Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

lunes, 31 de octubre de 2011

Desmantelan en Arizona red de abastecimiento del cártel de Sinaloa

Desmantelan en Arizona red de abastecimiento del cártel de Sinaloa

Parte del decomiso en Arizona. Foto: AP
Parte del decomiso en Arizona.
Foto: AP
MÉXICO, D.F. (apro).- Mediante un operativo denominado “Narcolínea Express”, la policía del condado de Pinal, en Arizona, desmanteló este lunes una red de abastecimiento del cártel de Sinaloa que cada mes introducía a territorio estadunidense drogas por más de 33 millones de dólares a través del desierto de Arizona.
“Hoy hemos conseguido propinarle un golpe significativo al consorcio criminal mexicano que ha sido responsable de envenenar a nuestras comunidades mientras distribuía cargamentos de mariguana, cocaína y heroína valorados en varios millones de dólares”, informó Tom Horne, fiscal general de Arizona.
Funcionarios de la oficina del fiscal aseguraron que la banda desarticulada pertenece al cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín El Chapo Guzmán, uno de los más poderosos de México, cuyas redes de distribución se han extendido en los últimos cinco años.
De hecho, el Departamento de Justicia de Estados Unidos afirmó este lunes, a través de un reporte del Centro Nacional de Inteligencia de Drogas, que los cárteles de Juárez y Sinaloa operan en cinco ciudades en Colorado.
La cadena KUSA-TV reportó que la policía está preocupada de que la violencia entre pandillas de la droga mexicanas se extiendan a Colorado, pues –agregó– ya operan en Denver, Boulder, Colorado Springs, Grand Junction y Longmont.
En el caso del golpe a la banda del cártel de Sinaloa anunciado este día, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas informó que ésta operaba a través del empleo de mochileros y vehículos que se encargaban de trasladar las drogas desde la frontera hasta una red de casas en Phoenix.
Posteriormente las drogas eran vendidas a distribuidores de varios estados, y principalmente la red del cártel de Sinaloa controlaba las rutas de contrabando desde la región fronteriza de Yuma hasta el este del pueblo de Sells, del grupo indígena Tohono O’odham Nation.
La Policía del condado de Pinal, en Arizona, confirmó la detención de 22 presuntos contrabandistas, lo que eleva a 76 el número de personas capturadas que han sido vinculadas con la banda.
El operativo “Narcolínea Express” llevaba 17 meses trabajando en la investigación sobre los movimientos del cártel. Funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) calcularon que durante ese tiempo la banda introdujo más de un millón y medio de kilos de mariguana, nueve mil kilos de cocaína y cuatro mil 535 kilos de heroína.
Sólo en la última semana de pesquisas del operativo, los agentes federales incautaron más de dos toneladas de mariguana, 19 armas de grueso calibre y alrededor de 200 mil dólares en efectivo.
En rueda de prensa, realizada en Phoenix, Tom Horne refirió que el resultado del operativo es resultado de la cooperación entre las autoridades federales de Estados Unidos y sus contrapartes mexicanas. También ayudaron los enlaces de la agencia antinarcóticos (DEA) que operan en territorio mexicano, dijo.
FUENTE PROCESO

La revuelta por el Bien Común

Un indignado en Nueva York. Foto: AP
Un indignado en Nueva York.
Foto: AP
MÉXICO, D.F. (Proceso).- En los países árabes los marchistas exigen los derechos civiles mínimos de una democracia. Sufragio efectivo, no dictadura, libertad de prensa. En Israel y los países de Europa, democracias ya de tiempo atrás, con esos derechos ya seguros, los marchistas colocan la vara de la dignidad civil más alto. Educación y servicios de salud gratuitos, habitación accesible, pensiones de desempleo y de retiro mejores.
En Estados Unidos, el gran propagador del capitalismo neoliberal y sede de su capital económica, Wall Street, los Indignados pueden enfocar sus exigencias al centro mismo del mal: ese 1% de ricos que poseen el 43% del pastel de la riqueza internacional, muchos de los cuales habitan en los rascacielos de Nueva York.
Que paguen esos ricos más impuestos, que sean ellos los que subsidien los servicios públicos que se reclaman para una existencia digna, que nuevas regulaciones impidan su saqueo sistemático del resto de la población, que una nueva y severa vigilancia ciudadana rompa el contubernio de ese 1% de ricos con los políticos, hoy en cada sociedad sus testaferros.
En México los Indignados son aún pocos, 400 y tantos, están instalados ante la Bolsa de Valores de Avenida Reforma, en la capital, han reclamado el regreso del SME, un sindicato corrupto, exigen el retiro del Ejército de las calles, en calles controladas por un mal mayor que los militares: el crimen. Son pocos y parecen confundidos. Corrijo: son pocos porque están aún confundidos en cómo aterrizar en demandas locales el ímpetu del movimiento de indignación planetaria. Son pocos, pero a medida que se clarifique el ideario del nuevo movimiento internacional, serán más y más.
Y no hay duda de que el ideario se decantará en unos cuantos conceptos que abarquen la aparente diversidad de los reclamos. Sucederá por una razón simple: porque también son unas cuantas las fuentes del malestar. Tal vez, acaso, una sola. El enflaquecimiento del Bien Común.
“No hay concepto más urgente que revivir que el del Bien Común. Yo apuesto que será el concepto más nombrado en el siglo XXI”. La aseveración es de Frans de Waal, hoy por hoy uno de los biólogos de mayor influencia intelectual en el orbe científico. Lo escribió en el año de 2009, en el prólogo de La edad de la empatía, su estudio sobre la vida moral de los primates.
El Bien Común: esa riqueza que es de todos y de nadie en particular. Lo que poseemos en conjunto como sociedad, los primates parlantes y otras especies que viven en comunidad. Lo que está garantizado para cada individuo por el mero hecho de ser parte del grupo.
En la parte central de La edad de la empatía, De Waal observa que uno de los grandes popularizadores de la idea capitalista “del triunfo legítimo del más fuerte” fue también el fundador de la biología moderna, Charles Darwin. En su teoría de la evolución, publicada en 1859, Darwin escribió que “la competencia por las hembras mejor dotadas y los recursos alimenticios disponibles” determinan la extinción de los individuos y las especies débiles y el triunfo y la evolución de los individuos y las especies más aptos.
En su momento, la aristocracia inglesa adoró la nueva licencia para seguir explotando en sus fábricas insalubres a sus prójimos. Los capitalistas salvajes de Estados Unidos igualmente erigieron a Darwin como su líder ideológico. El darwinismo se alió así conceptualmente con el viejo capitalismo rampante, ahora con una justificación “científica”: La lucha inmisericorde por el Provecho Individual no sólo es “natural”, sino que mejora a la especie (la hace evolucionar).
Pero Darwin se equivocó, explica De Waal. Se equivocó por lo menos en esa parte de su teoría evolutiva. Hoy, como en el siglo de Darwin, las especies más numerosas (si uno descuenta el mundo invisible de los virus: las hormigas, las ratas, los seres humanos) son especies altamente cooperativas. Especies cuya condición gregaria las ha vuelto las más aptas y que dependen de sus conductas de cooperación y de algo más, su carácter moral. La moral definida de forma concreta como el grupo de conductas que cuidan y aumentan el Bien Común.
Los primates son morales. Si un chimpancé roba plátanos del fondo común de plátanos, es descuartizado por la tribu de chimpancés. Las hormigas son morales al parecer al 100%: trabajan continuamente para llenar las bodegas subterráneas del hormiguero, y si una se extravía, muere pronto en soledad. Las ratas comparten sus guaridas y sus alimentos y tienen un sistema de chillidos para advertirse mutuamente del peligro. Y los seres humanos somos, también, naturalmente, cooperativos y morales. De cierto, observa De Waal, somos la especie más gregaria, cooperativa y moral del planeta.
Si nos desprendemos de la Tierra varios kilómetros hacia arriba, si nos alejamos del barullo del lenguaje, si observamos desde ahí donde los billetes de dinero serían invisibles al ojo, veríamos que esto es lo que hacen los animalitos humanos sobre la costra de barro donde habitan.
En grupos pequeños o grandes, esos seres diminutos como hormigas, cooperan todo el santo día. Algunos grupos edifican altos edificios o largos caminos de asfalto. Algunos grupos transportan a cientos de miles en vehículos terrestres, aéreos o marinos. Algunos grupos perforan el redondo planeta para extraer combustibles. Otros grupos se encierran en cubos de cemento a leer lo que otros humanos escribieron hace siglos. Y todo el santo día los animalitos humanos se comunican entre sí: hablan, hablan cara a cara, hablan por teléfono, hablan por televisión, escriben, dibujan, se cuentan historias. No pueden ser sino en convivencia. Al grado que cuando se tienden a dormir, sueñan con otros animalitos humanos.
Lo que el movimiento de Indignados reclama hoy es que volvamos a mirar nuestras sociedades y distingamos eso que Darwin no vio, porque dio por sentado; eso que los capitalistas rampantes no quieren ver, porque les conviene dar por sentado; eso que los biólogos de la empatía están hoy día estudiando y descifrando: las conductas de cooperación que sustentan nuestras sociedades. Que le demos a ese sustrato su dignidad. Que impidamos que una minoría, un 1% voraz, acapare la mitad del bienestar generado por la cooperación. Y que en cambio agrandemos nuestros fondos comunes de bienestar, nuestro Bien Común.
Hasta ahora nadie entre los Indignados habla de la disolución del capitalismo competitivo ni de la dictadura de la mayoría. De lo que se habla es del ensanchamiento, en el centro de las democracias capitalistas, de esa zona de bienestar garantizado para todos y cada uno de los ciudadanos. Un capitalismo con el Bien Común en su plaza central.
FUENTE PROCESO

Cárdenas, el mezquino

Cárdenas y Calderón. Egoísmo. Foto: Octavio Gómez
Cárdenas y Calderón. Egoísmo.
Foto: Octavio Gómez
MÉXICO, D.F., (apro).- La contribución de Cuauhtémoc Cárdenas a la democracia en México es inobjetable hasta para quienes ahora avalan entregarle la medalla Belisario Domínguez, pero no deben omitirse episodios en los que ha sido también un político mezquino y hasta desleal.
La exhibición plena del egoísmo de Cárdenas se presentó en el proceso electoral de 2006, no tanto por desdeñar los actos de campaña de Andrés Manuel López Obrador, el candidato presidencial del partido de ambos, sino por una decisión insólita: Aceptar, a 15 días de las elecciones, ser empleado de Vicente Fox.
El 19 de junio de ese año, Cárdenas aceptó coordinar la Comisión Organizadora de la Conmemoración del Bicentenario del inicio del Movimiento de Independencia y del Centenario de la Revolución Mexicana que le ofreció Fox, quien lo definió –hipócritamente— como “un ejemplo de congruencia con sus ideales y un gran luchador por la democracia”.
Ese cargo Cárdenas lo recibió del mismo individuo que actuó peor que los presidentes priistas al inmiscuirse en todo el proceso electoral y, aun antes, desde que impulsó el desafuero contra López Obrador, todo lo cual convalidó hasta que, pasadas las elecciones –el 8 de noviembre– renunció.
Reconoció lo obvio: La “controversia en el interior del partido político en el que milito y en algunas expresiones políticas con importante presencia nacional”, pero también que sus tareas requerían “un ambiente de respeto, ajeno a crispaciones políticas”.
Lo cierto es que Cárdenas –que no es ingenuo– fue funcional a los intereses antagónicos del PRD y de quienes siempre lo han despreciado, como Fox, quien consideró que al darle la Belisario Domínguez esa medalla se degradaba “del oro al cobre”, porque lo considera un personaje “ordinario”.
Pero desde el inicio mismo de la campaña de 2006, Cárdenas envió un mensaje claro de apoyo a Felipe Calderón, justo en la primera gira de éste a Michoacán: Su incondicional Enrique Bautista, secretario de Gobierno, apareció en un acto del candidato del PAN, a quien luego invitó a cenar el gobernador Lázaro Cárdenas.
Pero, ya antes, durante el embate del gobierno de Fox que derivó en el desafuero de López Obrador, que se consumó el 7 de abril de 2005, Cárdenas se mantuvo al margen, según él para no participar en “actividades electorales” que no fueran a su favor.
Enrique Calderón Alzati, un asesor de Cárdenas, exhibió justamente la mezquindad de éste al decir que “sería muy injusto que, después de tantos años de trabajo y de lucha, se le pida que esté al frente de la campaña política de López Obrador”.
La realidad es que, en efecto, Cárdenas fue desplazado por López Obrador en el liderazgo de la izquierda, sobre todo por la gestión que cada uno tuvo al frente del PRD primero y luego del gobierno del Distrito Federal, con resultados contrastantes: El primero, en una gestión de tres años, opaco y su sucesor, en ese mismo lapso, espectacular.
Es sabido que López Obrador le planteó a Cárdenas instrumentar programas sociales fundamentales para la izquierda, como él lo hizo desde el inicio de su sexenio, pero Cárdenas los desechó, y ahí se abrió el abismo.
López Obrador, tras la derrota de Cárdenas en 2000, tomó su propio camino y la distancia entre los dos ya no se acortó, pero jamás lo descalificó: “No me voy a pelear con la historia”, decía.
Inclusive, en una charla con este reportero, en el proceso de desafuero y ante la mezquindad de Cárdenas, López Obrador decía comprenderlo:
“Me le atravesé al ingeniero, a quien respeto por su estatura moral. Lo entiendo. Si yo hubiera estado en su lugar, y alguien se me atraviesa, hubiera preferido irme a dar clases a una preparatoria de Macuspana. El ingeniero ha actuado con mucha responsabilidad.”
Pero, en el 2006, Cárdenas no se fue a Morelia ni a Jiquilpan, la tierra de su padre, porque él nació en la capital de la República, sino se hizo empleado de Fox y luego, en una contradicción con su historia y la del país, avaló a Calderón, apellido emblemático del partido de la derecha que combatió a su padre y a su proyecto nacional…
En ese sentido, Cuauhtémoc Cárdenas no sólo fue mezquino, con razón o sin ella, con López Obrador, sino desleal con un proyecto de nación que será derrotado otra vez si, en Michoacán, Luisa María Calderón vence al candidato de la izquierda, un individuo apellidado Aureoles, y se suma, como en 2006, al proyecto que atacó al de su padre…
Apuntes
Lo que inició la guerra fue un acto de corrupción: Cuauhtémoc Cárdenas tuvo como secretario particular a Alfonso Vaca Morales, que luego fue director de Servicios Metropolitanos (Servimet) del gobierno del Distrito Federal, que la Contraloría con López Obrador inhabilitó, en 2003, por un quebranto por 50 millones de pesos del patrimonio capitalino por la venta de un terreno en Santa Fe. Cárdenas montó en cólera… Es la misma razón por la que calla ante la infame intervención del gobierno de Felipe Calderón a favor de su hermana en Michoacán, que Jesús Ortega, Carlos Navarrete y los corruptos del PRD avalan…
Comentarios: delgado: delgado@proceso.com.mx y Twitter: @alvaro_delgado

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