Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

lunes, 4 de marzo de 2013

American Curios- Pugna fiscal- Nosotros ya no somos los mismos

American Curios
Surrealismo poco mágico
David Brooks
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En imagen de archivo el soldado estadunidense Bradley Manning, quien enfrenta cadena perpetua por ayudar al enemigo al revelar documentos clasificados a WikileaksFoto Ap
 
 
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Un joven enfrenta cadena perpetua por el delito de informar a su pueblo de lo que hace su gobierno en nombre de ese pueblo, otra crisis prefabricada más azota al país, un cardenal que encubrió los peores pecados imaginables votará por el próximo representante de Jesucristo, un par de estados intentan dejar atrás el siglo XIX, y un ex basquetbolista tatuado realiza una maniobra diplomática en Corea del Norte… éstos son sólo algunos de los acontecimientos de los últimos días que comprueban que el surrealismo está vivito y coleando en Estados Unidos.
 
 
Bradley Manning afirmó la semana pasada que filtró los documentos oficiales secretos a Wikileaks para detonar un debate público sobre las políticas bélicas y diplomáticas de su gobierno. Parece que no hay peor delito que informar al pueblo de lo que el gobierno hace en su nombre, ya que eso, según las máximas autoridades, es ayudar al enemigo. Según Manning, ahora de 25 años de edad, el público tenía el derecho y necesitaba enterarse de la verdad –posibles crímenes de guerra– detrás de la retórica oficial. Por ese delito fue tratado de manera inhumana y cruel, según el relator especial sobre tortura de la Organización de Naciones Unidas. El gobierno estadunidense constantemente promueve la transparencia y la libertad de expresión, y los derechos de los disidentes, en otras partes del mundo (Cuba, Venezuela, Ecuador, algunos países árabes, aunque no entre sus aliados), pero resulta que aquí alguien que se atreve a hacerlo aparentemente es culpable de traición a la patria.
 
Mientras tanto, el espectáculo de otra crisis prefabricada por la cúpula política será pagado por cientos de miles de trabajadores de todo el país. Aquí no hay una catástrofe natural, un fallo en el modelo económico, el derrumbe de alguna industria o un desastre internacional, sino una crisis que estalla de manera diseñada y fechada por la cúpula política de ambos partidos. Los recortes automáticos del presupuesto federal que entraron en vigor el viernes pasado fueron resultado de un acuerdo bipartidista en 2011 entre la Casa Blanca y el Poder Legislativo de que, si no se llegaba a un consenso para abordar el déficit fiscal, se detonaría una serie de recortes del gasto federal que supuestamente serían inaceptables para ambos lados, o sea, fue formular una pesadilla mutua para asegurar un acuerdo.
 
La pesadilla llegó y Obama subrayó que todo esto era innecesario y que esto no es un triunfo para nadie y es una pérdida para el pueblo estadunidense. La Casa Blanca supone que con los efectos de los recortes habrá mayor presión pública sobre los republicanos para llegar a un acuerdo. Los republicanos apuestan que la defensa de su supuesto principio de no permitir más impuestos sin mayores recortes funcionará políticamente. Pero lo único que logró, por ahora, es dejar claro ante la opinión pública la disfunción fundamental de la cúpula, aunque ninguno de los políticos perderá su chamba ni sufrirá personalmente las consecuencias de los recortes; ese será el costo para cientos de miles de trabajadores que dependen del presupuesto federal ante la receta de la austeridad que tan bien le ha funcionado a los europeos, ¿verdad?
 
Aunque, irónicamente, esta crisis también tiene consecuencias positivas, como los primeros recortes en el gasto militar en años o la liberación de miles de inmigrantes indocumentados detenidos en lugares como Arizona, por falta de recursos.
 
Hablando de instituciones en crisis, el cardenal Roger Mahony, líder católico de Los Ángeles, está en Roma para participar en el cónclave en el cual se seleccionará al próximo representante oficial de Jesucristo en la tierra, a pesar de que es culpable de encubrir el abuso sexual de menores por curas durante años en su diócesis. Ahora sesionará muy moralmente con otros líderes católicos de todo el mundo para elegir al próximo Papa. No estará solo en este rubro, ya que por lo menos una docena de sus colegas también han sido manchados por encubrir esos escándalos en todo el mundo, incluido el decano del Colegio de Cardenales, Angelo Sodano, acusado de aceptar enormes regalos monetarios de los legionarios de Cristo y frenar una investigación sobre el fundador de esa orden, el reverendo Marcial Maciel, reporta el New York Times. Aparentemente, Jesús –bueno, por lo menos el Vaticano– perdona todo.
 
En asuntos más terrenales, hace un par de semanas Misisipi votó formalmente para aprobar la 13 enmienda de la Constitución que establece la abolición de la esclavitud, 148 años después del fin de la Guerra Civil. Un inmigrante originario de Indio, el doctor Ranjan Batra, del Centro Médico de la Universidad de Misisipi, fue quien impulsó esta acción, después de ver la película Lincoln, ya que esa dejó en duda el resultado del proceso de ratificación. Investigó y descubrió que su estado adoptivo nunca había abolido la esclavitud de manera formal.
 
En otro estado, cuyo lema oficial es Virginia is for lovers (Virginia es para enamorados), resulta que tal vez no es el lugar más amoroso. Legisladores del estado intentan apenas ahora anular una antigua ley que prohíbe la cohabitación de una pareja no casada por ser definida como un acto lascivo. Pero no es lo único que permanece en el código legal estatal para preservar la moralidad y la decencia, reporta el Richmond Times-Dispatch. Hay leyes contra fornicar entre parejas no casadas, y también está prohibido el sexo oral en las leyes que regulan los crímenes contra la naturaleza, aun entre parejas casadas y heterosexuales, entre otra cosas poco decentes.
 
En tanto, en el ámbito internacional, Dennis Rodman, quien hace unos 10 años fue famoso como basquetbolista profesional tanto por su talento defensivo como por sus múltiples colores de cabello y sus tatuajes y sus locuras dentro y fuera de la cancha, ahora se volvió uno de los primeros estadunidenses en conocer personalmente al líder de Corea del Norte. Con diplomáticos así, el mundo será mucho más seguro.
Puro surrealismo, pero nada mágico.
 
Pugna fiscal
León Bendesky
La pugna fiscal sigue siendo el centro del conflicto social, luego de casi cinco años del comienzo de la crisis financiera. Este sólo hecho es indicativo del papel clave que han adoptado las corrientes de financiamiento como fuente principal de las ganancias en el capitalismo global.
 
Pero también pone en perspectiva el juego de los recursos fiscales para sostener esas mismas corrientes y las políticas monetarias que las mantienen.
 
Los ajustes a los presupuestos públicos son una constante en Europa, Estados Unidos y otros países como Japón. Son igualmente visibles las manipulaciones monetarias, como las tasas cero de interés, que los acompañan para empujar los recursos de los inversionistas a los usos deseados. Esto ocurre de modo directo con el financiamiento de los déficit públicos y, de ahí, su estrecha relación con las primas de riesgo que se cobran en los mercados de bonos de la deuda gubernamental.
 
En Estados Unidos se pasó de manera rápida del precipicio fiscal de principios de este año, apenas salvado arañando con las uñas la otra orilla, a confiscar ahora una buena parte del gasto público, cuyos efectos sobre el empleo y la tasa de crecimiento del producto son bastante significativos.

 
La reducción total del gasto confiscado por el Congreso es de 109 mil millones de dólares (billones de allá) este año y un total de 1.2 billones (trillones) en los próximos 10 años. Abarcan gastos de defensa y programas discrecionales y de atención a la salud, a los ancianos y a niños que requieren cuidados especiales.
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El meollo del asunto estriba en la capacidad cada vez más reducida de sostener los gastos sociales y otros que recaen directamente sobre el gobierno en un entorno de creciente endeudamiento y del uso competitivo de esos recursos para restablecer, aunque sea, algunas de las condiciones anteriores a la crisis.
 
En ese terreno la gestión de la crisis ha sido muy poco radical. Un caso en cuestión es el del destino de buena parte de los recursos presupuestales para reforzar las instituciones financieras en condiciones de funcionamiento que no se han ajustado de modo similar a la crisis, como ocurre en otros sectores sociales.
 
Eso no quiere decir que no haya habido pérdidas millonarias en negocios asociados con la construcción y las hipotecas, o que muchos accionistas hayan perdido el valor de sus acciones. Pero en todo este esquema, la distribución de las cargas de la crisis ha sido bastante desigual, con millones de personas sin trabajo ni fuentes de ingreso. La perspectiva sigue siendo bastante gris en cuanto a las posibilidades efectivas de una recuperación del crecimiento y del empleo.
 
Siendo el asunto fiscal parte crucial del conflicto desatado por la crisis, se vuelve protagónico el papel de los gobiernos en la asignación de los recursos disponibles. En Estados Unidos, como se ha visto de manera clara en años recientes, hay un conflicto abierto entre la Presidencia y el Congreso. En Europa hay una distancia creciente entre el gobierno comunitario y los gobiernos nacionales que deja a los ciudadanos en una posición muy vulnerable, no sólo en términos sociales sino también políticos.
 
Las recientes elecciones en Italia ilustran el nivel y el contenido de la confrontación entre los partidos y los ciudadanos. Un caso relevante es el de la creciente descomposición de los acuerdos políticos en España, que expone la esclerosis de quienes representan a los partidos, la extendida corrupción y el creciente y entendible desencanto y desapego de los ciudadanos. En Portugal y en Grecia el hartazgo es mayúsculo ante los burócratas que se escudan en las decisiones de otros burócratas de Bruselas.
 
De alguna manera se ha transmitido a la población una especie de culpa o responsabilidad sobre las condiciones de la crisis. Esta se expresa, por ejemplo, en afirmaciones tales como que se vivió por encima de las posibilidades y que, ahora, es tiempo de pagar las cuentas. Este es un discurso político tramposo, pues todo el armazón institucional económico y financiero estaba preparado para que esto sucediera así. La especulación en los grandes bancos asentada en la política monetaria expansiva y la deuda pública financiada con bajas tasas de interés.
 
Cualquier recuperación del crecimiento, del empleo y de las fuentes del ingreso familiar, consideradas también las pensiones, pasa por un arreglo que hoy se sigue manteniendo al margen mientras se trata de acomodar, lo mejor posible, la crisis financiera y fiscal sin tocar la médula del proceso de acumulación.
 
En México, donde se han propuesto gran cantidad de medidas para reponer un crecimiento atrasado durante mucho tiempo, se eleva como uno de los mecanismos la mayor recaudación fiscal, empezando por el IVA en alimentos y medicinas. Al mismo tiempo el banco central expone que la inflación está controlada y que se pueden bajar las tasas de interés sin detrimento del financiamiento de la deuda pública y de los flujos de la inversión extranjera.
 
 
Nosotros ya no somos los mismos
La pederastia, la más infecciosa de las enfermedades padecidas por la humanidad
Ortiz Tejeda
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Unas monjas caminan por la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Con el Papa en jubilación, los cardenales comienzan el viernes el complejo proceso de elegir al sucesor de Benedicto XVIFoto Reuters
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Cerre el lunes anterior diciendo que dejaba tres asuntitos pendientes con don Joseph Ratzinger. El primero, el segundo y el segundo. Este errorcillo en la enumeración no evita que los pendientes sigan siendo tres: un primero y dos segundos. A saber: 1. El lobby gay es el exponente máximo de los sepulcros blanqueados. Un clóset ecuménico que se ha convertido en alfombra roja o, dijéramos con mayor precisión, roja y violeta (colores de los arzobispos y los obispos). 2. La galopante pederastia que, como la peste, la enfermedad infecciosa más letal de todas las padecidas por la humanidad, se ha extendido solapada, aPAPAchada, protegida por la alta jerarquía en todos los rumbos del mundo clerical. 3. La corriente que sostiene que el reino anhelado sí es de este mundo y del otro y de todos los que haigan, por eso los grandes negocios del banco Vaticano no tienen giro aborrecido, aunque algunos de ellos no sean precisamente manifestaciones de cristiana caridad.
 
 
Resulta que los cardenales Salvatore De Giorgi, Josef Tomko y Julián Herranz (tres nacionalidades diferentes y una sola terrible y fundamentada denuncia verdadera, como a la Santísima Trinidad, digamos), le tomaron la palabra a Benedicto y para complacer el encargo que les había hecho el pasado año emprendieron una investigación a fondo sobre la existencia, dentro de las santas filas vaticanas, de diversos grupos de presión. Como no querían estar expuestos a milagritos, ellos, tan expertos en el tema, no confiaron ni a Mitofsky ni GEA/ISA, los resultados. Directamente entrevistaron a prelados y laicos pertenecientes a diversas congregaciones y nacionalidades. El resultado, más ultrasecreto que la investigación a la guerrera, (todos sometidos a la Ley de la Omertá), desmoronó a don Benedicto que, sabiéndolo todo, no sabía que todos lo sabían.
 
Uno de esos grupos resultaría totalmente extraño para nosotros. Se trata de una organización muy profesional que selecciona, promueve y proyecta a quienes considera jóvenes promesas. Los adopta, relaciona y acomoda en escaleras que solamente tienen peldaños ascendentes: el que no avanza o resbala, se desploma, y para siempre. En esta academia se forjan, desde temprano, los grandes dignatarios del futuro. El siguiente grupo, al que se definió como una red transversal unida por la orientación sexual de muchos altos prelados, se les acosa y se les hace víctimas de un permanente chantaje a impropriam influentiam (dicen que así se dice, vil chantaje), en razón de esas preferencias sexuales, calificadas suavemente como debilidades, pero más frecuente y cristianamente denostadas como aberraciones.
Sin embargo, de todo lo anterior no puede desprenderse que en el Vaticano toda actividad sexual esté penada. Don Benedicto se opuso terminantemente a las bodas gay alegando que Atacan la verdadera estructura familiar, e hizo un llamado a la intransigente defensa de los valores fundamentales e innegociables para la condición humana, así se tenga para convencer, que incluir el impulso a la acción política. ¡Cuidado Morena! El cardenal Rivera, si le va bien en el Sacro Colegio Cardenalicio, puede regresar decidido a registrar el Partido de la Morenita, porque el impulso a la acción política de su actual partido se ha visto muy menguado.
 
Pero una cosa es que rechacen las bodas gay, la adopción por parejas del mismo sexo o que, alguien arbitrariamente y sin ningún derecho sobre su cuerpo, se atreva a cambiar el sexo que, por voluntad divina le fue originalmente asignado, o que se siga considerando como crimen supremo el que una mujer no acepte –por las razones más explicables y justas del mundo, empezando por su derecho a decidir– ser madre y, otra, que un prelado tenga que ser indiferente a los efluvios que la efebocracia inevitablemente emana y a ellos, tan sensibles, los estremezca. ¡Pero qué restrictivo y limitado me veo! ¿Efebos? Su devoción es tal, que los pubertos les parecen demasiado creciditos. Al menos así lo considera Alex Gibney, el ganador del Óscar por su documental del año pasado: El silencio en la casa de Dios. Ya lo tengo pedido en Amazon y, de conseguirlo, lo divulgaré como si fuera manda. En el diario Reforma, Manuel J. Jáuregui nos da un adelanto que nos motiva al urgente conocimiento de este documento fílmico. Dice don Manuel: esta película “deja caer una buena parte del estiércol de los casos de pedofilia en la Iglesia en el regazo del cardenal Ratzinger…”. No menos severo en sus juicios es su compañero Jorge Ramos Ávalos. Transcribo simplemente algunas de sus opiniones: “Su silencio destruyó las vidas de menores de edad en todo el mundo. Desde 1981 a 2005 cayeron sobre su escritorio miles de casos de abuso sexual a menores cometidos por sacerdotes. Ni una sola vez –ni una sola– denunció a alguno de ellos”. Por su parte, la Conferencia Episcopal Católica informó que en Estados Unidos, de 1950 a 2002, hubo 4 mil 450 sacerdotes involucrados en casos de abuso sexual a menores. Benedicto XVI lo sabía, pero mostró la misma complicidad que con el alemán Peter Hullerman, pederasta varias veces reincidente, con el mexicano Marcial Maciel, con el cardenal escocés Keith O'Brien, quien fue acusado por cuatro sacerdotes de Edimburgo de haberlos agredido sexualmente, o del célebre cardenal de California Roger Mahony. Todos ellos gozaron de la protección del prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe o, séase, don Benedicto.
 
Tienen entonces plena razón los miembros de Survivors Network of those Abused by Priests, o sea, los sobrevivientes de los abusos sexuales de los sacerdotes católicos de cinco naciones, que todavía, el último día de gobierno de don Benedicto, reiteraron su protesta e indignación y exigieron a la Organización de las Naciones Unidas una pública censura al Vaticano por la impunidad que ha brindado a cientos de pederastas, a los que su mayor castigo ha sido el cambio de sede, o sea que les ha renovado los paraísos infantiles para que puedan continuar con su labor pastoral.
 
Y tiene también razón el Centro por los Derechos Constitucionales de Nueva York, al demandar ante la Corte Penal Internacional a don Benedicto, por el ocultamiento y criminal tolerancia con que trató siempre estos casos que, en los primeros años del presente siglo, alcanzaron más de 4 mil denuncias. Y tienen razón, igualmente, los abogados de 575 víctimas que enfrentaron al arzobispo de la ciudad de Nueva York, Timothy Dolan, a quien reclamaron el encubrimiento y protección que otorgó a varios sacerdotes de la arquidiócesis de Milwakee. Dolan es actualmente presidente de la Conferencia Estadunidense de Obispos Católicos y, junto con Roger Mahony, protector ampliamente reconocido de pederastas del estado de California (en Los Ángeles han sido abiertos los expedientes de más de 120 sacerdotes acusados de abuso sexual), será uno de los cardenales que elegirán al nuevo Papa.
 
En memoria del querido Monsi, documentemos nuestro optimismo: De los 115 electores, ¿cuántos serán doctores en teología pederástica?
 
El tercero de los grupos mencionados nos da un adelanto de la solvencia religiosa, moral, ética que seguramente distinguirá el proceso sucesorio. Al día siguiente del dedicado al amor, una comisión de cardenales designó a Ernst von Freyberg, presidente del Instituto para las Obras de la Religión, más conocido entre los hampones de cuello blanco como banco Vaticano. La institución maneja 33 mil cuentas entre las que se encuentran las de modestas monjas y pías fundaciones, hasta las de pudientes cardenales y arquidiócesis del primer mundo. El nuevo presidente, a quien el Papa avaló de inmediato, es jefe de una empresa naval que durante la Segunda Guerra fue proveedor de armas para el ejército nazi. ¿Se conocerían allí?
 
Un último dato: la empresa Pietro Beretta, una de las principales fábricas de armas ligeras en el mundo, es controlada por el Holding Spa Beretta, del cual el segundo accionista es, por supuesto, el Instituto para las Obras de la Religión. El banco Vaticano fue fundado en 1942 por Pío XII y su historia está ligada a los peores fraudes, saqueos, robos y crímenes. Le ofrecieron a Quentin Tarantino la realización de una versión fílmica, pero declinó tan atractiva oferta, por considerar que se trataba de un asunto tan sórdido y violento que rebasaba totalmente su sensibilidad y capacidades.

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