Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 23 de febrero de 2012

Transición española- Astillero- Botín en disputa- Grecia/Europa: ¿incendio en etapas?

Astillero
Botín en disputa
Fox, el rebelde
Premio a Cocoa y Cordero
EU: metido con popote
Julio Hernández López
Foto
REUNIÓN ENTRE PANISTAS. La precandidata panista a la Presidencia de la República, Josefina Vázquez Mota, ante la tregua electoral, se reunió este miércoles con senadores de ese partido en el Club de Industriales de Polanco. La flanquean Juan Bueno Torio (izquierda) y el coordinador de la bancada del PAN, José González MorfínFoto Francisco Olvera
      A Chente no le cuadra ahora la frasecita aquella que proponía no cambiar de jinete a mitad del río. Dice, con la guillotina de la PGR sobre su imperio guanajuatense sugestivamente enriquecido durante el sexenio con botas, que si a él le prometen electoralmente que las cosas van a seguir igual él no quiere “otros sesenta o setenta mil muertos (…) eso no puede seguir así, hay que resolverlo”. Fox persiste en oponerse a su hechura indeseada de seis años atrás, se opone a las marranadas de la ley electoral y el largo silencio previo a las campañas presidenciales, y se manifiesta molesto porque no habrá voces de los candidatos sino un mes y medio más escuchando los mismos temas del gobierno, repetitivos, de que la violencia tiene que seguir, de que el siguiente tiene que aceptar esto o no va a poder gobernar o no va a ser gobernante.
Ya nomás falta que el esposo de la señora Marta acabe declarando a Felipe Calderón un peligro para México y comience a usar peluquín con copetito tardío. Corresponsable en alto grado de la imposición del candidato que siempre le produjo menosprecio, Fox (y su escudero devaluado, Manuel Espino) grita y critica con la esperanza de que el muy cerrado calderonismo le conceda algunas cuotas de poder, amenazando con el petate del chaquetazo que le llevaría a apoyar a Peña Nieto si no le comparten algo del botín blanco y azul.
Pero las piezas del reparto en altamar corresponden a los conjurados: tripulación pirata que por méritos en campaña considera legítima la apropiación de la riqueza habida. Cocoa va como casi segura senadora porque así lo ha decidido el dedo fraterno, encajando a la ex candidata a gobernadora en los espacios de privilegio de que el comité nacional panista dispone. Por unanimidad y con aplausos es designada la hermana de Felipe en ese dócil comité, para dar seguimiento a la ya larga historia familiar de abordaje de las naves legislativas sólo mediante la cómoda vía del arreglo cupular y no de la batalla directa. Búsqueda de fuero para la hermana de los billetazos, bajo fuego priísta. Una variante que sugiere algo así como un moreirismo panista: un hermano impone a otro.
En otra decisión proveniente de Los Pinos se ha habilitado al diluido Ernesto Cordero para que encabece la lista nacional de aspirantes panistas al Senado. Discutible premio de consolación: si tanta hubiera sido la fuerza del ex secretario de Hacienda otra estaría siendo la boleta de canje en el Casino Real y no una candidatura decorosamente colocada en el escaparate pero que a fin de cuentas le reubicará en el nada pomposo segmento del montón, a donde llegará en diciembre próximo sin garantía de ser coordinador de la bancada panista, acaso como aquel todopoderoso de la corte de Los Pinos con Vicente Fox, el sicólogo Ramón Muñoz, que también fue sentado en un escaño y sanseacabó.
La tercia de nombramientos hechos por Los Pinos, a través del comité que teóricamente preside Gustavo Madero, se completó con el enfermo ex secretario de Educación, Alonso Lujambio, quien ha recibido tratamiento médico en el extranjero por instrucción gubernamental. Vale advertir que la tercia de probables senadores está formada por políticos que fracasaron: Cordero ante Vázquez Mota, Cocoa ante Fausto Vallejo y Lujambio ante Elba Esther Gordillo.
En otra pista del carnaval político, un boxeador es multado por haber llevado el emblema del PRI en su calzoncillo de combate en el extranjero. Casi 30 mil pesos de multa a Juan Manuel Márquez, más 350 mil al partido de tres colores por no haberse deslindado a tiempo de una decisión que los propios verdugos de ahora consideraron semanas atrás que no merecía castigo, y 686 mil pesos a Tv Azteca por difundir una pelea que se celebraba fuera del país y sin que nadie en México pudiera impedir o proponer cambios escenográficos y mucho menos la composición visual del pantalón corto del pugilista, que dijo haber incluido el emblema del Revolucionario Institucional porque le dio su libérrima gana. El IFE castigador de ayer había dejado sin sanción los mismos hechos, pero el tribunal electoral federal ordenó que el instituto se dejara de blandenguerías y montara algo más parecido a un patíbulo, aunque a fin de cuentas sigue quedando la impresión de un espectáculo de tortazos lanzados con mucha solemnidad.
Astillas
Estados Unidos está más que metido en la elección mexicana, apoyando a la misma facción entreguista que en 2006 se hizo del poder y que ha ido pagando en generosos abonos aquel respaldo en momentos difíciles (el pago más reciente se ha firmado con un popote). Desde luego, la diplomacia intervencionista juega a dos cartas y también respalda la opción de tres colores que a fin de cuentas, con Salinas de Gortari como acreditado aval, significaría más de lo mismo. Y, como seis años atrás, el candidato inaceptable es López Obrador, con todo y sus fintas amorosas. Ayer, un vocero del Departamento de Estado, William Ostick, elogió la gran evolución política y el cambio profundo vividos con el panismo, y sentenció (gulp) que los intereses y valores de Estados Unidos son los mismos que en México, es decir (doble gulp), una elección libre y justa decidida por el pueblo mexicano. Agregó el distinguido funcionario gringo que su gobierno espera continuar trabajando estrechamente con el gobierno mexicano, liderado por el partido político que escojan los mexicanos. A buen entendedor, pocos traductores… Isabel Miranda de Wallace va perdiéndose entre las nubosidades del partido que la postuló y la ha dejado sola. Beatriz Paredes se mantiene en un sólido segundo lugar y, al menos hasta ahora, la maquinaria perredista capitalina mantiene al ex procurador Mancera en la delantera… Y, mientras el Seguro Social ha entregado alrededor de 750 mil pesos a los padres de cada uno de los 47 niños que respiraron gases tóxicos durante el incendio de la guardería ABC que dejó 49 infantes muertos, ¡hasta mañana, con García Luna diciendo que las fugas carcelarias son por corrupción y no por sobrepoblación!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Transición española
Miguel Marín Bosch
     España está en apuros. Los avances socioeconómicos de las últimas décadas están en peligro. En pocos años tras la muerte de Franco, España transitó a la democracia, ingresó a la OTAN y, con la ayuda de la Unión Europea, se convirtió en un país europeo. Hoy ya no lo es, a menos que el paradigma europeo sea Grecia.
Quienes visitan con cierta frecuencia España han detectado un malestar social sobre todo entre los jóvenes cuyo futuro profesional está en duda. Entre los que fueron testigos de la euforia de que ahora sí la hicimos no deja de colarse un sentimiento de Schadenfreude o, como dice la canción, me alegro que ahora sufras. ¿Qué les pasó a estos creyentes en el milagro español?
La actual crisis económica y financiera aún no ha tocado fondo. La tasa de desempleo sigue aumentando y las medidas de austeridad del nuevo gobierno encabezado por el Partido Popular no tienen nada de populares. El paro, como le dicen en España, afecta a uno de cuatro de la población económicamente activa. Es un nivel semejante al de Estados Unidos en 1933, el peor momento de la Gran Depresión.
Pero las tristes cuentas del erario no son nada comparadas con las cuentas pendientes del franquismo. Muchos de esos creyentes en el milagro económico son los mismos que pensaron que se podría pasar del franquismo a la democracia a base de una fuerte dosis de amnesia. En el olvido estuvo el pecado. La Ley de Amnistía de 1977 fue pactada entre los herederos de Franco que estaban en el poder y los opositores del régimen que aspiraban a compartir ese mismo poder. Fue un acuerdo entre las elites políticas. Jamás se consultó a la población.
Los españoles son los primeros en rehusarse a olvidar y la secuela de historias de horror del franquismo han sido descubiertas por ellos mismos: los recién nacidos robados a sus madres biológicas para ser entregados a parejas simpatizantes del régimen, fosas comunes, desapariciones forzadas y asesinatos que han permanecido en el anonimato. Observadores extranjeros también han incursionado en la historia turbia del franquismo. El periodista británico Giles Tremlett los ha descrito como los fantasmas de España y la BBC ha abordado el tema en varios programas. Y en Argentina el abogado Carlos Slepoy busca enjuiciar a los responsables de lo que él describe como el genocidio de Franco.
Entre tanto, en España se enjuicia al juez Baltasar Garzón con el fin de silenciarlo. Su pecado ha sido apoyar los esfuerzos de aquellos familiares de las víctimas del franquismo. Se pretende utilizar al Poder Judicial para neutralizar a una persona que incomoda a algunos políticos.
La transición española –y hay españoles que suelen escribirla con mayúscula, olvidándose de que hubo otras transiciones, incluyendo las Cortes de Cádiz, cuyo bicentenario se conmemora este año– es un caso de un esfuerzo truncado. Cuando se transita de un régimen autoritario y represivo hacia otro, más acorde con los objetivos de una democracia representativa, es menester cuidar las formas. No se puede arrastrar ni mucho menos permitir la vigencia de un pasado que estás tratando de dejar atrás. Y España no ha sabido transitar sin romper.
Las izquierdas, y en primer lugar el Partido Comunista, decidieron pactar una especie de olvido o, cuando menos, silencio, con los capitanes de la transición (léase Adolfo Suárez) acerca del pasado a cambio de ser invitados a la mesa de la transición. De ahí una serie de aberraciones. He aquí algunos ejemplos.
La transición permitió la supervivencia del franquismo disimulado o reciclado pero no aceptó críticas al mismo. Ahí está el caso del recién desaparecido Manuel Fraga. ¿Cómo es posible que sucesivos gobiernos democráticos hayan promovido la carrera de Juan Antonio Samaranch, otro paladín del franquismo? Muchos franquistas se apresuraron a cambiar de camisa, maquillando sus currículos y ostentándose como demócratas.
Hasta finales del siglo pasado aún circulaban monedas con la efigie de Franco bajo el lema Caudillo de España por la Gracia de Dios. Ello explica que entre muchos jóvenes de bachillerato hoy se piense que Franco fue un presidente de gobierno como Felipe González o José María Aznar.
Pero hay cosas de la Guerra Civil y del régimen de Franco que no es posible ignorar. De ahí la importancia de lo que se ha hecho en otros países que también transitaron hacia regímenes democráticos. Piensen en la comisión de la verdad sudafricana o los juicios en Argentina.
Con o sin Ley de Amnistía hay capítulos del pasado franquista que merecen conocerse. De ahí la importancia de los esfuerzos de muchas organizaciones e individuos, incluyendo a Baltasar Garzón, por aclarar lo que pasó. Y lo que pasó habrá de saberse.
Hoy es el trigésimo primer aniversario del golpe del teniente coronel Tejero. Fue un intento por descarrilar el proceso de transición que puso en evidencia, entre otras cosas, la actitud titubeante, por no decir equívoca, del rey Juan Carlos I hacia la transición. Ello no debió sorprender a nadie, ya que quizás pueda incluirse al monarca en la lista de niños robados, aunque ya era mayorcito cuando dejó a sus padres para irse con Franco. Poco después hubo una campaña para presentarlo como el salvador de la democracia.
Desde luego que si uno revisa los libros sobre la Guerra Civil encontrará frases como hubo excesos de ambos lados. Sin duda que los hubo. No se trata de esconder lo que ocurrió en el lado republicano. Sencillamente se trata de conocer más sobre lo que ocurrió en España entre 1936 y 1977.
Hace un par de semanas murió el último veterano de la Primera Guerra Mundial. Con ello se cierra un ciclo que nos recuerda que el tiempo acaba con todo. Sin embargo, una sociedad que se respete no puede ni debe dejar que el tiempo le resuelva sus problemas.

Grecia/Europa: ¿incendio en etapas?
John Saxe-Fernández
 
     El programa de ajuste estructural (PAE) impuesto a Grecia por el FMI y el BCE, con torpe endoso alemán, es una agresión políticamente insostenible a su pueblo, su patrimonio nacional y su soberanía, con profundas repercusiones que trascienden el ámbito nacional y regional. Le sigue algo más que el contagio hacia España, Portugal, Italia y Francia: el alto capital mundializa así la brutal guerra de clase que desató sobre América Latina desde los años 1980.
Fue Joseph Stiglitz, en calidad de ex economista en jefe del Banco Mundial (BM), quien reveló en 2001, en una memorable entrevista con Gregg Palast, aspectos cruciales de la ofensiva. Lo central de su interlocución con ese agudo periodista/analista merece especial atención cuando se somete a la población griega a un orden colonial con un recetario de saqueo, pro-cíclico y de alta explosividad social.
Stiglitz indica que los PAE del FMI-BM y sus country managers (que fungen como presidentes, secretarios de Estado, ministros o regentes) constan de cuatro etapas. Se empieza con la privatización de los bienes nacionales, facilitada por la corrupción a gran escala.
La venta de empresas públicas a precio vil (electricidad, petróleo, ferrocarriles etcétera) se agiliza con empréstitos que contemplan comisiones depositadas en cuentas bancarias que se pueden revisar en enero de cada año, bajo la discreción que ofrece Davos. Stiglitz dijo a Palast: podías ver cómo sus ojos se dilataban ante la posibilidad de las comisiones por rebajar unos cuantos miles de millones de dólares del precio de venta. Y el gobierno de EU lo sabía. Fue así como, bajo los PAE, en México nos quedamos sin banca, ferrocarriles y la entrega del petróleo, la electricidad, el frijol, el maíz, y la organización territorial, está en curso.
Sigue la liberalización del mercado de capitales, para que los especuladores hagan lo suyo bajo el libre mercado con tranquilidad, porque siempre está papi-Estado listo con algún rescate. Es el ciclo del capital caliente, cuando la inversión entra y sale con fluidez, pero a la menor provocación los nerviosos especuladores sacan todo a la velocidad de la luz y, como dice Stiglitz, en pocos días se agotan las reservas nacionales. Y cuando esto ocurre, para seducir a los especuladores para que le devuelvan a una nación sus propios fondos de capital, el FMI demanda que se eleven las tasas de interés a 30, 50 y 80 por ciento. El resultado (es) predecible: las altas tasas de interés destruyen el valor de la propiedad, desmantelan la producción industrial y agotan la reserva nacional.
En este punto el FMI arrastra a la nación asfixiada a la tercera etapa: alinear los precios según las fuerzas del mercado. Traducción: precipitar la guerra de clase aumentando los precios de alimentos, gasolinas etcétera, en medio de la flexibilización de salarios, contratos colectivos, pensiones. Esto conduce, paso a paso, al estadio tres-y-medio que Stiglitz llama la etapa de los estallidos sociales del FMI: cuando ya la nación está de rodillas, el FMI aprieta y aprieta más hasta sacar la última gota de sangre. Aumentan la presión hasta que todo explota.
Así ocurrió en Venezuela, Brasil, Argentina, Indonesia, sin olvidar las huelgas bolivianas por los precios del agua (en 2000) o en febrero de 2001, las huelgas en Ecuador por el aumento, en los precios del gas para cocinar, impuesto por el BM.
Los estallidos estaban fríamente calculados. Palast, por su parte, lo comprobó ya que Newsnight consiguió documentos del BM como la Interim Country Assistance Strategy for Ecuador, 2000, donde se esperaba que los PAE generarían malestar social. El documento secreto, dice Palast, anota que el plan para dolarizar Ecuador lanzó a 51 por ciento de la población por debajo de la línea de pobreza. Agrega que las protestas pacíficas fueron dispersadas a punta de bala, tanques y gases lacrimógenos causando nuevas fugas de capital y bancarrota oficial. “Este incendio económico tiene su lado brillante –para extranjeros–, ya que pueden comprar activos públicos a precios de ganga... los grandes ganadores serían los bancos occidentales y el (Departamento del) Tesoro de Estados Unidos.”
Se llega así a la cuarta etapa: el libre comercio pero bajo las reglas de la OMC y el BM. Se derrumban barreras arancelarias al tiempo que colocan barricadas para proteger sus propios mercados de la agricultura del Tercer Mundo.
Coda: en tiempos de los ocupa, a nadie escapa que a los aprendices de brujo del FMI-BM-BID y sus country managers esas recetas les estallaron en la cara. Así ocurrió en Venezuela, Brasil, Ecuador, Argentina y Bolivia, cuando sus pueblos decidieron ser naciones y no colonias.

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