Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Maniobran militares egipcios para mantener el poder y MUCHO MAS


 
Ofrecen elecciones presidenciales en junio de 2012 y traspaso de poder mediante referendo
Las fuerzas armadas de Egipto prometen formar un gobierno de salvación nacional
Continúan las protestas en la plaza Tahrir; El Baradei denuncia una matanza contra civiles
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Un manifestante lanza gas lacrimógeno a policías antimotines durante una protesta en la plaza Tahrir, en El Cairo, donde el número de muertos por la violencia desde el pasado sábado llegó a 35Foto Xinhua
Afp y Reuters
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de noviembre de 2011, p. 33
El Cairo, 22 de noviembre. Las fuerzas armadas, al mando en Egipto desde la caída de Hosni Mubarak, prometieron este martes la formación de un gobierno de salvación nacional, elecciones presidenciales en junio de 2012 y aceptaron la posibilidad de celebrar un referendo sobre el traspaso del poder, para intentar apaciguar a los manifestantes antimilitares. Aun así, decenas de miles de egipcios volvieron a manifestarse en la plaza Tahrir de esta capital, por quinto día consecutivo, para exigir la salida del gobierno militar.
Las protestas antigubernamentales en El Cairo han dejado 35 muertos desde el sábado pasado, si bien el gobierno reconoce sólo 28 víctimas mortales. Las manifestaciones de este martes en El Cairo tuvieron saldo de tres decesos y más de 60 heridos.
El jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), el mariscal Husein Tantawi, afirmó que las legislativas se celebrarán a partir del lunes 28, como estaba previsto, pese a la grave crisis política y a los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad de días pasados.
El ejército no quiere el poder y antepone los intereses del pueblo a cualquier consideración. Está completamente dispuesto a traspasar las responsabilidades inmediatamente si el pueblo lo quiere, mediante un referendo popular, aseguró Tantawi en un discurso televisado.
También aceptó la dimisión del gobierno del primer ministro interino, Esam Sharaf, pero no anunció quién será el nombre del nuevo jefe de gobierno.
El mariscal Tantawi –quien durante dos décadas fue ministro de Defensa de Mubarak, obligado a renunciar en febrero pasado tras casi un mes de protestas– sólo habló de implementar un gobierno de salvación nacional.
Estas concesiones se anunciaron al final de una reunión del CSFA con varios movimientos políticos, incluidos los influyentes Hermanos Musulmanes, para encontrar una solución a la crisis.
El CSFA mencionó durante el encuentro la posibilidad de nombrar al ex jefe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Mohamed El Baradei, nuevo primer ministro, afirmó una fuente castrense, pero esta versión no está confirmada.
El Baradei, quien ya es candidato a las elecciones presidenciales egipcias pero no asistió a la reunión, denunció este martes una matanza en la plaza Tahrir (Libertad). Se utilizan gases lacrimógenos que contienen agentes enervantes y balas reales contra los civiles, escribió en un mensaje de la red social Twitter.
Acordamos que julio es el mes para transferir el poder a un presidente civil, declaró Emad Abdel Ghafur, jefe del partido salafista Nur (Luz). Los Hermanos Musulmanes, que esperan obtener excelentes resultados en los comicios, fue uno de los cinco partidos que acudió a la reunión, así como tres candidatos presidenciales.
En la plaza, decenas de miles de egipcios seguían reclamando el traspaso del poder a los civiles, y acusaban a los militares de perpetuar el sistema represivo heredado de Mubarak.
Este último, derrocado en una revuelta popular el 11 de febrero, había cedido su poder a las fuerzas armadas y convertido al mariscal Tantaui en el nuevo jefe de Estado de facto.
También hubo enfrentamientos hoy en Alejandría, Port Said (norte), Suez, Qena (centro), Asiut y Asuán (sur), así como en la provincia de Daqahliya, en el delta del Nilo.
Los Hermanos Musulmanes, que representan la fuerza política mejor organizada del país, boicotearon la manifestación del martes en la plaza Tahrir y pidieron calma, deseosos de que nada impida celebrar los comicios del 28 de noviembre, en los que se anticipa lograrán buenos resultados.
Estados Unidos condenó el uso excesivo de la fuerza y exigió al gobierno egipcio proteger el derecho a manifestarse.
El Pentágono privatiza misiones de seguridad en países amenazados
La asistencia militar va desde el envío de mercenarios hasta entrenamiento a pilotos
Ofrece contratos para todo tipo de actividades, sean antidrogas o antiterroristas
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El Pentágono ofrece a la Secretaría de Seguridad Pública de México capacitación para pilotos, mecánicos, equipos de helicópteros UH-60, Schweizer 333 o Bell 206, entre otros servicios, en contratos privados. En la imagen, un Black HawkFoto Ap
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de noviembre de 2011, p. 32
Nueva York, 22 de noviembre. Una casi desconocida oficina dentro de la gigantesca burocracia del Pentágono es la encargada de otorgar contratos multimillonarios a empresas privadas para las misiones estadunidenses antinarcóticos y antiterroristas o –como dice– “la amenaza narcoterrorista” en México, Afganistán, Pakistán, Colombia y otras partes del mundo.
Los contratos que se otorgarán desde esta oficina a empresas privadas incluyen servicios de seguridad internacional en lugares como Afganistán –lo que algunos llamarían mercenarios– hasta contratos para entrenar a pilotos militares mexicanos. O sea, es parte de la privatización de servicios de asistencia militar y de inteligencia que resulta ser un negocio muy lucrativo, ya que los contratos que sólo esta oficina otorgará a empresas tendrán un valor total de más de 3 mil millones de dólares, reporta la revista Wired.
La entidad se llama Oficina del Programa Contra Narcoterrorismo del Departamento de Defensa (CNTPO, por sus siglas en inglés), una oficina de adquisiciones para programas del Pentágono, y solicita empresas de seguridad para todo tipo de actividades bajo el rubro de enfrentar el narcoterrorismo, que van desde misiones para capacitar pilotos de helicópteros Black Hawk y otros para la Secretaría de Seguridad Pública mexicana, a entrenar comandos navales en Azerbaiyán o mejoramientos en protección de fuerzas antiterroristas para la vigilancia fronteriza entre Pakistán y Afganistán, según su anuncio oficial difundido por el gobierno federal al sector empresarial examinado por La Jornada.
El valor de todos estos contratos hace que CNTPO sea una de las fuentes más lucrativas de fondos para los contratistas privados de seguridad, reporta Wired. Los contratos incluyen operaciones, logística y construcción, capacitación de fuerzas extranjeras y algo llamado apoyo de programas. Para algunos críticos citados por la revista, la oficina está encargada de privatizar la ejecución de programas antidrogas y antiterroristas del gobierno estadunidense con miles de millones de dólares.
CNTPO está bajo mando del Directorio de Operaciones Especiales Conflicto de Baja Intensidad del Pentágono, dentro del sector encargado de antinarcóticos y amenazas globales. Aunque fue establecida en 1995, provocó atención en 2007 cuando contrató a una subsidiaria de la ahora notoria empresa de seguridad privada Blackwater, junto con varias de las firmas de la industria militar más grandes para una amplia gama de programas contra el tráfico de drogas. En 2009 contrató nuevamente a Blackwater para capacitar a la policía afgana. Pero esta empresa ha sido acusada de violar derechos humanos y hasta de robar armas destinadas a la misma policía que supuestamente estaba entrenando, entre otros abusos (el escándalo llevó a Blackwater a cambiar de nombre).
CNTPO describe su mandato como irrumpir, disuadir y derrotar la amenaza a la seguridad nacional presentada por el tráfico ilícito en todas sus manifestaciones: drogas, armas pequeñas y explosivos, químicos precursores, personas y dinero ilícito y blanqueado, y todo eso lo hace a nivel mundial.
En la descripción de los posibles contratos que CNTPO busca otorgar, según la descripción que el gobierno federal proporcionó por medio del anuncio formal de esta oportunidad de negocios al sector empresarial, los relacionados con México incluyen: capacitación para conductores de de las fuerzas armadas; capacitación para pilotos, mecánicos y equipos de helicópteros UH-60, Schweizer 333 o OH-58, para la Secretaría de Seguridad Pública; la capacitación de hasta 48 personas para comandar y pilotear helicópteros Bell 206; desarrollo y entrega de programa de estudio, ofrecer todo el personal, equipo y materiales necesarios, y conducir capacitación de visión nocturna para pilotos y tripulantes de helicópteros. Todo esto para México.
Otros contratos en México incluyen: evaluación de la condición material de aviones C-26 Fairchild y entregar un sistema de comunicaciones micro-onda, y capacitación para operarlo, para el intercambio de información sobre actividad del tráfico de drogas entre agencias de seguridad de Estados Unidos y México.
La semana pasada, representantes de alrededor de 180 empresas llegaron a una sesión informativa sobre los contratos que otorgará CNTPO a empresas privadas especializadas en el negocio de la seguridad para estas misiones en el mundo, incluido México.
 
TLC centroamericano: riesgos y asimetrías
E
n la capital salvadoreña se concretó ayer la firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) que sustituye y unifica los convenios comerciales suscritos entre nuestro país y Costa Rica, en 1995; con Nicaragua, en 1997, y con los integrantes del llamado Triángulo Norte –Guatemala, Honduras y El Salvador– en 2001. La firma del acuerdo fue calificada de histórica por el secretario de Economía, Bruno Ferrari, quien sostuvo que con el nuevo convenio comercial nuestros mercados serán mucho más atractivos para las inversiones. Por su parte, la titular de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, confió en que el TLC entre México y los países centroamericanos contribuya a formar una zona geográfica de desarrollo.
Pese a las expectativas depositadas en el nuevo instrumento de comercio multilateral por los funcionarios calderonistas, el mal desempeño de la economía nacional en los últimos años, los rezagos sociales que se padecen en los países de la región y la experiencia vivida por México a raíz de la suscripción de mecanismos de este tipo –concretamente, del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)– hacen pensar que el nuevo acuerdo comercial será más un factor de debilidad que de fortaleza para las economías de la región. No puede pasarse por alto que los países que se incorporan al nuevo instrumento comercial, incluido el nuestro, tienen como denominadores comunes un panorama social marcado por las desigualdades y una deuda histórica con amplios sectores de población sumidos en la miseria, así como una orientación económica que privilegia los intereses de pequeños grupos oligárquicos y trasnacionales por sobre el bienestar general.
En tal circunstancia, cabe dudar de que la suscripción del citado acuerdo entre nuestro país y las naciones del istmo continental pueda ser en efecto un motor para el desarrollo regional, como pronosticó Espinosa. Por el contrario, y en forma análoga a lo ocurrido con México tras la firma del TLCAN, es de suponer que la intensificación del intercambio comercial indiscriminado entre economías desiguales derive en la depredación de los sectores industriales y agrícolas de las más débiles; en el consecuente debilitamiento de los mercados y la economía internos; en la profundización de dependencia económica de las naciones centroamericanas respecto de la nuestra, y en el incremento, para las primeras, del riesgo de contagio ante las dificultades económicas que pudiera enfrentar el país.
Más allá de los señalamientos críticos que puedan hacerse al TLC México-Centroamérica desde la perspectiva económica, el acuerdo suscrito ayer resulta cuestionable en lo político, por cuanto se firma con el telón de fondo de un incremento en la discriminación y la violencia sufrida por ciudadanos centroamericanos en su paso por territorio mexicano, y se expresa en el creciente número de secuestros, violaciones y extorsiones cometidos contra migrantes centro y sudamericanos en nuestro país, así como en las masacres cometidas por presuntos integrantes de bandas delictivas y los ominosos casos de colusión entre autoridades migratorias y grupos delincuenciales dedicados al tráfico de personas, como Los Zetas.
Lo anterior pone en perspectiva, en forma particularmente atroz, la inmoralidad intrínseca de los acuerdos comerciales como el suscrito ayer en San Salvador, que eliminan las barreras fronterizas y económicas para los capitales y las mercancías –en consecuencia con la estrategia globalizadora de la doctrina económica vigente– pero excluyen a las personas de ese libre tránsito.
En suma, la suscripción del acuerdo referido plantea el riesgo de reproducir, a escala regional, las asimetrías y efectos nocivos que ha vivido nuestro país en carne propia a raíz de la firma del TLCAN, así como de profundizar la dislocación vigente entre la realidad que viven las cúpulas políticas y las élites empresariales y comerciales de los países referidos –para los cuales la suscripción del TLC representa una vasta oportunidad de negocio–, y la que padecen las mayorías depauperadas de la región.

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