Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

lunes, 4 de marzo de 2013

LAS MAS DEL 4 DE MARZO DE LA PORTADA DE LA JORNADA EN INTERNET

El Presidente fue investido ayer como jefe máximo del PRI
Subraya que tomará las decisiones que exige la transformación del país
Apoya candidaturas ciudadanas y el cobro del IVA en comida y medicinas
El nuevo PRI
No hay intocables: Peña Nieto, jefe máximo del tricolor
Afirman priístas que van por todo en comicios locales
Inicia nueva era en el poder
José Antonio Román, Fabiola Martínez y Enrique Méndez
Periódico La Jornada
Lunes 4 de marzo de 2013, p. 2
El presidente Enrique Peña Nieto fue investido ayer como jefe máximo del PRI y, desde esta posición, advirtió que en México no hay intereses intocables. El único interés que protegeré es el interés nacional.
Doce años de oposición del priísmo fueron definitivamente enterrados este domingo, durante una pletórica asamblea nacional a la que acudieron más de 10 mil militantes priístas e invitados especiales, y en la cual su mensaje tuvo como epígrafe –sin mencionar ningún nombre– la reciente detención de la otrora poderosa lideresa del magisterio, Elba Esther Gordillo, pero también pudiera tener otros destinatarios.
La sede de la 21 asamblea nacional del Revolucionario Institucional fue el moderno Centro Banamex, escenario para festejar el regreso de este partido a la Presidencia de la República, pero donde se definió el inicio de una nueva era del PRI en el poder.
El presidente nacional del PRI ofreció a su correligionario Enrique Peña Nieto el respeto y respaldo del partido. El respeto por su investidura y el comportamiento vertical de su gobierno, y lo segundo por su firmeza y arrojo para decidir siempre lo que conviene a la República; porque reconoce el imperio de la ley y la eficacia de la política; porque sabe cuándo actuar con toda la fuerza del Estado.
Camacho puso el PRI a disposición del jefe del Ejecutivo para sus tareas de gobierno y también, sin dobleces, para que ejerza su legítimo derecho a militar. Aseguró que para esta asamblea se trabajó para que los nuevos documentos priístas –que son plataforma del Ejecutivo y del Legislativo– tengan hoy más cauces que diques; no catálogo de pretextos, sino una larga lista de posibilidades para la realización de los mexicanos. Y le adelantó que van por la victoria en las 14 elecciones locales del próximo 7 de julio.
Minutos después, ya estatutariamente con las riendas del partido en mano, Peña Nieto dijo que acudía al cónclave en ejercicio de sus derechos políticos, orgulloso de militar en el PRI. Afirmó que su responsabilidad es lograr que México despliegue todo su potencial. Tomaré las decisiones que exige la transformación del país. El éxito del PRI depende del éxito de todo México, adelantó.
Ante secretarios de Estado, gobernadores, líderes priístas actuales y de antaño, el Presidente destacó que esta asamblea trasciende la simple formalidad estatutaria. Representa una frontera entre el ayer y lo que hace el PRI hoy para construir un México con mejor futuro.
En su intervención de apenas 13 minutos, Peña Nieto hizo un breve recuento de los principales cambios estatutarios aprobados por unanimidad, luego de 50 días de trabajos, desde que fue lanzada la convocatoria para esta asamblea, cuyo lema fue Transformando a México.
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La clausura de la 21 asamblea nacional del PRI, que se llevó a cabo en el Centro Banamex, corrió a cargo del presidente Enrique Peña Nieto, a quien se concedió formar parte del Consejo Político Nacional y de la Comisión Política Permanente del partidoFoto : Cristina Rodríguez
Destacó el retiro de obsoletos candados que impedían a los militantes priístas ser postulados a un cargo de elección popular si antes no habían sido dirigentes del partido; dio la bienvenida a las candidaturas ciudadanas y a la Unidad de Transparencia y Acceso a la Información del CEN del PRI.
En lo que toca a los cambios en el Programa de Acción –donde están los temas del IVA a medicinas y alimentos y la apertura de Pemex al capital privado, enmiendas que la secretaria general partidista, Ivonne Ortega, ubicó como decisiones que no fueron fáciles pero sí las que el país necesita–, el presidente Peña señaló que ahora el PRI cuenta con una guía para atender los retos y necesidades del país.
Así, con pragmatismo y sin dogmas, el PRI se transforma para poder transformar a México, advirtió.
El clímax de esta 21 asamblea se dio a la llegada del mandatario, quien se tomó 33 minutos, como lo hacía en campaña, para saludar el regreso de las fuerzas vivas del tricolor. El recorrido por las vallas pudo verse a través de varias pantallas gigantes colocadas a los costados del enorme salón del Centro Banamex, acondicionado para dar cabida a los miles de delegados e invitados especiales, entre ellos el embajador de Estados Unidos en México, John Wayne.
Ahí estaban dirigentes obreros, campesinos y populares con sus huestes; las desempolvadas joyas de la familia priísta, algunos ya de edad avanzada –hoy apoyados en bastón o silla de ruedas– que brillaron tres, cuatro o cinco sexenios atrás. Sólo algunas ausencias, como las ex dirigentes Beatriz Paredes y Dulce María Sauri.
Mezcla de generaciones. Los viejos priístas con sus vástagos, y aun aquellos acusados en algún momento de cometer actos de corrupción, violación a los derechos humanos o desfalcos al erario, como el ex gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz.
Casi todos acudieron a la cita, ya sea a bordo de automóviles que coparon el gigantesco estacionamiento del inmueble o en alguno de los más de 300 camiones que ocuparon todo el óvalo del Hipódromo de las Américas, inmueble contiguo. Por uno y otro medios se llevó hasta la zona norte de la capital del país a la multitud, que en otro tiempo se conoció como la cargada.
Pero el fervor a su líder puso en alerta, al final del acto, a los elementos de seguridad del Estado Mayor Presidencial, cuando decenas de simpatizantes y de reporteros, camarógrafos y fotógrafos lograron llegar hasta donde se hallaba el mandatario.
El ex dirigente nacional del PRI Jorge de la Vega Domínguez, de 82 años, clausuró los trabajos de la 21 asamblea y dijo que ésta marca un hito en la historia moderna de México.
 
El escritor hace una fiesta de la literatura, dicen en su cumpleaños 80
Mi libro es contra el olvido, con las voces de ustedes: Poniatowska
Sonriente llegó el escritor al homenaje que le rindieron lectores y amigos en la feria de Minería
Festejan 80 años de Sergio Pitol, quien hace una fiesta de la literatura
Elena Poniatowska, Margo Glantz, Anamari Gomís, Mario Bellatin y Marcelo Uribe evocaron la magia de su escritura y legado
Al final, sus jóvenes seguidores se acercaron al autor para felicitarlo
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La mirada del autor reflejaba su alegría. No tomó la palabra, pero asentía conmovido a los comentarios de sus amigos, en todo momento, con una gran sonrisaFoto Luis Humberto González
Fabiola Palapa Quijas
Periódico La Jornada
Lunes 4 de marzo de 2013, p. 7
Los escritores Elena Poniatowska, Margo Glantz, Anamari Gomís, Mario Bellatin y Marcelo Uribe rindieron homenaje a Sergio Pitol (Puebla 1933) con motivo de sus 80 años de vida.
En la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería sus amigos recordaron los viajes realizados con el autor, hablaron de la magia que tiene su escritura y del interés que ha despertado en las nuevas generaciones.
Con una enorme sonrisa llegó Sergio Pitol a la galería de Rectores. Allí lo esperaban con gran entusiasmo sus lectores y amigos, quienes abarrotaron el lugar. La mirada del autor reflejaba su alegría, y aunque no tomó la palabra, asentía a los comentarios de sus amigos, y en todo momento sonreía.
Anamari Gomís comentó que todos los días rinde homenaje a Pitol cuando pasa por su librero y ubica los libros del escritor que se encuentran en la letra P, junto a los de Elena Poniatowska. Recordó que la primera novela que leyó del autor fue El tañido de una flauta, historia que la deslumbró, porque no pertenece a ningún tipo de literatura que yo conociera en ese momento. Era un diferente, novedoso, satírico y carnavalesco.
La escritora calificó a Pitol como un cuentista extraordinario. Mencionó que el texto Nocturno de Bujara es un cuento dentro de otro. Sobre El desfile del amor dijo que suceden cosas sorprendentes, y que al leerlo se entra a un mundo extraordinario, ubicado en los años 40.
Pitol ha tratado su obra desde un punto de vista teórico llamado extrañamiento, lo cual ha permitido que sus novelas sean diferentes; tienen un hueco que el lector debe llenar. El autor presenta un mundo de extravagancia que atrae con momentos inesperados, indicó Gomís.
Agregó que los cuentos para Pitol han sido “fundamentales, tanto en su vida como en su obra, lo cual originó en años pasados la edición del libro Los cuentos de una vida, en el que habla de sus lecturas y los escritores que lo formaron como uno de los grandes de este género”.
El editor de Era, Marcelo Uribe, se refirió al homenajeado como un hombre de letras, una de las figuras más queridas en el país, un escritor que ha realizado una fiesta de la literatura. Es un escritor lleno de ironía que domina toda su área de manera increíble.
La editorial Era convocó a jóvenes narradores a escribir una página de celebración a la obra de Sergio Pitol y recibieron muchos textos, lo que confirmó la universalidad y vigencia del ganador del Premio Cervantes 2005.
Los jóvenes David Alejandro Martínez, Nayeli García, Irving Pérez, José Luis Valdés y Alejandro García se refirieron a las facetas de Sergio Pitol como escritor, narrador, traductor y editor. Estas vertientes se reflejan en sus libros El arte de la fuga, El viaje y El mago de Viena.
En su turno, Irving Pérez explicó que él pertenece a la escuela de Pitol, porque su obra es una enseñanza de todo aquello que no se puede aprender. Es como un largo sueño de una memoria falsa de uno mismo.
Los jóvenes narradores destacaron el estilo de Pitol en sus novelas, el humor refinado y mordaz que logra en su escritura; celebraron al mago de la existencia, quien el próximo 18 de marzo festejará 80 años de vida.
Mario Bellatin evocó sus charlas con el homenajeado, y comentó que ese horror que causa la página en blanco en un escritor, es la aversión que Pitol siente hacia los médicos, quizás por experiencias traumáticas de su infancia, al perder de manera trágica a varios integrantes de su familia.
Margo Glantz, quien se encontraba entre el público, dijo al escritor: Muchas felicidades, eres tan jovencito, más jovencito que yo. Me acuerdo de muchas cosas juntos, como el viaje a Lisboa, donde escuchamos fados en un restaurante; de nuestra estancia en Barcelona y Lanzarote.
Elena Poniatoswka también evocó viajes con Pitol, en especial el que hicieron a Polonia, y le agradeció su cariño y amistad.
Al final, el público, en su mayoría jóvenes estudiantes, se acercaron al maestro Pitol para felicitarlo por su cumpleaños. Él los recibió con una gran sonrisa, dispuesto a firmar todos los libros y a tomarse fotografías con sus nuevas generaciones de lectores.
 
 Más de 10 mil militantes e invitados acudieron a la apertura de la asamblea nacional del Partido Revolucionario Institucional, que encabezó el presidente Enrique Peña Nieto en el Centro Banamex. El encuentro fue definido como el inicio de una nueva era del tricolor en el poder. El mandatario resaltó que esta situación representa una frontera entre el ayer y lo que hace el PRI hoy para construir un México con mejor futuro
Foto Cristina Rodríguez
El nuevo PRI
La época de vacas flacas quedó atrás
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Como en todas las grandes reuniones del tricolor, no podían faltar los centenares de camiones para transportar a los asistentes
Foto Cristina Rodríguez
Arturo Cano
Periódico La Jornada
Lunes 4 de marzo de 2013, p. 3
¡Ya llegó, ya está aquí, el que va a mandar al PRI! El Partido Revolucionario Institucional ha recuperado la Presidencia de la República y ese hecho trae de regreso el peso indiscutible de la palabra mayor, la del primer priísta del país.
Por eso la plana mayor deja sus lugares y las mesas y las sillas son retiradas, a la espera de Enrique Peña Nieto. Durante varios minutos, en el escenario sólo se miran los micrófonos, listos para el mensaje presidencial. Los informes de los coordinadores de las mesas se han despachado en menos de media hora. La votación se consuma en menos de 30 segundos.
¿Sobra tiempo? No, el Presidente llega al enorme salón del Centro Banamex con el tiempo suficiente para hacer el paseíllo del triunfador: saludar de mano, repartir palmadas, tomarse fotografías con quienes han aguantado vara pegados a las vallas metálicas.
En tanto, el escenario es ocupado poco a poco por militantes de a pie: jóvenes, mujeres, indígenas con trajes típicos, inválidos, la diversidad y la inclusión del nuevo PRI en carne y hueso. A los militantes rasos se van sumando poco a poco miembros del gabinete, coordinadores parlamentarios, ex presidentes del partidazo, todos para hacerle la escenografía al Presidente.
Tras un breve homenaje al lugar común, a cargo de Ivonne Ortega, secretaria general del PRI, los asistentes son invitados a mirar un video que resume, en pocos minutos, la historia del partido que cumple 84 años. Lo sabido: el PRI transformó el país de caudillos en uno de instituciones, se ocupó de los derechos sociales y garantizó la paz.
A pesar de las imágenes de época, Luis Echeverría, José López Portillo y Carlos Salinas de Gortari no aparecen en el corto, en el cual la alternancia es apenas un pequeño obstáculo que refrendó la vocación democrática de los priístas. En las imágenes, el PRI brinca directo de Adolfo López Mateos a Peña Nieto.
A mi izquierda y a mi derecha está el abismo, solía decir López Mateos. Afuera, Peña Nieto cuenta, gracias al Pacto por México, con Gustavo Madero y Jesús Zambrano. Aquí, a su derecha están César Camacho, Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones. A su izquierda, los secretarios de Hacienda, Gobernación y Educación.
No hay intereses intocables; el único interés que protegeré es el interés nacional, dice, flanqueado por esos personajes, en una frase que abajo suponen dirigida al tema de la semana: la maestra Elba Esther Gordillo, el hilo delgado de los poderes fácticos, la misma que fue destituida por promover el IVA para alimentos y medicinas, la mujer que mira desde la cárcel cómo su antiguo partido aprueba la reforma que ella buscó en 2003.
La presencia de Roberto Madrazo en el acto, y sus declaraciones sobre la inexistencia de revanchas y la aplicación de la ley, son sólo la cerecita de la tarde.

Se acabaron las filas
Las vacas flacas quedaron atrás. Eso salta a la vista en una de las sedes de las mesas que discutieron –es un decir– los cambios en los documentos básicos del partido gobernante.
Tras la derrota de Roberto Madrazo, la sede nacional del PRI estuvo abandonada a medias, al grado de que el edificio principal fue tapiado. Hoy está a la altura de una fuerza que ha regresado a Los Pinos. Oficinas remozadas, muebles nuevos y mucha, mucha seguridad.
Las rejas están coronadas con alambre de púas y con una cerca electrificada. En varias paredes, militantes chilangos descontentos han pegado con engrudo un manifiesto en rechazo a los oportunistas que se fueron a otros partidos y quieren regresar: Que se formen, y los que se salieron de la fila, que se vuelvan a formar.
La protesta no pasa de ahí. Con su reforma, el PRI se comporta generoso con sus hijos desobedientes (los que se fueron a otros partidos) y elimina el requisito de la militancia para ser candidato. Candados obsoletos, les llama Peña Nieto, y todos se allanan.
Los órganos de dirección del partido se achican, se limitan los espacios de las organizaciones adherentes y el Presidente se incorpora a una suerte de politburó –gobernadores, coordinadores parlamentarios, jefes de los sectores– que tomará las decisiones importantes.
Los formalismos necesarios, en suma, para que el PRI recupere la línea de flotación de su coherencia: la lealtad al Presidente a cualquier costo.
Como hizo en campaña, Peña Nieto ofrece una Presidencia democrática y de resultados concretos: México se construye todos los días, demostremos que somos una nueva generación de priístas, dice el Presidente, para ceder la palabra a Jorge de la Vega, el ex dirigente del partido a cargo de la clausura. El chiapaneco se dice emocionado porque hace mucho no escuchaba a un presidente hablar así, y recuerda sus 60 años en la vida pública. Con ese bagaje califica la asamblea: Marca un hito en la vida política del país.

El regreso de la línea
El martes 19 de febrero, César Camacho, presidente nacional del PRI, acude a la Cámara de Diputados para hablar con los legisladores de su partido sobre la inminente asamblea. En el desayuno, frente a los coordinadores estatales y los presidentes de comisiones, dice tres generalidades. Luego, en el salón Verde y ante el pleno, hace una exposición apoyado en dos pantallas. Un legislador presente resume en una frase no sólo ese encuentro, sino el tono que domina la asamblea del PRI: No fue a consultar, sino a tirar línea.
La línea se amarra. Así que los delegados asistentes a las mesas de trabajo deben dejar sus teléfonos celulares a la entrada y a varias figuras del partido que podrían haberse opuesto al tema del IVA –más por cálculo electoral que por otra cosa– les es retirada la invitación para participar en las deliberaciones.
Otros asistentes se quejan del lenguaje arcaico, rebuscado y cantinflesco del priísmo mexiquense y de los minutos que Camacho dedica a presumir el logotipo de la XXI asamblea, en el cual una de las X pretende semejar un mapa de México.
Un logo antiguo que quiere aparecer muy siglo XXI, igual que los discursos de los ex presidentes del PRI que presentan las conclusiones de la asamblea. Humberto Roque Villanueva, por ejemplo, juzga que los acuerdos garantizan los principios ideológicos de la Revolución Mexicana, al tiempo que celebra la rendición de cuentas; José Antonio González Fernández –quien participó de un fallido intento de destronar a Elba Esther Gordillo– define al nuevo PRI con una frase: Queremos acompañar al señor Presidente; Mariano Palacios Alcocer celebra que por vez primera su partido se defina en materia de género y lo hace en una mesa de 40 dirigentes donde sólo hay cuatro mujeres.
Bueno, ya vendrá el momento, en esta ruta de ir transformando a México bajo la conducción de un PRI que en la voz de Camacho se declara transmisor de las necesidades de la gente, facilitador para las organizaciones sociales y, más importante, un aliado (del presidente) que esté siempre en los momentos delicados.
Peña Nieto ya tiene partido de compañía. El PRI le regala una asamblea que es más un acto para su lucimiento –previa votación a mano alzada– que un encuentro deliberativo.
Aprendimos en la oposición, han dicho hasta el cansancio los priístas. Por lo menos tomaron cursos de lectura veloz, porque la dispensa de lectura de los acuerdos se justifica gracias a que, al ingresar al local, los delegados recibieron las 134 páginas de los nuevos documentos básicos.
¿Qué aprendieron? Visto lo sucedido este domingo, que las asambleas pueden salir rápido y sin tropiezos, porque es todavía temprano cuando concluyen los trabajos de los más de 4 mil delegados (más los fraternos, que en su mayoría vienen del estado de México e Hidalgo).
¿Qué hora es?, pregunta alguien a la salida. Es la hora de transformar a México, según el PRI. O la que usted diga, señor Presidente.
 
La selección mexicana venció 3-1 en tiempo extra a su similar de Estados Unidos en el premundial de esa especialidad, cuyo torneo final se celebrará en Turquía el próximo junio. La escuadra nacional abrió el marcador a los cuatro minutos con gol de Jesús Corona, pero el equipo visitante empató al nueve mediante penal de Benjamín Joya. El partido se tornó complicado. Al minuto 99, Julio Gómez anotó con espectacular chilena, similar a la que realizó en el Mundial Sub-17 en 2011. Una pena máxima cobrada por Jorge Espericueta rubricó la victoria 
Foto José Castañares
 
Sufrió, pero derrotó a Estados Unidos en el clásico duelo por la supremacía del área
El Tri llegará al Mundial Sub-20 como campeón de la Concacaf
Tras empatar 1-1 se fueron a tiempos extras; aparecieron Julio Gómez y Jorge Espericueta para dar la victoria
El plantel, integrado por monarcas Sub-17, disputará la copa en Turquía
Agencias
Periódico La Jornada
Lunes 4 de marzo de 2013, p. 2
Puebla, Pue., 3 de marzo.
El Tricolor ganó el título del premundial Sub-20 de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol (Concacaf) rumbo al certamen de Turquía en junio próximo. Fue sufrido, se coronó 3-1 en tiempo extra ante el representativo de Estados Unidos, pero lo hizo con devoción, de forma apasionada y con la firma de una generación que integró al monarca de la Copa Sub-17 en 2011.
Un gol sorpresivo a los cuatro minutos puso en ventaja a México, con una jugada de Jesús Manuel Corona que sorprendió a los estadunidenses, pero al minuto nueve un error en la zaga se convirtió en un penal que empató el encuentro, con cobro de Benjamín Joya. Luego vino el esfuerzo y la lucha que llegó a los tiempos extras.
El partido era complicado y muy peleado hasta que Julio Gómez anotó con una chilena, réplica de aquella que hizo en 2011, cuando el equipo fue campeón del mundo en la categoría Sub-17.
Gómez tiene fibra de héroe, personalidad y corazón listo para entrar en momentos decisivos. En el Mundial Sub-17 jugó con la cabeza rota, vendada, para hacer una hermosa chilena que dio la victoria sobre Alemania y el boleto a la final. Hoy en el estadio Cuauhtémoc repitió la dosis.
Ya inspirados por la supremacía, los pupilos de Sergio Almaguer demostraron mejor idea y mayor técnica que los rivales, quienes tuvieron signos de desesperación. Los estadunidenses se tornaron rijosos, violentos. Una jugada de peligro fue anulada por la ira de los rivales, que cometieron un par de faltas excesivas que costaron un penal y la expulsión de Shane O’Neill en el segundo tiempo extra.
El cobro fue furioso de Jorge Espericueta, quien firmó el 3-1 final. Y ahí terminó todo para los estadunidenses. Los mexicanos todavía sufrieron la anulación de un gol válido anotado por Escoboza.
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Jesús Manuel Corona abrió el marcador y fue una constante pesadilla para la zaga de EUFoto Jam Media
Aunque los equipos tenían ya el boleto para el Mundial asegurado, la redición del clásico de Concacaf atrajo la atención de los aficionados en Puebla, que hicieron una buena entrada.
El Tri empezó con el voltaje máximo: al minuto cuatro Corona disputó cara a cara contra el arquero Cropper y resolvió con finura artesanal para anotar el primer tanto.
Luego los mexicanos tuvieron un subidón de electricidad en la cancha y Corona se volvió un verdadero demonio para los estadunidenses. Al minuto seis obligó a Cropper a lanzarse por su costado y la pelota apenas rozó el arco.
Sin embargo, al minuto siete Estados Unidos tuvo un chispazo de lo que tenía guardado: en un arribo al área, Daniel García estuvo a punto de marcar, pero Hedgardo Marín salvó al Tri repeliendo casi en la línea de gol.
Esa fue la advertencia de que en cualquier momento las cosas podían cambiar de curso. Al minuto nueve, Marín no encontró mejor recurso para defender que suplantando las labores del arquero y se lanzó para tapar un tiro con el cuerpo. El árbitro no dudó en señalar penal. El cobro fue certero en un disparo raso de Joya que igualó el marcador 1-1.
Corona estuvo a punto de anotar el segundo del Tri cuando llegó sin marca al área estadunidense y ante el arquero resolvió con muy mala puntería.
Tras el descanso, volvieron con los bríos renovados y el juego fue un constante vaivén, aunque con dominio mexicano.
Al 58 en una jugada de pizarrón, O’Neill se coló al área mexicana, Francisco Flores lo enganchó y lo derribó, pero el árbitro no concedió el penal.
Al final los chicos otra vez tuvieron un desenlace épico.
Antes se disputó el tercer lugar. Roberto González anotó el tanto con el que El Salvador venció 1-0 a Cuba.

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