Iglesia católica mexicana interviene en defensa de Florence Cassez
La francesa Florence Cassez condenada a 60 años de cárcel.
Foto: Tomada del documental
Foto: Tomada del documental
MÉXICO, D.F. (apro).- Una investigación de la Iglesia católica, cuyas principales conclusiones figuran en un documental difundido en Francia, apuntan a las irregularidades de la justicia mexicana que llevaron a la condena de la francesa Florence Cassez a 60 años de cárcel.
El filme Florence Cassez, l’ultime recours, realizado por los periodistas Othello Khanh y Patrice du Tertre, revela los resultados de una investigación llevada a cabo por la Iglesia mexicana a petición del Vaticano y en la que participaron 27 eclesiásticos.
“Las pruebas han sido falsificadas en el caso de Florence y el gobierno está en su origen”, asegura el sacerdote Pedro Arellano, director de la investigación, según adelantó este martes el diario Le Parisien.
La Iglesia no ha divulgado en México los resultados de su investigación, pero las ha enviado a la Suprema Corte, que en marzo pasado aceptó el recurso de revisión de la causa presentado por los abogados de la ciudadana francesa.
Cassez fue condenada a 60 años de cárcel por presuntamente haber participado en el secuestro de varias personas.
La condena de Cassez provocó duras críticas por parte de las autoridades francesas, lo que llevó a ambos países a tensar sus relaciones bilaterales.
Por su parte, Khanh y Du Tertre revelan que la investigación eclesiástica apunta al papel que en la condena de Cassez tuvo un empresario cercano a los cárteles de la droga, pero también a la policía.
Se trata de Edouardo Margoulis, que en el pasado había tenido problemas con un hermano de Florence Cassez que residía en México y que tuvo que exiliarse en Cuba por la persecución a la que fue sometido.
Los dos periodistas consideran que uno de los hombres que presuntamente fue secuestrado con ayuda de Cassez, y cuyo testimonio tuvo mucha importancia en la condena de la ciudadana francesa, es un allegado de Margoulis.
Los abogados de Cassez siempre han considerado que las autoridades mexicanas falsificaron pruebas para acusar a la francesa.
El arresto de la ciudadana francesa, el 8 de noviembre de 2005, fue escenificado un día después para ser grabado y emitido por la televisión mexicana, que difundió cómo los agentes desarticularon la banda de Los Zodiacos, dirigida por el novio de Cassez.
La defensa de Cassez considera que la condena se produjo con base en la teatralización televisiva y no a los hechos reales.
Culpan de ello a Genaro García Luna, que entonces era responsable de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y en la actualidad es titular de la secretaría de Seguridad Pública del gobierno de Calderón.
Abusaron sacerdotes de miles de menores en Holanda desde 1945; Iglesia calló
Obispos en el Vaticano.
Foto: AP
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MÉXICO, D.F. (apro).- Un informe de la comisión investigadora independiente, encabezada por el demócrata cristiano Wim Deetman, reveló que al menos 800 monjes y sacerdotes católicos participaron en abusos contra decenas de miles de menores en Holanda, entre 1945 y 2010.
Peor aún, el informe señala que funcionarios de la Iglesia, obispos y laicos sabían lo que pasaba y no tomaron medidas para proteger a los niños por temor al escándalo.
“La atención al tema recaía más sobre los autores que sobre las víctimas (…) y, para evitar escándalos, no se aplicaron medidas para solucionar y reconocer el problema ni para ofrecer ayuda a las víctimas”, indica el documento.
Señala que cuando la información de algún abuso llegaba a oídos superiores, “la medida generalizada era el traslado, eventualmente al extranjero, pero no la expulsión de la orden”.
En un comunicado emitido por el también exministro holandés, señala que “varias decenas de miles de menores enfrentaron formas leves, graves o muy graves de conductas sexuales que iban más allá de los límites, entre 1945 y 2010, en la Iglesia católica holandesa”.
Durante la investigación, que inició en marzo de 2010, se denunciaron mil 975 casos de sacerdotes y monjes que abusaron de los menores pero sólo pudieron identificar los nombres de 800 y de éstos, sólo 105 siguen vivos.
La comisión fue formada tras el escándalo de abuso sexual en los Países Bajos, donde cientos de víctimas denunciaron los abusos.
Las cifras divulgadas hoy se basan en las mil 975 denuncias presentadas y en el análisis de archivos de la Iglesia católica, así como en entrevistas directas con afectados, según Deetman.
De acuerdo con el informe de la comisión, los abusos tuvieron lugar en instancias como orfelinatos, seminarios e internados e iban desde el puro contacto físico hasta penetraciones, de las que según la comisión, se produjeron unas mil.
En rueda de prensa para presentar los resultados de las investigaciones, en las que también participaron un juez, un psicólogo y tres profesores universitarios, Deetman, señaló que el “riesgo de sufrir abusos sexuales era dos veces mayor en internados” que en otras instancias educativas.
Según el exalcalde de La Haya, los abusos hacia menores de edad rebasan los círculos religiosos ya que “uno de cada 10 holandeses de 40 años o más ha sido víctima de este tipo de prácticas antes de cumplir 18 años y por parte de una persona ajena a la familia”.
Añadió que aunque los porcentajes parezcan bajos, “hablamos de cifras absolutas de gran alcance” y calificó las revelaciones del informe como “tristes y frustrantes”.
Deetman detalló que aunque la comisión investigó abusos de 1945 a 2010, la cifra absoluta corresponde al periodo entre 1945 y 1981 cuando predominaban más los centros religiosos católicos.
El exministro afirmó que el celibato de los sacerdotes y monjes “no constituyó un factor importante” en los abusos sexuales pero sí fue un factor de aumento de riesgo.
Explicó que no hará púbicos datos sobre casos individuales y que la información recabada no constituye, en principio, “una fuente de pruebas jurídicas”.
Sobre la reparación del daño a las víctimas, indicó que “las indemnizaciones son esenciales”, igual que los centros de atención.
De hecho, a principios de noviembre pasado, la Iglesia católica aceptó pagar indemnizaciones a las víctimas de entre cinco mil y 25 mil euros, y hasta 100 mil en los casos más graves, siempre y cuando existan pruebas. Se incluyen también los casos en que el delito haya prescrito.
Por su parte, Guido Klavers, representante de las víctimas, señaló que los resultados de la investigación son “desconcertantes para todo el mundo” y “las conclusiones son más impactantes de lo que se esperaba”.
Advirtió:
“El tiempo de solamente hablar se ha acabado, ahora hay que concentrarse en la recuperación de las vidas de las víctimas”.
En representación de la Iglesia católica, Wim Eijk, arzobispo de Utrecht, reconoció que las cifras de la comisión son “estremecedoras”, pidió disculpas por los abusos y dijo que la Conferencia Episcopal siente vergüenza de que hayan sucedido ese tipo de prácticas.
Peor aún, el informe señala que funcionarios de la Iglesia, obispos y laicos sabían lo que pasaba y no tomaron medidas para proteger a los niños por temor al escándalo.
“La atención al tema recaía más sobre los autores que sobre las víctimas (…) y, para evitar escándalos, no se aplicaron medidas para solucionar y reconocer el problema ni para ofrecer ayuda a las víctimas”, indica el documento.
Señala que cuando la información de algún abuso llegaba a oídos superiores, “la medida generalizada era el traslado, eventualmente al extranjero, pero no la expulsión de la orden”.
En un comunicado emitido por el también exministro holandés, señala que “varias decenas de miles de menores enfrentaron formas leves, graves o muy graves de conductas sexuales que iban más allá de los límites, entre 1945 y 2010, en la Iglesia católica holandesa”.
Durante la investigación, que inició en marzo de 2010, se denunciaron mil 975 casos de sacerdotes y monjes que abusaron de los menores pero sólo pudieron identificar los nombres de 800 y de éstos, sólo 105 siguen vivos.
La comisión fue formada tras el escándalo de abuso sexual en los Países Bajos, donde cientos de víctimas denunciaron los abusos.
Las cifras divulgadas hoy se basan en las mil 975 denuncias presentadas y en el análisis de archivos de la Iglesia católica, así como en entrevistas directas con afectados, según Deetman.
De acuerdo con el informe de la comisión, los abusos tuvieron lugar en instancias como orfelinatos, seminarios e internados e iban desde el puro contacto físico hasta penetraciones, de las que según la comisión, se produjeron unas mil.
En rueda de prensa para presentar los resultados de las investigaciones, en las que también participaron un juez, un psicólogo y tres profesores universitarios, Deetman, señaló que el “riesgo de sufrir abusos sexuales era dos veces mayor en internados” que en otras instancias educativas.
Según el exalcalde de La Haya, los abusos hacia menores de edad rebasan los círculos religiosos ya que “uno de cada 10 holandeses de 40 años o más ha sido víctima de este tipo de prácticas antes de cumplir 18 años y por parte de una persona ajena a la familia”.
Añadió que aunque los porcentajes parezcan bajos, “hablamos de cifras absolutas de gran alcance” y calificó las revelaciones del informe como “tristes y frustrantes”.
Deetman detalló que aunque la comisión investigó abusos de 1945 a 2010, la cifra absoluta corresponde al periodo entre 1945 y 1981 cuando predominaban más los centros religiosos católicos.
El exministro afirmó que el celibato de los sacerdotes y monjes “no constituyó un factor importante” en los abusos sexuales pero sí fue un factor de aumento de riesgo.
Explicó que no hará púbicos datos sobre casos individuales y que la información recabada no constituye, en principio, “una fuente de pruebas jurídicas”.
Sobre la reparación del daño a las víctimas, indicó que “las indemnizaciones son esenciales”, igual que los centros de atención.
De hecho, a principios de noviembre pasado, la Iglesia católica aceptó pagar indemnizaciones a las víctimas de entre cinco mil y 25 mil euros, y hasta 100 mil en los casos más graves, siempre y cuando existan pruebas. Se incluyen también los casos en que el delito haya prescrito.
Por su parte, Guido Klavers, representante de las víctimas, señaló que los resultados de la investigación son “desconcertantes para todo el mundo” y “las conclusiones son más impactantes de lo que se esperaba”.
Advirtió:
“El tiempo de solamente hablar se ha acabado, ahora hay que concentrarse en la recuperación de las vidas de las víctimas”.
En representación de la Iglesia católica, Wim Eijk, arzobispo de Utrecht, reconoció que las cifras de la comisión son “estremecedoras”, pidió disculpas por los abusos y dijo que la Conferencia Episcopal siente vergüenza de que hayan sucedido ese tipo de prácticas.
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