Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Se reconcilian AMLO y la dirigencia del PRD Y ....MAS


Amor y paz, dijo Andrés Manuel López Obrador luego del acto en el que se puso fin a casi cinco años de diferendos. El aspirante presidencial expuso: Esto va en serio. Actuamos de manera responsable, porque así lo quieren muchos mexicanos, y con unidad representaremos una alternativa para 2012. Adelantó que Cuauhtémoc Cárdenas ya le expresó su apoyo. En el encuentro estuvieron Marcelo Ebrard, Jesús Zambrano, Jesús Ortega, Alejandro Encinas y Dolores Padierna Foto José Antonio López
Amor y paz, sintetiza en encuentro al que asistieron Ebrard y Encinas
Se reconcilia AMLO con la dirigencia nacional del PRD
El precandidato presidencial afirma que Cárdenas ya le manifestó su apoyo
Foto
Jesús Ortega, Dolores Padierna, Marcelo Ebrard, Andrés Manuel López Obrador, Jesús Zambrano y Alejandro Encinas en conferencia de prensa luego de su encuentro en un hotel de la ciudad de MéxicoFoto José Antonio López
Alma E. Muñoz
Periódico La Jornada
Miércoles 30 de noviembre de 2011, p. 12
Andrés Manuel López Obrador se reconcilió ayer con la dirigencia nacional del PRD, con lo que dieron fin a casi cinco años de distanciamiento. Amor y paz, sintetizó el aspirante presidencial.
El acuerdo resultó de un desayuno en el hotel Hilton de la capital del país, al que acudieron el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard; el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano; su antecesor en el cargo, Jesús Ortega; el diputado federal Alejandro Encinas y la secretaria general del partido, Dolores Padierna.
Esto es en serio; estamos actuando de manera responsable porque así lo quieren muchos mexicanos, y con unidad representamos una alternativa para 2012, afirmó López Obrador. Vamos a estar juntos en los siete meses de este proceso electoral, porque así lo ameritan las circunstancias. En entrevista posterior, adelantó que Cuauhtémoc Cárdenas ya le expresó también su apoyo.
Casi hora y media duró la reunión entre los perredistas. Al término, en conferencia de prensa y a las preguntas de si es borrón y cuenta nueva, si la dirigencia del PRD ya no está pactando con la mafia o ya no busca acuerdos en lo oscurito, el aspirante presidencial resaltó: “estamos todos unidos, porque por encima de nuestros intereses legítimos debemos colocar el interés del pueblo, de la nación.
No acostumbramos la simulación, no es nuestra doctrina la hipocresía. Estamos hablando con apego a lo que sentimos. En estas circunstancias en que está el país es importante la unidad de las fuerzas progresistas; el objetivo superior es la transformación de México, y eso es lo que estamos haciendo, actuando de manera responsable.
–¿Este PRD unido no es una simulación; es tan fácil olvidar los agravios de los chuchos como de Andrés Manuel? –se le insistió.
–Respondo amor y paz –dijo levantando los dedos índice y medio de ambas manos–, y así vamos a ganarles a los de la cúpula del poder. Amor y paz.
Ebrard fue designado para dar cuenta de los acuerdos ayer asumidos: “ha sido una reunión exitosa, estamos muy contentos… tiene que ver con la unidad de las fuerzas de izquierda, en particular la inclusión de respeto, de trabajo mutuo entre el PRD, quienes estamos aquí y la candidatura a la Presidencia, respaldando a López Obrador”.
Afirmó que se trató de una reunión de reconciliación, de respeto mutuo entre todos; se han pasado por alto las diferencias y se inicia una etapa de trabajo intenso con la lógica de construir un frente amplio, incluido, por supuesto, en primerísimo lugar el PRD como principal partido de las izquierdas en México, a fin de llevar a buen puerto esta gran tarea política, que es ofrecer al país un cambio de rumbo y una esperanza para el futuro.
López Obrador aprovechó para mencionar que el 9 de diciembre se inscribirá como precandidato presidencial: por la mañana de ese día ante el sol azteca, al mediodía con el PT y por la tarde con Movimiento Ciudadano.
En cuanto a la unidad entre los perredistas y las fuerzas progresistas, destacó que eso fue posible por la actitud seria y responsable de Marcelo Ebrard (al asumir que las encuestas no lo favorecieron para ser el precandidato presidencial). Esto nos da ventaja, nos da impulso y seguiremos reforzando la unidad.
A Jesús Ortega se le preguntó si se integra de manera honesta a esta nueva etapa, como líder de la corriente Nueva Izquierda, la cual emitió fuertes calificativos contra López Obrador, al grado de llamarlo líder mesiánico, e impulsó la política de alianzas del PRD con el PAN, que desembocaron en la solicitud de licencia del tabasqueño a su militancia. Ustedes saben que mi simpatía era por Ebrard, pero habiéndose nombrado y electo a Andrés Manuel como precandidato, entonces él es el abanderado del PRD y de todos los militantes; desde luego, también es el mío y lo apoyaré en la medida de mis posibilidades y en el límite de mis esfuerzos, afirmó.
En el encuentro de ayer los perredistas conversaron, además, sobre la integración del equipo para el proceso electoral. El jefe de Gobierno capitalino resaltó que habrá inclusión de todas las fuerzas de izquierda y nadie va a ser convidado de piedra; hay mucho trabajo que hacer.
Posteriormente, en entrevista, anotó que por tener la jefatura de Gobierno no puede hacerse cargo de la coordinación de la campaña. Lo que voy a hacer es participar de acuerdo con la ley: daré mis puntos de vista, mis opiniones para favorecer la unidad. Anunció que la Fundación Equipo, Equidad y Progreso sí acompañará al precandidato presidencial.
Chuchos-Rocha
Los mandamientos incómodos de Fernando Vallejo
Javier Aranda Luna
Fernando Vallejo no necesita ser miembro de algún colegio de prestigio o de alguna academia de mármol para animar la mesa de la cultura. Sin presupuesto público, sin coreografías burocráticas, sólo con sus recursos, aprovecha cualquier oportunidad para hacerlo. Y vaya que anima la mesa de la cultura y no sólo con buenas novelas y magníficos ensayos. Por momentos no sólo anima la mesa de la cultura sino la cimbra, como deberían hacer otros con más recursos y menos ánimo.
Vallejo es un indignado solitario desde hace tiempo y promete serlo durante muchos años más.
Le indigna la crueldad contra los animales con sistema nervioso complejo. Esos semejantes a nosotros sufren cuando son maltratados. Le indigna la muerte brutal en los rastros y los criaderos de pollos que nacen y mueren en jaulas minúsculas donde no se mueven y se destrozan a picotazos sin haber conocido la luz del sol.
Por esa indignación donó el monto del Premio Rómulo Gallegos para la Asociación Mil patitas que ayuda y protege a perros callejeros. Por eso donará el premio que le otorgó la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara a dos asociaciones que protegen animales. A diferencia de otros intelectuales pomposos y con discursos tan llenos de matices que les permiten practicar el arte del camaleón, el arte de no decir nada, en Vallejo su decir es un hacer.
También le indigna la Iglesia como institución, la de los sepulcros blanqueados, la de la doble moral que señala con el dedo flamígero la paja en el ojo de los otros y trata de ocultar las vigas que dan cuenta de su pasado criminal, la que ha convertido en santos a delincuentes y terroristas como San Cirilo de Alejandría que con una horda de 500 monjes violó, descuartizó y lanzó al fuego los despojos de Hipatia, una mujer según Sócrates que había logrado tales conocimientos en ciencia y literatura que sobrepasaba en mucho a los filósofos de su tiempo.
No es una casual que Fernando Vallejo haya escrito La puta de Babilonia, un ensayo agudo y lleno de ironía sobre la historia criminal de la Iglesia. El cristianismo, apunta Vallejo, ha derramado la sangre de hombres y animales durante mil 700 años y creó la institución más monstruosa de la humanidad: la Inquisición. Aunque esa institución duró siete siglos, la secta que administró su horror aún existe: la de los dominicos, y eso, nos dice el escritor, resulta indignante.
El incómodo Vallejo, el indignado, al recibir el premio de la FIL hizo públicos sus tres mandamientos (diez son muchos):
1. No te reproduzcas, que no tienes derecho. Nadie te lo dio. 2. Respeta a los animales que tengan un sistema nervioso complejo, y 3. No votes.
Su llamado a no votar es para no dejarse engañar por los bribones de la democracia, y recuerda siempre que no hay servidores públicos sino aprovechadores públicos. Escoger al malo para evitar al peor, es inmoral.
Acostumbrado a escribir y decir lo que piensa Vallejo arremetió con todo y contra todos. Contra el PRI y la Iglesia católica, contra Fox y Calderón a quien consideró indigno del puesto que ocupa.
Quizá una lección que nos dio Vallejo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara sea que la crítica debe ser un ejercicio constante y sonante. Que hay momentos como los que vivimos donde no cabe el matiz para la acrobacia de sobrevivencia en la nómina ni las buenas maneras con los que saquean y corrompen, destruyen e hipotecan un futuro que no les corresponde. Da gusto que este nuevo mexicano y colombiano de siempre, este inteligentísimo indignado a perpetuidad ejerza todos sus derechos y diga lo que dice.
Riesgo colateral-Magú
Diques rotos
Luis Linares Zapata
Los diques que se intentaron para contener las ansias electorales de triunfo, o de adelantar a los contrincantes, se han roto. Las urgencias de la política, una vez más, han impuesto sus elásticas demandas. Nada por lo que sonar las alarmas. Simplemente la disputa por el poder no se ajusta a los gustos de una normatividad que, por lo demás, ha sido cambiante. Desde hace ya algunos meses la presión se venía mostrando incontenible. Los primeros en tomar posición fueron las formaciones de las izquierdas que, contra los deseos del sistema imperante que las quería ver boqueando sangre, resolvieron de una manera ejemplar sus tensiones internas.
El priísmo le ha seguido los pasos con diligencias no exentas de tironeos disfrazados de imperiosa unidad. El ahora candidato virtual, Peña Nieto, junto con el cerrado grupo de acompañantes cercanos, se esfuerzan por desmentir las inveteradas pulsiones y rituales que la estructura de apoyo les impone, atándolos, con fieros lazos, al pasado. Sin embargo, y como sugiere una priísta observadora (MALP), tal vez sea precisamente esa añoranza del pasado, lo que atraiga a buena parte del electorado. Los panistas, en cambio, siguen deshojando la margarita para clarificar las simpatías de sus militantes y adherentes. Los tres contendientes que decidieron seguir la ruta hasta el mero final poco atisban las muchas señales de la opinión encuestada, quizá en espera de un manotazo final desde Los Pinos.
Muchos fueron los obstáculos que tuvieron que sortear las izquierdas para unificar sus apoyos alrededor de un solo aspirante. El espacio público, dependiente del aparato de comunicación orientado por su opinocracia, había levantado dudas por doquier. La ruptura era esperada con pasión reiterativa. Los interesados alegatos iban y venían siempre en la misma dirección: López Obrador no respetará la prueba, se irá, de todas formas, montado sobre los partidos que lo han amparado desde hace ya tiempo inmemorial: el PT y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia). Las baterías reaccionarias disparaban sus salvas con insistente cuan reiterada argumentación e intensidad creciente. Pero las posiciones se fueron uniformando, no sin ruda aspereza, sobre bases de sustentación endebles. Un hombre que no ha sabido perder (2006) tampoco respetará su palabra empeñada era la consigna descalificadora que actuaba a manera de lógica determinista. Marcelo Ebrard será arrollado por la ambición del tabasqueño, sin importar que tenga la ruta al éxito cerrada, era la conclusión inevitable según la conseja general. Los ángulos negativos de su imagen le impedirán competir con posibilidades frente a los demás, se aseguraba en mágico concierto.
La desilusión que sobrevino con el acuerdo entre los dos aspirantes fue mayúscula. La opinocracia buscó salidas alternas que les limpiaran su empañada bola de cristal. Conductores radio-televisivos, críticos sistémicos o académicos con monteras de independientes pero encuadrados en los cauces de lo políticamente correcto, después del choque recibido intentaron, de manera urgente, rehacer sus erradas predicciones. No les salió la apuesta, pero eso sí, visionarios interesados que son, y con la vista hacia arriba, dieron el salto hacia nuevas interrogantes y supuestos sugerentes para sus audiencias.
Ahora han introducido un nuevo paquete con distintas sonoridades, pero igualmente con ribetes de angustia ante lo inapresable del horizonte. De pronto encontraron, ¡oh salvación!, que el discurso de López Obrador ha sido modificado. ¿Cuál de los dos AMLO es el real?, se cuestionan hasta desollar garganta y romper la pluma. ¿Será el rijoso de antaño o el moderado y amoroso de hoy? El de la primera versión está condenado, aducen convencidos por sus propias afirmaciones anteriores; el segundo es poco creíble o ya abandonó sus postulados básicos. Lo cierto es que la dicotomía, enunciada a manera de dilema, lleva un faccioso estigma innegable. Y por este estrecho y hasta tonto sendero se han ido ensañando los orientadores de distinta clase, calaña, posición o sentimientos personales con el ánimo de apaciguar conciencias inquietas. La irrupción de AMLO en el presente debate nacional tomó por sorpresa a los opinadores de fama, muchos infectados por añejas consignas ya superadas. Los masivos apoyos de López Obrador fueron aireados, una y otra vez, a pesar de su prolongado destierro de las televisoras. De pronto, los medios descubren que su vasto sustento popular no se ha mermado. Se asombran al constatar que el caudal de simpatías es creciente y viene desde mero abajo a pesar de los anatemas que le han lanzado y que se repiten cancinamente.
Pero el coro informativo se ha ido reponiendo de la sorpresa. Unos, se han refugiado en ardides torpes: niegan la objetividad en el mero diseño de las encuestas decisorias. Descubren, con estupor torpe, que estuvieron cargadas de antemano con tres preguntas para López Obrador y sólo dos para Ebrard. Este último, con generosidad, asumen de inmediato, evitó la ruptura y ahora se ha colocado como prospecto adelantado para 2018. Otros insisten, con saña evidente, en negar credibilidad a los mensajes iniciales de cambio y reconciliación para una república solidaria. Al final del recuento, la incomodidad que flota en el ambiente mediático tiene por delante una inquietud que será creciente: la movilidad, el trabajo incansable y creatividad política de AMLO. El reciente lanzamiento del Plan de Ayala para el siglo XXI es un ejemplo.
Tal impulso irá tomando, de nueva cuenta, la iniciativa para marcar la agenda de la competencia en curso. La coalición progresista formada tiene un enorme saco de programas, de propuestas y una maquinaria bien aceitada que le permitirá moverse con agilidad y fuerza.
Discrepancia-Helguera

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