Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 30 de mayo de 2013

¿Seguridad nacional o intimidación?- Apuntes sobre un gran líder juvenil revolucionario- El CCH: tiempo de debate


¿Seguridad nacional o intimidación?


John Saxe-Fernández

Menos de un mes después del ataque a las Torres Gemelas y el Pentágono (11/9/2001), cuando era denso el ambiente y a decir de Norman Birbaum, prácticamente no había oposición, era como si en vez de ciudadanos fuéramos miembros de una iglesia con el presidente como supremo pontífice, sin más teología que la sacralización de la nación, ninguna escatología que prediga otra cosa que el presente y ninguna jerarquía más que las instituciones visibles del poder y la riqueza en la sociedad, en ese momento de conmoción y fusión de pasado, presente y un futuro interminable, fue cuando Bush/Cheney dieron los primeros zarpazos en la usurpación presidencial de funciones legislativas y judiciales.
 
El 7 de octubre de 2001, en momentos en que no sólo la disidencia y las perturbaciones eran mal recibidas, sino que se consideraban, por principio, antinaturales, Bush lanzó ataques aéreos en Afganistán y lo notificó al Congreso sin pedir autorización, como lo registra Charlie Savage en Takeover (Little Brown&Co 2007) proclamando su autoridad constitucional inherente como comandante en jefe y jefe del ejecutivo para dar inicio a lo que el New York Times (23/V/2013) al comentar el discurso de Barack Obama en la Universidad de la Defensa Nacional la semana pasada, calificó de Guerra Perpetua.
 
Obama habló de revertir la guerra al terror como operación global, frenar la matanza de sospechosos de terrorismo con drones (con sus incontables bajas civiles) y achicar o incluso cerrar Guantánamo. Más que compromisos firmes esos planteos son un esfuerzo de relaciones públicas para reparar en algo, como dijo el NYT, una imagen global muy dañada. Y es que el discurso se hizo días después del escándalo por el espionaje de teléfonos y correos electrónicos contra una veintena de reporteros y ejecutivos de la Ap en lo que un alto ejecutivo de esa cooperativa calificó de interferencia masiva y sin precedentes en cómo los organismos de información al público deben obtener las noticias (ver: Ap headlined). Laura Murphy, de la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos (ACLU) fue al meollo del espionaje contra la Ap al advertir que ...tiene un efecto escalofriante sobre los periodistas y quienes denuncian o investigan fechorías gubernamentales, y exigió que Holder dé explicaciones al público para que este tipo de intimidación de la prensa no se repita.
 
Recuérdese que en 2002, mediante una prden presidencial secreta se autorizó, sin orden judicial de la corte designada, que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) espiara a miles de ciudadanos y extranjeros en EU, en pos de evidencia de actividad terrorista (NYT 16/12/2005) por lo que ni las ejecuciones con drones ni el no me disculparé que siguió al endoso de Obama al espionaje a la Ap, son asunto menor. Su ADN les vincula a Watergate por espionaje político, al Informe Church por asesinatos y abusos contra personas extranjeras y al estado de excepción que siguió al 11/9: Ley Patriota, Comisiones Militares, Ley Marcial y enmiendas a la Ley Federal de Vigilancia de Inteligencia Exterior.
 
Con un liderazgo intelectual y moral vapuleado por la crisis y 12 años de atrocidades y violaciones al derecho penal internacional y constitucional, lo que surge del mensaje del pasado 23 de mayo es la continuidad en materia de política exterior y de seguridad: Obama asume que el territorio de EU es parte del campo de batalla, por lo que el Ejecutivo ejerce funciones legislativas y judiciales si así lo demandan las condiciones y urgencias de seguridad nacional al comandante. En su discurso Obama planteó, de manera velada, una ampliación de los blancos para los drones. La presidencia expande así el espacio para seguir en funciones de juez, jurado, verdugo –y hasta actúa en calidad de forense y sepultero como se vio en la ejecución y disposición del cuerpo de Bin Laden, transmitida en directo a un bunker de la Casa Blanca y de ahí al mundo. Ya el ejecutivo cuenta con su propia corte (Comisiones Militares) y un sistema de prisiones entre ellas Guantánamo, fuera del alcance de las cortes federales.
 
 
En 2002 una fuente anónima del Pentágono informó que altos cargos habían puesto en marcha mecanismos y procesos de seguridad nacional que incidían de manera profunda y negativa sobre la base constitucional de los derechos civiles y los equilibrios civil-militares en EU. Se trataba de un dispositivo burocrático entre cuyas funciones destacan, según detalló Helen Thomas, entonces de la cadena Hearst, la diseminación de información falsa en ultramar, creando historias ficticias encaminadas a desinformar a terroristas, con las que se alimentaría a la prensa internacional, la búsqueda de formas para ejercer coerción sobre periodistas extranjeros y formadores de opinión pública y la elaboración de esquemas para castigar a aquellos que están difundiendo el mensaje equivocado(La Jornada 7/3/2002).
jsaxef.blogspot.com
FUENTE: LA JORNADA OPINION

Apuntes sobre un gran líder juvenil revolucionario

Ángel Guerra Cabrera
Ha muerto en La Habana Jaime Crombet Hernández-Baquero (1941). De origen acomodado, su vida estuvo marcada por la renuncia a los bienes materiales y la consagración a la revolución cubana. Desempeñó tareas de trascendencia nacional desde que lideró la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en la Universidad de La Habana (1965) hasta ocupar la vicepresidencia de la Asamblea Nacional del Poder Popular (1993-2012). El quebranto de su salud lo forzó a dejar esta responsabilidad.
 
Su modestia llegaba a tal extremo que no existe casi información en la prensa digital de la isla para asomarse a su trayectoria. Por ahora sólo se encuentra una brevísima síntesis biográfica. Asombra más de alguien tan cercano y entrañable a Fidel y a Raúl, altamente valorado por ambos.

Tengo el honor de haber integrado el Comité Nacional (CN) de la UJC del que Jaime fue primer secretario (1966-1972). Aunque sea a vuelapluma van estos apuntes sobre esa fecunda e inolvidable parte de su vida. Yo había trabajado ya cerca de algunos de los principales líderes de la revolución. Aunque apenas lo hubiera tratado entonces, Fidel era mi principal fuente de inspiración y vara de medir, como lo ha sido de todos los revolucionarios cubanos.

Me preguntaba pues cómo sería el Jaime real, pues sólo lo conocía por referencias. Al paso de casi cinco décadas conservo muy fresco en la memoria nuestro primer encuentro. Fue toda una revelación. De él emanaban bonhomía, simpatía personal y generosidad, que conquistaban de inmediato.

En aquel momento muchos jóvenes de ambos sexos asumíamos importantes responsabilidades políticas, administrativas, militares y de seguridad nacional que solían rebasarnos. El heroísmo se volvió cotidiano. La lucha de clases estremecía a Cuba y Estados Unidos nos agredía a sangre y fuego. Igual ocurría en el mundo. En palabras de Jaime: son años en los que el imperialismo desarrollaba una guerra cruel e injusta contra Vietnam, mientras crecía un movimiento revolucionario muy fuerte en América Latina y en África, y se desarrollaba la legendaria epopeya internacionalista del Che (juventud rebelde).

Jaime resultó el ser excepcional que esa época estelar demandaba para encabezar al movimiento juvenil cubano. No era de los que dan órdenes y se quedan en la retaguardia. Cuando culminó con la Columna Juvenil del Centenario un ciclo de grandes movilizaciones juveniles a tareas de choque encabezadas por la UJC, se puso al frente de ella durante dos años en la provincia de Camagüey, un ejército de más de 100 mil jóvenes de ambos sexos se extendió nacionalmente. Aquello era parte de una épica batalla por el desarrollo económico y la independencia del país que condujo a errores, sí, pero todavía espera por una contextualización justa y equilibrada.
 
Jaime se exigía mucho y no dudo que eso le haya dejado una huella irreparable a su salud. Le faltaron seis años para alcanzar la expectativa de vida de Cuba. En esa época sus jornadas se prolongaban hasta entrada la madrugada y apenas dormía pero así y todo leía y nos instaba a todos a hacerlo.
 
Poseía el arte de colegiar las decisiones y nunca imponía su criterio a priori. Dados su aguda inteligencia, enorme prestigio y autoridad moral apreciaba convivir con puntos de vista diferentes al suyo y sabía estimular el choque fructífero de opiniones en el seno del CN. Era de una valentía política singular y nos estimulaba a pensar con cabeza propia.
 
De una ética a prueba de bombas, rechazaba la injusticia y no la toleraba en el seno de la UJC. Estaba siempre al tanto del estado de ánimo de las bases. No sólo era frecuente y sistemático su vínculo con los miembros del CN, sino con sus funcionarios y empleados y con muchos militantes rasos a lo largo del país, ya que viajaba mucho a provincias.
 
Opuesto a la excesiva centralización, confiaba en los cuadros y delegaba tareas de enorme importancia siempre controlando su marcha y tratando de sacar lecciones de los errores.
 
Al lado de todo revolucionario no siempre hay una gran mujer pero Jaime sí la tuvo en Ofelia Ramos, parte inseparable de esta historia.
Vendrán otros intentos mejor informados y de mayor aliento para dar a conocer la contribución a la revolución cubana de este hombre ejemplar. Por el momento, Ricardo Alarcón, asesor del presidente Raúl Castro y ex presidente del Parlamento cubano nos ha entregado esta perla: No he conocido a nadie más leal, honrado y modesto que Jaime Crombet.
Twitter: aguerraguerra
FUENTE: LA JORNADA OPINION
 
El CCH: tiempo de debate

Manuel Pérez Rocha
Los documentos elaborados para la reforma de los planes de estudio del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) de la UNAM revelan que en vez de pensar por cuenta propia, los autores han sido dominados por la retórica y las ideas que en materia educativa han impuesto los organismos internacionales. Saltan a la vista la fraseología hueca sobre la calidad de la educación y vicios lingüísticos inaceptables en un documento universitario oficial, que pretende ser la base del mejoramiento de la calidad educativa. Ejemplos que se repiten una y otra vez: con relación a, implementar, modalidades que se ofertan, al interior de, prioriza, retroalimentación, a nivel de, en base a. De la misma manera, sin la menor reflexión, se repiten lugares comunes como la sociedad del conocimiento, el mundo globalizado y, por supuesto, las competencias y la competitividad.
 
Evidentemente, si no se ha tenido cuidado con el lenguaje y la gramática, menos puede esperarse tal cuidado en los conceptos y las ideas. Los documentos en cuestión se sustentan en un enfoque de moda, puramente sociológico, que conduce a políticas meramente formales, con frecuencia infértiles (excepto por la mejora de algunas estadísticas), incapaz de incorporar al sujeto individual y supone relaciones causales simplistas a partir de las correlaciones entre dos variables de procesos en sí muy complejos.

Están ausentes del proyecto de reformas al plan de estudios del bachillerato del CCH una propuesta pedagógica y una indagatoria seria acerca de una cuestión fundamental: ¿para qué estudiar? La respuesta de los documentos se precipita también en lugares comunes y generalizaciones: acceder a mejores oportunidades sociales, responder a los desafíos y necesidades de la sociedad contemporánea y, al mismo tiempo, actuar para transformar su realidad. ¿Qué le dice esto a un jovencito de quince años, hoy? ¿Cómo esperar que aguante la tortura de escuchar a sus profesores durante treinta horas a la semana, apurados para cumplir el programa, en un salón atiborrado? Después de eso, ¿qué? ¿Se pondrá a estudiar? Cientos de miles se van a sus casas a ver la televisión o a la calle, y unos pocos afortunados a trabajar.

La primera ruptura con el proyecto original del bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades de la UNAM consistió en aumentar las clases de 17 horas a la semana a 29. El plan inicial partía del individuo: un joven estudiante que dedicaría a sus estudios cuarenta o cuarenta y dos horas a la semana (como lo hace un adulto en su trabajo), 17 de ellas a participar en el trabajo en grupo (clases), y otras 25 (una y media por cada hora de clase) a estudiar (que es la mejor manera de aprender); las otras 126 horas de la semana a dormir, transportarse, hacer deporte, divertirse, a comer y a rumiar sus aprendizajes. Así se buscaba hacer efectivo el propósito de aprender a aprender.

Por supuesto esto implicaba que la institución, además de aulas y profesores, proporcionaría a los estudiantes los apoyos necesarios para estudiar: bibliotecas, tutorías, materiales de estudio. Una medida que se dispuso para este proyecto fue dotar a cada plantel con una imprenta en la que se reproducían amplia y oportunamente las guías y textos necesarios; así, la propuesta era: todo mundo a leer, a escribir y a discutir. Este proyecto se eliminó: no se asignaron los recursos necesarios para las bibliotecas, los maestros quedaron agobiados con las horas de clase a grupos numerosos y las imprentas se enviaron a un lugar seguro. En la administración de Soberón, con afanes policiacos, también se cerraron las cafeterías en toda la UNAM por considerar que en ellas se organizaban las conspiraciones contra la autoridad. Inevitable recordar que, en esa misma época, Luis González y González decía que una buena biblioteca y una buena cafetería son los elementos esenciales de una buena universidad.
 
Urge incorporar en los proyectos de reforma educativa, en todos los niveles, al individuo, a la persona, con sus circunstancias y condicionamientos, con sus historias y sus variadísimos proyectos de vida, que no pueden sujetarse a las rigideces del sistema escolar convencional, el cual arroja a la vergonzante categoría de irregulares a quienes las rompen. Es indispensable añadir al enfoque sociológico el sustento filosófico y la teoría pedagógica.
 
Sin necesidad de un modelo educativo novedoso que les enseñe a aprender, generaciones enteras, fuera del sistema escolar, han aprendido y aprenden la cultura de su tiempo y aprenden a enriquecerla. La capacidad de aprender es universal y casi innata en el ser humano. En el sistema escolar es necesario aprender a aprender porque el propio sistema, con sus prácticas antieducativas, ha destruido esa capacidad, en vez de enriquecerla. El proyecto original del bachillerato del CCH, al reducir las horas clase, buscaba generar nuevas (y recuperar viejas) experiencias de aprendizaje y con ello el que los estudiantes aprendieran nuevamente a aprender.
 
Las autoridades de la UNAM tienen la responsabilidad de generar un amplio movimiento académico para discutir no solamente las reformas al bachillerato del CCH sino a toda la universidad, de esa manera podrán enterrar los lamentables acontecimientos de los meses recientes y atender los retos que enfrenta hoy la educación en nuestro país. La autonomía universitaria implica la exclusión de todo interés ajeno a la universidad en la organización y trabajo de la institución, y la construcción de un autogobierno eficaz; pero exige, además, “el desarrollo de un pensamiento autónomo y la capacidad de análisis y de juicio con base en referentes claros y debidamente fundamentados. De nada sirve que las instituciones tengan autonomía si las comunidades académicas no cuentan con la posibilidad de pensar de manera crítica, analítica, inteligente y autónoma…” (como acertadamente señala, por ejemplo, la Ley de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México).
FUENTE: LA JORNADA OPINION

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