La sucia lista del PAN
El Partido Acción Nacional sigue perfeccionando las trapacerías que en otros tiempos denunció. Ahora, en su proceso interno de selección de candidatos a senadores campearon las más añejas prácticas priistas, ya usuales en el panismo: uso de dinero público para comprar votos, acarreos, amenazas e inducción del sufragio. La lista resultante de aspirantes blanquiazules incluye, sobre todo, a militantes que tienen alguna cercanía con el presidente Felipe Calderón o con su hermana Cocoa.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Intimidaciones, amenazas, coacción, inducción y sobre todo compra masiva de votos con recursos gubernamentales, entre otras prácticas de fraude electoral, caracterizaron la elección de candidatos a senadores del Partido Acción Nacional (PAN) el domingo 19, dos semanas después de la contienda de los aspirantes presidenciales, marcada también por el desaseo.
Con base en demandas de impugnación presentadas ante la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) del PAN, entrevistas y pronunciamientos públicos de los panistas, puede afirmarse que en la jornada electoral no sólo se registraron prácticas antidemocráticas –incluyendo el voto de personas muertas–, sino conductas delincuenciales por el uso clientelar de programas sociales.
Oportunidades, el programa del gobierno federal de combate a la pobreza, fue el más utilizado por candidatos, dirigentes y militantes del PAN para la obtención del voto de los mexicanos más pobres, pero también entregaron leche Liconsa y estufas ecológicas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Según las denuncias de los panistas, las acciones de mapachería electoral –entre ellas el masivo reparto de despensas y el acarreo de electores aun sin ser militantes, como en Chihuahua– se presentaron en numerosos estados como Veracruz, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Tamaulipas, Oaxaca y Yucatán, donde funcionarios federales, estatales y municipales actuaron de manera facciosa.
Veracruz es un ejemplo claro del uso clientelar de los programas sociales para beneficio de un candidato y una facción del PAN: Fernando Yunes Márquez, quien ganó la mayoría de los votos para la senaduría, es hermano de Miguel Ángel, coordinador estatal de Oportunidades, programa federal usado para comprar votos.
De acuerdo con Alejandro Vázquez Cuevas, quien contendió para senador y quien ya solicitó a la CNE que anule la elección, los dos hijos del expriista Miguel Ángel Yunes, en complicidad con el delegado de la Sedesol, Abel Cuevas Melo, utilizaron clientelarmente los programas sociales, como lo acreditan numerosas pruebas documentales y videográficas.
“No es posible que usemos el recurso de los que más lo necesitan para un propósito electorero”, puntualiza Vázquez Cuevas, uno de los dos principales operadores electorales de Josefina Vázquez Mota en el país para la elección presidencial. “El PAN no puede seguir caminando hacia el abismo”.
Consciente de la gravedad de la acusación, sobre todo porque Cuevas Melo es amigo de Felipe Calderón, Vázquez Cuevas advierte sobre la aplicación de esta estrategia interna en la elección constitucional: “Es evidente que si lo hacen adentro lo van a hacer afuera. Sería estúpido no hacer esa consideración”.
Sabe que en la CNE hay quien dice que anular la elección de Veracruz sería reconocer el uso de programas sociales por el PAN –“que sería como hacerse el hara-kiri”–, pero cree que debe haber una “autocorrección, a pesar del costo político. De lo contrario acudirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
“El dinero del pueblo que ejerce el gobierno federal para disminuir la pobreza se está usando de manera interna en un proceso electoral y eso acaba con la razón de fondo de por qué nacimos los panistas.”
–Son delitos.
–Sí, el desvío de recursos es uno de los delitos más claros y está demostrado plenamente por la forma en que se votó, por cómo cuadra el padrón panista con el programa.
–Cuevas Melo es allegado de Calderón. ¿Cree que puede haber impunidad?
–Sí. Lamentablemente son esos riegos… Es cercano al presidente Calderón desde que fueron diputados federales. El tema de la impunidad, sin duda, está presente.
“Pero como yo actúo en conciencia (…) tengo que ir por lo que jurídicamente puedo probar y no detenerme por cuestiones de que, porque hay una relación cercana y personal, mejor cobardemente me callo y veo cómo me acomodo en una posición política. No.
“Si no somos autocríticos los panistas, el ciudadano sí. El ciudadano relevó al PRI del poder porque abusó de los recursos públicos, porque generó tanta pobreza para abusar de la misma, porque la Sedesol se convirtió en un instrumento electoral, y si eso hace Acción Nacional, entonces se convierte en el PRI, queramos o no. Nos convertimos en lo que combatimos.”
Chihuahua impune
Estas prácticas de mapachería electoral, que se han multiplicado desde que el PAN llegó al gobierno federal en 2000, han ofendido a la militancia, sobre todo porque no se sanciona a quienes las cometen.
Chihuahua es un ejemplo de esta impunidad: En la elección para candidatos a diputados federales plurinominales, en marzo de 2009, hubo prácticas fraudulentas, como el voto de muertos en Batopilas, donde nació Manuel Gómez Morín, y se identificó al entonces presidente local del PAN, Cruz Pérez Cuéllar, como uno de los responsables.
“Lo que pasó en Batopilas es un escupitajo a la cara de Gómez Morín”, dijo Javier Corral en aquella ocasión y aseguró que fue Calderón el que ordenó evitar que lograra la candidatura a diputado.
Tres años después, en la elección del domingo 19, Pérez Cuéllar fue el beneficiado, junto con Carlos Borruel Baquera, no sólo de un operativo de acarreo de miles de personas, sino de “una cadena de delitos, pues a la compra y coacción del voto, al condicionamiento a través de una despensa, se le sumó el abierto y descarado rebase de los topes de campaña”, como aseguró Corral.
El mismo agrega que “cada día sale más mugrero” y ya solicitó la nulidad de la elección ante la CNE, con base en un expediente de 189 fojas que documentan las prácticas clientelares y delincuenciales de Pérez Cuéllar y Borruel Baquera, que le ganaron en votos.
“La coalición que se armó entonces en mi contra, alentada desde Los Pinos, estuvo integrada por Carlos Borruel y Cruz Pérez Cuéllar, ahora precandidatos”, afirma. “Son exactamente los mismos, incluido en el mismísimo Batopilas: El ejecutor del fraude, el responsable material de los 59 votos falsos, es ahora el presidente del Comité Municipal del PAN, el profesor Chito Aguilar”.
Corral dice que cada día que pasa se sorprende de la que supone una “confabulación” más amplia de lo que mucha gente cree. “¿Por qué se atascaron así? ¿Tan burdos? ¿Por qué alguien les dijo: de nuevo con todo, a pararlo de nuevo? Pero dejaron suciedad por todos lados”.
Corral se hace preguntas que arrojan indicios de los responsables del fraude en el PAN de Chihuahua que, en 1986, fue baluarte de la defensa del voto. “¿Quién animó esto? ¿Quién financió los cientos de camiones y las miles de despensas de Borruel y de Pérez Cuéllar? ¿Las televisoras? ¿Peña? No tengo elementos aún, pero nadie me quita de la cabeza esa posibilidad, porque la base de apoyo tanto de Borruel como de Cruz fueron seccionales priistas”.
Las mismas preguntas formula, y no tiene respuesta, sobre la identidad de quienes garantizaron impunidad a los autores del fraude de 2009: “¿Quién protegió a los responsables de Batopilas que hasta ahora no hay un sólo sancionado?”.
En Guanajuato, el estado emblema del panismo, ocurre algo análogo: En 2000 se impuso mediante métodos clientelares y fraudulentos a Juan Carlos Romero Hicks como candidato a gobernador; el presidente local del PAN era Juan Manuel Oliva.
Actualmente Oliva es gobernador y con su apoyo Romero Hicks resultó electo candidato a senador el domingo 19; el derrotado fue el diputado federal Javier Usabiaga, secretario de Agricultura de Vicente Fox, confrontado con Calderón.
“Hemos convertido el voto en una mercancía”, acusó Usabiaga tras denunciar el uso clientelar de la estructura del gobierno de Guanajuato para derrotarlo, como ocurrió también con José Ángel Córdova Villalobos, precandidato a gobernador, en la elección del domingo 5.
Exsecretario de Salud de Calderón, Córdova fue vencido por Miguel Márquez Márquez: “Lo he manifestado desde la elección anterior, ahora se corrobora la elección de Estado, donde hay participación de todas las autoridades”.
Otra alta funcionaria de la Secretaría de Salud con Córdova Villalobos, la subsecretaria Maki Ortiz, fue derrotada como candidata a senadora de Tamaulipas por Francisco Javier García Cabeza de Vaca, debido presuntamente al uso de programas sociales federales.
Desde el miércoles 15 Ortiz declaró públicamente que presentó ante el CEN del PAN evidencias de que personal de Oportunidades visitaba a militantes panistas para presionarlos a sufragar en favor de García Cabeza de Vaca, porque de lo contrario se les retiraría el apoyo federal.
Y luego de la elección del domingo 19 su equipo de campaña denunció que durante la jornada se registraron irregularidades, como la coacción del voto a favor García Cabeza de Vaca. En Reynosa, Aldama, Mante y San Fernando, dijeron, los militantes aceptaron votar a favor del exdiputado local porque les prometieron incorporarlos a Oportunidades.
El área jurídica de Ortiz anunció también que documenta y sustenta las denuncias que presentará ante la CNE del PAN para anular el proceso.
Los mapaches de “Cocoa”
Precisamente Maki Ortiz había sido considerada por el CEN del PAN, junto con María Elena Álvarez de Vicencio, como su propuesta de senadora plurinominal, pero Luisa María Calderón, quien fue derrotada en la elección de gobernador de Michoacán, fue la beneficiaria.
Por esa razón en Michoacán no se realizó elección de aspirante a senador, aunque sí de candidatos a diputados federales plurinominales, en cuyo proceso y jornada electoral se registraron prácticas fraudulentas por parte del grupo de los Calderón, según la impugnación de Epigmenio Jiménez Rojas para la nulidad de la elección.
El diputado local aseguró que entre las “múltiples irregularidades” se encuentran el uso de programas de la Sedesol para comprar votos, como la entrega de estufas ecológicas, leche Liconsa y despensas. Afirmó que además del robo de una urna en Ario de Rosales, en Lázaro Cárdenas votaron hasta muertos o panistas que residen en Estados Unidos.
Jiménez Rojas condenó a los panistas que pretenden “ganar las candidaturas a billetazos y no sólo eso, ofreciendo despensas, apoyos de cocinas ecológicas y de programas, aprovechándose de la necesidad de otros miembros del partido”, en referencia a un audio en el que se escucha que Cocoa Calderón instruye a su equipo a contrarrestar con “billetazo” al senador Marko Cortés, su adversario en la contienda interna.
En ese audio, filtrado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y por el cual ella anunció que presentará una denuncia por espionaje, se escucha la voz de Antonio Plaza, delegado de la Sedesol en Michoacán y operador electoral, junto con el delegado de la Sagarpa, Esteban Cruzaley.
Apenas el miércoles 22 unos 100 panistas tomaron las instalaciones del PAN michoacano para exigir que se les cumpla la promesa de recursos de la Sagarpa que funcionarios de esa dependencia ofrecieron por apoyar a Cocoa Calderón en la elección interna, hace un año, y a Cordero.
En Oaxaca el exgobernador priista Diódoro Carrasco se impuso al exdelegado de la Sedesol, Humberto Aldaz, presuntamente mediante prácticas clientelares, como la compra de votos –tasados entre 200 y 300 pesos– así como a cambio de cemento, láminas y despensas.
El equipo de campaña de Aldaz aseguró también que en San Felipe Usila los militantes panistas fueron obligados a votar por Carrasco, con la complicidad de los funcionarios electorales. En la Costa, además de la compra de voto se ofrecía trabajo en dependencias federales.
En Jalisco además de elegirse candidatos a senadores, se definieron aspirantes a diputados federales, locales y a alcaldes, y la parcialidad del gobernador Emilio González Márquez fue manifiesta en Lagos de Moreno, su municipio natal.
A tres días de la elección, el miércoles 15, el gobernador presidió la reunión del Comité de Festejos del 450 aniversario de la fundación de Lagos, cuya mesa fue coordinada por José Guadalupe Atilano Magdalena, quien había renunciado a un cargo en la burocracia estatal en diciembre para ser candidato del PAN a presidente municipal.
No sólo eso: González Márquez anunció más de 100 millones de pesos en obras para ese festejo y, más tarde, visitó a la familia del candidato, hijo de su compadre Víctor Atilano, quien lo inició en el Partido Demócrata Mexicano.
El domingo 19, tras el acarreo de militantes, ganó Atilano en medio de acusaciones de reparto de despensas, entrega de dinero en efectivo en la zona rural del municipio, llamadas telefónicas intimidatorias y promesas de empleo.
Sin embargo para el presidente de la CNE, el poblano José Espina, la jornada del domingo 19 “se desarrolló con mucha tranquilidad y con una importante afluencia de electores…”
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Intimidaciones, amenazas, coacción, inducción y sobre todo compra masiva de votos con recursos gubernamentales, entre otras prácticas de fraude electoral, caracterizaron la elección de candidatos a senadores del Partido Acción Nacional (PAN) el domingo 19, dos semanas después de la contienda de los aspirantes presidenciales, marcada también por el desaseo.
Con base en demandas de impugnación presentadas ante la Comisión Nacional de Elecciones (CNE) del PAN, entrevistas y pronunciamientos públicos de los panistas, puede afirmarse que en la jornada electoral no sólo se registraron prácticas antidemocráticas –incluyendo el voto de personas muertas–, sino conductas delincuenciales por el uso clientelar de programas sociales.
Oportunidades, el programa del gobierno federal de combate a la pobreza, fue el más utilizado por candidatos, dirigentes y militantes del PAN para la obtención del voto de los mexicanos más pobres, pero también entregaron leche Liconsa y estufas ecológicas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Según las denuncias de los panistas, las acciones de mapachería electoral –entre ellas el masivo reparto de despensas y el acarreo de electores aun sin ser militantes, como en Chihuahua– se presentaron en numerosos estados como Veracruz, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Tamaulipas, Oaxaca y Yucatán, donde funcionarios federales, estatales y municipales actuaron de manera facciosa.
Veracruz es un ejemplo claro del uso clientelar de los programas sociales para beneficio de un candidato y una facción del PAN: Fernando Yunes Márquez, quien ganó la mayoría de los votos para la senaduría, es hermano de Miguel Ángel, coordinador estatal de Oportunidades, programa federal usado para comprar votos.
De acuerdo con Alejandro Vázquez Cuevas, quien contendió para senador y quien ya solicitó a la CNE que anule la elección, los dos hijos del expriista Miguel Ángel Yunes, en complicidad con el delegado de la Sedesol, Abel Cuevas Melo, utilizaron clientelarmente los programas sociales, como lo acreditan numerosas pruebas documentales y videográficas.
“No es posible que usemos el recurso de los que más lo necesitan para un propósito electorero”, puntualiza Vázquez Cuevas, uno de los dos principales operadores electorales de Josefina Vázquez Mota en el país para la elección presidencial. “El PAN no puede seguir caminando hacia el abismo”.
Consciente de la gravedad de la acusación, sobre todo porque Cuevas Melo es amigo de Felipe Calderón, Vázquez Cuevas advierte sobre la aplicación de esta estrategia interna en la elección constitucional: “Es evidente que si lo hacen adentro lo van a hacer afuera. Sería estúpido no hacer esa consideración”.
Sabe que en la CNE hay quien dice que anular la elección de Veracruz sería reconocer el uso de programas sociales por el PAN –“que sería como hacerse el hara-kiri”–, pero cree que debe haber una “autocorrección, a pesar del costo político. De lo contrario acudirá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
“El dinero del pueblo que ejerce el gobierno federal para disminuir la pobreza se está usando de manera interna en un proceso electoral y eso acaba con la razón de fondo de por qué nacimos los panistas.”
–Son delitos.
–Sí, el desvío de recursos es uno de los delitos más claros y está demostrado plenamente por la forma en que se votó, por cómo cuadra el padrón panista con el programa.
–Cuevas Melo es allegado de Calderón. ¿Cree que puede haber impunidad?
–Sí. Lamentablemente son esos riegos… Es cercano al presidente Calderón desde que fueron diputados federales. El tema de la impunidad, sin duda, está presente.
“Pero como yo actúo en conciencia (…) tengo que ir por lo que jurídicamente puedo probar y no detenerme por cuestiones de que, porque hay una relación cercana y personal, mejor cobardemente me callo y veo cómo me acomodo en una posición política. No.
“Si no somos autocríticos los panistas, el ciudadano sí. El ciudadano relevó al PRI del poder porque abusó de los recursos públicos, porque generó tanta pobreza para abusar de la misma, porque la Sedesol se convirtió en un instrumento electoral, y si eso hace Acción Nacional, entonces se convierte en el PRI, queramos o no. Nos convertimos en lo que combatimos.”
Chihuahua impune
Estas prácticas de mapachería electoral, que se han multiplicado desde que el PAN llegó al gobierno federal en 2000, han ofendido a la militancia, sobre todo porque no se sanciona a quienes las cometen.
Chihuahua es un ejemplo de esta impunidad: En la elección para candidatos a diputados federales plurinominales, en marzo de 2009, hubo prácticas fraudulentas, como el voto de muertos en Batopilas, donde nació Manuel Gómez Morín, y se identificó al entonces presidente local del PAN, Cruz Pérez Cuéllar, como uno de los responsables.
“Lo que pasó en Batopilas es un escupitajo a la cara de Gómez Morín”, dijo Javier Corral en aquella ocasión y aseguró que fue Calderón el que ordenó evitar que lograra la candidatura a diputado.
Tres años después, en la elección del domingo 19, Pérez Cuéllar fue el beneficiado, junto con Carlos Borruel Baquera, no sólo de un operativo de acarreo de miles de personas, sino de “una cadena de delitos, pues a la compra y coacción del voto, al condicionamiento a través de una despensa, se le sumó el abierto y descarado rebase de los topes de campaña”, como aseguró Corral.
El mismo agrega que “cada día sale más mugrero” y ya solicitó la nulidad de la elección ante la CNE, con base en un expediente de 189 fojas que documentan las prácticas clientelares y delincuenciales de Pérez Cuéllar y Borruel Baquera, que le ganaron en votos.
“La coalición que se armó entonces en mi contra, alentada desde Los Pinos, estuvo integrada por Carlos Borruel y Cruz Pérez Cuéllar, ahora precandidatos”, afirma. “Son exactamente los mismos, incluido en el mismísimo Batopilas: El ejecutor del fraude, el responsable material de los 59 votos falsos, es ahora el presidente del Comité Municipal del PAN, el profesor Chito Aguilar”.
Corral dice que cada día que pasa se sorprende de la que supone una “confabulación” más amplia de lo que mucha gente cree. “¿Por qué se atascaron así? ¿Tan burdos? ¿Por qué alguien les dijo: de nuevo con todo, a pararlo de nuevo? Pero dejaron suciedad por todos lados”.
Corral se hace preguntas que arrojan indicios de los responsables del fraude en el PAN de Chihuahua que, en 1986, fue baluarte de la defensa del voto. “¿Quién animó esto? ¿Quién financió los cientos de camiones y las miles de despensas de Borruel y de Pérez Cuéllar? ¿Las televisoras? ¿Peña? No tengo elementos aún, pero nadie me quita de la cabeza esa posibilidad, porque la base de apoyo tanto de Borruel como de Cruz fueron seccionales priistas”.
Las mismas preguntas formula, y no tiene respuesta, sobre la identidad de quienes garantizaron impunidad a los autores del fraude de 2009: “¿Quién protegió a los responsables de Batopilas que hasta ahora no hay un sólo sancionado?”.
En Guanajuato, el estado emblema del panismo, ocurre algo análogo: En 2000 se impuso mediante métodos clientelares y fraudulentos a Juan Carlos Romero Hicks como candidato a gobernador; el presidente local del PAN era Juan Manuel Oliva.
Actualmente Oliva es gobernador y con su apoyo Romero Hicks resultó electo candidato a senador el domingo 19; el derrotado fue el diputado federal Javier Usabiaga, secretario de Agricultura de Vicente Fox, confrontado con Calderón.
“Hemos convertido el voto en una mercancía”, acusó Usabiaga tras denunciar el uso clientelar de la estructura del gobierno de Guanajuato para derrotarlo, como ocurrió también con José Ángel Córdova Villalobos, precandidato a gobernador, en la elección del domingo 5.
Exsecretario de Salud de Calderón, Córdova fue vencido por Miguel Márquez Márquez: “Lo he manifestado desde la elección anterior, ahora se corrobora la elección de Estado, donde hay participación de todas las autoridades”.
Otra alta funcionaria de la Secretaría de Salud con Córdova Villalobos, la subsecretaria Maki Ortiz, fue derrotada como candidata a senadora de Tamaulipas por Francisco Javier García Cabeza de Vaca, debido presuntamente al uso de programas sociales federales.
Desde el miércoles 15 Ortiz declaró públicamente que presentó ante el CEN del PAN evidencias de que personal de Oportunidades visitaba a militantes panistas para presionarlos a sufragar en favor de García Cabeza de Vaca, porque de lo contrario se les retiraría el apoyo federal.
Y luego de la elección del domingo 19 su equipo de campaña denunció que durante la jornada se registraron irregularidades, como la coacción del voto a favor García Cabeza de Vaca. En Reynosa, Aldama, Mante y San Fernando, dijeron, los militantes aceptaron votar a favor del exdiputado local porque les prometieron incorporarlos a Oportunidades.
El área jurídica de Ortiz anunció también que documenta y sustenta las denuncias que presentará ante la CNE del PAN para anular el proceso.
Los mapaches de “Cocoa”
Precisamente Maki Ortiz había sido considerada por el CEN del PAN, junto con María Elena Álvarez de Vicencio, como su propuesta de senadora plurinominal, pero Luisa María Calderón, quien fue derrotada en la elección de gobernador de Michoacán, fue la beneficiaria.
Por esa razón en Michoacán no se realizó elección de aspirante a senador, aunque sí de candidatos a diputados federales plurinominales, en cuyo proceso y jornada electoral se registraron prácticas fraudulentas por parte del grupo de los Calderón, según la impugnación de Epigmenio Jiménez Rojas para la nulidad de la elección.
El diputado local aseguró que entre las “múltiples irregularidades” se encuentran el uso de programas de la Sedesol para comprar votos, como la entrega de estufas ecológicas, leche Liconsa y despensas. Afirmó que además del robo de una urna en Ario de Rosales, en Lázaro Cárdenas votaron hasta muertos o panistas que residen en Estados Unidos.
Jiménez Rojas condenó a los panistas que pretenden “ganar las candidaturas a billetazos y no sólo eso, ofreciendo despensas, apoyos de cocinas ecológicas y de programas, aprovechándose de la necesidad de otros miembros del partido”, en referencia a un audio en el que se escucha que Cocoa Calderón instruye a su equipo a contrarrestar con “billetazo” al senador Marko Cortés, su adversario en la contienda interna.
En ese audio, filtrado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y por el cual ella anunció que presentará una denuncia por espionaje, se escucha la voz de Antonio Plaza, delegado de la Sedesol en Michoacán y operador electoral, junto con el delegado de la Sagarpa, Esteban Cruzaley.
Apenas el miércoles 22 unos 100 panistas tomaron las instalaciones del PAN michoacano para exigir que se les cumpla la promesa de recursos de la Sagarpa que funcionarios de esa dependencia ofrecieron por apoyar a Cocoa Calderón en la elección interna, hace un año, y a Cordero.
En Oaxaca el exgobernador priista Diódoro Carrasco se impuso al exdelegado de la Sedesol, Humberto Aldaz, presuntamente mediante prácticas clientelares, como la compra de votos –tasados entre 200 y 300 pesos– así como a cambio de cemento, láminas y despensas.
El equipo de campaña de Aldaz aseguró también que en San Felipe Usila los militantes panistas fueron obligados a votar por Carrasco, con la complicidad de los funcionarios electorales. En la Costa, además de la compra de voto se ofrecía trabajo en dependencias federales.
En Jalisco además de elegirse candidatos a senadores, se definieron aspirantes a diputados federales, locales y a alcaldes, y la parcialidad del gobernador Emilio González Márquez fue manifiesta en Lagos de Moreno, su municipio natal.
A tres días de la elección, el miércoles 15, el gobernador presidió la reunión del Comité de Festejos del 450 aniversario de la fundación de Lagos, cuya mesa fue coordinada por José Guadalupe Atilano Magdalena, quien había renunciado a un cargo en la burocracia estatal en diciembre para ser candidato del PAN a presidente municipal.
No sólo eso: González Márquez anunció más de 100 millones de pesos en obras para ese festejo y, más tarde, visitó a la familia del candidato, hijo de su compadre Víctor Atilano, quien lo inició en el Partido Demócrata Mexicano.
El domingo 19, tras el acarreo de militantes, ganó Atilano en medio de acusaciones de reparto de despensas, entrega de dinero en efectivo en la zona rural del municipio, llamadas telefónicas intimidatorias y promesas de empleo.
Sin embargo para el presidente de la CNE, el poblano José Espina, la jornada del domingo 19 “se desarrolló con mucha tranquilidad y con una importante afluencia de electores…”
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