Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

martes, 27 de diciembre de 2011

NOTAS EN "PORTADA" DE LA JORNADA



Mueren 5 y 30 al hospital, en Jalisco
Investigan en Jalisco quién añadió el tóxico a la cena navideña
Envenenamiento masivo en centro de rehabilitación; mueren cinco
Juan Carlos García Partida
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 27 de diciembre de 2011, p. 10
Guadalajara, Jal., 26 de diciembre. Cinco personas murieron, entre ellas un menor de edad, y por lo menos otras 30 resultaron afectadas –cuatro son reportadas en estado de salud delicado–, debido a una posible intoxicación química de la que se desconoce el origen y que se presentó después de ingerir chorizo, arroz y verduras, como parte de una cena navideña que les ofrecieron en un centro de rehabilitación mixto para alcohólicos y drogadictos ubicado en la colonia La Perla de Guadalajara, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
El Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) informó que aún no saben la causa de los decesos y la intoxicación masiva, pero que se realizan exámenes histopatológicos para determinarlas con la revisión de los órganos vitales a los que ya se tomaron muestras, aunque el vocero del organismo, Andrés Zúñiga Nájar, detalló que transcurrirán al menos un par de días para tener los resultados.
La Cruz Roja, que acudió al llamado de emergencia que se dio pasadas las 23 horas del 25 de diciembre, señaló que por los síntomas clínicos de los intoxicados podría presumirse un posible envenenamiento por arsénico, ya que los afectados presentaban síntomas como vómito, cianosis en uñas y labios, hipertensión arterial y palidez.
En rueda de prensa, el titular de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), Antonio Muñoz Serrano, dijo que no descartaba que se tratara de envenenamiento por cianuro, pues en caso de tratarse de alimentos caducos o echados a perder los efectos no son tan rápidos ni tan devastadores para el organismo, como sucedió.
Hay muy pocos agentes que pueden causar una muerte tan rápida, como son el raticida o algunos otros, dijo Muñoz.
En el transcurso del día fueron dados de alta 24 de los intoxicados, aunque continuaban internados al menos otros seis, cuatro de ellos reportados como graves, en el Hospital Civil de Guadalajara.
Los fallecidos identificados son Jesús Daniel Montañés Páez, de 15 años; Carlos Enrique Navarro Toscano, de 31, y Francisco Javier Huerta Martínez, de 41. Los otros dos cuerpos son de hombres de quienes se desconoce su identidad. Entre los lesionados hay dos mujeres y el resto son hombres, la gran mayoría mayores de 30 años, aunque también hay un menor de edad que sufrió intoxicación.
En la Cruz Roja y el Hospital Civil, la atención a los intoxicados se dio con extrema cautela, ante la posibilidad de que fuera cianuro y pudiera causar una reacción químico-biológica que provocará una contaminación mayor dentro de los nosocomios. Sin embargo, dos médicos y una paramédica quien fue la primera en llegar a prestar atención a los enfermos, presentaron leves malestares.
Los maestros, de 60 años, permanecen hospitalizados
Encubren en Morelos que policías dispararon contra dos profesores
Rubicela Morelos Cruz
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 27 de diciembre de 2011, p. 9
Cuernavaca, Mor., 26 de diciembre. Policías municipales y estatales que sostuvieron un enfrentamiento a balazos con presuntos criminales la noche del sábado hirieron a dos maestros jubilados, uno de los cuales se debate entre la vida y la muerte en el hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), denunció la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos.
El vocero de esa organización no gubernamental, José Martínez Cruz, informó que los profesores fueron identificados como Eliseo Gaona y su esposa, Silvia Saavedra, ambos de 60 años.
En los comunicados que el gobierno de Morelos difundió un día después de las refriegas ocurridas de las 18:30 a las 22 horas en cuatro colonias de Cuernavaca –Alta Vista, José López Portillo, Zacatierra y La Carolina– en ningún momento mencionó que dos civiles habían resultado gravemente heridos.
La mañana de este lunes, los hijos de los maestros declararon en radiodifusoras locales que fueron de policías las balas que hirieron a sus padres.
Acusaron que las autoridades de Morelos presentaron la camioneta en la que viajaban los mentores (Dodge tipo Ram, color roja, con placas de Morelos) como parte de las que decomisaron a los presuntos criminales.
El hijo de los profesores, quien pidió el anonimato y es maestro en el municipio de Jonacatepec, iba en la camioneta con sus progenitores cuando los uniformados les dispararon.
Narró que pese a que les gritaban que eran maestros, los agentes municipales y estatales los ignoraron. Eliseo Gaona y Silvia Saavedra recibieron sendos impactos de bala, por lo que fueron trasladados al hospital del IMSS en Cuernavaca.
Saavedra, quien recibió un impacto en una de las piernas, estuvo en terapia intensiva y la tarde de este lunes ya salió de esa área, mientras que su esposo fue intervenido y permanece aún en terapia intensiva.
Explicó que a pesar de que mostró a los agentes las credenciales de elector de él y sus padres, les decomisaron su camioneta y la presentaron como uno de los vehículos en que se desplazaban los criminales.
Martínez Cruz señaló que el hecho de que el gobierno morelense no reconozca la agresión contra los docentes es una verdadera afrenta a la ciudadanía, que tiene el derecho a recibir información fidedigna ante situaciones de esta naturaleza.
Responsabilizó de lo sucedido al mandatario panista Marco Antonio Adame Castillo y exigió que se reconozca a Eliseo Gaona y Silvia Saavedra como víctimas civiles de los uniformados.
Pidió al gobernante que no sólo se concrete a decir que hubo un elemento policiaco y tres presuntos sicarios muertos en los enfrentamientos, como informaron la Procuraduría General de Justicia y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) estatales en sendos comunicados.
Acusan a militares de robo y tortura
Sergio Ocampo Arista
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 27 de diciembre de 2011, p. 24
Chilpancingo, Gro., 26 de diciembre. Indígenas amuzgos de la comunidad El Carmen, municipio de Xochistlahuaca, a unos 60 kilómetros de Ometepec, en la Costa Chica de Guerrero, denunciaron que soldados del 48 batallón de infantería incursionaron en ese poblado, donde saquearon, golpearon y torturaron a lugareños –entre ellos un menor–, destruyeron lo que encontraron a su paso y se llevaron detenido a Luis Maceda Salazar.
El comisario de la localidad, Ángel Maceda Navarrete, relató que unos 50 soldados llegaron la madrugada del 21 de diciembre. Golpearon a ciudadanos, saquearon las casas y exigían que les dijeran dónde teníamos las armas escondidas.
Narró que los militares catearon varias viviendas y que a Lucía Salazar Ramírez le robaron 52 mil pesos y torturaron a uno de sus hijos, de 13 años. Le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza, lo metieron en una pileta de agua y le preguntaban dónde estaban las armas.
Maceda Navarrete aseguró que los uniformados se llevaron a Maceda Salazar, de 24 años. “Lo tienen recluido en Acapulco y no sólo torturaron a uno de sus hermanos (el adolescente mencionado), sino también amenazaron a su mamá con armas.
No han querido regresarlo. Su familia lo extraña y no queremos que le hagan daño, manifestó el comisario.
Destacó que los soldados tiraron las puertas de algunos domicilios. Uno de mis hijos, de 21 años, se percató del incidente y le pegaron.
Solicitan intervención de CNDH y ombudsman local
Recordó que elementos del 48 batallón de infantería preguntaban por su hermano Santiago Maceda y por Filogonio Díaz. La gente de El Carmen teme que regresen los soldados a saquear, apuntó.
Finalmente, demandó a la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos de Guerrerpo (Codehum) y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para que realicen una investigación y se sancione a los soldados.
Conmemorarán el 18 aniversario del cese al fuego en Chiapas
El Operativo Noreste será reforzado con 600 militares provenientes de Comitán
Elio Henríquez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 27 de diciembre de 2011, p. 11
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 26 de diciembre. El Ejército Mexicano trasladó a Saltillo, Coahuila, a 600 soldados integrantes del 15 Regimiento de Caballería Motorizada que mantiene en su base del municipio chiapaneco de Comitán, en la frontera con Guatemala, para que se integren al Operativo Noreste, como parte del combate contra el crimen organizado, informó el comandante de la séptima Región Militar, Cuauhtémoc Antúnez Pérez.
Los elementos castrenses, entre jefes, oficiales y tropa se desplazaron en 90 vehículos, en su mayoría camionetas Hummer, sobre la autopista Tuxtla Gutiérrez–Las Choapas, en donde los despidieron compañeros y familiares.
Este es el quinto viaje que realiza el personal de fuerzas especiales acantonados en Chiapas, entre 2010 y 2011. Van a cumplir tareas de seguridad pública, en apoyo a los estados que enfrentan el fenómeno de la delincuencia organizada, comentó el comandante.
Esta es la quinta ocasión que personal castrense del 15 Regimiento de Caballería Motorizada se traslada al norte del país. En mayo pasado retornaron de los estados de Tamaulipas y Nuevo León, donde estuvieron por espacio de dos meses en refuerzo de la Operación Noreste, sin registrar ninguna baja en el desempeño de su trabajo.
Por otro lado, el general Cuauhtémoc Antúnez informó que el 12 de enero próximo realizarán una ceremonia en el Monumento al Soldado, por los 18 años del cese al fuego entre el Ejército Mexicano y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
El monumento con los nombres de los 22 militares caídos en Chiapas durante el conflicto con los zapatistas, en los años 1994, 1995, 1996 y 1997, de donde se destaca la operación militar del 9 de febrero de 1995, se encuentra dentro del campo militar El Sabino, en el municipio de Berriozábal.
El actor viajó a EU con su familia luego de que en México le detectaron el mal en un ojo
Pedro Armendáriz hijo murió en Nueva York a causa de cáncer
También arquitecto, incursionó en el cine invitado por su amigo Arturo Ripstein
Arturo Martínez le dio su primer papel como profesional
Hizo 140 cintas y trabajó en televisión y en el teatro
Foto
En un principio no tenía interés en la actuación; incluso, al lado de Pedro Ramírez Vázquez, participó en la construcción del Museo Nacional de Antropología e HistoriaFoto Fabrizio León
Mónica Mateos-Vega
Periódico La Jornada
Martes 27 de diciembre de 2011, p. 6
Pedro Armendáriz hijo, uno de los actores más emblemáticos del cine mexicano contemporáneo, falleció a los 71 años en Nueva York. Era atendido en esa ciudad de un cáncer de ojo que apenas hace unos días le diagnosticaron en México, luego de sufrir fuertes dolores de cabeza durante meses.
En un escueto comunicado, familiares que lo acompañaban en la urbe estadunidense, informaron sobre el deceso: murió con dignidad, como vivió. Solicitaron a los medios de comunicación respeto a su privacidad en estos momentos de duelo, y a los admiradores del histrión su solidaridad por medio de oraciones. Agregaron que los restos del actor serán traídos a México.
Pedro Armendáriz hijo fue un símbolo como lo fue su padre en la época de oro del séptimo arte nacional. Durante su gestión como presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas AC (de 2006 a 2010) libró arduas batallas para conseguir subsidios y así fortalecer la cultura fílmica del país.
Nació en la ciudad de México el 6 de abril de 1940 en el seno de una familia dedicada a la actuación, encabezada por su padre, Pedro Armendáriz, y su madre, la actriz Carmelita Bohr.
Sus primeros estudios los cursó en el Instituto Patria. Luego ingresó a la Universidad Iberoamericana donde concluyó la carrera de arquitectura. No tenía interés en dedicarse a la actuación, incluso, participó como arquitecto en la construcción del Museo Nacional de Antropología e Historia, al lado de Pedro Ramírez Vázquez.
Se impuso el llamado de la sangre
Al concluir la obra se quedó desempleado y su amigo Arturo Ripstein lo invitó a participar en una película experimental que estaba por realizar. Después lo animó a hacer la segunda. Llegó una tercera, Nido de águila, por invitación de los hermanos De Anda (Rodolfo, Raúl, Antonio y Gilberto). Y se impuso el llamado de la sangre.
En ese momento me di cuenta de que no tenía que hacerme tarugo, que el cine era parte de mi vida desde siempre y que ese era mi lugar, recordaría más tarde en una entrevista para la revista electrónica Canal 100.
Pedro Armendáriz solía platicar que su padre nunca se enteró que él se dedicaría al cine, no obstante, tuvo la fortuna de que el gran actor, muerto en 1963, le compartiera muchas de sus experiencias profesionales, en particular del trabajo y amistades que hizo en Hollywood.
Fue el director Arturo Martínez quien le dio su primera oportunidad para incursionar de manera profesional en el cine en 1965, en la cinta El cachorro.
De ahí siguieron innumerables intervenciones (por ejemplo: Los gavilanes negros (1965), Los bandidos (1966), Matar es fácil (1966), Los tres mosqueteros de Dios y La soldadera (1966) cintas que el actor reconocía que no fueron extraordinarias, pero satisfacían su creciente pasión por el cine.
A finales de los años 70 viajó a Estados Unidos para probar suerte. Pero en la oficina de migración, al pedir una visa de trabajo como actor, le solicitaron cartas de recomendación de la industria cinematográfica estadunidense. Acudió entonces a los amigos de su padre: John Ford, John Huston y John Wayne, entre otros.
Cuando mostró las cartas, la señorita que lo atendía le dijo: si usted es amigo de todos estos, ¿por qué no me los presenta? Con todo, no le dio el permiso, pues en esa época el desempleo era alto en Hollywood, recordaba Pedro entre sus múltiples anécdotas.
Pero sus ganas de actuar se impusieron y consiguió el permiso para participar no sólo en producciones cinematográficas, sino en la televisión de Estados Unidos. Entre los trabajos que realizó destacan: River of Gold (1971), Killer by Night (1972), Earthquake (1974), A Home of Our Own (1975), Columbo: A Matter of Honor (1976) y The Rhinemann Exchange (1977).
Después de 50 películas, ya entrados los años 80, Pedro Armendáriz aparecía en la pantalla grande como uno de los actores más importantes de su generación, dirigido por cineastas como Julián Pastor, en La casta divina; Jaime Humberto Hermosillo en La pasión según Berenice; Gonzalo Martínez Ortega, en Longitud de guerra, y por su amigo de toda la vida Arturo Ripstein en Cadena perpetua.
Triunfaba en México sin dejar de participar en producciones estadunidenses, como en Licencia para matar (de James Bond, 1989), y Gringo viejo (1989), de Luis Puenzo, basada en la novela homónima de Carlos Fuentes.
En 1997 participó en el elenco de la película Amistad, bajo la dirección de Steven Spielberg, a quien definía como un hombre sereno, que no se siente un dios en el foro.
A las más de 140 películas nacionales y extranjeras se suma su incursión en la producción de programas educativos.
Entre sus trabajos más recientes destacan: La ley de Herodes, en 1999; A propósito de Buñuel, Antes de que Anochezca y Su alteza serenísima, en 2000; La mexicana y Pecado original, en 2001; El crimen del Padre Amaro, en 2002; Once Upon a Time in Mexico y La casa de Los Babys, en 2003, y Matando cabos, en 2004.
Convencido de que en México el cine no te paga, te cuesta, hizo varias telenovelas, porque de la televisión sí puedes vivir. Participó en programas como Hora marcada (producido por su hermana Carmen) y Furcio, así como en melodramas como La última esperanza (1995), La sombra del otro (1996), La culpa (1996) y Tres mujeres (1999).
Pedro Armendáriz lamentó siempre que el cine de Estado hubiera destruido la figura del productor, porque los directores de Conacine y Conacite decidían quién era el gerente de producción de tal o cual película. El productor pasó a ser un administrador del dinero del Estado. Hay que recuperar la figura del productor. Y también hay que crear guionistas. A los escritores que hacían guiones para cine, como Pacheco y Leñero, ya no les interesa. Se alejaron porque les pagaban poco y porque no respetaban sus historias. Como no hay guionistas, los directores están escribiendo sus historias. Eso no puede ser, dijo en entrevista con la revista virtual Canal 100.
En teatro, otra de sus pasiones, participó en 2005 en la versión de la obra El violinista en el tejado, como el patriarca de la familia judía ortodoxa, y recientemente actuó en la puesta Doce hombres en pugna.
A los Arieles que obtuvo por sus actuaciones en el cine nacional se suman reconocimientos como el homenaje que el Festival de Cine de Biarritz le brindó en 2007; el Mayahuel de Plata que le entregó el Festival Internacional de Cine de Guadalajara en 2006, y el homenaje en el Festival de Cine de la Ciudad de Huelva, España, el año pasado
Su última aparición en la televisión fue en 2011 en la telenovela La fuerza del destino, de Rosy Ocampo.
En posproducción se encuentran al menos tres largometrajes en los que actuó durante 2011.
Otro inolvidable
En 1956, el padre de Pedro, el inolvidable actor del mismo nombre, participó en la película The Conqueror, producida por Howard Hughes, filmada en Utah, Estados Unidos, en la época en la que el gobierno estadunidense realizó pruebas nucleares en el vecino estado de Nevada. Noventa y una de las 220 personas involucradas en la producción de la cinta enfermaron de cáncer; 46 murieron a consecuencia de la enfermedad, entre ellas los actores John Wayne (lo padeció en estómago y pulmón), Susan Hayward (en el cerebro), Agnes Moorehead (en el pulmón), John Hoyt (en pulmón), además del director de la película, Dick Powell (en las glándulas linfáticas) y el doble Chuck Roberson.
Pedro Armendáriz padre al enterarse de que padecía cáncer en la región de la cadera optó por suicidarse con un tiro en el pecho, durante su estancia en el hospital de la Universidad de California, en Los Ángeles.
Pedro Armendáriz hijo, un icono del cine mexicano contemporáneo, falleció ayer a los 71 años en un hospital de Nueva York, víctima de cáncer Foto Ap

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