Pretende además detectar el origen de los monederos electrónicos y quiénes los distribuyeron
Unidad de Fiscalización buscará vínculos del tricolor con las tarjetas de Monex
Detecta empresa diferente a la que dijo el PRI haber utilizado para pagar a su estructura partidista
Alonso Urrutia y Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
Miércoles 25 de julio de 2012, p. 7
Miércoles 25 de julio de 2012, p. 7
El informe que la Unidad de Fiscalización rendirá mañana al Consejo General del Instituto Federal Electoral, relacionado con las quejas del PAN y el Movimiento Progresista sobre el presunto uso ilegal de monederos de Monex para financiar al PRI, destaca que entre sus líneas de investigación pretende detectar el origen de las tarjetas presentadas y el monto total del fondeo presuntamente ilegal.
Además busca identificar quiénes fueron los distribuidores de las tarjetas y los posibles vínculos con el tricolor y su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto.Por otro lado, fuera del informe, se supo que contrariamente a lo que ha mencionado el PRI acerca de que utilizó a la empresa Alkino SA de CV para el pago de su estructura partidista, como parte de su gasto ordinario, en las primeras indagatorias de la Unidad de Fiscalización ésta detectó otra empresa distinta –que no fue identificada– a la que confiesa el tricolor haber utilizado y, por tanto, se asocia a otros montos, derivados de la denuncia que en su momento promovió el PAN sobre el uso de los monederos Monex.
En el documento que se presentará a petición de los dirigentes nacionales del PAN, Gustavo Madero, y del PRD, Jesús Zambrano, la Unidad de Fiscalización señala que parte de la ruta de sus pesquisas involucra el
uso y vinculación (de las tarjetas) con el proceso electoral, el partido político y el candidato Enrique Peña Nieto.
El informe no reporta detalles de la investigación, porque ésta es reservada.
La unidad reporta haber realizado 341 diligencias relacionadas con el caso Monex,
que le permitirán esclarecer los hechos investigados y, posteriormente, determinar las presuntas infracciones que pudiesen haber cometido los partidos políticos, coaliciones o candidatos.
Entre las diligencias realizadas destacan: 15 relacionadas con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, dos con el Servicio de Administración Tributaria, dos con el PRI, 302 en consejos distritales y una con la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales.
La ruta a seguir
La respuesta al PAN y al PRD desglosa la ruta de investigación a seguir por la Unidad de Fiscalización, que parte de la determinación de hallar el origen de los monederos presentados en la queja; asociarlos con la fuente contractual de todas las tarjetas y Monex (en la primera y segunda remesa), y determinar el lote total de tarjetas relacionadas con los contratos Monex.
Además, identificar y estudiar a las personas físicas y morales relacionadas con la contratación de los servicios prestados por Monex; analizar la actividad realizada, definiendo operaciones y vínculos comerciales, civiles o sociales con terceros, partidos políticos o candidatos.
En una segunda vertiente se identificará el monto dispersado en el fondeo de las tarjetas y el origen; la individualización de los recursos en cada tarjeta; las fechas en que se dispersaron, y el saldo de cada una.
Una tercera línea pretende: identificar a los distribuidores y tenedores o usuarios de las tarjetas; dar con el nombre y domicilio de las personas que distribuyeron y utilizaron las tarjetas; cruce de los nombres obtenidos con las fuentes de información de todos los partidos referidos a los representantes de casilla, así como de los representantes financieros y de los militantes y simpatizantes que realizaron aportaciones desde 2006 a la fecha.
Finalmente, el vínculo con el proceso electoral, el partido y el candidato, fijando las modalidades de fondeo y uso de tarjetas, las erogaciones realizadas en todos los lotes; la fecha, el monto y lugar de las operaciones, así como el país origen de los recursos utilizados.
Bola de irresponsables-Hernández
Astillero
Dinero que anula
Injusticia mediática
Tarjetismo amenazante
Pleito ratero contra AMLO
Julio Hernández López
CONFERENCIA DE PRENSA. Jesús Murillo Karam y Pedro Joaquín Coldwell, dirigentes del PRI, denunciaron que el Movimiento Progresista utilizó recursos que no declaró al IFEFoto Yazmín Ortega Cortés
Gravemente tocada no por conducta o hechos atribuibles a ella, sino a su hermana, acusada de formar parte de una banda de secuestradores, la polémica empresaria y activista Xóchitl Gálvez ha reiterado su decisión de no participar más en política. En estricto sentido, la simple vinculación familiar no debería afectar a quien especial relieve público tuvo durante el sexenio encabezado por Vicente Fox y que en años recientes ha sido candidata a cargos de elección popular a nombre del PAN, aunque sin militar formalmente en este partido.
Sin embargo, entre otras distorsiones de nuestra vida pública, los ciudadanos con relevancia pública pueden ser lanzados al torbellino de la injusticia periodística que suele castigar social y políticamente ciertas relaciones familiares, aunque no haya constancia ni indicios de corresponsabilidad. Esas formas de linchamiento mediático han sido especialmente practicadas durante la presente administración federal, que hizo costumbre el difundir propaganda oficial en medios electrónicos, declarando con cavernosas voces como culpables absolutos a quienes apenas habían sido detenidos como presuntos partícipes de actividades de narcotráfico, muchas veces luego absueltos o sentenciados por faenas infinitamente menores a las difundidas en el desquiciado reino del espot rojo.
Gálvez (quien buscó el gobierno de su natal Hidalgo, y cuya salida de escena y tragedia familiar acabarán beneficiando a los caciques priístas locales, ahora encumbrados en el peñanietismo con Jesús Murillo Karam y Miguel Ángel Osorio Chong) dijo ayer que su adiós a la política se debe a la confirmación práctica de que las contiendas electorales son marcadamente inequitativas y que
el dinero es el principal factor hoy para ganar una contienda política.
Justamente el tema del dinero y su uso político y electoral está hoy en el centro de un delicado litigio de pistas múltiples que por primera vez da cuerpo a la posibilidad de que los resultados oficiales de una elección presidencial muy amañada (hasta niveles delictivos) entren en rangos de peligro visible. No es que de pronto los organizadores y los juzgadores de los comicios sucios hubiesen tenido revelaciones y cambios súbitos de personalidad. Lo que sucede es que cada día surgen más pruebas del tejido de una red de financiamiento para operaciones electorales fraudulentas en favor de Enrique Peña Nieto y esos datos no pueden ser borrados o jurídicamente desdeñados.
Para efectos jurídicos, el PRI ha ido desahogando una confesión lenta pero irreversible de hechos presumiblemente constitutivos de delitos varios, tanto en la manera de conseguir recursos para la campaña de EPN (muchos de ellos provenientes de tesorerías estatales, como se ha visto en los contratos con Soriana) como en el fondeo de las tarjetas Monex con las que se distribuyó dinero a quienes ejecutaron directamente el fraude extracasillas del primer domingo del mes en curso.
Tales pruebas no constituyen por sí mismas (la normativa electoral fue diseñada concretamente en 2007 para cerrar el paso a opciones no aceptadas por la partidocracia constituida por PRI, PAN y perredismo chucho, más aliados menores) una opción de anulación o invalidez de los comicios mencionados, salvo que el tribunal electoral decidiera asumir la tesis de la causalidad abstracta, que privilegia el espíritu general constitucional, en especial el sentido de equidad en la competencia y de libertad en el sufragio.
Sin embargo, la acumulación de pruebas de fraude adquiere una dimensión especial frente a la movilización cívica creciente contra esos comicios y sus resultados inaceptables. De una negativa original en absoluto, e incluso una intención de culpar a otros partidos de presuntas confecciones artificiales, el PRI ha ido aceptando en primer lugar la existencia de las tarjetas famosas y luego su relación con ellas, a través de un contratante intermediario, para el pago a operadores electorales pero adjudicando ese gasto al ejercicio corriente, como actos de capacitación, porque de otra manera quedaría plenamente demostrado el uso de esos recursos en tareas plenas de campaña, con el natural rebase de los topes establecidos.
Las indelebles huellas del delito (ironías de la modernización: los mapaches antiguos manejaban todo en efectivo, sin dejar constancia alguna de orígenes ni destino) pueden sustanciar la concurrencia ante instancias internacionales por parte de los afectados si no son desahogadas adecuadamente por el tribunal electoral federal, y aumentarán el enojo social ante la imposición pretendida.
Colocados por primera vez ante riesgos ciertos, los priístas de élite han echado mano a sus fierros. El rijoso Diego Fernández de Cevallos ha aparecido para instalar niveles discursivos provocadores, y en el ánimo de personajes importantes del partido de tres colores crece la convicción de que el curso posterior a las elecciones debe ser resuelto mediante la aplicación de la fuerza, a través de sus vertientes institucionales o de la
militanciaenardecida, deseosa ya de defender el triunfo de la carta mexiquense que los adversarios repudian mientras la base social priísta ha sido
inmovilizada.
Y, en un lance que paradójicamente debería abonar en favor de la misma anulación buscada por la izquierda, ese PRI urgido de pasar a la ofensiva trata de emparejar la situación en cuanto a financiamientos en entredicho al acusar a Andrés Manuel López Obrador de haber hecho campaña durante seis años con recursos provenientes de triangulaciones y asignaciones presupuestales relacionadas con gobiernos perredistas.
Pleito ratero, es la etiqueta popular más adecuada para el arrebato de los priístas. Denuncias a destiempo que revelan preocupación en las alturas. Material sembrado para uso mediante pauta comercial de comentaristas y opinantes. Intento de venganza pecuniaria despechada: el que a dinero mata, ¿a dinero muere?
Y, mientras la ley de víctimas duerme el sueño de los jurisconsultos, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
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Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Contra manifestaciones inconformes-Fisgón
Consejos por docenas
Luis Linares Zapata
El aparato completo de comunicación de México se ha saturado de consejos para un rebelde que, sin embargo, aguanta, a pie firme, el chaparrón que le cae encima. Vuelan voces de sur a norte, desde cubículos de insignes litigantes hasta llegar a diarios renombrados. Otras cantaletas arrancan desde estaciones de radio para recalar en columnas politiqueras de diversos diarios. Todos, casi al unísono sonoro rugir de gruesos cañones, van desgranando sus recomendaciones. Tratan de inducir en AMLO lo que juzgan como una deseable y conveniente conducta racional. Quieren, desean, le ordenan, le piden, le soplan al oído más cercano de sus ayudantes que le transmitan, que los oiga, para que ceje en sus pretensiones de inútil resistencia. Lo conminan al patriotismo más rancio. Su parsimonia para aguantar el ciclón de prisas se torna insoportable para un tupido haz de mensajeros, previamente aceitados por los llamados
intereses superiores. La paz, la tranquilidad, la estabilidad, hasta la vida normal puede alterarse de continuar en tan necia cuan torpe conducta, concluyen.
Todos esos denuestos, presagios e invectivas, sin embargo, chocaron contra el muro que la conciencia colectiva levantaba por todos los confines del país. Y a eso, y no a otra cosa, dedicó AMLO sus energías durante los años de preparación para amasar la transformación por venir. No escatimó esfuerzos, andares, gustos o tiempos para pregonar sus masticadas verdades y la simple visión de una república habitada por hombres y mujeres libres, decentes y enterados del destino que los aguarda. Prepararse para una convivencia en paz, constructiva y solidaria eran, y han seguido siendo, los mensajes que se fueron esparciendo. Poco cambió el discurso durante el largo peregrinaje por todo México. No estuvo solo ni todo lo hizo él. Lo acompañaron muchos mexicanos que, como él, también se zambulleron en un apostolado laico, digno del aprecio ciudadano.
Poco o nada de lo sembrado se perderá por defender, con la debida intransigencia, lo conseguido y hecho propio. Todo depende de la fidelidad que se despliegue en la tarea por venir. Sin duda, una vez más, la congruencia será pieza crucial para seguir adelante. A nadie se le puede pedir que aviente su voto al basurero o lo entregue por quedar bien. No hay autoridad ni institución que, con sus devaneos, cobardías o traiciones, demeriten lo sembrado. A pesar de todo inconveniente y condena, hay que perseverar hasta el mero final. Es la mejor manera de inducir y conseguir el progreso deseado, el bienestar entrevisto.
Dentro del atropellado torrente de críticas, dictados terminales y anatemas de fingida buena voluntad, llaman la atención ciertos puntos de afinidad y coincidencia bastante generalizados. Uno acentúa la versión de una izquierda moderada, moderna, positiva y negociadora como la necesaria en estos aciagos momentos y que AMLO no representa. Es la que el país requiere, pregonan los muchos difusores, esos que se presentan llenos de ideas y plegarias por un México mejor. López Obrador debe ya dejar el paso a la renovación, a un nuevo liderazgo que conduzca a la izquierda por el sendero de la colaboración y los acuerdos. Y ese personaje, que espera su turno, se llama Marcelo Ebrard, según propone, con un talante carente de inseguridades, la señora Denise Dresser en uno de sus varios momentos de iluminación. Supone, ésta y otros personeros del saber, que un liderazgo real, activo, atrayente, se construye desde una oficina o cargo público. Creen que se fortifica en conferencias áulicas, que se ramifica a través del uso de micrófonos, o se solidifica con lecturas de actualidad mundial.
La izquierda debe aprovechar la fuerza de su fracción en las cámaras para contribuir al avance nacional, resuena por ahí otro dictamen con paladar común. No pueden dejar al PAN el sitio para encamarse con el PRI. Como si ese tándem no fuera ya solidificado, íntimo, carnal. ¿Cuáles serían las reformas estructurales con que podría la izquierda cooperar? ¿Sería acaso el IVA generalizado que se piensa implantar; o la entrega de Pemex al capital moderno; acaso la precarización del trabajo o la preservación de privilegios monopólicos? La derecha compitió en la contienda con la bandera de la continuidad y, en esa vertiente, no puede haber coincidencia alguna. Es, en esencia, más de lo mismo y ya se ven los terribles resultados al empeñarse en cumplimentar el modelo en boga. No, señores consejeros del bien tarifado, esa no es la manera en que avanzará México. La oposición intransigente y pacífica, el no reconocimiento a la legalidad torcida, el juego limpio sin concesiones, será la manera de contribuir ahora y mañana también. La izquierda encuentra su fuerza en el mandato del pueblo y quien lo busca, oye y respeta será su abanderado.
Hay de marchas a marchas-Helguera
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