“El Niño Verde” regresa a “El Torito”
Peña, el Niño Verde y Arturo Escobar.
Foto: Octavio Gómez.
Foto: Octavio Gómez.
MÉXICO, D.F., (proceso.com.mx).- Jorge Emilio González Martínez, coordinador de los senadores del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), regresó al Centro de Sanciones Administrativas, conocido popularmente como “El Torito”, para terminar de cumplir su condena por manejar en estado de ebriedad.
Al senador le faltan trece horas para cumplir la condena de 40 por manejar borracho el domingo pasado, cuando fue detenido en Paseo de la Reforma y Campos Eliseos.
El fin de semana pasado, González Martínez se negó a participar en la obligatoria prueba de alcoholímetro. Alegó que sólo había tomado cuatro tequilas e incluso no brindó su nombre verdadero, sino que se hizo llamar Jorge Rodríguez.
De acuerdo con Antonio Caracheo, responsable del punto de revisión del alcoholímetro, los escoltas del senador se mostraron prepotentes y jalonaron a los oficiales, e incluso amenazaron a los agentes con usar sus influencias para quitarles el trabajo.
González Martínez ingresó a “El Torito” alrededor de las ocho y media de la mañana.
Al senador le faltan trece horas para cumplir la condena de 40 por manejar borracho el domingo pasado, cuando fue detenido en Paseo de la Reforma y Campos Eliseos.
El fin de semana pasado, González Martínez se negó a participar en la obligatoria prueba de alcoholímetro. Alegó que sólo había tomado cuatro tequilas e incluso no brindó su nombre verdadero, sino que se hizo llamar Jorge Rodríguez.
De acuerdo con Antonio Caracheo, responsable del punto de revisión del alcoholímetro, los escoltas del senador se mostraron prepotentes y jalonaron a los oficiales, e incluso amenazaron a los agentes con usar sus influencias para quitarles el trabajo.
González Martínez ingresó a “El Torito” alrededor de las ocho y media de la mañana.
“Ayuda al Niño Briago”, la nueva burla contra el senador González
El videojuego del Niño Briago.
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- El blog “El gritón”, un espacio de sátira política, dio a conocer un videojuego en el que el coordinador del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) en el Senado, Jorge Emilio González, es el personaje principal.
El objetivo del videojuego es mantener de pie al senador con el cursor y evitar que caiga al suelo.
El fin de semana pasado, González Martínez se negó a participar en la obligatoria prueba de alcoholímetro. Alegó que sólo había tomado cuatro tequilas e incluso no brindó su nombre verdadero, sino que se hizo llamar Jorge Rodríguez.
En la presentación del juego se lee:
“Ayuda al niño briago ‘Jorge Rodríguez’ perdón… quise decir Jorge Emilio González a evitar el alcoholímetro, pues como es su costumbre, anda briago. Para ello usa el mouse para mantener el balance del ‘productivo’ senador de la República. Mientras más tiempo mantengas su balance, más se alejará de la policía, ¡para jugar este juego no cobramos cover! ¡Saquen las aguas!”.
El día de hoy, González, regresó al Centro de Sanciones Administrativas, conocido popularmente como “El Torito”, para terminar de cumplir su condena por manejar en estado de ebriedad. Al senador le faltan trece horas para cumplir una sanción total de 40.
Se puede acceder al juego en el siguiente link:
http://www.elgriton.com.mx/nino.html
http://www.elgriton.com.mx/nino.html
El ‘Niño Verde’, inmune a los escándalos
Jorge Emilio González Martínez.
Foto: Gerardo González
Foto: Gerardo González
CANCÚN, Q.R. (apro).- Con apenas cinco años de “residencia” en esta ciudad y unas cuantas colonias populares recorridas en campaña, Jorge Emilio González Martínez se convirtió en senador de primera mayoría por Quintana Roo, con una votación superior a la que alcanzó Enrique Peña Nieto en la entidad.
Al Niño Verde no le afectaron los escándalos por el supuesto tráfico de influencias en la venta de terrenos en esta localidad ni la muerte de la búlgara Galina Chankova Chaneva, quien cayó de un departamento propiedad del legislador, localizado en la torre Esmerald.
González Martínez salió bien librado de ese lío, que salió a la luz pública poco antes de que se definieran las candidaturas a senadores y diputados.
La Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ) exoneró al Niño Verde al señalar que Galina se suicidó mientras estaba acompañada por otros tres jóvenes, todos de origen húngaro.
Antes de ese escándalo, González Martínez activó un programa denominado “Niños Verdes, por amor a México”, que consistió en la entrega de despensas.
Inició con un primer centro en una bodega localizada en el asentamiento irregular El Milagro, en prolongación José López Portillo, hacia la autopista a Mérida. El segundo centro se ubicó en avenida Leona Vicario, en la región 230.
Las despensas que el Niño Verde regaló en ese entonces contenían: cuatro kilos de arroz, cuatro de frijol, cuatro de harina de maíz y cuatro de lentejas, así como cuatro bolsas de sopa de pasta, tres tubos de pasta dental, tres jabones, cuatro rollos de papel higiénico, tres paquetes de galletas Marías, 500 gramos de avena, 500 gramos de chocolate en polvo, un litro de aceite y un kilo de leche en polvo.
De acuerdo con los beneficiados, las despensas “verdes” eran mejores que las del PRI. Para obtenerla, dijeron, sólo había que inscribirse en un padrón y dar una copia de su credencial de elector y someterse a un estudio socioeconómico.
La nominación de González Martínez fue cuestionada por priistas locales, debido a su desarraigo. Sin embargo, al momento de registrar su precandidatura el Niño Verde afirmó que radicaba en esta ciudad desde 2007.
Los priistas fueron obligados a retractarse. Es el caso del presidente de la Gran Comisión del Congreso local, Eduardo Espinosa Abuxapqui, que en un primer momento criticó la designación del Niño Verde y luego, a través de un comunicado, le manifestó su apoyo. “Somos leales e institucionales”, justificó el diputado local priista en ese entonces.
Jorge González obtuvo finalmente la candidatura y se convirtió en senador de primera mayoría por el PRI-PVEM, pese a una campaña raquítica. De hecho, no participó en actos conjuntos con el segundo candidato a senador de la alianza, el exgobernador Félix González Canto.
“Ni siquiera hizo campaña. Salió en dos fotos: una en el cine y otra en la colonia (irregular) Tres Reyes”, recordó el excandidato del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, Gerardo Mora Vallejo.
Pese a ello, la dupla González Martínez-González Canto, que encabezó la primera y segunda fórmula al Senado, respectivamente, obtuvo 207 mil 769 votos en Quintana Roo, frente a los 179 mil 282 de Peña Nieto.
Como senador electo, poco se le vio a González Martínez en Quintana Roo. Una de sus apariciones públicas se registró durante el Primer Informe de Gobierno de Roberto Borge, el 7 de septiembre pasado.
Cinco meses después y ya convertido en senador, el pasado sábado 16 González fue remitido al Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social, conocido como el “Torito”, localizado en el Distrito Federal, por conducir con niveles de alcohol por arriba de la norma.
En entrevista en el Senado y luego de la polémica que se suscitó por su ingreso al “Torito” y el hecho de haber salido con un amparo a las pocas horas, el Niño Verde dijo que tramitó este recurso porque tenía frío, sed y hambre.
Según Mora Vallejo, para los quintanarroenses no es una vergüenza la detención de González Martínez, ni que el senador haya tomado como pretexto su hambre para obtener un amparo.
“Hay que reiterar que (él) no es Quintana Roo. Sólo usó a Quintana Roo como un trampolín político. No está integrado a nuestra comunidad y no nos representa”, dijo Mora.
El Niño Verde, añadió, llegó a senador por un acuerdo centralista y cupular entre el PRI y el PVEM, “en el que los primeros burlados fueron los priistas de acá”.
Por separado, el secretario general del comité estatal del PAN, Juan Carlos Pallares, lamentó el desempeño del legislador del Partido Verde, no sólo por el escándalo de su detención, sino porque casi nunca acude a la sesiones del Senado.
“Más lamentable es que es un flojonazo, un junior que ni siquiera calienta la silla porque no va”, dijo el también regidor del ayuntamiento de Othón P. Blanco (Chetumal).
Pallares señaló que si bien González Martínez carece de arraigo en la entidad, para desagraviar a los quintanarroenses debería de tomar uno de dos caminos: “Que se deje tratar como niño inmaduro y malcriado, o que pida licencia
Al Niño Verde no le afectaron los escándalos por el supuesto tráfico de influencias en la venta de terrenos en esta localidad ni la muerte de la búlgara Galina Chankova Chaneva, quien cayó de un departamento propiedad del legislador, localizado en la torre Esmerald.
González Martínez salió bien librado de ese lío, que salió a la luz pública poco antes de que se definieran las candidaturas a senadores y diputados.
La Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ) exoneró al Niño Verde al señalar que Galina se suicidó mientras estaba acompañada por otros tres jóvenes, todos de origen húngaro.
Antes de ese escándalo, González Martínez activó un programa denominado “Niños Verdes, por amor a México”, que consistió en la entrega de despensas.
Inició con un primer centro en una bodega localizada en el asentamiento irregular El Milagro, en prolongación José López Portillo, hacia la autopista a Mérida. El segundo centro se ubicó en avenida Leona Vicario, en la región 230.
Las despensas que el Niño Verde regaló en ese entonces contenían: cuatro kilos de arroz, cuatro de frijol, cuatro de harina de maíz y cuatro de lentejas, así como cuatro bolsas de sopa de pasta, tres tubos de pasta dental, tres jabones, cuatro rollos de papel higiénico, tres paquetes de galletas Marías, 500 gramos de avena, 500 gramos de chocolate en polvo, un litro de aceite y un kilo de leche en polvo.
De acuerdo con los beneficiados, las despensas “verdes” eran mejores que las del PRI. Para obtenerla, dijeron, sólo había que inscribirse en un padrón y dar una copia de su credencial de elector y someterse a un estudio socioeconómico.
La nominación de González Martínez fue cuestionada por priistas locales, debido a su desarraigo. Sin embargo, al momento de registrar su precandidatura el Niño Verde afirmó que radicaba en esta ciudad desde 2007.
Los priistas fueron obligados a retractarse. Es el caso del presidente de la Gran Comisión del Congreso local, Eduardo Espinosa Abuxapqui, que en un primer momento criticó la designación del Niño Verde y luego, a través de un comunicado, le manifestó su apoyo. “Somos leales e institucionales”, justificó el diputado local priista en ese entonces.
Jorge González obtuvo finalmente la candidatura y se convirtió en senador de primera mayoría por el PRI-PVEM, pese a una campaña raquítica. De hecho, no participó en actos conjuntos con el segundo candidato a senador de la alianza, el exgobernador Félix González Canto.
“Ni siquiera hizo campaña. Salió en dos fotos: una en el cine y otra en la colonia (irregular) Tres Reyes”, recordó el excandidato del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, Gerardo Mora Vallejo.
Pese a ello, la dupla González Martínez-González Canto, que encabezó la primera y segunda fórmula al Senado, respectivamente, obtuvo 207 mil 769 votos en Quintana Roo, frente a los 179 mil 282 de Peña Nieto.
Como senador electo, poco se le vio a González Martínez en Quintana Roo. Una de sus apariciones públicas se registró durante el Primer Informe de Gobierno de Roberto Borge, el 7 de septiembre pasado.
Cinco meses después y ya convertido en senador, el pasado sábado 16 González fue remitido al Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social, conocido como el “Torito”, localizado en el Distrito Federal, por conducir con niveles de alcohol por arriba de la norma.
En entrevista en el Senado y luego de la polémica que se suscitó por su ingreso al “Torito” y el hecho de haber salido con un amparo a las pocas horas, el Niño Verde dijo que tramitó este recurso porque tenía frío, sed y hambre.
Según Mora Vallejo, para los quintanarroenses no es una vergüenza la detención de González Martínez, ni que el senador haya tomado como pretexto su hambre para obtener un amparo.
“Hay que reiterar que (él) no es Quintana Roo. Sólo usó a Quintana Roo como un trampolín político. No está integrado a nuestra comunidad y no nos representa”, dijo Mora.
El Niño Verde, añadió, llegó a senador por un acuerdo centralista y cupular entre el PRI y el PVEM, “en el que los primeros burlados fueron los priistas de acá”.
Por separado, el secretario general del comité estatal del PAN, Juan Carlos Pallares, lamentó el desempeño del legislador del Partido Verde, no sólo por el escándalo de su detención, sino porque casi nunca acude a la sesiones del Senado.
“Más lamentable es que es un flojonazo, un junior que ni siquiera calienta la silla porque no va”, dijo el también regidor del ayuntamiento de Othón P. Blanco (Chetumal).
Pallares señaló que si bien González Martínez carece de arraigo en la entidad, para desagraviar a los quintanarroenses debería de tomar uno de dos caminos: “Que se deje tratar como niño inmaduro y malcriado, o que pida licencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario