Hacia el desplazamiento del Estado, con la reforma energética: Cárdenas
Cuauhtémoc Cárdenas. Foto: Hugo Cruz. |
En entrevista con Proceso, Cuauhtémoc Cárdenas desentraña las ambigüedades, peligros y espejismos contenidos en la reforma energética y añade: es una falacia que Pemex esté quebrado. A los mexicanos, dice, aún nos queda el recurso de la consulta pública para debatir el tema con toda la sociedad.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- “Esto de que Pemex está quebrado es una falacia”, sentencia el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. El tres veces candidato presidencial de la izquierda, el hijo del general que expropió el petróleo en 1938, revive en el tema que lo ha vuelto a colocar en la escena nacional: las reformas constitucionales a los artículos 27 y 28 para abrir los hidrocarburos y la energía eléctrica a la inversión privada.
Fundador y dirigente nacional del PRD, Cárdenas es directo al criticar la iniciativa presentada por el Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto, ya que, afirma, implicará “un desplazamiento absoluto del Estado en las áreas estratégicas del petróleo y la electricidad”. Y agrega: “No sabemos cuáles serán las leyes secundarias ni la política petrolera global”.
Entrevistado por Proceso días después de la marcha del 31 de agosto que movilizó a más de 10 mil personas en defensa de la propiedad del petróleo, Cárdenas insiste: Si se aprueba la iniciativa peñanietista de reformas a los artículos 27 y 28 constitucionales en el Congreso, aún queda el recurso de la consulta popular, establecido en el artículo 35 constitucional.
Ese artículo, según la última reforma –en vigor desde el 9 de agosto de 2012–, establece que las consultas populares podrán ser convocadas a petición del Ejecutivo federal, por el equivalente de 33% de alguna de las cámaras del Congreso, o por 2% de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores. Si la participación es, al menos, de 40% de los ciudadanos de esa lista, la consulta popular es vinculante y “se realizará el mismo día de la jornada electoral federal”.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, desestimó la viabilidad de una consulta popular en estos términos con el argumento de que no hay aún ley reglamentaria a ese artículo. Sin embargo, Cárdenas dice haber consultado a varios constitucionalistas quienes le dijeron que “ningún artículo constitucional es nulo”, haya o no una ley reglamentaria.
Existe, dice, una “trampa del lenguaje” entre los promotores de la apertura de Pemex al capital privado porque la paraestatal sigue siendo competitiva.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1923, ya en circulación)
MÉXICO, D.F. (Proceso).- “Esto de que Pemex está quebrado es una falacia”, sentencia el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. El tres veces candidato presidencial de la izquierda, el hijo del general que expropió el petróleo en 1938, revive en el tema que lo ha vuelto a colocar en la escena nacional: las reformas constitucionales a los artículos 27 y 28 para abrir los hidrocarburos y la energía eléctrica a la inversión privada.
Fundador y dirigente nacional del PRD, Cárdenas es directo al criticar la iniciativa presentada por el Ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto, ya que, afirma, implicará “un desplazamiento absoluto del Estado en las áreas estratégicas del petróleo y la electricidad”. Y agrega: “No sabemos cuáles serán las leyes secundarias ni la política petrolera global”.
Entrevistado por Proceso días después de la marcha del 31 de agosto que movilizó a más de 10 mil personas en defensa de la propiedad del petróleo, Cárdenas insiste: Si se aprueba la iniciativa peñanietista de reformas a los artículos 27 y 28 constitucionales en el Congreso, aún queda el recurso de la consulta popular, establecido en el artículo 35 constitucional.
Ese artículo, según la última reforma –en vigor desde el 9 de agosto de 2012–, establece que las consultas populares podrán ser convocadas a petición del Ejecutivo federal, por el equivalente de 33% de alguna de las cámaras del Congreso, o por 2% de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores. Si la participación es, al menos, de 40% de los ciudadanos de esa lista, la consulta popular es vinculante y “se realizará el mismo día de la jornada electoral federal”.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, desestimó la viabilidad de una consulta popular en estos términos con el argumento de que no hay aún ley reglamentaria a ese artículo. Sin embargo, Cárdenas dice haber consultado a varios constitucionalistas quienes le dijeron que “ningún artículo constitucional es nulo”, haya o no una ley reglamentaria.
Existe, dice, una “trampa del lenguaje” entre los promotores de la apertura de Pemex al capital privado porque la paraestatal sigue siendo competitiva.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1923, ya en circulación)
Privatización en marcha: ya vendieron la petroquímica Pajaritos
Refinería de Pemex “Francisco I. Madero” en Tamaulipas. |
Mexichem no puede esperar. Antes de que se apruebe la agresiva campaña para imponer la reforma energética que impulsará los negocios de algunos proveedores y socios, la empresa de Juan Pablo del Valle consiguió la “desincorporación” de casi la mitad de la superficie del complejo Pajaritos, en Coatzacoalcos, para constituir la compañía Petroquímica Mexicana de Vinilo, que monopolizará la producción de este solicitado componente industrial. Como un anuncio de lo que viene con la reforma de Peña Nieto, Mexichem será el socio dominante.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El 30 de julio, días antes de que el presidente Enrique Peña Nieto diera a conocer su iniciativa de reforma energética, que propone modificar los artículos 27 y 28 constitucionales para abrir la cadena de hidrocarburos a la iniciativa privada, la Secretaría de la Función Pública (SFP) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un insólito acuerdo:
La desincorporación del régimen de dominio público de la federación de 476 mil 386 de los 990 mil 528 metros cuadrados –casi la mitad– del Complejo Petroquímico Pajaritos, ubicado en el municipio de Coatzacoalcos, Veracruz, “a efecto de que el organismo público descentralizado Pemex Petroquímica lleve a cabo su enajenación a título oneroso”.
Según el acuerdo firmado por el subsecretario de Responsabilidades Administrativas y Contrataciones Públicas, Julián Alfonso Olivas, en ausencia del titular de la SFP, el predio desincorporado consta de tres polígonos –de 342 mil 675, 42 mil 240 y 91mil 471metros cuadrados, respectivamente– e incluye las construcciones e instalaciones que se encuentren en el área enajenada (es decir, la planta Derivados Clorados III, que produce cloruro de vinilo, un insumo básico para la fabricación de policloruro de vinilo o PVC, talleres de mantenimiento, áreas de servicio y ductos).
El acuerdo establece que en la desincorporación y enajenación “deberán respetarse las vías de acceso y servidumbres de paso existentes o que se establezcan en los terrenos que forman parte del Complejo Petroquímico Pajaritos, para garantizar el tránsito de personal de Petróleos Mexicanos y de sus organismos subsidiarios y de terceros, así como de vehículos, maquinaria y materiales, entre otros”.
La venta de la mitad de la planta de Pajaritos, la más importante y rentable de Pemex –genera 4 mil 500 millones de pesos anuales–, es el último paso para concretar uno de los primeros compromisos asumidos por el actual Consejo de Administración de Pemex, que encabeza el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
Con los argumentos de que durante los últimos 12 años la subsidiaria, que inició operaciones el 18 de marzo de 1967, ha presentado pérdidas y de que no hay ningún impedimento legal, el pasado 16 de enero dicho consejo aprobó en su primera sesión extraordinaria la constitución de la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo, S.A. de C.V., en sociedad de coinversión de Pemex Petroquímica con el consorcio privado Mexichem, S.A.B. de C.V. (antes Camesa).
El presidente del Consejo de Administración de Mexichem es Juan Pablo del Valle (hijo del exbanquero y exdirigente patronal Antonio del Valle), quien desde hace una década buscaba alcanzar un acuerdo con la petrolera paraestatal. El emporio privado se constituyó el 30 de junio de 1978 y su principal actividad económica es la elaboración de diversos productos químicos: ácido fluorhídrico, cloro, sosa cáustica, hipoclorito de sodio y PVC, así como la extracción de fluorita.
Ambas partes aportarán 556 millones de dólares para la modernización de la infraestructura. Mexichem se comprometió a aportar 325 millones –125 en activos y 200 en efectivo–, mientras que Pemex Petroquímica participará con 231 millones, además de ceder casi la mitad de Pajaritos “en arrendamiento”, según Pemex.
El caso es que ahora Mexichem y la subsidiaria de Pemex comparten el complejo: la empresa privada opera una planta de cloro y sosa, mientras que Pemex Petroquímica una de monómero de cloruro. Con la sociedad, la familia del Valle tendrá de facto el control de ambas plantas para producir cloruro de vinilo, insumo básico para la elaboración de PVC. Mexichem tendrá el 58.46% de las acciones y Pemex el 41.54%.
(Extracto del reportaje que se publica en Proceso 1923, ya en circulación)
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El 30 de julio, días antes de que el presidente Enrique Peña Nieto diera a conocer su iniciativa de reforma energética, que propone modificar los artículos 27 y 28 constitucionales para abrir la cadena de hidrocarburos a la iniciativa privada, la Secretaría de la Función Pública (SFP) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un insólito acuerdo:
La desincorporación del régimen de dominio público de la federación de 476 mil 386 de los 990 mil 528 metros cuadrados –casi la mitad– del Complejo Petroquímico Pajaritos, ubicado en el municipio de Coatzacoalcos, Veracruz, “a efecto de que el organismo público descentralizado Pemex Petroquímica lleve a cabo su enajenación a título oneroso”.
Según el acuerdo firmado por el subsecretario de Responsabilidades Administrativas y Contrataciones Públicas, Julián Alfonso Olivas, en ausencia del titular de la SFP, el predio desincorporado consta de tres polígonos –de 342 mil 675, 42 mil 240 y 91mil 471metros cuadrados, respectivamente– e incluye las construcciones e instalaciones que se encuentren en el área enajenada (es decir, la planta Derivados Clorados III, que produce cloruro de vinilo, un insumo básico para la fabricación de policloruro de vinilo o PVC, talleres de mantenimiento, áreas de servicio y ductos).
El acuerdo establece que en la desincorporación y enajenación “deberán respetarse las vías de acceso y servidumbres de paso existentes o que se establezcan en los terrenos que forman parte del Complejo Petroquímico Pajaritos, para garantizar el tránsito de personal de Petróleos Mexicanos y de sus organismos subsidiarios y de terceros, así como de vehículos, maquinaria y materiales, entre otros”.
La venta de la mitad de la planta de Pajaritos, la más importante y rentable de Pemex –genera 4 mil 500 millones de pesos anuales–, es el último paso para concretar uno de los primeros compromisos asumidos por el actual Consejo de Administración de Pemex, que encabeza el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.
Con los argumentos de que durante los últimos 12 años la subsidiaria, que inició operaciones el 18 de marzo de 1967, ha presentado pérdidas y de que no hay ningún impedimento legal, el pasado 16 de enero dicho consejo aprobó en su primera sesión extraordinaria la constitución de la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo, S.A. de C.V., en sociedad de coinversión de Pemex Petroquímica con el consorcio privado Mexichem, S.A.B. de C.V. (antes Camesa).
El presidente del Consejo de Administración de Mexichem es Juan Pablo del Valle (hijo del exbanquero y exdirigente patronal Antonio del Valle), quien desde hace una década buscaba alcanzar un acuerdo con la petrolera paraestatal. El emporio privado se constituyó el 30 de junio de 1978 y su principal actividad económica es la elaboración de diversos productos químicos: ácido fluorhídrico, cloro, sosa cáustica, hipoclorito de sodio y PVC, así como la extracción de fluorita.
Ambas partes aportarán 556 millones de dólares para la modernización de la infraestructura. Mexichem se comprometió a aportar 325 millones –125 en activos y 200 en efectivo–, mientras que Pemex Petroquímica participará con 231 millones, además de ceder casi la mitad de Pajaritos “en arrendamiento”, según Pemex.
El caso es que ahora Mexichem y la subsidiaria de Pemex comparten el complejo: la empresa privada opera una planta de cloro y sosa, mientras que Pemex Petroquímica una de monómero de cloruro. Con la sociedad, la familia del Valle tendrá de facto el control de ambas plantas para producir cloruro de vinilo, insumo básico para la elaboración de PVC. Mexichem tendrá el 58.46% de las acciones y Pemex el 41.54%.
(Extracto del reportaje que se publica en Proceso 1923, ya en circulación)
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