Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Fracasa sueño de Pemex para controlar a la ibérica Repsol- Aumenta la deuda 60% la deuda externa bruta del pais en este sexenio




La dirección de la petrolera española logra desarticular planes de los ahora ex aliados

La paraestatal mexicana mantiene un solo consejero en esa empresa, el cual está aislado

Armando G. Tejeda y Miriam Posada
Disputa de Mercados
Fracasa Pemex en Repsol; su socio rompe alianza y vende acciones a rivales
En menos de cuatro meses la trasnacional mexicana vio desmoronarse la operación politicofinanciera, al quedarse con un consejero en el seno del organismo
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La constructora Sacyr Vallehermoso dio por concluido su intento de tomar el poder de Repsol con ayuda de Pemex. De esta manera la empresa mexicana queda arrinconada y sin peso en el consejo de administración de la compañía españolaFoto Reuters
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de diciembre de 2011, p. 2
Madrid, 20 de diciembre. La petrolera española Repsol compró por dos mil 572 millones de euros 10 por ciento de las acciones de la constructora Sacyr Vallehermoso en la misma Repsol, en una operación financiera que convierte a la actual dirección, con Antonio Brufau al frente, en la gran vencedora de la pugna que iniciaron hace cuatro meses el empresario español Luis del Rivero y el director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Juan José Suárez Coppel. El debilitamiento de Sacyr en Repsol supone la ruptura del acuerdo de sindicación de acciones rubricado con Pemex el 29 de agosto pasado, que se anunció como la vía para aumentar el control y la influencia en el gobierno corporativo de Repsol. Ahora, el eslabón más débil es Pemex, que se queda con un solo consejero y sin ningún aliado en el consejo de administración.
En menos de cuatro meses se desmoronó la operación financiera, empresarial y política que iniciaron hace unos diez meses Del Rivero y Suárez Coppel, con encuentros secretos en México y en Madrid que buscaban hacerse con el control de Repsol a través de la destitución de la actual dirección o, en su defecto, con el nombramiento de un consejero delegado afín a sus intereses. Después de la compra de Repsol de la mitad de la participación de Sacyr la maniobra queda formalmente desactivada y sus impulsores humillados y, en el caso de Del Rivero, destituido y arrinconado de la zona de influencia tanto de su constructora como de la petrolera.
Sacyr Vallehermoso se encontraba al borde de la quiebra y con la soga al cuello por la presión de las entidades financieras a las que debe más de diez millones de euros. En pleno proceso de refinanciación de su deuda, la constructora decidió aceptar la oferta de la dirección de Repsol, en una nueva operación brillante de Brufau, que desembolsó 2 mil 572 millones de euros con lo que Sacyr logró, al menos, firmar nuevos plazos de vencimiento a su deuda hasta 2015 y liberarse del acuerdo con Pemex, que se había convertido en un lastre para la nueva dirección de Sacyr y su cambio de estrategia en el seno de Repsol. A pesar de que Sacyr perdió en la venta unos 940 millones de euros –una vez que ese mismo paquete de acciones de 10 por ciento le costaron tres mil 259 millones de euros, en 2006, a lo que hay que sumar la amortización de la deuda por ese mismo monto.
El acuerdo entre Pemex y Sacyr costó a la petrolera mexicana más de mil 150 millones de euros, que tuvo que desembolsar a través de la adquisición de deuda y de pago en efectivo de sus reservas para la compra de 4.6 por ciento de las acciones de Repsol que se comprometió a comprar para que entre Sacyr y Pemex sumaran 29.8 por ciento.
La notificación oficial de la operación la suscribieron tanto Sacyr como Repsol, en un hecho relevante que remitieron a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de España: La referida desinversión ha determinado la reducción de la participación de Sacyr Vallehermoso Participaciones Mobiliarias SLU, en Repsol YPF SA, hasta 10.01 por ciento, modificándose las bases del acuerdo de accionistas suscrito el pasado 29 de agosto de 2011 entre Sacyr Vallehermoso SA, Petróleos Mejicanos (sic), y PMI Holdings BV, habiendo de entenderse, en consecuencia, resuelto. Sin perjuicio de ello, Sacyr Vallehermoso SA reitera su compromiso con el interés social de Repsol, tanto en su condición de accionista destacado de la compañía, como a través de su presencia en el seno de su consejo de administración.
Repsol adquirió las acciones a los bancos, que previamente las recibieron en dación en pago por la mitad del crédito a Sacyr. Tras la operación compareció desde Rusia el presidente de la petrolera española, Brufau, para explicar que la operación es buena por el precio enormemente atractivo de las acciones y porque además se garantiza que no se alteren los planes de crecimiento y estrategia de la compañía, que se vieron amenazados por la operación de Sacyr y Pemex.
La falta de acuerdo entre los bancos y Sacyr Vallehermoso habría producido un escenario de incertidumbre prolongada en esa compañía, lo que resultaría dañino para la cotización de Repsol y tendría efectos negativos adicionales sobre el proyecto de crecimiento de la empresa. Además, dado el gran número de bancos involucrados y la heterogeneidad de sus planes e intereses era previsible una venta masiva y desordenada de títulos, explicó Repsol en una nota también dirigida al órgano regulador.
La estrategia seguida por Brufau desde que se hizo pública la alianza de Pemex y Sacyr ha resultado un éxito para los intereses de la petrolera española y un fiasco para la mexicana. Desde el anuncio del pacto, Repsol logró que su consejo de administración decidiera por amplía mayoría instar a Pemex y a Sacyr a disolver el acuerdo, al tiempo que abrió sendos expedientes de expulsión a sus consejeros por un supuesto conflicto de intereses permanente. Después vino la destitución fulminante de Del Rivero como presidente de Sacyr, en este caso por los dos accionistas críticos con su estrategia, Juan Abelló y Demetrio Canceller –que ahora son consejeros en Repsol–, los encuentros in extremis entre las partes involucradas por intentar reconducir la crisis, pero en cuyas negociaciones siempre se exigió por parte de Repsol la necesidad de disolver el acuerdo de sindicación. Ante esto el director de Pemex se negó, al insistir en que era una operación positiva para Repsol y para todos los accionistas.
Finalmente, menos de cuatro meses después de iniciada la batalla, el consejo de administración de Repsol queda renovado y con unos estatutos más estrictos sobre la presencia de empresas del mismo sector, en una reforma pensada exclusivamente en Pemex y en su supuesta intención de controlar la tecnología de la española. Además de que los consejeros son, ahora, la inmensa mayoría afines a Brufau, incluidos los dos que ahora tiene Sacyr, una vez que Del Rivero renunció al cargo, al igual que José Manuel Laureda. El único consejero que tiene Pemex en Repsol se queda aislado y sin apoyos.
El monto: más de 275 mil millones de dólares


Según cifras del BdeM, los pasivos de las empresas y organismos descentralizados se incrementan 531%
Incluye débitos del sector privado y bonos del gobierno federal

La deuda externa bruta aumentó 60% en este sexenio

Suma más de 275 mil millones de dólares, según el Banco de México

Juan Antonio Zuñiga M.
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de diciembre de 2011, p. 21
La deuda externa bruta del país asciende a más de 275 mil millones de dólares y registra un incremento de 60 por ciento durante este gobierno, informó el Banco de México.
Este monto, el cual incluye el débito con el exterior del sector privado y la deuda en bonos del gobierno federal en poder de extranjeros, rebasa en 31 por ciento a los 210 mil millones de dólares que suman como respaldo a la economía mexicana el acervo actual de la reserva internacional de divisas, constituido por 140 mil 848 millones de dólares, más una línea de crédito contingente con el Fondo Monetario Internacional por unos 70 mil millones de dólares que permanece sin utilizarse.
El crecimiento de la deuda externa bruta de México ha sido de 104 mil millones de dólares durante este gobierno, indicó el banco central, una vez que el endeudamiento contratado por particulares para realizar inversiones en infraestructura pública, bajo una figura de asociación conocida como Pidiregas, pasó a ser débito público.
Aun así, según las cifras presentadas por el Banco de México, el saldo del endeudamiento externo bruto de empresas y organismo públicos ha aumentado 531 por ciento, en tanto que el de los inversionistas extranjeros en poder de bonos gubernamentales se incrementó 440 por ciento en el mismo periodo.
La estructura de la deuda externa bruta de México presenta vertientes poco conocidas sobre el comportamiento de este fenómeno de dependencia financiera. El endeudamiento del sector público, constituido por el gobierno federal, la banca de desarrollo y las empresas y organismos públicos, participa con un saldo de 111 mil 129.5 millones de dólares, que representan 40 por ciento del total.
Según esto, el endeudamiento externo del gobierno federal asciende a 58 mil 639.8 millones de dólares y ha presentado una elevación de 40 por ciento desde el saldo de 41 mil 936 millones registrado en diciembre de 2006. El débito de la banca de desarrollo es de 6 mil 955 millones de dólares, unos mil 337 millones más que al inicio de esta administración.
Mientras la deuda de empresas y organismos paraestatales, que en diciembre de 2006 era de 7 mil 212 millones de dólares, ha tenido un incremento de 531.3 por ciento al ascender ahora a 45 mil 534 millones, según el Banco de México.
El sector privado, representado por empresas y la banca comercial, reportan una deuda externa que asciende en conjunto a 96 mil 340 millones de dólares, que representan 35 por ciento del endeudamiento externo bruto del país.
Por el lado de los corporativos no financieros, su deuda externa conjunta se elevó 33.8 por ciento durante este gobierno, al pasar de 58 mil 781.7 millones de dólares en diciembre de 2006 a 78 mil 647 millones en la actualidad. En cuanto al débito externo de la banca comercial que opera en México, éste aumentó de 3 mil 355 a 15 mil 346 millones de dólares durante este gobierno, lo que implica un crecimiento de 357 por ciento en su endeudamiento externo.

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