Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 17 de octubre de 2012

ASTILLERO- Violencia e irrealidad-México: ¿clase media o media clase?-Pasar de defensivos a propositivos

Astillero
Michoacán-Atenco
Ensayos de mano dura
Reprimir oposiciones
Cassez, EPN, Rivera
Julio Hernández López
Lo que se está viviendo hoy en Michoacán es parte de la confrontación mayor que con el nuevo sexenio se agudizará: el choque entre las protestas públicas (con mayor o menor grado de violencia y por causas sociales, políticas e ideológicas) y el aparato gubernamental de negociación, contención y represión (en sus tres ámbitos de jurisdicción: federal, estatal y municipal).
 
Cada vez más distantes los intereses de las masas y los de las élites que gobiernan, pierde eficacia la política tradicional (que durante décadas fue parte fundamental de la paz priísta que sostenía desigualdad e injusticia con alfileres selectivos de concesiones, corrupción y mediatización) y el uso de la fuerza del Estado asume el papel preponderante.

Desde Morelia, el nuevo PRI ensaya la aplicación del recurso del garrote diazordacista a un peculiar segmento de jóvenes estudiantes de normales rurales que se revuelven con violencia propia, más la que les es inducida o sembrada, contra el sistema educativo y de futuro laboral que les es impuesto. La disonancia juvenil provoca genuino enojo de sectores sociales que se declaran cansados del activismo desbordado de los normalistas y el empresariado estatal se convierte en la punta de lanza en demanda de freno a los desmanes que cotidianamente dicen sufrir. Ante ello, el gobierno priísta encabezado por Fausto Vallejo pretende hacer una demostración aplastante de respeto a la ley y, apoyado por policías federales, ordena detenciones y desalojos que acaban enmarcados en el uso excesivo de la fuerza, en un evidente ánimo represivo en busca de advertir y de frenar a quienes por esas u otras causas tuvieran intenciones contestatarias.

No se necesita un esfuerzo de imaginación para encontrar en la mano dura de Fausto Vallejo en Michoacán una invocación oportuna de la doctrina Atenco reivindicada orgullosamente por Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México en mayo del presente año. Y tampoco es difícil encontrar que ese tipo de ensayos represivos van creando condiciones propicias para que el próximo gobierno federal despliegue, conforme a sus necesidades, esa misma política oficial contraria al ejercicio político y proclive a la resolución de las controversias mediante la fuerza pública.

Los golpes del michoacano Vallejo se producen en el contexto de un movimiento juvenil polarizado, que frente a otras administraciones estatales pudo llegar a arreglos políticos luego de tensar el ambiente público. Pero ahora el PRI pretende exhibir su nueva postura frente a las protestas públicas llegadas al extremo, en una entidad dominada por el narcotráfico (factor éste que habría decidido la elección de gobernador en favor del PRI, según denuncias de Luisa María Calderón, alias Cocoa, aceptadas y difundidas por su hermano Felipe) y frente al fracaso de la opción perredista-cardenista que ejerció dos administraciones estatales y del intento calderonista de convertir a la entidad en un refugio familiar con la hermana Cocoa como gobernadora.

A seis semanas de formalizar su adquisición del poder, Enrique Peña Nieto sabe que en los jóvenes tiene y tendrá el principal frente opositor. A pesar de las contradicciones, zigzagueos y abandonos de los partidos y los candidatos que estuvieron en las boletas en contra del priísta, sobrevive un marcado rechazo contra él de parte de jóvenes provenientes de diversos estratos socioeconómicos y de distintas banderías políticas e ideológicas. López Obrador está concentrado en la construcción de un nuevo partido político y Josefina Vázquez Mota se fue de largas vacaciones en cuanto cumplió con el rol que se le había asignado, pero jóvenes agrupados o no en esa etiqueta genérica del movimiento 132 han manifestado públicamente su total oposición a los resultados electorales recientes y específicamente a las formas y propuestas políticas de quien será el nuevo ocupante de Los Pinos.
Foto
ACUERDOS EN LONDRES. En una reunión en Londres, el primer ministro del Reino Unido, David Cameron, y el presidente electo mexicano, Enrique Peña Nieto, acordaron fortalecer el comercio bilateral
Foto Reuters
 
Ellos, que rechazan activamente al priísmo y el peñanietismo, que han estado presentes en las giras internacionales y que probablemente participarán en las venideras movilizaciones contra reformas y otras maniobras del nuevo poder, son los destinatarios reales de las exploraciones represivas del sombrío Fausto Vallejo. Los jóvenes, los estudiantes, los opositores en general, son el objetivo expreso de los aires reivindicados de Atenco que el nuevo sexenio cree indispensables para imponer sus proyectos nocivos.
 
Astillas
 
Genaro García Luna y sus andanzas se han aparecido en la agenda de Peña Nieto y François Hollande, quienes hoy se reunirán en París. La farsa policiaca y judicial montada por el poderoso jefe policiaco mexicano contra una ciudadana francesa llevó las relaciones de México y Francia a un nivel cercano a la ruptura. Aún hoy es imposible saber con certeza el grado de culpabilidad e involucramiento de Florence Cassez en el expediente de secuestros que presentó el mencionado García Luna. Pero está plenamente demostrada la manipulación de datos y hechos, en un montaje especialmente hecho para televisoras. Ya se verá si EPN se sostiene en la testarudez de Calderón, defensor de GGL como de sí mismo, o el priísta comienza el natural ciclo de deslinde e incluso castigo de personajes como el falso cineasta policiaco. Atención especial habrá respecto al desenvolvimiento de Angélica Rivera, la esposa de Peña Nieto, en la sesión aparte que tendrá con la compañera de Hollande, la aguda periodista especializada en asuntos políticos Valerie Trierweiler, quien desea poner sobre esa mesa paralela el tema de Cassez, para análisis y discusión…
 
Y, mientras la secretaria de promoción política de la mujer del comité panista, Guadalupe Suárez, dice que Margarita Zavala podría ser presidenta, tanto del citado comité nacional de blanco y azul como, dentro de seis años, de la República, ¡hasta mañana, con los diputados creando comisiones suficientes para dar salida a sus arreglos grupales!
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Violencia e irrealidad
De visita en el Reino Unido, como parte de la gira que realiza por Europa, Enrique Peña Nieto pretendió minimizar la catástrofe que enfrenta nuestro país en materia de seguridad pública, al afirmar que la imagen y proyección de México ante el mundo por el problema de la violencia es quizá peor de la que realmente se vive.
 
De esa forma, el político mexiquense retomó el alegato de la administración federal en turno de que la actual crisis de seguridad es principalmente un problema de percepción. Tal declaración es desafortunada, porque orilla a inferir que el gobierno que asumirá funciones a partir del primero de diciembre no sólo dará continuidad al diagnóstico equivocado del calderonismo en materia de criminalidad, lo que mina la perspectiva expresada por el priísta de variar la estrategia.

Lo cierto es que la visión cosmética de la realidad ha constituido, en el actual ciclo de gobierno, un lastre fundamental para atender los clamores ciudadanos de paz, contención del baño de sangre en curso y combate a la criminalidad con base en una estrategia inteligente, responsable y respetuosa de los derechos humanos y de las garantías de la población.

Por otra parte, parece un tanto ingenuo que el presidente electo difunda en el extranjero una versión edulcorada de la situación nacional, como si ésta no fuera reportada e informada por los distintos cuerpos diplomáticos acreditados en México a sus respectivos gobiernos, y como si los medios de comunicación y los organismos humanitarios internacionales no hubiesen dado cuenta, a lo largo de los recientes años, de la cuota diaria de asesinatos y levantones, de la zozobra social, del deterioro institucional que padecen las dependencias supuestamente encargadas de salvaguardar la legalidad y de la pérdida de control del Estado en varias franjas del país.
 
En cambio, el intento de Peña Nieto por minimizar el clima de violencia, inseguridad y descomposición que afecta al país proyecta, ante el conjunto de sus interlocutores internacionales, una imagen de poca seriedad y devalúa, por tanto, la investidura que aspira a asumir el mexiquense.
 
Para atender el problema de la delincuencia desbordada en el país se requiere, como primer paso, el reconocimiento sin regateos de una realidad que ha sido ampliamente documentada por las cifras del propio gobierno, por los reportes de los medios de comunicación y de múltiples organismos internacionales.
Caminos de Michoacán-Helguera
México: ¿clase media o media clase?
José Steinsleger
Sensibles a los cambios sociales y transformaciones políticas de la Gran Revolución (1789-95), los pensadores socialistas europeos concibieron la noción sociológica de clase con relativa precisión. En cambio, la de ideología resultó más escurridiza que su prima carnal.
 
Los grandes teóricos del socialismo vivieron de 1789 a 1850, cuando las luchas presentaban actores bien dibujados: burgueses arrepentidos de sus desplantes humanitarios y proletarios que sin ser necesariamente obreros empujaban los ideales de libertad, igualdad, fraternidad.

Como es sabido, términos como izquierda y derecha se vulgarizaron en el siglo pasado, remitiendo al lugar ocupado por los diputados de la Asamblea Legislativa durante la Gran Revolución. A la izquierda de la presidencia, los partidarios del cambio radical. A la derecha, sus enemigos.

En el ínterin surgió el sector social que se convino en llamar clase media. Que a los teóricos de la revolución suscitó migraña crónica y cuya acta de nacimiento fue tramitada por el golpista Napoleón Bonaparte. De ahí en más, las ansiedades de la democracia moderna quedaron supeditadas a los mantras del centro.

Las clases medias de Europa primero, y las de América Latina después, quedaron encantadas con el genio del Gran Corso. ¿Qué más agradecer al que políticamente había aterrizado el idealismo platónico y el justo medio aristotélico? Y en ambas orillas del océano lo demás fue motivo de consenso: partirle la madre al proletariado.

Con una salvedad: las diferencias entre las unas y las otras. Porque en Europa las clases medias forjaron el capitalismo desde adentro y en simultaneidad con el proletariado, y en América Latina descendió de los barcos, hecho y realizado en su forma imperialista y neocolonial.

De ahí el imaginario de nuestras clases medias. Que por no haber conocido el capitalismo de verdad se negaron por izquierda y derecha a pensar con cabeza propia. Nuestros estados nacionales copiaron el Código Napoleónico con pelos y señales y, por consiguiente, sus capas ilustradas amasaron su cultura con ideologías de importación.

Sin embargo (desde adentro), los pueblos rayaron la cancha: Villa y Zapata en México, las gestas antimperialistas de Sandino y Farabundo Martí en América Central, luchas nacionalistas en América del Sur, y las revoluciones de Cuba y Nicaragua mostraron que no se resignaban a ser calco y copia de la civilización inventada por yanquis y europeos.

¿Qué hacer, entonces, con las clases medias que no iban más allá de ser administradoras y tributarias de aquel capitalismo mundial que hoy ya es un magma de confusión y alienación sin camino de regreso? A diferencia de las luchas referidas, la respuesta no es fácil. Y a veces, hay que pedir auxilio a los poetas.
 
Clase media/ medio rica/ medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande
Desde el medio mira medio mal
a los negritos/ a los ricos/ a los sabios
a los locos/ a los pobres
Si escucha a un Hitler/ medio le gusta
y si habla un Che/ medio también
En el medio de la nada/ medio duda
como todo le atrae (a medias)
analiza hasta la mitad/ todos los hechos
y (medio confundida) sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importar
a los que mandan (medio en las sombras)
a veces, sólo a veces, se da cuenta (medio tarde)
que la usaron de peón/ en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en reina
Así, medio rabiosa/ se lamenta (a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza a entender
ni medio.
 
Técnicamente, el poema del gran Mario Benedetti es malo. No obstante, opté por transcribirlo pues a más de estandarte ideológico de una generación de izquierdistas conlleva grandes equívocos. ¿O usted, el poeta y el articulista no surgieron de la clase media?
 
Las clases medias se sienten tolerantes y pluralistas cuando dicen que al pueblo urge cultura y educación. Y ya con esto se cuelgan la chapa de izquierda. Pero es verdad. Sólo restaría auscultar con qué parámetros. ¿Los de la clase media que describe Benedetti?
 
Para ir cerrando un asunto que da mucho más, me parece que la gran tarea pedagógica consiste en revertir la apuesta. O sea, partir con honestidad de lo mucho que nuestros pueblos saben de sí mismos, denunciar a los seudohistoriadores que so pretexto de la desmitificación enlodan la memoria de nuestros héroes, y buscar las estrategias para desembrutecer a la clase media, que apenas es media clase.
 
Sería un punto de partida para dejar de vacilar con el nivel cultural o la supuesta excelencia académica de instituciones cuyas premisas ideológicas están al servido de las mafias políticas y los grandes capitales.
 
En Venezuela, Argentina, Bolivia, Brasil y Ecuador andan en eso. Y si de veras queremos enriquecer una identidad distinta a la proyectada por documentales tan vomitivos como Hecho en México (o sea, en Televisa), no vendría mal sopesar las enseñanzas que aquellos países podrían depararnos.
Farol de la calle-Rocha
Pasar de defensivos a propositivos
Claudio Lomnitz
De un par de meses para acá, la prensa económica de lengua inglesa ha sacado un número inusualmente grande y diverso de artículos sobre México que, en su conjunto, dan la impresión de que está cambiando la situación del país en la economía internacional.
 
Comienzo por uno reciente. El Financial Times, en su sección de opinión, comenta que México fue el gran ausente en el primer debate de Obama y Romney. El periódico británico alega que los políticos estadunidenses van muy por detrás de los acontecimientos y que siguen hablando de México casi exclusivamente en temas como drogas, inseguridad y migración, cuando hay dimensiones muchísimo más relevantes de la relación internacional. Así, por ejemplo, el articulista hace notar que México es ya el segundo destinatario de exportaciones estadunidenses y en seguida recuerda que México está compitiendo por capitales de Estados Unidos con China de manera cada vez más exitosa y que se espera que en los próximos años pase a ser el socio comercial más importante del país vecino. (Tema ampliamente explorado por la prensa en los pasados dos o tres meses). Esta nueva competitividad se explica en parte por los aumentos en el precio del petróleo, que elevan los costos de transporte de Asia a Estados Unidos, así como por el alza a salarios en China, que pasaron de ser apenas 20.3 por ciento de la media salarial mexicana en el año 2000 a arriba de 77 por ciento en la actualidad.

Hoy día, recuerda el Times, México y Estados Unidos están igual de integrados económicamente que cualquier par de países de la Unión Europea (por ejemplo, igual de integrados que Francia y Alemania, o Italia y Francia). Además, el periódico recuerda que el flujo neto de migrantes de México a Estados Unidos ha disminuido consistentemente y que incluso tiende a revertirse. Mientras tanto, la mayoría de los niños en edad escolar en Texas y California son latinos (entre los cuales hay mayoría mexicana) y los grandes capitales mexicanos –Cemex, Bimbo, Televisa, Carso– tienen una presencia cada vez más relevante en sus ramos al interior del mercado estadunidense. La presencia política y económica de los mexicanos en Estados Unidos será cada vez más importante.

El artículo que vengo resumiendo es sólo la punta del iceberg. En semanas pasadas ha habido reportajes, por ejemplo, sobre la disminución –muy relativa, pero como sea– de las tasas de homicidios en Ciudad Juárez (de 2 mil 305 en 2010 a 658 en lo que va del año); la consolidación y concentración de la industria aeronáutica en Querétaro –con flujo de capitales canadienses (Bombardier), coreanos (Daewoo y Samsung), y estadunidenses (General Electric); la modernización de Volkswagen en Puebla, etcétera.
 
Las noticias de la banca también parecen significativas. El banco canadiense Scotiabank anunció que piensa aumentar el crédito a individuos y familias mexicanas ofreciendo préstamos de entre 500 y mil 500 dólares a familias que no tienen historial crediticio. O sea, se busca aumentar el número de familias que pidan créditos bancarios (cuidado con eso, por cierto). Los mercados financieros consideran que el peso está estable. Y un bastante largo etcétera.
 
Estas noticias no implican que la situación del trabajador mexicano de hoy sea muy buena –en otro blog del Financial Times se hace notar que el año pasado le fue mal a México en el índice de riqueza personal (Global Household Wealth), que disminuyó 14 por ciento –o sea, tanto como en Europa. Sin embargo, el cúmulo sostenido de noticias sí hace pensar que –si no se cae la economía mundial toda, cosa que todavía puede ocurrir– México puede estar entrando en una fase sostenida de crecimiento, por primera vez en décadas.
 
Aunque es fundamental no creérsela, en el sentido de no salir corriendo a celebrar, o no especular con un futuro que es, al final, muy incierto, me parece, por otra parte, que en un contexto como éste también importa comenzar a preparar propuestas de inversión y gasto social, por si, efectivamente, entra México en una etapa de consolidación fuerte de su economía industrial.
 
Para las izquierdas el reto no es menor. México lleva ya 30 años relativamente estancado y, tal vez por eso, ha habido una tendencia a imaginar la política en términos defensivos: defender a los sindicatos (aunque sean corruptos), la escuela pública (aunque sea deficiente), la propiedad nacional (aunque el Estado la esté desfalcando).
 
Pero el panorama cambia en cuanto se entra a fases de crecimiento. En esa clase de momento importa poner prioridades sociales y estrategias de gasto social que se orienten a la justicia social y eviten la borrachera presupuestal: innovar en políticas públicas en materia de salud, establecer estados mínimos de bienestar universal, invertir en calidad educativa, cultura e investigación y evitar la concentración arbitraria del poder. Para eso se necesita armar programas, metas claras, estrategias. Es posible que el reto político mayor de los próximos años sea enfrentar con creatividad un cambio en la situación de México –importa más que nunca voltear a estudiar estrategias alternativas que se hayan probado en distintos lugares–, las buenas y las malas. No es éste un buen momento para enconcharse.
 
Como en los buenos tiempos-Fisgón

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