El PRI, con todo por la Reforma Energética
Los priistas dicen que tienen a millones de militantes listos en toda la República para respaldar la Reforma Energética que enviará al Congreso de la Unión el Presidente Enrique Peña Nieto y que, para defenderla, están dispuestos a salir a las calles, algo con lo que hace muchos años no habían amagado y mucho menos se ha visto.
Están listos “para que nos escuchen fuerte y quedito”, dijo el lunes César Camacho Quiroz, quien además, tiene ya preparadas a las huestes del tricolor para dar la batalla en pro de la iniciativa presidencial. Como en los viejos tiempos, 70 diputados federales adscritos a la Confederación Nacional Campesina (CNC) se reportaron ante su líder: “¡Estamos listos, señor!”, le dijeron al político mexiquense.
Por lo pronto, los cenecistas pusieron a la orden del presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a cuatro millones de afiliados para apoyar la propuesta de EPN que, supuestamente, contempla abrir aún más el sector petrolero a la inversión privada.
“Todos los instrumentos [no dijo cuáles] son válidos para defender las iniciativas de gran calado que impulsa el Presidente Peña Nieto”, afirmó el Senador Gerardo Sánchez García, líder nacional de la CNC.
Y esa batalla será férrea, sin duda, particularmente con la oposición de izquierda pues, de acuerdo con el líder de los priistas en el Senado de la República, David Penchyna Grub, planteará hasta cuatro cambios en la Constitución.
Hay tres artículos de la Carta Magna que son eje de los cambios que propone el gobierno federal y donde se centrará el debate de las próximas semanas: el 25, el 27 y el 28, que son con los que la actual administración busca romper el monopolio de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Con esto, la iniciativa presidencial –que el PRI está dispuesta a defender con “todos los instrumentos” al alcance– no limitaría la posesión extranjera en proyectos petroleros y también abriría la puerta para que privados, nacionales y extranjeros, compitan directamente con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en la venta de ese bien energético.
Es decir, los cambios que el Presidente Peña Nieto busca en el sector son realmente profundos, por ello el actual PRI se ha declarado en pie de guerra.
Las modificaciones tienen en la mira una vuelta de tuerca al actual estatus de esa industria nacional, dispuesto desde la expropiación petrolera decretada por Lázaro Cárdenas del Río, en 1938. Y eso, para los partidos de oposición, en especial para la izquierda, es toda una afrenta.
Penchyna Grub afirmó ayer que espera que existan consensos, pero si no es así “no nos vamos a detener en algo que ya es urgente por la economía de todos”.
Del Sindicato Petrolero de la República Mexicana (STPRM) y de su depreciado líder, Carlos Romero Deschamps, ni hablar… Ahí el PRI no ve problema alguno. Es más, Penchyna expuso que “no será prioritario en las próximas discusiones”.
Peña Nieto y el PRI, entonces, están listos y van por todo, y con todo, para que su propuesta de Reforma Energética sea la que pase.
Del otro lado, el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) velan armas y tienen sus propias propuestas. El PRI necesita no a ambas fracciones sino a sólo una para pasar la iniciativa; es más, ni siquiera a una fracción sino a unos cuantos legisladores del PAN y del PRD dispuestos a apoyarlos…. Veremos cuál de éstas, o quiénes de sus militantes, se adhieren al grito: “¡Estamos listos, señor!”.
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