Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

lunes, 1 de agosto de 2011

2012 ¿Elecciones o Golpe de Estado?

1 de agosto de 2011
Videos del Mundo
Venezuela repudia bombardeo de OTAN a TV de Libia
Por medio de un comunicado, el gobierno de Venezuela condenó el ataque de la OTAN contra la televisora estatal de Libia, bombardeo perpetrado la noche del sábado y expresó su apoyo a una salida pacífica en esa nación. TeleSUR
Capitán México (parodia)
En medio del entreguismo del Gobierno de Calderón con nuestros vecinos incómodos, ahora lo que nos faltaba…nos parodian usando como decorado nuestra enseña patria.
Videos de México
Trasladan restos de Héroes de la Independencia
Tras un año de permanecer en la Galería de Palacio Nacional y luego de recibir honores militares, las urnas con los restos mortales de los 14 Héroes de la Independencia iniciaron su traslado al Ángel de la Independencia.
Trasladan restos de héroes de la Independencia al Ángel
Las cenizas de algunos héroes de la independencia fueron llevadas al Ángel de la Independencia en la Ciudad de México.
Las aventuras de Vicente Fox
Crisis económica en México golpea a productores de leche
En México el alza constante de los precios de los alimentos golpea fuertemente a los pequeños productores de leche quienes deben gastar cada vez más en la alimentación de su ganado, la industria también registra pérdidas ante la caída del consumo de productos lácteos consecuencia de la crisis económica que vive el país. TeleSUR
Presentan “Demócratas de izquierda", grupo de apoyo rumbo a las elecciones de 2012
Marcelo Ebrard aseguró que no se trata de un destape ni de un evento partidista, tampoco de otra facción contra nadie.
2012: ¿Elecciones o golpe de Estado?
Autor Alvaro Cepeda Neri
A casi un año –julio de 2012– para las elecciones presidenciales, “lo que tenemos ante nosotros no es la alborada del estío, sino una noche polar de una dureza y una oscuridad heladas, cualesquiera que sean los grupos que ahora triunfen” (párrafo casi al final de un brillantísimo ensayo de Max Weberqueal estudiarlo, forma un conocimiento de la política y del político como en ninguna otra parte).
Con esto vislumbro, no el futuro (que no tengo una bola de cristal), pero sí el más inmediato presente donde el país, con su sociedad (su pueblo) y Estado van al garete sin gobiernos en municipios ni estados y, sobre todo, que el timón de la nave estatal que nos lleva a bordo está en manos, sin duda alguna, del peor expresidente del montón que ha padecido la Nación. Realmente nos hundimos en la crisis social del dramático empobrecimiento; la dificultad económica del brutal desempleo, la baja del consumo, el alza de precios, crisis política con partidos descreditados y sin mujeres y hombres (adultos, jóvenes, etcétera), capaces de entrar al relevo generacional o cuando menos no están en la escena dando la cara.
Los panistas resultaron ladrones, ineficaces administrativamente y tontos políticamente. Foxistas y calderonistas han sido demasiado mediocres (bravucones como Lozano Alarcón; mosquitas muertas, como Vázquez Mota; servilmente opacos rayando en la imbecilidad, como Ernesto Cordero; sin nada en la cabeza como Creel; temerarios y vanidosos, como Molinar, etcétera). Los perredistas, con un chucho primero (Ortega), y otro chucho (Zambrano) ahora en la dirigencia, absortos en la corrupción y la traición, haciendo a un lado a su única carta (ya no con otros casi 15 millones de votos, pues las oportunidades se dan una vez, y ante el fraude de Calderón no había más que obligar a nuevas elecciones, estratégicamente viables, y otro gallo nos cantaría).
Mientras los priístas (como Obregón que desde Huatabampo vio la Presidencia), ante lo que parece el cumplimiento de la frase aquella “en la historia siempre hay un elemento de sorpresa” (Vladimir Lenin), y ahora sí por votos conquistar lo que obtuvieron por herencia de Alemán a Zedillo, están perdiendo de vista a dónde apunta la brújula, para dizque entregar la candidatura al “Luis Miguel de la política”, el galán Peña Nieto… y sus 500 fans contratadas para gritarle: “¡papacito!”.
La nación sobrevive una de sus peores crisis, porque los del Partido Acción Nacional (PAN) en mala hora recibieron, pírricamente con Fox y sobradamente dudosa, la victoria electoral, demostrando su incapacidad. Y otra vez con juicios de Weber, los panistas eran un grupo económica y políticamente en decadencia; ya que en sus mejores años de oposición gastaron lo mejor que tuvieron. Dejando sólo a un Fox oportunista y un Calderón, al que Carlos Castillo, último ideólogo del PAN, en memorable carta filtrada a la información, le colgó la sentencia de que perdió el gobierno y perdió el partido. Pues bien, además los panistas “no estaban políticamente maduros para la conducción del Estado”.
Y llevaron al país al desastre actual. Ya que no pudieron resolver los problemas que dejaron en el camino, sobre todo, Salinas y Zedillo, ni los que surgieron durante la llamada “década perdida” (2000-2010). En cambio, andan por las calles los soldados y más lo harán cuando se apruebe la ley reglamentaria del artículo 29 constitucional, para suspender garantías y derechos que nos llevará al golpe militar, al golpe de Estado, con todo lo que implica para la elemental democracia que tenemos.
Incluso Calderón puede quedarse en el cargo (con el beneplácito de Barack Obama y los intereses empresariales y banqueros de aquí y de allá). O puede ser el galardonado García Luna, el sucesor. O Saynes, el de Marina. O Galván, el de la Secretaría de la Defensa Nacional. E, insisto: Calderón mismo, que sabe que el PAN no ganará las elecciones presidenciales. Y no quiere entregarle el poder central del deteriorado sistema-régimen al Partido Revolucionario Institucional (PRI) ni al Partido de la Revolución Democrática (PRD), aún con sus complicidades disfrazadas de alianzas y coaliciones (que le metió en la cabeza Manuel Camacho, el ex teórico de Salinas, que ha pasado del centrismo a la ultraderecha para vengarse del PRI).
Estamos, pues, ante una alternativa: 2012: ¿Elecciones o golpe de Estado? Las condiciones de posibilidad, el caldo de cultivo: la militarización del país con la avanzada policiaca de García Luna (tenebroso calderonista dispuesto a todo por su jefe); la desesperación nacional por restablecer el orden y la paz pública; la angustia por parar, a cualquier precio, el baño de sangre nacional; el desempleo, la pobreza y que las instituciones han sido rebasadas por las demandas y el narcotráfico (“narcoinsurgencia”, calificaron los de Washington).Aunado a que las generaciones jóvenes no consiguen lugar en los centros de estudios superiores y después, no encuentran trabajo, todo eso y el perverso manejo del poder presidencial, apuntan en dirección al golpismo, con o sin uniforme.
El Congreso de la Unión, salvo el PAN, no aprobaría la suspensión de las elecciones, con sustento en la casi aprobación de la Ley de Seguridad Nacional que reglamentaría el artículo 29 constitucional. Esto significaría darle a Calderón facultades extraordinarias quien, entonces, puede suspender “en todo el país” las garantías y derechos de los mexicanos. Es posible, políticamente, la reencarnación de Victoriano Huerta. La nación está desprevenida. Entretenida en tratar de resolver sus problemas inmediatos, y creyendo que con protestas callejeras, algo así como ejercer a mediar la democracia directa, puede presionar a una democracia indirecta o representativa que con el PAN ha dejado de funcionar. El Golpe de Estado asoma la cabeza.
*Fuente Contralínea
La descarga
El día de ayer en un acto panista Alonso Lujambio aseguró que el PAN ha hecho en diez años lo que el PRI en 60…
Que razón tiene el Secretario de Educación Pública…en 10 años han destrozado el tejido social del país, desmantelado la planta productiva, entregado las riquezas nacionales…minería, petróleo y electricidad, han bañado de sangre el país, se han refugiado miserablemente en la opacidad, golpeado sin piedad a los sindicatos independientes, y peor aún han actuado como meretrices literalmente para que Estados Unidos opere sin recato alguno en territorio nacional.
 
PGR omite investigar las muertes de la “guerra”

La purga al interior de la PGR no ha sido suficiente para que su titular, Marisela Morales, corrija una de las negligencias que más preocupa al presidente Calderón Hinojosa: investigar cada uno de los más de 40 mil asesinatos de civiles cometidos en el marco de la “guerra” contra el narcotráfico. En este sexenio, sólo se han abierto 1 mil 778 averiguaciones previas, acepta la Procuraduría. La pifia no sólo le habría costado el puesto a Chávez Chávez, sino que podría derivar en el futuro fincamiento de responsabilidades penales contra él y el propio titular del Poder Ejecutivo. Los delitos del crimen organizado se encontrarían en la misma situación: sólo hay 6 mil 196 indagatorias por delincuencia organizada


 


Con la renuncia de Arturo Chávez Chávez al cargo de procurador General de la República, a fines de marzo pasado, se destapó una de las más graves negligencias de esta administración, relacionada con la “guerra” contra el narcotráfico. En los más de cuatro años y medio, el abogado de la nación ha abierto solamente el 4.4 por ciento de las investigaciones que le manda la ConstituciónPolítica de los Estados Unidos Mexicanospor cada uno de los más de 40 mil civiles ejecutados.
A cuatro meses de su nombramientocomo procuradora, Marisela Morales Ibáñez aún no habría corregido esta situación, revelan informes proporcionados a Contralínea por la dependencia. Ello, a pesar de que el presidente Felipe Calderón Hinojosa le habría encomendado hacer todos los esfuerzos para remediar la pifia en el menor tiempo posible.
Por este hecho, a los exprocuradores Eduardo Medina-Mora, Chávez Chávez, a la procuradora Morales Ibáñez y al presidente de la República se les podrían fincar responsabilidades, como lo informó Contralínea (edición 227, 3 de abril de 2011).
De acuerdo con la Constitución y el Código Federal de Procedimientos Penales, ninguno de los asesinatos puede dejar de investigarse, y para ello debe existir cooperación entre las autoridades locales y la Procuraduría General de la República (PGR), como Ministerio Público federal.
Por ello, entre las anomalías que actualmente investiga la Visitaduría General de la PGR se encuentra la “irregular integración de averiguaciones previas”. De acuerdo con elvisitador César Alejandro Chávez Flores, se revisa la actuación de unos 700 servidores públicos de la institución, no sólo por esos casos, también por la presumible comisión de fraude, robo, abuso de autoridad, cohecho, peculado y práctica indebida de cateos. Otros 400 ya fueron cesados, aunque no se ha aclarado cuántos de ellos tendrían responsabilidad por no abrir las investigaciones de los ejecutados.
Y es que de los más de 40 mil civiles asesinados en lo que va de la “guerra” contra el narcotráfico,la PGR sólo ha abierto 1 mil 778 averiguaciones previas, indicala respuesta a la solicitud de información 0001700045511 hecha por este semanario. Se trata, apenas, del 4.4 por ciento del total.
Bajo la tipificacación del delito de homicidio, previsto en el Código Penal Federal,la institución informaque en diciembre de 2006 se iniciaron 19 investigaciones; en 2007, 322; en 2008, 376; en 2009, 436; en 2010, 496; y en enero y febrero de 2011, 79.
En contraste, en la Base de datos de estados y municipios sobre homicidios presuntamente relacionados con la delincuencia organizada del gobierno federal,se indicaque en diciembre de 2006fueron asesinadas 62 personas; en 2007, 2 mil 826; 2008, 6 mil 837; 2009, 9 mil 614; y en 2010, 15 mil 273.
Al responder un punto de acuerdo de la Cámara de Diputados –en el cual se le exhortó a informar la situación de los, entonces, más de 34 mil asesinatos de civiles–, la PGR argumentó que el homicidio es un delito del fuero común y que sólo atrae los casos que, debido a sus características, representan un problema para la integración por parte de las procuradurías generales de Justicia de los estados o a petición expresa de éstas. Agregó que la excepción son los casos en los que están involucrados servidores públicos o empleados federales, indica el boletín 3574.
En enero pasado, la senadora priísta María Elena Orantes López aseguró que la mayor parte de las víctimas (migrantes, transmigrantes, niños, jóvenes y mujeres) han muerto en fuego cruzado por integrantes del crimen organizado y las fuerzas armadas. “Más del 95 por ciento de esas muertes no se han investigado y sólo el 1 por ciento de los crímenes llega a ser procesado penalmente ante un juzgado”, indicó en la iniciativa con punto de acuerdo para exhortar al gobierno a rendir un informe puntual sobre las investigaciones.

Responsabilidades incumplidas

“La Procuraduría tenía el deber de abrir los expedientes de las casi 35 mil muertes[ahora más de 40 mil], si no lo ha hecho evidentemente hay responsabilidad legal. Si la omisión fue de los agentes, alcanza a quien es titular de la PGR porque éste tiene la obligación y la competencia legal de proceder. En el caso delexprocurador [Arturo Chávez Chávez], no hace falta la declaración de procedencia que se establece en el artículo 111 constitucional porque ya no tiene fuero, por lo cual se podría iniciar un juicio político”, explica el doctor Daniel Márquez Gómez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Un juicio político, así como sanciones administrativas y legales, se inicia cuando los servidores públicos incurren en actos u omisiones que afectan el interés público (artículo 109 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos). Márquez Gómez expone que cualquier ciudadano o funcionario con “evidencia” de la falta de indagaciones en torno a los homicidios en esta “guerra”,podría acudir ante los diputados y senadores para que éstos determinen la destitución o inhabilitación de quienes resulten responsables.
“Se ha venido discutiendo la responsabilidad que tiene el presidente de la República, sobre todo lo que tiene que ver con la muerte de los 35 mil civiles que ellos han llamado víctimas colaterales”, indica Dolores de los Ángeles Nazares Jerónimo, secretaria de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados. Aunque, aclara que no existe un marco jurídico para que Felipe Calderón Hinojosa, a corto plazo, sea objeto de un juicio político, pues él se respalda en el artículo 89 de la Constitución que le permite disponer de las Fuerzas Armadas en caso de que esté en peligro la seguridad nacional.
El panista Felipe González González, presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Senado de la República, considera que delitos como el narcotráfico y el secuestro se tienen que perseguir con toda la fuerza del Estado. “La lucha no es porque ya no trafiquen, es porque no acaben con nuestra juventud. ¿Cómo decimos si ha fallado o ha sido buena la estrategia del presidente Calderón si no le han ayudado a ponerla en práctica? La estrategia del Estado mexicano, porque son muchas personas las involucradas, no se ha puesto en práctica”.
En cambio, el senador priísta Ricardo Fidel Pacheco Rodríguez, secretario de la Comisión de Justicia, asegura que el número de muertes se incrementa día a día y el crimen organizado no disminuye. “Nuestro grupo parlamentario ha venido diciendo, desde que comenzó esta lucha, que hay que enfrentar de manera dura y con la fuerza del Estado al crimen organizado; de eso no nos queda duda. Sin embargo, la estrategia no da los resultados que la población necesita y que el gobierno prometía”.
A julio de 2011, los crímenes mortales de la “guerra” contra las drogas rebasan los 40 mil. Según la Base de datos, de diciembre de 2006 a diciembre de 2010, hubo 30 mil 913 ejecuciones, 3 mil 153 fallecidos por enfrentamientos y 546 por agresiones. Los estados con mayor concentración de homicidios son Chihuahua, con 10 mil 135; Sinaloa, 4 mil 387; Guerrero, 2 mil 739; Baja California, 2 mil 19; Durango, 1 mil 892; Michoacán, 1 mil 751; Estado de México, 1 mil 538; Tamaulipas, 1 mil 457; Sonora, 1 mil 258; y Jalisco, 1 mil 73.
“Los homicidios no se dan por la presencia del gobierno federal. La presencia del gobierno federal se da por los homicidios”, dijo Felipe Calderón en su segunda intervención en los “Diálogos por la seguridad, hacia una política del Estado”, el pasado 12 de enero de 2011. Enfatizó en que el mayor número de las muertes en el país deriva de la alta conflictividad entre los criminales que se disputan un territorio.
La Constitución, el Código Federal de Procedimientos Penales y la Ley Orgánica de la PGR fundamentan cuáles son las actividades del Ministerio Público en la averiguación previa ?recibir denuncias o querellas; investigar; solicitar al órgano jurisdiccional las órdenes de cateo, arraigo u otras medidas cautelares; y determinar incompetencia y “remitir” a la autoridad correspondiente?.
La Procuraduría tiene la facultad de “atracción” con la cual daría seguimiento a procesos iniciados en los estados, pero continúa argumentando que el homicidio es competencia del fuero común, salvo en los casos en que se encuentre involucrado un servidor público o empleado federal. No obstante, comunica que está trabajando de forma coordinada y permanente con las procuradurías estatales y con la Procuraduría General de Justicia Militar (boletín 3574 de la Cámara de Diputados).
“Los homicidios son del fuero común, entonces le tocarían a los ministerios locales. Aparte del procurador General de Justicia serían responsables todos los procuradores de justicia de las entidades. Ojalá que el nuevo gobernante en 2012 diera un giro, y una de las cosas fundamentales con las que se va a tener que enfrentar va a ser con estos saldos de la violencia”, comenta la diputada perredista Teresa del Carmen Incháustegui Romero, secretaria de la Comisión de Seguridad Pública.
Para Daniel Márquez no se ve a corto plazo una voluntad de rectificación, a pesar de que existe la necesidad de hacer un alto en esta “guerra”. “Las instituciones se cerraron a un sólo discurso. No se está dando en los posibles precandidatos para la Presidencia de la República el debate de qué hacemos con esta lucha. La única propuesta es reactiva: frente a la violencia, la violencia del Estado”.
En la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, del pasado 30 de junio, Calderón indicó que se deben cambiar los “procesos” para reducir los delitos más comunes como robo, extorsión, secuestro y trata de personas. “También revisaremos la estrategia a fin de proteger a las víctimas, preservar la memoria de los fallecidos y reducir la impunidad”, agregó vía twitter.
Uno de los objetivos plasmados en el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad ?publicado en el Diario oficial de la federación el 25 de agosto de 2008 y firmado por el presidente, secretarios de Estado, gobernadores y presidentes municipales, medios de comunicación, organizaciones sociales y líderes religiosos? era fortalecer la capacidad institucional del Ministerio Público federal. La PGR se comprometió a formular el protocolo de actuación e investigación, inicio de averiguaciones previas y procedimientos judiciales para la obtención de sentencias condenatorias. Para ello, el lapso de ejecución era de seis meses; al presente no se ha cumplido.

Opacidad, la característica

El Instituto Federal de Acceso a la Información Públicasolicitó a la Procuraduría que proporcione información sobre el número de muertos y desaparecidos a causa de la “guerra” contra la delincuencia. Carlos Alberto Pérez Cuevas, Esthela Damián Peralta y Mario Di Costanzo (diputados del Partido Acción Nacional, de la Revolución Democrática y del Trabajo, respectivamente) coincidieron en que se estreguen los datos de acuerdo con la Ley de Transparencia.
El investigador Márquez comenta que la Secretaría de la Función Pública (SFP) debe abrir un expediente para analizar las irregularidades dentro de la PGR, concretamente la falta de averiguaciones. “No es un tema de agenda, es una competencia legal. Salvador Vega Casillas tiene una responsabilidad asignada en la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos. Si ellos incumplen la ley, ¿ante quién los denunciamos? No es una cuestión política”.
Contralínea solicitó entrevista a la PGR y a la SFP. Rocío Cabrera, vocera de la Procuraduría, informa que la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada, y por ende su titular Patricia Bugarín Gutiérrez, no está ofreciendo declaraciones. Moisés Ciriaco Salvador, director de Análisis de Prensa y Publicidad, dice que la facultad de la Secretaría es “bastante” limitada y que por el momento no es tema al interior.

Delincuencia organizada, en la impunidad

La Procuraduría no sólo habría fallado en investigar los homicidios supuestamente vinculados con la “guerra” contra el narcotráfico; también, en la persecución de los delitos del crimen organizado, que sí son del fuero federal, revelan los informes entregados a este semanario por la dependencia.
De acuerdo con la respuesta a la solicitud 0001700045411, hay sólo 6 mil 196 averiguaciones previas por violaciones previstas en la Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada (delitos contra la salud, delincuencia organizada, operación de recursos de procedencia ilícita, privación de la libertad y robo de vehículos, principalmente). En diciembre de 2006, 44 investigaciones; en 2007, 1 mil 217; en 2008, 1 mil 165; en 2009, 1 mil 505; en 2010, 1 mil 950; enero y febrero de 2011, 315.
Los mexicanos, hoy más pobres que hace 10 años
Oportunidades económicas como el alto precio del petróleo y las remesas han sido desaprovechadas en la última década. Las buenas finanzas del país no se reflejan en la economía familiar.
De acuerdo a la información oficial, los ingresos mensuales promedio de todos los hogares mexicanos (ricos, pobres y de clases medias) cayeron de 12 mil 518 pesos en el año 2000, a 11 mil 645 en el 2010. Encima, el ingreso en 10 por ciento de los hogares más pobres apenas alcanzó dos mil 54 pesos el año pasado, lo que ni siquiera alcanza para cubrir el costo de la canasta básica alimentaria.
Empecemos por mencionar que el 16 de julio el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó los resultados oficiales para 2010 de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), la cual reporta cada dos años los niveles de ingreso total, monetario y no monetario, de los mexicanos que viven en el país. El boletín de prensa del INEGI trata de justificar la caída de los ingresos de 2008 a 2010 por el impacto que tuvo sobre México la crisis internacional de 2009, lo cual es cierto; pero no explica el casi nulo crecimiento del producto per cápita (PPC) en los anteriores ocho años; en todo caso, es interesante analizar los cambios en el nivel de bienestar económico de los mexicanos durante la última década. Si comparamos los niveles de ingreso que teníamos en 2000 con la reciente cifra de 2010 y lo contrastamos con el potencial (desaprovechado) de crecimiento que nos hubieran dado el boom petrolero y las remesas que nuestros paisanos mandaban del extranjero, quedaría de la forma siguiente:
DERRUMBE DE INGRESOS
El ingreso real promedio trimestral (medido a precios del 2010) era de 36 mil 518 pesos en 2000, que fue el último año de la administración de Ernesto Zedillo. En diciembre de ese año inició el gobierno de Vicente Fox Quesada; al final de la década de los gobiernos de Fox y Felipe Calderón, en 2010, dicho ingreso cayó a 34 mil 936 pesos, es decir, sufrió un deterioro de 4.3 por ciento. El PPC de 1980 fue 35 por ciento superior al de 1971, y aún si incluimos la severa crisis de 1995, de 1991 a 2000 el PPC aumentó en más de 12 por ciento.
Las cifras mencionadas son ingresos durante un trimestre para el promedio de los hogares; pero, debido a la desigualdad imperante, el INEGI nos muestra resultados dramáticos para los más desafortunados: en 2010 el 10 por ciento de la población más pobre obtuvo un ingreso trimestral de sólo seis mil 163 pesos, o sea dos mil 54.33 pesos por mes y por familia —muy lejos de los famosos seis mil pesos mensuales mencionados por el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero. En estas condiciones no es extraño que el porcentaje de la población en condiciones de “pobreza alimentaria” (que no le alcanza para cubrir el costo de la canasta básica) haya aumentado de 13.8 por ciento de la población en 2006 a 18.8 por ciento en 2010.
El derrumbe de los ingresos promedio es de por sí lamentable, pero resulta más trágico al darnos cuenta del potencial de crecimiento que tuvo México en años cuando las remesas enviadas por nuestros paisanos aumentaron 224 por ciento: de mil 643 millones de dólares en promedio trimestral en 2000, a cinco mil 318 millones en 2010. El envío de estas remesas, obtenidas por el esfuerzo desesperado de los mexicanos que no encuentran empleo en el país a consecuencia de errores en las políticas públicas, sin duda amortiguó el deterioro del estancamiento económico. Por su parte, la generación de excedentes petroleros fue considerable, pues el precio promedio anual de la mezcla mexicana de petróleo de exportación aumentó 191 por ciento: de 24.8 dólares por barril en 2000, a 72.2 en 2010. Habría que cuestionar el uso de los excedentes petroleros y el exceso en la acumulación de reservas internacionales más allá de lo socialmente óptimo. Es cierto que México enfrentó una caída en la producción nacional en 2009 a consecuencia del derrumbe financiero e hipotecario de los países desarrollados, pero durante los siete años que van de 2001 a 2008 los precios del petróleo se mantuvieron al alza: de 18.6 dólares por barril en el primer año, hasta 80.4 dólares en el último.
PANORAMA DESALENTADOR
Fueron siete años de vacas gordas que se desaprovecharon para crecer y hacer los cambios institucionales y estructurales que tanto requiere nuestro país. A mayor abundamiento, el gobierno de Fox arrancó con una economía que venía creciendo, con finanzas públicas sanas y un adecuado nivel de reservas internacionales. Su primer año de gobierno gozó de altos niveles de aceptación: capital político que desgastó sin invertir en los cambios que requería nuestra economía y el régimen político.
Pero no todo es negativo: la estabilidad de precios, la disminución de la deuda externa, el control del déficit del gobierno y el incremento de las reservas internacionales en el Banco de México son variables macroeconómicas que muestran comportamientos favorables en la última década; sin embargo, el PIB per cápita no ha crecido, el ingreso real ha caído 4.33 por ciento de 2000 a 2010 y el desempleo abierto —es decir, quienes están buscando activamente empleo y no lo encuentran, sin incluir a los subempleados y trabajadores en mercados informales— subió de 2.5 por ciento en 2000 a 5.4 por ciento en 2010. Las buenas finanzas nacionales no se reflejan en unas buenas finanzas familiares. Ante los pronósticos recientes de un deterioro de la economía mundial, el panorama para 2012 no parece alentador. Es tiempo de definir el nuevo rumbo del país.
Sócrates Rizzo García
Cae el ingreso de los hogares
Autor Marcos Chávez
Con el traumático desplome productivo de 2009, era inevitable que el ingreso y el gasto del total de los hogares también observaran una contracción significativa. Entre 2008 y 2010 el ingreso corriente trimestral total real disminuyó 6.8 por ciento y el promedio por hogar 12.3 por ciento. Aunque el gasto corriente total aumentó 3.6 por ciento, el promedio por hogar se contrajo 3.8 por ciento. Si la recesión de 6.1 por ciento provocó la destrucción de la riqueza creada por la economía, cuyo valor retrocedió a su nivel registrado en 2006, es decir, con el que se inició el sexenio de Felipe Calderón (de 8.6 billones de pesos reales a 8.4 billones en 2009), la pérdida en el ingreso medio de las familias fue aún más dramática.
De por sí el último indicador citado se había deteriorado antes de la crisis. Se redujo de 37 mil 299 pesos reales trimestrales en 2006, a 36 mil 694 en 2008 (en valor real de éste año), en un 1.6 por ciento. Es decir, cuando las falsas promesas calderonistas de una mejoría en los niveles de bienestar de las mayorías aún flotaban orondas en el ambiente, antes de quedar sepultadas entre los escombros del colapso económico. Para 2010, como consecuencia de la segunda peor recesión desde 1932, desmejoró a 32 mil 190 pesos (32 mil 592, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía –Inegi–, a precios de 2010), para acumular una caída de 13.7 por ciento en cuatro años del actual sexenio.
Así, el ingreso medio real de los hogares (integrado por los salarios y otros pagos recibidos por el trabajo, las percepciones de los trabajadores independientes, las rentas de la propiedad, las transferencias –pensiones, becas, remesas, subsidios estatales– y otros recursos obtenidos) se contrajo en más de una década. Es menor al alcanzado en el 2000, cuando fue de 33 mil 495. Una verdadera hecatombe del calderonismo, cuyo gobierno se ha convertido en una pesadilla. Un auténtico drama que se resume de la siguiente manera:
1) El extravío del crecimiento. Entre 2006 y 2010 la economía arroja una tasa media real anual de expansión de 0.6 por ciento. La más pobre desde Miguel de la Madrid, cuyo gobierno fue conocido como “el sexenio del crecimiento cero”. Ese ritmo completamente inútil para justificar dos de los simpáticos sarcasmos inventados por los humoristas economistas neoclásicos, y así otorgarle un supuesto rigor científico a las políticas neoliberales. Uno sostiene que primero es necesario recuperar la dinámica productiva para después distribuir sus beneficios, a través de la “mano invisible” del “mercado libre”, sin necesidad de la intervención del Estado. Trágicamente, como el país está estancado, no hay torta que repartir. El otro es una irónica metáfora todavía más divertida, adoptada del reaganismo por los neoliberales de noble corazón, entre ellos los mexicanos: la famosa doctrina del trickle-down effect. En el inglés, el sustantivo trickle designa a un chorrito de líquido, y el verbo to trickle, lo que conocemos como gotear. Ésa es la “teoría” económica del “goteo” empleada por Ronald Reagan para justificar su ofertismo fiscal. Es decir, reducir los impuestos a las empresas y a los más ricos, además de darles más beneficios tributarios y de otra especie, lo que, supuestamente, redundaría, tarde o temprano, en un mayor ahorro, en una mayor inversión y, por tanto, en un crecimiento más alto que generaría más empleos, mejores salarios, más consumo y más bienestar, gracias al “goteo” de la riqueza creada desde arriba de la pirámide social hacia la parte más baja. Para el consumo tercermundista, los neoliberales sustituyeron el trickle-down effect por el spillover effect, el derrame, con las mismas “virtudes” del goteo, para hacer más digerible la imagen y así justificar los mayores privilegios dados a la oligarquía.
Pero como señalara el economista Joseph Stiglitz: “La economía del goteo no funcionó”. Alberto Alessina y Dani Rodrick, al comparar a 65 países en un estudio, concluyeron que la desigualdad en la distribución del ingreso es negativa para el crecimiento. Cuanto mayor es la desigualdad en la distribución de recursos, menor es el aumento en el producto. En aquellas naciones en donde el 5 por ciento o el 20 por ciento de la población se apoderaron de una mayor proporción del ingreso, el crecimiento fue más lento y la desigualdad se profundizó. En cambio, en donde fue menos inequitativa la distribución del ingreso, la expansión fue más alta y los que menos tienen resultaron más beneficiados (Alberto Alesina y Dani Rodrik, “Distributive Politics and Economic Growth”, The Quarterly Journal of Economics, volumen 109, 1994, pp. 465-490).
Exactamente lo que sucede en México con el culto neoliberal a la desigualdad. Los grandes empresarios se atragantan con una mayor proporción de la torta del ingreso. Se profundizó la distribución desigual, no se recuperó el crecimiento ni se redujo la pobreza. Todo se agudizó.
2) El aumento de la miseria y la pobreza. Dice el abogado y politólogo argentino José Nun: “Uno es hombre al agua, se hunde o se ahoga en la miseria, se va a pique, toca fondo, se lo lleva la corriente, es un seco, está empantanado, el agua le llega al cuello, se estanca, se vuelve un sumergido, es un náufrago, lo inundan las deudas, se cae al charco. Salvo, claro, que logre hacer pie o, por lo menos, la plancha y, en una de ésas, salga a flote, especialmente si alguien le tira una soga o un salvavidas antes de que se lo coman los tiburones” (“El dilema de las desigualdades sociales. La riqueza no gotea ni derrama”, La Nación, 22 de julio de 2011).
En el México clerical-neoliberal priista-panista-calderonista, la riqueza no goteó ni se derramó. El 1 por ciento de la población devora la mayor parte de la torta y sólo comparte los residuos en el 30 por ciento. Las mayorías no logran evadir el destino manifiesto dictado por el sistema. No tocan piso porque no existe. Zozobran. No hay salvavidas porque el arrojado por el Estado durante la crisis fue para rescatar a los agobiados tiburones oligárquicos, esa minoría que desde 1983 engulle ferozmente a las mayorías, al amparo de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Para el resto la soga. Para su cuello. A los miserables les tocó el opio de las reducidas migajas asistencialistas católica-neoliberales, que las mantiene aletargadas en su desdicha. A los pobres los santos óleos. La estela de damnificados en el naufragio calderonista es opulenta. La de los navegantes es mezquina. Entre 2006 y 2008 el número de pobres y miserables reconocidos en la avara contabilidad oficial aumentó de 44.7 millones a 50.6 millones. Los neoliberales los crean y luego se inquietan por ellos. El policía político Guillermo Valdés Castellanos, director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, considera a la pobreza y la desigualdad como una “amenaza [para] la seguridad nacional”. Las ubica en el mismo nivel que la corrupción, la delincuencia organizada, el terrorismo o los grupos guerrilleros. ¿Acaso espera el señor Valdés que los pobres acepten su precariedad y morirse de hambre como dóciles corderos, ya que ni siquiera reciben los 6 mil pesos mensuales que, según el otro Cordero propiciatorio, Ernesto, el de Hacienda, les permitiría alcanzar el paraíso en la tierra? Calderón, empero, les ofrece otras alternativas donde Valdés juega algún papel: las saturadas cárceles, los pletóricos cementerios, el colmado destierro para que los estadunidenses también se ensucien las manos con su terrorismo de Estado y su racismo en contra de los marginados.
3) La destrucción del ingreso distribuido inequitativamente. Entre 2006 y 2010, en promedio anual, el ingreso de los hogares disminuyó 3.6 por ciento. Según el Inegi, todos los hogares, 29 millones, que agrupan a 112.7 millones de mexicanos fueron afectados. Las remuneraciones al trabajo cayeron 8.2 por ciento, los ingresos de los trabajadores independientes 35 por ciento, y la renta de la propiedad 30.7 por ciento. El ingreso medio de la mitad de los hogares pobres y miserables —14.7 millones, 56.7 millones de personas—, equivalente hasta cinco veces el salario mínimo, se deterioró en 7 por ciento. En parte, las transferencias, como las remesas o los subsidios estatales atemperaron la pérdida, ya que equivalen, en promedio, al 24 por ciento de su ingreso. En el 10 por ciento de los hogares indigentes, 2.9 millones, 11 millones de personas, representan hasta el 42 por ciento. En el caso de los hogares ubicados en la parte alta de la pirámide social, el noveno decil perdió el 11.5 por ciento y el que está en la cúspide el 17.8 por ciento. Las transferencias recibidas corresponden al 9.2 por ciento y 6.7 por ciento de su ingreso, respectivamente.
Así, el gasto promedio total de los hogares cayó 3.8 por ciento. Los renglones más afectados fueron: en salud 13.6 por ciento, en vivienda 6.7 por ciento, en transporte y comunicaciones 6.5 por ciento, y en alimentos y en educación 3.1 por ciento en cada caso. Otros como vestido, cuidados personales o servicios para la vivienda aumentaron. El promedio, empero oculta la realidad. No es lo mismo para la mitad de los hogares que destinan el 45 por ciento de sus ingresos a la compra de alimentos, que el 30 por ciento de las capas superiores donde equivale a 29 por ciento, o al decil más alto que representa el 23 por ciento. Inevitablemente, en diversos grados, más de la mitad de los hogares se han visto obligados a sacrificar la calidad de la alimentación, de la salud, de la vivienda o la educación de los hijos. De su bienestar.
¿Alguien puede imaginarse a las familias de Carlos Slim, Emilio Azcárraga, Ricardo Salinas Pliego o Roberto Hernández, a la oligarquía o la elite política en esa dramática situación? ¿Acaso tuvieron que sacrificar a sus hijos? Ellos podrán ser iguales o peores que los delincuentes juveniles o los llamados ninis, parecerse a los retoños de Marta Sahagún, de Ernesto Zedillo, de Emilio Azcárraga Vidaurreta o de Carlos Hank González, pero hay clases. Ellos son intocables. Tienen su futuro asegurado. La crisis afectó la riqueza de algunos de ellos pero no sus niveles de vida. El promedio es engañoso. Iguala a desiguales. Da la apariencia de que todos perdieron y oculta el desastre ocurrido en el abismo social. Los pobres y los miserables pagan intensamente los costos del colapso que la oligarquía y la elite provocaron. Se volvieron más pobres y más miserables. Aquellos no tienen forma de evadirla o atenuarla. Perdieron su empleo, parte de sus deteriorados salarios, su gasto y su bienestar. Estos, en cambio, les trasladaron parte de sus pérdidas despidiéndolos, recortándole sus salarios y prestaciones, aumentándoles los precios, recibiendo subsidios o especulando.
Es una guerra de clases sociales con unos cuantos navegantes. En 2010 el 10 por ciento de los hogares, 2.9 millones, 11 millones de personas, concentraron el 33.9 por ciento del ingreso total, equivalente al recibido por casi el 70 por ciento, 20 millones, 79 millones de mexicanos, ubicadas en la parte inferior de la pirámide social. En 2008 había sido de 36.3 por ciento. Las estadísticas, empero, llevan a otro par de espejismos. La tajada del león del ingreso y la riqueza es monopolizada por alrededor de 1 mil familias, entre éstas la de los individuos citados anteriormente. La supuesta reducción en la inequidad no se debe a que súbitamente se le ablandara el corazón al capitalismo neoliberal y derramara de mejor manera el ingreso. Se explica porque el sector privilegiado perdió más que los otros. Tampoco es producto de una política pública distributiva ya que ésta no existe.
México, como los demás países latinoamericanos, se caracteriza por su alta concentración del ingreso y por ser una de las naciones más desiguales del mundo. Lo anterior se agravó con el modelo neoliberal administrado por los tecnócratas priístas y panistas. En esa materia se vive el peor momento desde la “modernización” porfirista. Hasta principios de la década de 1980 había mejorado la distribución del ingreso y se había reducido la pobreza, merced al crecimiento económico sostenido y un gasto público social menos ineficiente. A partir de ese momento se retrocedió debido a la crisis, la política económica y las contrarreformas neoliberales que redistribuyeron el ingreso y la riqueza hacia los capitalistas. En 1990 fluctuaron entre la permanencia de la situación de la década anterior y su deterioro como consecuencia de la crisis, la mediocridad del crecimiento y las mismas políticas. En este siglo se agudizaron las desigualdades económicas, sociales y políticas de la nación.
*Fuente Contralínea
Astillero
Entre hermanos (as) te veas
Cocoa, michoacanazo II
Carnal Marcelo acelera
Bejarano y sus costos
Julio Hernández López
La imposición de la hermana se hizo con toda la fuerza del aparato federal, volcando presupuesto mediante delegaciones del gobierno felipista puestas al servicio de la causa fraterna, inundando los medios locales de propaganda calderonista, demostrando con la presencia de los guardias militares la dimensión de la protegida frente a un contendiente sin blindaje, confirmando la tesis familiar del Haiga sido como haiga sido y advirtiendo con esa candidatura ominosa los niveles desesperados de aferramiento al poder del protagonista principal de un fin de sexenio impúdico y peligroso.
Cocoa se hace de la candidatura panista michoacana a través de un proceso de engaños y manipulaciones. Había jurado en 2006 que por acuerdo de familia se mantendría alejada de la política, para no dar pie a maledicencias contra Felipe, pero regresó al terruño para encargarse de la secretaría de elecciones del comité estatal que en realidad ella dirigió y acomodó a sus intereses. El hermano acomedido fue, mientras tanto, dinamitando la base perredista-cardenista de la entidad, mediante el tristemente célebre Michoacanazo que por su extrema torpeza y sus graves daños debería inhabilitar un proyecto de continuismo familiar. En realidad, la ruta electoral de Cocoa ha sido la ruta de la utilización aviesa de las armas federales para trastocar violentamente la realidad política local, polarizando a través de la guerra de cárteles, asignando (y asignándose) riesgosamente a diversos bandos políticos y partidistas la correspondencia con determinadas bandas delictivas.
La principal oposición al tanque de guerra presupuestal que apoyará a Cocoa estará en el PRI, que ayer formalizó la candidatura de Fausto Vallejo en presencia de Humberto Moreira, el hermano que dejó a un carnal de gobernador en Coahuila y que ahora está bajo sospecha de acuerdos de consanguinidad triunfante por pagarse en Michoacán aceptando que la carnala en turno se haga de una gubernatura familiar. Por lo pronto, para dar testimonio de su entrega absoluta a la causa del candidato Vallejo, el hermano Moreira (que ayer mismo defendió la candidatura de Cocoa consanguínea, pues sería incongruente criticarla si en Coahuila sucedió lo mismo, según reconoció) ha anunciado que se mantendrá presente en Michoacán en los días por venir, hasta hacer gobernador a Fausto Vallejo.
Del lado de la izquierda electoral, el senador con licencia Silvano Aureoles no goza del aprecio fraterno del Palacio de Gobierno estatal ni de un segmento del propio perredismo. Leonel Godoy (quien también sabe de hermanos candidatos) pareciera estar dispuesto a dejar pasar al PRI, con Fausto Vallejo, al que prefiere sobre Aureoles, o al PAN calderónico, con el que podría pactar o ya haber pactado una salida del poder sin mayores sobresaltos judiciales y la promesa de que no haya más persecuciones. El PT, mientras tanto, sigue amagando con postular como candidato a un líder magisterial no gordillista, y Convergencia (ahora Movimiento CiudadAMLO) le ofrecía ayer la postulación a Marko Cortés, el panista desplazado por Cocoa.
Llamado también El Carnal, en evocaciones tintanescas de la contraparte de nombre Marcelo, el jefe del gobierno capitalino se organizó ayer una plataforma de consolidación de su muy anunciada precandidatura presidencial, rodeado de fuerzas variopintas en las que destacaron los famosos Chuchos, el Foro Nuevo Sol que encabeza la ex gobernadora de Zacatecas, Amalia García, y dos gobernadores aliancistas, el sinaloense conocido como Malova y el guerrerense Ángel Aguirre (el poblano Moreno Valle prefirió quedarse a ver en el estadio un juego de futbol profesional, aunque en realidad se ha decantado ya en favor de Ernesto Cordero, y el oaxaqueño Gabino Cué paseó por su capital en compañía de la Señorita Universo, su tutor político, Diódoro Carrasco, y el secretario particular de FC). Además, para dar prueba de pluralidad corrida a la derecha, más que al centro, Ebrard tuvo como uno de los expositores de la reunión celebrada en uno de los salones del World Trade Center capitalino a Luis Foncerrada, quien es director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.
El conjunto de políticos y ciudadanos que pretende hacer contrapeso a López Obrador, e incluso realizar giras nacionales de apoyo (no sería Morena, sino güerita), se hace llamar Demócratas de Izquierda (Dizque) y tiene como ejes operativos al grupo de Ebrard (no solamente Manuel Camacho) y a Chuchos y Amalios, lo que activa de inmediato el encono de segmentos perredistas firmemente decididos a favor de AMLO que ven trasladados los graves defectos que imputan a los dirigentes de Nueva Izquierda y Foro Sol a la propia precandidatura de Ebrard que en estricto sentido está usando, incluso en términos tardíos, instrumentos de promoción personal similares a los que utiliza el tabasqueño.
Hermanados abiertamente con López Obrador, dos movimientos están recomponiendo fachadas. Uno, manejado por el veracruzano Dante Delgado, deja de llamarse Convergencia para etiquetarse como Movimiento Ciudadano (CiudadAMLO, han comenzado a decir) y poner a disposición del lopezobradorismo cuando menos la mitad de sus candidaturas en 201. René Bejarano, por su parte, está caminando hacia la formalización de un acuerdo político que hará las delicias de los propagandistas adversos al ex jefe de gobierno. Con fuerza reconstituida, y su esposa como secretaria general del PRD, el profe Bejarano está en condiciones de enfrentar el alto costo de su reinserción pública a pesar de las imágenes imborrables de las ligas ahumadas, pero habrá de verse cómo procesa tal circunstancia el lopezobradorismo para beneficiarse de ese clientelismo organizado a sabiendas del cobro de imagen que le harán los medios y los partidos adversos. Y, mientras en Puebla policías municipales detuvieron ayer al sacerdote Solalinde a causa de las armas de la escolta que le puso el gobierno de Oaxaca por amenazas de delincuentes, ¡hasta mañana, con Martita Sahagún ratificando su amistad con Elba Esther!
Las rebanadas del pastel
Carlos Fernández-Vega
Doce millones adicionales de pobres en el país (27 por ciento más en sus cuatro años de estancia en la residencia oficial), y al inquilino de Los Pinos no se le ocurre mejor idea que declarar que “gracias a la responsabilidad con la cual los gobiernos humanistas han conducido a la nación, hoy México (…) no padece el empobrecimiento general de otras épocas… mi gobierno logró neutralizar los efectos de la debacle económica internacional”. A estas alturas, y de acuerdo con las cifras oficiales, sólo 2 de cada 10 mexicanos no reportan carencias sociales y obtienen un ingreso mayor a la línea mínima de bienestar. Dos de cada 10; de ese tamaño es la realidad, y también, la cara dura del declarante. Por cierto, en 2010 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe estimó la pobreza en América Latina en nueve millones de personas a consecuencia de la crisis mundial. Ahora se sabe que de ellos, casi 80 por ciento son mexicanos.

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