Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

lunes, 26 de diciembre de 2011

México SA- Dinero- Campo: catástrofe y sinrazones


Dinero
Regalito navideño: se dispara el dólar a $14.50
Las deudas de municipios y estados
¿No hay quinto malo?
Enrique Galván Ochoa
Santaclós trajo a los mexicanos un ingrato regalo: el dólar brincó hasta $14.50 pesos este navideño fin de semana. ¿Qué sucedió? ¿Acaso no está inyectando dólares el Banco de México al mercado de divisas? Ese fue el acuerdo reciente que tomó el comité de cambios, formado por el propio banco y la Secretaría de Hacienda. Se registra un intenso movimiento especulativo a favor del dólar, venden los pesos y compran billetes verdes. El banco central está cometiendo un error que a la larga creará desconfianza. No está informando a los dueños de las reservas internacionales –es decir, los ciudadanos– cuántos dólares ha vendido, ni a qué precio ni quiénes los han comprado. El secretismo está dando lugar a malas interpretaciones. Cuando se presentó la otra crisis devaluatoria, en 2008, y Guillermo Ortiz era gobernador del banco, se informó día a día de los dólares que salían de la reserva y el precio a que se vendían. Se omitió el nombre de los bancos adquirientes. Hubo críticas porque se perdió una tercera parte de la reserva pero fue positiva la transparencia de las operaciones. Agustín Carstens debería tener presente que el dinero que maneja no es el gasto de su casa.
La deuda de estados y municipios
Después del moreirazo, un tema recurrente a lo largo del próximo año será el de las deudas de estados y municipios, así como las notas –malas o buenas– que reciben de las agencias las calificadoras. De acuerdo con la agencia de noticias Reuters, Fitch Ratings elevó de negativa a estable la perspectiva crediticia de Hidalgo, con base en que redujo sensiblemente su pasivo de corto plazo. La deuda total de Hidalgo suma 3,849 millones de pesos. Por su lado, el municipio San Pedro Garza García, en Nuevo León, debe 292 millones de pesos. Es una deuda manejable para uno de los municipios más ricos del país. Y Fitch bajó la calificación de Cuernavaca, en razón del deterioro de su ahorro interno y sus altos niveles de endeudamiento: 619 millones de pesos. Finalmente, Puerto Vallarta conserva su buena calificación, con una deuda de sólo 450 millones de pesos. Éste es el momento de una gran reforma que imponga límites a los déficit de municipios, estados y el propio gobierno federal.
Un año convulsionado
Llegamos a los últimos días de este convulsionado 2011, año en que la población mundial alcanzó la cifra de 7 mil millones de habitantes. Sin embargo, como que no nos acomodamos a vivir en paz en el planeta. 113 millones son mexicanos. El año que termina se caracteriza por grandes protestas en numerosos países de Europa, incluyendo Inglaterra, Italia, Portugal y España, también en Estados Unidos. Ha sido la respuesta de la gente a la crisis y los programas de austeridad: el Ocupa Wall Street, los indignados de la Puerta del Sol de Madrid. Se empalmaron la recesión de Estados Unidos, la crisis de la deuda de los gobiernos europeos y la falta de liquidez de algunos de los grandes bancos, porque la crisis de Estados Unidos todavía no acaba de irse, está reaccionado su economía pero sigue muy alto el desempleo. Los gobiernos de algunos países tuvieron que ser rescatados financieramente, pero lo que causa más preocupación es la situación de Italia, paga intereses muy altos para conseguir nuevos préstamos, entre 6 y 7 por ciento de interés anual. México paga lo mismo en sus bonos de largo plazo, pero la deuda italiana es mucho mayor. Finalmente cayó el gobierno de Silvio Berlusconi y fue remplazado por Mario Monti, con un equipo de tecnócratas. En Grecia también cayó el gobierno, las negociaciones de su deuda han sido tortuosas, los poseedores de bonos del gobierno se verán obligados a perder la mitad de su valor. Se presentó una situación muy crítica cuando la administración del presidente Obama llegó al límite del endeudamiento que marca la ley. Aunque el Congreso finalmente autorizó su ampliación, las calificadoras le quitaron la calificación AAA que había mantenido desde siempre. El precio del oro rompió récords, y el del petróleo se ha mantenido arriba de 100 dólares el barril.
@Vox Populi
Asunto: ¿no hay quinto malo?
Estimado Enrique: en todas partes del mundo no hay quinto malo. Bueno, en todas partes menos en México. Terminamos el quinto año del gobierno de Felipe Calderón y ¿qué hay a nuestro alrededor? Un país manchado de sangre. Ni siquiera estos días de Navidad tomó vacaciones la violencia. Está chorreando sangre la República. ¿Y qué nos espera para el nuevo 2012? Por muy optimistas que seamos, lo que sigue es más violencia, más muerte, más luto. El otro día vi a Calderón muy devoto en la iglesia, dándole gracias a Dios. Para los millones de cristianos –de cualquiera de las congregaciones, católicos, evangélicos, etcétera– es una manera de querernos engañar. Como luego se dice, lo que le ha hecho a este país no tiene perdón de Dios.
T. O /Distrito Federal
R: No veas para atrás, es un horror. Mira hacia delante, cuenta los meses, las semanas, los días, las horas que le faltan para que se vaya. Y no dejemos que nos engañen en la próxima elección.
Twitter
Usa Rubén Moreira auto de $5 millones. Pero cómo serán chismosos, se lo trajo Santaclós por portarse bien.
Jorge Gutiérrez (@hellboy1212)
Me asusta ver que seguimos los pasos de España. Calderón quiere elevar sus números económicos a toda costa. Por ejemplo, la vivienda.
José Luis Ávila (@luisavila552)
Anonymous hackea al PAN, Unesco, al Teletón, a Bimbo, a Coparmex, a…
Christian Nader (@ExoSapiens)
Twitter: @galvanochoa
FaceBook: galvanochoa

México SA
Belice crece más que México
Honduras y Haití, también
El cuerno de la abundancia
Carlos Fernández-Vega
En 2011, Panamá, Argentina y Ecuador, con avances de 10.5, 9 y 8 por ciento, respectivamente, ocuparon los tres primeros lugares latinoamericanos en lo que a crecimiento económico se refiere. Muy debajo de ellos, en la posición 15 de 20 posibles, aparece México, con 4 por ciento. Del estallido de la crisis en 2008 para acá (incluida la estimación para 2012) esa tercia de naciones reportan una tasa anual promedio de crecimiento de 7.74, 6.1 y 4.84 por ciento, en cada caso, mientras el navío de gran calado (léase la idílica versión calderonista de la economía mexicana) a duras penas promedió 1.56 por ciento en el periodo, el mismo durante el cual Haití, de por sí arruinado, fue devastado en 2010 por un terremoto, y aún así registró un crecimiento anual promedio de 3.24 por ciento.
En el balance, a todas luces México sobresale entre los países menos resultones de América Latina, no obstante tener todo tipo de riquezas no sólo para sobresalir regional e internacionalmente, sino para que sus habitantes vivieran en condiciones infinitamente mejores a las actuales. Lamentablemente, toda esa riqueza y todo ese potencial ha sido nulificado –socialmente hablando– por una clase político-empresarial depredadora, que concentra para sí el usufructo del prácticamente inagotable patrimonio del país, aderezado con un modelo económico de apartheid.
México debería reportar tasas de crecimiento como las que ahora registran naciones como Panamá, Argentina y Ecuador, y sus habitantes gozar de niveles de bienestar cercanos a los de naciones desarrolladas, pero la realidad es cruel y a duras penas alcanza 1.5 por ciento como promedio anual, con ganas de empeorar. Reporta un avance incluso inferior a países como Honduras (2.24 por ciento tasa anual promedio en el último quinquenio), Belice (2.44), Haití (2.22) y Guatemala (2.58). Eso sí, puede presumir que supera al comportamiento económico salvadoreño (0.6 por ciento en el lapso señalado).
Lo peor de todo es que el problema no se limita a un sexenio (aunque sucesivamente cada que se inicia uno resulta peor que el anterior), sino que acumula tres décadas cuando menos, durante las cuales el comportamiento económico mexicano ha ido de mal en peor, al igual que el bienestar de los mexicanos. De ahí la urgencia de replantear el modelo económico, de encontrar nuevas rutas, porque de no hacerlo el país, irremediablemente, caerá al precipicio, y ahora está muy cerca del borde. Si los candidatos a la silla grande se limitan a los discursos fatuos y repiten el numerito de prometer sin ton ni son, entonces agárrense.
En vía de mientras, va un repaso –cortesía de la Cepal– sobre el comportamiento económico del siempre bello Panamá, el más destacado en América Latina durante 2011: se prevé que la economía panameña crezca 10.5 por ciento, impulsada principalmente por la actividad interna, continuando así la tendencia de altas tasas que la han caracterizado en años recientes. Se estima que el sector público no financiero arrojará un déficit equivalente a 2 por ciento del PIB al cierre del ejercicio, similar al del año previo. El déficit de la cuenta corriente se situó en 7.3 por ciento del PIB a junio de 2011, en tanto el nivel de la deuda externa alcanzó 41.8 por ciento del PIB. El índice de precios al consumidor a noviembre subió 6.8 por ciento en comparación con el mismo periodo del año anterior, mientras la tasa de desocupación se situó en 4.5 por ciento en agosto, lo que supone una reducción de 2 puntos porcentuales respecto de la observada el mismo mes del año previo.
Gran parte del dinamismo económico se debe a factores internos, que han robustecido el crecimiento de la economía panameña. Se trata de numerosos proyectos de infraestructura pública, entre los cuales destacan la ampliación del canal de Panamá, el saneamiento de la bahía, la extensión de la cinta costera, la construcción del Metro en la capital de la República y la edificación de carreteras y viviendas. La demanda agregada se expandió 14.3 por ciento, liderada por un aumento significativo de las exportaciones de bienes y servicios (20.9), el consumo total (8.8) y la formación de capital fijo (8.7). Se calcula que las importaciones de bienes y servicios aumentaron 20.2 por ciento.
Después de un proceso de seis años, en octubre de 2011 el Congreso de Estados Unidos aprobó el tratado de libre comercio con Panamá, que se espera reforzará el intercambio comercial entre ambas economías. Gracias a este tratado los productos panameños entrarán al mercado estadunidense libres de impuestos y se facilitará la llegada de nuevas inversiones de ese país. Actualmente Estados Unidos es el principal socio comercial de Panamá, con un volumen de comercio total de alrededor de 50 por ciento de todas las importaciones y exportaciones panameñas (alrededor de 85 por ciento para el caso mexicano).
Las cifras preliminares indican que la mayor parte del crecimiento en 2011 se centró en cinco sectores que crecieron a doble dígito y que en su conjunto representan más de 50 por ciento del PIB. El sector del transporte y las telecomunicaciones creció más de 15 por ciento en el primer semestre de 2011, lo que se explica por las mayores exportaciones de servicios de transporte marítimo, el aumento del transporte aéreo al extranjero y la dinamización del sector de las comunicaciones. Por su parte, la construcción creció 17.3 por ciento, debido al conjunto de proyectos promovidos por el sector público no financiero y la autoridad del canal de Panamá. Se prevé que gran parte del dinamismo que caracterizó la economía panameña en 2011 continuará en 2012, año para el que, con todo y desaceleración, se vaticina un crecimiento de 6.5 por ciento, el doble que en México.
La inflación interanual a noviembre de 2011 fue de 6.8 por ciento. El mayor aumento se registró en el sector del transporte, con grandes alzas en el precio del combustible y el transporte público, además de los aumentos de precios de alimentos y bebidas Las tasas de desocupación y de desempleo abierto se situaron a agosto de 2011 en 4.5 y 2.9 por ciento de la población económicamente activa, respectivamente, lo que supone una reducción de 2 y 1.8 puntos porcentuales en comparación con las tasas registradas en el mismo periodo del año previo. Durante este mismo lapso la remuneración mensual media llegó a 802 dólares (más de 11 mil pesos mexicanos), lo que representa un incremento de 5.4 por ciento nominal respecto del mismo periodo del año anterior. El sector del comercio al por mayor registró la remuneración media más alta, pues fue de 989.9 dólares (casi 14 mil pesos), 3.2 por ciento más respecto del año anterior.
Las rebanadas del pastel
Y para animar la llegada del Año Nuevo, ayer el tipo de cambio trepó a 14.5 pesos por dólar.
 Campo: catástrofe y sinrazones
El pasado viernes, la Comisión Permanente del Congreso informó que el titular del Ejecutivo federal, Felipe Calderón Hinojosa, había realizado observaciones a un decreto legislativo –avalado el 15 de diciembre– que demandaba la integración de un fondo de emergencia por 10 mil millones de pesos para los estados afectados por los fenómenos climáticos que se abatieron este año sobre buena parte del territorio.
En los hechos, tales observaciones implican un retraso, por lo menos, en la aplicación de los recursos mencionados, y han sido interpretadas como el equivalente a un veto de la Presidencia al fondo avalado por la Cámara de Diputados.
Independientemente de las razones que pudiera esgrimir el Ejecutivo para justificar tal medida –las cuales no han sido reveladas hasta ahora–, ésta se torna incomprensible dado el contexto en el que se produce: durante el año que está por concluir, el rezago y abandono que acusan los entornos campesinos del país a consecuencia de la apertura comercial indiscriminada a productos agrícolas se ha agravado por los efectos de heladas, inundaciones y la más grave sequía en siete décadas, que en conjunto afectaron a 70 por ciento de la superficie cultivada del país, ocasionaron la pérdida de cientos de miles de cabezas de ganado y derivaron en problemas de alimentación y acceso al agua potable en amplias franjas del territorio. Para colmo, todo parece indicar que las consecuencias de estos fenómenos no se han expresado aún en toda su crudeza, y que a corto y mediano plazos persistirán sus efectos nocivos: un botón de muestra preocupante es el pronóstico formulado por investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo, quienes alertaron sobre una crisis alimentaria para 2012, con alzas de precios de 100 a 150 por ciento.
En tal circunstancia, no parece haber justificación alguna para que el Ejecutivo federal posponga, en el mejor de los casos, o vete, en el peor, la aplicación del fondo de referencia: si en cualquier circunstancia sería inaceptable que las autoridades mostraran indolencia para atender los daños causados por fenómenos naturales, en el caso que se comenta tal actitud es potencialmente devastadora en términos económicos, sociales y hasta políticos, pues implicaría dejar a su suerte a millones de campesinos depauperados, permitir que continúe y se amplíe la devastación en extensas zonas y poner en riesgo la viabilidad del país en materia alimentaria.
Por otra parte, la referida decisión presidencial es consistente con las actitudes asumidas por el grupo gobernante ante la catástrofe que se abate sobre los campesinos mexicanos. Desde hace muchos años, diversos sectores de la sociedad han insistido en que la continuidad de la política agrícola vigente somete a los campesinos a una competencia extranjera desigual, fuertemente subsidiada, abusiva e injusta; amplía la dependencia alimentaria del país, empobrece todavía más a los productores mexicanos, agudiza la indignación y el desamparo de millones de campesinos y es causa de mayores tensiones sociales. No obstante, las autoridades se empeñan en actuar como si tales advertencias no hubieran quedado ya ampliamente confirmadas en la realidad y profundizan la apertura indiscriminada de mercados y el incremento de importaciones: muestra reciente de ello es la prisa que ha mostrado el gobierno federal para iniciar importaciones de maíz y frijol de Perú, apenas unas horas después de que el Senado aprobó el Acuerdo de Integración Comercial entre México y ese país andino.
Así pues, y ante la falta de explicaciones claras respecto de la conducta del Ejecutivo en este episodio, es inevitable preguntarse si el virtual veto presidencial a la ayuda de emergencia aprobada por el Legislativo es una prueba más de la cerrazón, la insensibilidad y la ceguera del grupo gobernante ante la desgracia que vive el campo, o si es parte de un designio por profundizar el abandono de los entornos rurales y reducir el sector agrícola al pequeño puñado de agroexportadores que se han visto ampliamente beneficiados por el modelo vigente. Como quiera, es necesario que los legisladores adopten las medidas necesarias para revertir la medida comentada, pues las consecuencias de no hacerlo podrían ser impredecibles y catastróficas.

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