Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 23 de diciembre de 2011

«Justicia, único camino hacia la paz»- Ola de bombazos deja al menos 72 decesos en Bagdad

Ese es el único camino que nos llevará a la paz, advierte el obispo Raúl Vera durante una misa
Ni Calderón ni Sabines quieren hacer justicia por la masacre en Acteal, señala Las Abejas
Después de 14 años de los 49 asesinatos no se ha castigado a ningún autor intelectual ni material
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Integrantes de la organización civil Las Abejas marchan hacia Acteal para conmemorar 14 años de la matanza de 49 indígenas a manos de paramilitares, perpetrada el 22 de diciembre de 1997Foto Moysés Zúñiga Santiago
Hermann Bellinghausen
Enviado
Periódico La Jornada
Viernes 23 de diciembre de 2011, p. 11
Acteal, Chis., 22 de diciembre. Al conmemorarse la masacre ocurrida en este paraje de las serranías de Chenalhó un día como hoy hace 14 años, el obispo de Saltillo, Raúl Vera López, sostuvo que defender la justicia es el único camino que nos puede llevar a la paz. Recordó que en esos años, mientras el presidente Ernesto Zedillo tendía una mano a los insurrectos zapatistas con los diálogos de San Andrés, con la otra organizaba muerte y destrucción para las comunidades indígenas de Chiapas.
A su vez, la organización Sociedad Civil Las Abejas, a la que pertenecían las víctimas, declaró en su mensaje durante la concurrida ceremonia civil y religiosa que los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y Juan Sabines Guerrero no han hecho justicia, más que burlarse de nuestra organización y lucha. Ellos para nada quieren la justicia, la paz, la libertad, y continúan con las políticas de los gobiernos anteriores, y todavía peor.
Homenaje al jTotic
Vera López, quien recibió un homenaje especial de Las Abejas, que lo llaman jTotic (en tzotzil), expuso con nitidez: “Ante el panorama que vivimos en el país, de una guerra abierta por el Presidente en turno, donde las principales víctimas las pone el pueblo mexicano nuevamente, como aquí en Chiapas, no importa la justicia. En esta supuesta guerra contra el crimen organizado se vuelve a utilizar al Ejército, que sigue violando derechos humanos y realiza ejecuciones extrajudiciales, y sus crímenes permanecen impunes”.
Las policías –continuó– son cómplices de quienes cometen robos, asesinatos, secuestros y desapariciones forzadas; los criminales tienen aliados dentro de los tres niveles de gobierno: federal, estatales y municipales; de lo contrario no contarían con la protección que mantiene impunes 98 por ciento de sus crímenes.
El prelado católico de Saltillo, quien era obispo aquí junto con Samuel Ruiz García en el momento de la masacre, resumió que hace 14 años, víctimas de la guerra de baja intensidad del gobierno mexicano, que tenía como principales actores a los grupos paramilitares, armados y pagados por él mismo y entrenados por el Ejército, fueron asesinadas 49 personas: nueve varones, 16 niños y adolescentes, 20 mujeres y cuatro no nacidos, en el vientre de su madre.
Acompañado por el obispo de San Cristóbal, Felipe Arizmendi, Vera habló este mediodía teniendo a un lado dos grandes lonas con los nombres impresos de todos los asesinados el 22 de diciembre de 1997, y la otra, de los autores intelectuales y materiales del crimen: Ernesto Zedillo, Emilio Chuayffet, Julio César Ruiz Ferro, Homero Tovilla Cristiani, Uriel Jarquín Gálvez, Jorge Enrique Hernández Aguilar, David Gómez Hernández, Antonio Pérez Hernández y los generales Enrique Cervantes y Mario Renán Castillo. Son los principales autores intelectuales de la masacre de Acteal, había afirmado Las Abejas minutos antes.
Según el prelado dominico, la averiguación previa de la Procuraduría General de la República (PGR) fue preparada de tal manera que aún ahora no se puede juzgar a los autores intelectuales, y los materiales lograron su excarcelación con la intervención de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). El crimen permanece impune –dijo– pues la PGR consideró que cada uno de los asesinos vino por su cuenta, y no como delincuentes asociados constituyendo un grupo paramilitar”. Además, la indagación de la SCJN en 2010, que permitió la excarcelación de más de 40 paramilitares, solamente se basó en los expedientes de la PGR, pues no fueron convocados los sobrevivientes.
Esos grupos armados atacaban los pueblos para expulsarlos de sus parajes, saqueaban e incendiaban sus casas, robaban sus pertenencias, el producto de sus cosechas y sus escasas cabezas de ganado. Destruían sus dispensarios y hacían gala de violencia contra sus templos. De los saqueos, desapariciones forzadas y asesinatos de los paramilitares también fueron responsables los militares y la policía estatal, que se establecían en las comunidades con la excusa de que en esos parajes había violencia.
Vera López explicó que la estrategia de comntrainsurgencia gubernamental pretendía “quitarle el agua al pez’”, siendo el pez los insurrectos, milicianos y bases zapatistas, y el agua el tejido social. La acción paramilitar, conducida por el Ejército, buscaba impedir que las comunidades proporcionaran cualquier tipo de apoyo a los insurrectos, por eso no podían producir alimento ni conformar cualquier clase de organización que potenciara al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Dicha estrategia se proponía anular cualquier organización que fortaleciera a los insurrectos, por eso se fueron contra Las Abejas, que ni eran bases zapatistas ni estaban en una actitud violenta, sino que eran pacifistas, y no obstante vivir como desplazados, estaban organizados para reivindicar derechos y generar conciencia ante las injusticias que aquí se vivían desde antes del inicio del movimiento armado.
Agradeció a Las Abejas porque sigue resistiendo los abusos tanto del gobierno estatal como del federal, conserva la memoria de este crimen abominable y reaviva nuestra conciencia para, el día de hoy, defender la justicia.
La mesa directiva de la organización tzotzil, adherente de la otra campaña, puntualizó que la conmemoración no es un teatro o un acto político con intereses electorales y económicos, sino por los caídos de Acteal y las víctimas de guerra de un gobierno represor y antidemocrático.
En referencia al proceso civil que se sigue contra el ex presidente Zedillo en cortes estadunidenses, aclaró que Las Abejas sí quiere que sea castigado por su responsabilidad en este crimen de Estado, pero no que se profanen el respeto y la memoria que merecen los mártires, con intereses oscuros, electoreros y económicos. En el acto entregaron a Vera López un bastón de poder al servicio del pueblo, un poder no corrupto ni impune.

Violencia en Irak
Se recrudece odio sectario en Bagdad; 72 muertos en un día
Al menos 200 heridos en los peores atentados perpetrados en meses
Chiítas, los más golpeados; ningún grupo ha reivindicado los bombazos
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Devastación en un mercado del distrito de Shula, noreste de Bagdad, tras el estallido de una bombaFoto Reuters
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Funerales en un cementerio de Najaf, de una de las víctimas de la serie de ataques con bomba ayer en la capital iraquíFoto Reuters
Patrick Cockburn
The Independen
Periódico La Jornada
Viernes 23 de diciembre de 2011, p. 2
Bagdad, 22 de diciembre. Una ola de bombazos concertados envió columnas de humo al aire por toda Bagdad este jueves, dio muerte al menos a 72 personas y causó lesiones a más de 200 en los peores actos de violencia perpetrados en meses.
Existe una creciente sensación de crisis sectaria en Irak, a raíz de los intentos del primer ministro chiíta Nuri Maliki por apresar a su propio vicepresidente sunita bajo la acusación de manejar escuadrones de la muerte. La amenaza de una guerra sectaria se ve profundizada por el temor entre la elite chiíta iraquí de que el movimiento Despertar Árabe se convierta en una cruzada antichiíta encabezada por Arabia Saudita y Qatar.
Los bombazos más letales de este jueves ocurrieron cuando un atacante suicida que conducía una ambulancia retacada de explosivos convenció a policías de que lo dejaran pasar por el puesto de revisión porque atendía una emergencia. Se hizo volar frente a una dependencia oficial anticorrupción en el distrito principal chiíta de Karada; allí murieron al menos 35 personas y 62 resultaron heridas.
Oímos un auto que se acercaba, luego un frenón, luego una explosión enorme. Todas las ventanas y puertas volaron en pedazos, y el departamento se llenó de humo negro, narró Maysoun Kamal, un residente.
Catorce bombazos la mañana del jueves fueron seguidos por otros dos por la noche. La mayoría fueron dirigidos a civiles chiítas, indicio de que, luego de ocho años y medio de ataques semejantes, las agencias de seguridad del gobierno han sido incapaces de destruir las células insurgentes. Un director de inteligencia declaró a The Independent: el problema es que la seguridad iraquí sólo reacciona a los hechos y carece de estrategia a largo plazo.
Dos de los ataques fueron por bombas camineras en el distrito de Amil, en el suroeste de la capital, donde perecieron siete personas y hubo 21 heridos. Un auto bomba en un sector chiíta de Doura, en el sur de la ciudad, mató a tres y lesionó a varios más.
Es tal el legado de odio sectario en Bagdad, que no hace falta mucho para crear temores de que resurjan los asesinatos basados en identidad religiosa.
Ningún grupo se atribuyó de momento los atentados, pero llevaban todas las marcas de los insurgentes sunitas de Al Qaeda. La mayoría parecieron golpear vecindarios chiítas. En total, 11 distritos se vieron afectados por vehículos explosivos y estallidos camineros.
Es extremadamente difícil prevenir bombazos en una ciudad de cinco millones de habitantes donde las víctimas son a menudo vendedores callejeros o niños. En meses recientes el gobierno ha reducido el número de retenes y derribado algunos de los muros de concreto que separan vecindarios chiítas y sunitas. Quedan pocas zonas mezcladas en la ciudad después de las matanzas sectarias de 2006 y 2007, aunque algunas personas han regresado a sus antiguos distritos. Bagdad es hoy una ciudad chiíta en gran parte.
El letal incremento de la violencia ocurre apenas días después del retiro de los últimos soldados estadunidenses, cuyo número en el país llegó a ser de 170 mil. Los estadunidenses tenían poca participación en la seguridad desde 2009 y fueron incapaces de prevenir una sangrienta guerra civil sectaria entre sunitas y chiítas. Aun así, no hay duda de que su retiro ha tenido un fuerte impacto sicológico, porque muchos iraquíes sienten que los ocupantes habían ayudado a zanjar diferencias entre chiítas, sunitas y kurdos.
La reciente violencia y la crisis política provocada por la orden de captura contra el vicepresidente Tariq Hashemi son particularmente desestabilizadoras a causa de la creciente confrontación entre chiítas y sunitas en todo el mundo musulmán. Arabia Saudita y los estados del golfo Pérsico han apoyado a la dinastía sunita gobernante en Bahrein en su aplastamiento de las protestas pro democráticas de la mayoría chiíta. Arabia Saudita y Turquía buscan poner fin al gobierno del presidente Bashar Assad en Siria, donde la secta heterodoxa chiíta alawita ha dominado durante más de 40 años.
El primer ministro iraquí tiene fama de ser un paranoico que sospecha conjuras contra su gobierno y es posible que haya reaccionado de más ante un supuesto intento de asesinarlo, el mes pasado. Pero el gobierno chiíta en Irak, que llegó al poder en las elecciones de 2005, luego del derrocamiento de Saddam Hussein, se preocupa de que los sunitas de Siria, si triunfaran en su revuelta contra Assad, dieran ayuda a los sunitas iraquíes y propiciaran una nueva insurgencia.
El arresto de ex miembros del partido Baaz en Irak y la dispersión de oficiales sunitas muestran el nerviosismo del régimen chiíta. En la práctica, el peligro es poco porque los chiítas dominan en la oficialidad y se dice que constituyen más de 90 por ciento de los altos funcionarios de los ministerios de Defensa y del Interior. Maliki tiene el mando de 900 mil soldados y policías, y se estima que los ingresos por petróleo sumen unos 100 mil millones de dólares este año.
El afán de Maliki por apresar a Hashemi, quien se ha refugiado en el Kurdistán, podría volverse en su contra. Los kurdos no tienen interés en entregarlo, comentó un dirigente local. Saben que, sea que chiítas o sunitas dominen Irak, ellos lo pasarán mal.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya

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