No se admiten las disculpas del alcalde Luis Walton
El presidente municipal del municipio y puerto de Acapulco no se enteraba bien a bien de las violaciones sexuales a seis españolas, cuando, lengua suelta, declaró que “eso pasa todos los días en todas partes del mundo”. Horas después de que le llovieron severas críticas a su machismo desde España y sobre todo de nuestro país, citó a los reporteros para “dar disculpas” por su dicho y entonces sí dictar un discurso de censuras a los delincuentes, prometer que se investigará el asunto y que se redoblarán esfuerzos para garantizar seguridad al turismo y pobladores del puerto (ahora más famoso por su inseguridad), a fin de que no se repitan tales hechos y haya paz pública. El alcalde, postulado por el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano, obviamente expresó lo que realmente piensa.
Pero a ningún precio deberían ni las mujeres agredidas ni España ni nadie, aceptar sus disculpas, ya que constantemente los funcionarios ofenden y abusan del poder, y luego salen con su domingo siete. Pues con actitud aparentemente contrita creen que los ofendidos deben pasar por alto sus barbaridades. El desgobernador de Chihuahua, César Duarte (primo del desgobernador de Veracruz, Javier Duarte), acaba de disculparse porque continúan los feminicidios en la entidad y cuando los familiares de las víctimas le reclamaban, simplemente ofrece disculpas y se siente agredido cuando con palabras altisonantes lo increpan. El desgobernador de Sonora, tras llamar “mal nacidos” a los ciudadanos que protestan por el desmesurado aumento de impuestos que ha ordenado, también salió con un “disculpen” por el insulto.
Igual han hecho el desgobernador de Morelos, Graco Ramírez; Fausto Vallejo, de Michoacán; y Medina, de Nuevo León. Nuestros llamados “políticos” en los poderes muy frecuentemente salen con su prepotencia, y cuando son pillados en actos de corrupción, cínicamente niegan su participación en ellos y aseguran su honradez, o de plano ofrecen disculpas. Además, casi siempre se equivocan con la expresión “pedir disculpas”, pues la correcta es “ofrecer disculpas”. Ya basta de que con eso se pasen por alto barbaridades como la de este Luis Walton, no irresponsable, sino responsable de su injuriosa frase que, en rigor, lo hace parecerse a los delincuentes que abusaron de las turistas.
Los funcionarios cometen abusos y no son sancionados ni siquiera administrativamente, mucho menos de manera penal o civilmente. Al contrario, los premian con nuevos cargos (como el diputete ese que afirmó que “todas las mujeres son meretrices”). Hay un machismo politiquero que de muchas maneras contribuye a la barbarie de los delincuentes. Declaraciones como la del presidente municipal de Acapulco justifican toda clase de abusos. Por lo pronto no deben aceptarse las disculpas de ese señor, y al menos cabe una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Y que algún juez tenga el valor de cumplir con su obligación, para de oficio, aplicarle una multa. No pasará nada. Vivimos los mexicanos –mejor dicho sobrevivimos– en el autoritarismo.
*Periodista
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