba arriba en las preferencias electorales pero luego cometió tales errores que significaron un suicidio electoral.
 
Convencido de que AMLO decidió perder, al equivocarse, el consultor político con doctorado en Sciences Po acusó a Ebrard de no apoyar de verdad al tabasqueño y, entre otras cosas, dijo que a la famosa cena del charolazo a él y a Luis Mandoki los envió el propio AMLO. Un recuento parcial del interesante intercambio de Ebrard y Costa Bonino con @julioastillero fue hecho por @omcim y está disponible en bit.ly/WnS3pC , pero lo mejor, para los interesados en asomarse a esos entretelones de la campaña de AMLO, será asomarse en Twitter a @luiscostabonino quien, por cierto, aceptó ser entrevistado telefónicamente por el presente tecleador.
 
En otro escenario, Enrique Peña Nieto cobró los réditos del golpe a Elba Esther Gordillo en el cierre de una asamblea nacional priísta que significó la rendición expresa de la élite del partido de tres colores a los deseos y pretensiones del presunto gladiador triunfante que, con la cabeza política de la profesora chiapaneca en la mano, se cree tan fortalecido como para advertir a eventuales contrincantes y opositores que no habrá intocables (referencia emocionadamente ovacionada por la clase política, los empresarios y todos aquellos que saben que ellos, la corrupción y la injusticia seguirán intocados, siempre y cuando se acomoden a las ínfulas y las instrucciones circunstanciales del presidente Peña Nieto, es decir, del presidente de la asamblea nacional del PRI, pues hasta con ese cargo lo etiquetaron ayer, para que no quede ninguna duda de quién es el que a gordillazos busca mandar en el país).
 
Asamblea nacional priísta que en realidad fue un pretexto para rendir pleitesía a la leyenda que Los Pinos sueña construir. Treinta minutos tardó el mexiquense (entre aplausos, abrazos, sonrisas y alegría, ¡en la apoteósis, pues, o como diría el ya clásico Fidel Herrera: en la pinche plenitud del poder!) en recorrer el camino rumbo al foro principal desde el cual clausuraría los trabajos de nula discusión interna que acabaron plegándose a las órdenes peñistas: abrir paso a las adecuaciones fiscales, incrementando el IVA y aplicándolo a medicinas y alimentos, una de las dos posibilidades o las dos juntas o como se digne decidir el césar sexenal; permitir una mayor participación privada en Pemex, en los términos que el Primerísimo Señor Licenciado del País tenga a bien ordenar; y colocarlo a la cabeza de la comisión política que palomeará las candidaturas a puestos de elección popular que el mismo Señor Licenciado hubiera enviado desde Los Pinos. ¡Inmejorable círculo electoral interno: el jefe propone y el jefe dispone!
 
Mientras tanto, el más peñista de los panistas, Gustavo Madero, endereza una batalla engañosa en el interior de Acción Nacional en busca de recomponer el rumbo (perdido en un trayecto de 12 años en el que hizo todo lo posible por semejarse al PRI o por aprender sus mañas y ejecutarlas, según el sentido del diagnóstico que el presidente nacional del blanquiazul presentó ante un consejo nacional extraordinario de su partido). Según lo dicho por el chihuahuense, el PAN, ya en el poder, se contaminó de todo aquello que siempre criticó, de tal manera que se desdibujó y permitió una triste alienación de su identidad. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Zapatazo
John M. Ackerman
La coreografiada detención de Elba Esther Gordillo no es un signo de fortaleza sino de debilidad del Estado democrático. En lugar de convencer a la sociedad y ganarles a sus adversarios en el terreno del debate público, Enrique Peña Nieto toma la ruta más fácil de simplemente encarcelar a uno de sus rivales más importantes. De manera similar a Felipe Calderón, Peña Nieto inicia su sexenio con una desesperada búsqueda de reconocimiento personal para compensar su falta de legitimidad electoral.
 
 
Se equivocan quienes comparan el encarcelamiento de Gordillo con el quinazo de Carlos Salinas de Gortari. En realidad, Peña Nieto no sigue el guión de su supuestamente audaz padrino, sino el del inepto y belicoso Calderón. En 1988, el PRI todavía contaba con una poderosa hegemonía sobre la política nacional. La detención de Joaquín Hernández Galicia, así como las obligadas renuncias de numerosos gobernadores y otros altos funcionarios públicos durante el sexenio de Salinas, permitieron al entonces presidente reafirmar su mando dentro de la piramidal estructura de poder que todavía permanecía intacta.
 
Hoy el contexto es radicalmente diferente: 38.2 por ciento de la votación comprada en las urnas por el nuevo partido de Estado simplemente no le basta a Peña Nieto para emprender reformas tan agresivas para la economía y el bienestar social como la privatización de Pemex o la imposición del IVA en alimentos y medicinas. La fuerza del PRI de hoy no tiene nada que ver con la del PRI de antaño. Supimos lo que fue el tránsito por el desierto durante 12 años fuera de Los Pinos, ha comentado el actual presidente del PRI, César Camacho.
 
Lo de Peña Nieto hoy no es un mensaje hacia dentro para reafirmar el mando personal sobre una pirámide política que ya no existe, sino un golpe mediático orientado a inflar artificialmente al ocupante de Los Pinos en la imagen pública con objeto de distraer e intimidar a la oposición política. Una estrategia similar ya fue ensayada el pasado 1º de di­ciembre. El encarcelamiento de Gordillo combina perfectamente con la brutalidad policiaca y las detenciones arbitrarias el día de la toma de posesión (mi análisis: http://ow.ly/ig27c ).
 
Esta estrategia coincide cercanamente con la utilizada por Calderón. Al inicio de su sexenio, el hoy becario de la Universidad Harvard entró en la Cámara de Diputados fuertemente custodiado por las fuerzas armadas vía una improvisada puerta trasera para rendir protesta. Posteriormente se vistió con ropa militar, lanzó las fuerzas armadas a las calles en su guerra contra las drogas y utilizó sistemáticamente los órganos de procuración de justicia para amedrentar a sus rivales políticos. Jorge Hank Rhon, Greg Sánchez, Flavio Sosa, el general Thomas Ángeles, así como los detenidos por el michoacanazo, fueron solamente los ejemplos más sonados de esta fallida estrategia de Calderón.
 
El debilitamiento institucional del Estado y la voracidad de los poderes fácticos son problemas reales. Pero éstos no se solucionan por medio de un culto autoritario a la personalidad del presidente de la República o con la politización de la justicia, sino a partir de una amplia participación ciudadana en la reconstrucción de la eficacia y la neutralidad de los organismos gubernamentales.
 
Una de las características fundamentales del absolutismo es precisamente confundir al primer mandatario con la institución estatal en su conjunto: el Estado soy yo ( L’Etat c’est moi) es la típica frase que se atribuye a Luis XIV de Francia (1643-1715). El fascismo tiene rasgos similares. Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado, decía Benito Mussolini. Estos sistemas políticos insisten en la fidelidad total al jefe de Estado y son profundamente intolerantes a la disidencia o la discrepancia.
 
Gordillo es indefendible. Es muy difícil creer que sus riquezas, como las Peña Nieto, su familia y su gabinete, hayan sido adquiridas de manera lícita. Hay que celebrar que la maestra se haya quedado sola, traicionada por la misma clase política y empresarial que ella misma ha traicionado en tantas ocasiones.
 
Pero sería ingenuo pensar que el encarcelamiento de Gordillo sea un mensaje a favor del estado de derecho o en contra de los poderes fácticos. La acción no fue más que un típico y desesperado ajuste de cuentas entre líderes políticos de igual naturaleza política. La decisión de detener a la lideresa sindical justo después de la promulgación de la reforma constitucional en materia educativa y unas horas antes de la reunión del consejo extraordinario del SNTE, combinado con el atropellado y vacío espot del Presidente en cadena nacional, confirman sus motivaciones políticas.
 
En 1960, el líder soviético Nikita Kruschov se hizo mundialmente famoso por golpear con el zapato su curul en la ONU y espetar insultos hacia otros líderes mundiales en protesta por las críticas lanzadas hacia la Unión Soviética en ese foro mundial. Hoy, por mucho que la televisión haga esfuerzos olímpicos por proyectar una imagen de hombre de Estado, el comportamiento de Peña Nieto es igual de vulgar y desesperado que aquello mostrado hace más de cincuenta años por el sucesor de José Stalin.
La vida es la lucha
Gustavo Esteva
“Aquí no van a entrar. Aunque el gobierno nos mate, no va a entrar. Lo vamos a pelear por nuestros hijos. No queremos terrenos para los eólicos. No queremos partidos, ni PAN, ni PRD, ni PRI… Si matan a uno o dos se van a levantar más, porque no estamos solos. Ellos dividen a la gente y crean odio, pero ahora ya no les tememos. Ellos mismos nos enseñan a no tener miedo.”
 
Así dijo La generala en Álvaro Obregón, en el Istmo de Tehuantepec, cuando llegó la caravana de solidaridad.

Mareña Renovables no es sólo la fachada de capitales trasnacionales. Es el símbolo del esquema cada vez más extendido de acumulación por desposesión. La lucha de esos comuneros es también nuestra lucha.

“El proyecto está contra los campesinos, los pescadores, los mototaxis, contra los iguaneros, los chiveros, los ganaderos… A todos los están chingando… Dice el gobierno que el terreno no sirve, que son puros chaparrales. Pero en tiempo de aire ahí se tiran las hojas y come el ganado. En el monte hay iguanas, conejos, chachalacas. En la laguna hay camarones y todo tipo de pescado. Nosotros somos campesinos; tenemos nuestras siembras.

“La isla y el mar son de todos. Ahí tenemos la vida como fuente de trabajo, ahí pescamos atarraya, chinchorro, pescado… La Cocei nos tenía pisoteados… Llegaron hasta senadores, como el Héctor Sánchez que iba a ser gobernador, pero por lo transa perdió… Ahora despertamos y los viejos decidieron.

“Cuando empezaron a repartir una lanita nos dimos cuenta qué clase de gente nos estaba engañando, de qué clase de gente se trata. Ahí empezó la lucha.

“Nos atacaron con los estatales, aunque nosotros no somos delincuentes ni narcotraficantes. Somos gente humilde y no tenemos dinero para comprar armas. Lo que tenemos es machete, hulera y piedra, pero no somos asesinos. Los correteamos, sólo los magullamos, porque ellos no tienen la culpa, ellos son compañeros. La culpa la tienen los que mandan.

“No nos van a engañar. Les dijimos: si quieren agarrar la barra de Santa Teresa mejor que nos maten de una vez. ¿Para qué vamos a estar como África con niños muriendo de hambre? Los políticos llegan y prometen cosas. Ahora prometen que Álvaro Obregón va a brillar de pavimento. Pero entra Mareña y ¿de qué nos sirve? No vamos a comer pedazos de pavimento. Ahora los partidos dan repellado y pinturas para las casas. ¿Vamos a comer el piso firme? En el mar nunca falta. Si se va el mar, ¿de qué vamos a vivir? Por eso no vamos a dejar que Mareña entre, primero que nos mate a nosotros, los indígenas.
 
“Nosotros ya somos ancianos, ya estamos esperando que nos lleve Dios, pero hay niños y niñas que vienen atrás. Cómo los vamos a dejar… Aquí estamos hombres, mujeres, niños, niñas, de todos, parejo estamos, hasta de tres años, de cinco… Por eso no tenemos miedo. Vamos a morir aquí por nuestros hijos, por nuestros nietos, porque cuando nos vayamos ellos se quedan con el mar, se van a mantener del mar.
 
Estamos contentos con la caravana, porque otros lados nos están apoyando, no somos nomás nosotros. Que sepa el gobierno que no estamos solos aquí en Álvaro Obregón. Nosotros vamos a retirar de aquí a la Mareña. Así es la vida. La vida es la lucha.
 
En verdad no están solos. Docenas de organismos civiles suscribieron apenas un desplegado en que denuncian contratos viciados de nulidad, leoninos, obtenidos me­­diante engaños, sin el consentimiento de los dueños de los territorios y recursos naturales. Señalaron también que mientras persistan las graves violaciones que dieron origen a la resistencia tenaz de los pueblos indígenas, y no se abone en la reconstitución del tejido social en las comunidades afectadas, seguirán profundizándose las diferencias entre los pueblos y cualquier consulta que se haga carecerá de validez.
 
En las campañas gubernamentales y en la escandalera de las empresas se insiste en defender este proyecto colonial por ser verde: sólo unos bárbaros ignorantes pueden estar contra la generación de energía limpia, que les traerá una derrama económica importante. La verdad es que sólo la incompetencia criminal y corrupta puede otorgar permisos de impacto ambiental en este caso. El daño que se causaría a las lagunas costeras, las aves migratorias y todo el ecosistema es inmenso. Y la derrama corruptora representa un pago de 12 pesos mensuales por hectárea…que en nada contribuirá a las condiciones de vida de la gente, a la que se despojaría de una forma de vida. Como dice La generala, el pavimento no se come…
Esta lucha es en verdad nuestra lucha.

La variable contrainsurgente
Carlos Fazio
Con gran profusión mediática, incluido el abordaje crítico de comunicólogos estrellas de las radios y las televisoras privadas –en­cargados de reproducir la ideología dominante con fines de adoctrinamiento y control social−, desde enero pasado han venido proliferando en varias partes del país grupos de autodefensa civil.
 
En la coyuntura, el hecho coincidió con el despegue del régimen priísta, que se ha venido posicionando a golpes de autoridad: las contrarreformas laboral y educativa; el ajuste de cuentas a la maestra Gordillo por el nuevo jefe máximo; la solución expedita y vía el silenciamiento difuso de la explosión en la torre de Pemex, etcétera. De allí que llame la atención la aparente complacencia de los responsables de la política interior ante el fenómeno de las autodefensas, en vísperas del lanzamiento en cascada de una política de seguridad de Estado, del mando único policial y de la gendarmería nacional como nuevo órgano represivo militarizado.

En estas páginas, Magda Gómez, Francisco López Bárcenas, Enrique Dussel, Octavio Rodríguez Araujo y otros han venido desenredando la confusión sembrada en torno al tema con evidentes fines diversionistas. En particular, la mezcolanza para nada inocente de los expertos en torno a las policías comunitarias indígenas, los grupos de autodefensa civil y los paramilitares. Al respecto, una variable no muy explorada es la línea tenue que históricamente vincula al paramilitarismo con la contrainsurgencia estatal en clave de guerra sucia. La Colombia de Álvaro Uribe, modelo de Enrique Peña, es un caso paradigmático, pero no el único.

Etimológicamente, paramilitarismo denota actividades cercanas a lo militar, pero que al mismo tiempo desvían, deforman o vuelven irregular el accionar de la milicia. En México, la desnaturalización de la institución militar atravesó en el último medio siglo por diversas fases donde la difuminación de las fronteras entre lo civil y lo castrense −o la articulación entre la fuerza pública y grupos paramilitares− cobró visibilidad, pese a su carácter clandestino. El asunto remite, en general, a operaciones encubiertas de agentes de seguridad (del Ejército, la Marina o las distintas policías), que necesitan camuflar su identidad como civiles para no comprometer el accionar clandestino del Estado, o acciones militares de civiles protegidos de manera invisible por agentes y/o instituciones del Estado. Ambos procedimientos tienden al mismo objetivo: el encubrimiento que salvaguarde la impunidad de actos criminales.

Antecedentes sobran. En los años 80, Puerto Boyacá se convirtió en el Vaticano del paramilitarismo colombiano. En el marco de la Doctrina de Seguridad Nacional del Pentágono, la alianza entre el Ejército y grupos paramilitares en la lucha contra el enemigo interno derivó en el terrorismo de Estado. La Triple A (Acción Anticomunista Americana), formada por militares adscritos al Batallón de Inteligencia y Contrainteligencia Charry Solana (BINCI) y el MAS (Muerte a Secuestradores), fueron los primeros eslabones de una práctica paramilitar que derivó en las autodefensas campesinas, red de grupos civiles armados, coordinados y entrenados por militares de la 14 brigada y el batallón Bártula, en Boyacá.
 
Esa política de Estado para la lucha antisubversiva y el exterminio de comunistas se extendería después a toda Colombia, buscando el involucramiento compulsivo de la población en el conflicto armado contra las guerrillas, de modo que fuera imposible una posición neutral dentro del territorio controlado. En 2002, la alianza del Ejército con los barones de la droga y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) consolidó la Seguridad Democrática de Álvaro Uribe, producto paramilitar de exportación estadunidense. (Alfil de Washington, el anterior jefe de la Policía Nacional, Óscar Naranjo, es hoy asesor de seguridad de Enrique Peña, bajo cobertura del Instituto Latinoamericano de Ciudadanía, creado ad hoc por el Tecnológico de Monterrey.)
 
A su vez, en la lucha contra Sendero Luminoso, las fuerzas armadas peruanas crearon los Comités de Autodefensa (CAD) o rondas campesinas antisubversivas. El modelo incluyó la articulación forzosa de pueblos vecinos a través de Comités de Defensa Civil (CDC), al estilo de las aldeas estratégicas de Estados Unidos en Vietnam. En Guatemala, también de manera coercitiva, los generales Romeo Lucas García y Efraín Ríos Montt utilizaron las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) como estructura paramilitar subordinada en la genocida política de tierra arrasada que destruyó la base social de la insurgencia en las comunidades mayas del Petén.
 
La táctica no le es ajena al Ejército Mexicano. En su manual de guerra irregular, la Sedena recuerda con Mao que el pueblo es a la guerrilla lo que el agua al pez, pero agrega que al pez se le puede hacer imposible la vida en el agua, agitándola, introduciendo peces más bravos que lo ataquen, lo persigan y lo obliguen a desaparecer o a correr el riesgo de ser comido por esos peces agresivos que son la contraguerrilla. En su Plan de Campaña Chiapas 94, el Ejército concibió la creación de fuerzas de autodefensa u otras organizaciones paramilitares para desplazar población y destruir las bases de apoyo del EZLN, en el marco de una guerra irregular o de baja intensidad que tuvo en la matanza de Acteal (1997) su máximo punto de inflexión.
 
Como en Colombia, la criminalidad es hoy funcional a la guerra de clase encubierta. A río revuelto ganancia de pescador. En Chiapas, tierra de autonomías, la Sedena capacitó y armó en febrero un Pelotón de Fuerzas Rurales, compuesto por ejidatarios y ganaderos del municipio de Mapastepec. A lo que se suma el proyecto estatal por reglamentar y subordinar a la policía comunitaria en Guerrero. El duro de Mondragón y Kalb habló de intereses oscuros; igual el general Lozano de la novena Región Militar. Ambos podrían estar fintando con la intención de refuncionalizar las autodefensas para un nuevo modelo autoritario.Nueva democracia-Magú

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