Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

martes, 24 de enero de 2012

Calderón juega con fuego al no reconocer la tragedia que enfrentamos: campesinos- México, entre los países con mayor desigualdad: OCDE--México SA


Emergencia alimentaria
Luego de horas de tensión la Caravana del hambre inicia diálogo con Gobernación
Calderón juega con fuego al no reconocer la tragedia que enfrentamos: campesinos
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Los alrededores de la Secretaría de Gobernación fueron resguardados con vallas metálicas para evitar que los integrantes de la Caravana del hambre se manifestaran frente a sus instalacionesFoto Yazmín Ortega Cortés
Ciro Pérez Silva y Patricia Muñoz Ríos
Periódico La Jornada
Martes 24 de enero de 2012, p. 4
La Caravana del hambre consideró un triunfo la promulgación (que debe realizarse la mañana de este martes) del decreto que atiende las demandas de un programa de empleo temporal, alimentación y salud, entre otros.
Al cierre de esta edición, integrantes de la caravana y funcionarios de la Secretaría de Gobernación continuaban las nego- ciaciones para precisar otros temas relativos a la protección de los consumidores, para evitar la especulación sobre cinco granos básicos y la vigilancia civil en la entrega de recursos, así como impedir el uso electoral de los mismos. Se esperaba que con ello se levantara el plantón.
Aunque no se tenían claros los montos que se asignarán, los negociadores campesinos manifestaron que se trata de un avance.
Tras una larga jornada de movilizaciones, que incluyó marcha, plantón y derribo de vallas con tractores en las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación, la Caravana del hambre –integrada por diversas organizaciones campesinas– inició negociaciones con una decena de funcionarios del gobierno federal para atender la emergencia por sequía y formular un acuerdo para solucionar la hambruna que padecen los campesinos del norte del país.
El planteamiento que defendieron los indignados del campo en Gobernación incluye cinco puntos: que el gobierno federal haga la declaratoria de desastre por sequía; que se atienda la hambruna; que se resuelva el problema de quienes perdieron todas sus cosechas, se endeudaron y no sacaron ni para comer ni para volver a sembrar; que se debata sobre la seguridad energética y el abasto de agua para el campo, y que la entrega de recursos sea supervisada por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la Cruz Roja y Mexfam, para evitar el uso electoral de los recursos.
Luego de un primer encuentro realizado poco antes de las 12 del día, los representantes campesinos dejaron las instalaciones de Gobernación con la promesa de que a las 18 horas serían recibidos en una segunda reunión por un grupo de subsecretarios. Llegado el momento fueron informados por un funcionario de la secretaría, que nadie pudo identificar, que no habría subsecretarios y que en todo caso los representantes campesinos hicieran sus propuestas, hecho que fue interpretado por los manifestantes como una burla. Procedieron, en medio de fuertes condenas al gobierno federal, a remover con los tractores las vallas colocadas por la Policía Federal para impedir el paso hacia el edificio de la dependencia.
La provocación de que dijeron ser objeto los campesinos estuvo a punto de tornarse en un violento enfrentamiento contra decenas de granaderos que resguardaban los accesos a la secretaría. Minutos después, el mismo funcionario de Gobernación anunció que estaban en camino subsecretarios de Economía, Agricultura, Medio Ambiente, Desarrollo Social, Gobernación, Comunicaciones y Transportes, y miembros de la Comisión Nacional del Agua, para iniciar las negociaciones.
Los representantes campesinos plantearon la necesidad de crear un fondo de 40 mil millones de pesos; los funcionarios propusieron entre 4 y 6 mil millones adicionales a 6 mil millones de pesos ya comprometidos. Planteadas ambas posturas, los funcionarios pidieron tiempo para discutirlas y se retiraron a una oficina cercana al auditorio Jesús Reyes Heroles, en el que aguardaron los representantes campesinos. La reunión se reanudó a las 20:19 horas.
El gobierno del presidente Felipe Calderón está jugando con fuego al no querer reconocer la tragedia que vive el campo mexicano y no actuar como se debe ante una situación de desastre, advirtieron los dirigentes de El Barzón Nacional, Alfonso Ramírez Cuéllar, y del estado de Chihuahua, Martín Solís.
Desde el mediodía de ayer, los integrantes de El Barzón, la Central Campesina Cardenista (CCC), la Confederación Nacional Agraria, rarámuris y muchas otras organizaciones que viajaron desde Chihuahua, Zacatecas, San Luis Potosí y otros estados dejaron el campamento donde pernoctaron la noche del lunes, en la Plaza de la República, cercana al Monumento a la Revolución, y se apostaron en la calle de Bucareli, desde el cruce con Reforma hasta la calle de Atenas, donde los esperaba un contingente de granaderos. Lamentamos las molestias que causamos, decía uno de los varios oradores que tomaron la palabra mientras tenían lugar las negociaciones en la Secretaría de Gobernación, pero es que es la única manera en la que nos hacen caso. Ya se murió el ganado y no vamos a dejar que se nos muera nuestra familia. De aquí no nos vamos sin una respuesta, advirtieron jinetes y propietarios de tractores, quienes se plantaron frente a los granaderos.
La comisión negociadora de la caravana, integrada por los representantes de El Barzón, Roberto Cázares, Gabino Gómez y Heraclio Rodríguez; de la Unión Campesina Democrática, Antonio Tirado y Emiliano García, y de la Central Campesina Cardenista, Max Correa y Héctor Barraza, señalaron que la emergencia abarca el campo y la ganadería, con la pérdida de miles de hectáreas de siembra y la muerte de miles de cabezas de ganado, y repercute en una hambruna sin precedente en esa región del país.


Enorme brecha entre salarios y distribución de la riqueza

Persiste elevada pobreza, con ingresos por hogar muy por debajo de otros países
México, muy desigual en salarios y distribución de la riqueza: OCDE
Cada vez se hace más grande la brecha que separa los sueldos más altos de los más bajos
El fenómeno es uno de los principales riesgos para la prosperidad y seguridad del futuro, dice
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Precariedad en la isla de CozumelFoto Jesús Villaseca
Notimex y de la redacción
Periódico La Jornada
Martes 24 de enero de 2012, p. 29
México fue catalogado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) entre las naciones con mayor desigualdad en salarios y distribución de la riqueza, por lo cual por tercera ocasión el organismo lo clasificó como muy desigual, además de que lo ubicó con una baja base fiscal.
Los países que se encuentran en el mismo renglón que México son Chile, Israel, Portugal, Turquía y Estados Unidos. Ese grupo es considerado además con alta tasa de pobreza, con un ingreso disponible por hogar que se ubica muy por debajo de los otros integrantes de la OCDE.
El reporte Reduciendo la inequidad en ingreso mientras se propicia el crecimiento económico: ¿puede hacerse?, clasifica a sus socios en cinco categorías según su grado de inequidad.
La calificación anterior a la de ayer fue en mayo de 2011, cuando la OCDE señaló que México ocupaba el segundo puesto entre los países de la organización en los que la brecha entre los salarios bajos y altos se amplía cada vez más.
En mayo de 2011, por ejemplo, señaló que la desigualdad entre los salarios de quienes más ganan y los que perciben el salario mínimo cada vez se hace más grande, situación que se ha agravado desde 1985.
Señaló que uno de los factores que influyen en tener ingresos y distribución altamente desiguales es la elevada tasa de desempleo, mitigada por la ocupación en la informalidad o por cuenta propia.
Para la OCDE, Suiza, Islandia, Suecia, Dinamarca y Noruega, donde el sistema fiscal es eficiente, son los de menor desigualdad en salarios y empleo.
Otros con mayor eficiencia en el manejo de impuestos son catalogados en un segundo grupo, donde se encuentran Bélgica, Estonia, Finlandia, República Checa, Francia, Italia, Eslovaquia y Eslovenia, pese a su diferencia salarial y sus índices de desempleo.
También ubica con desigualdad salarial a Austria, Alemania, Grecia, Hungría, Luxemburgo y Polonia, donde la brecha salarial entre pobres y ricos es menor. Con un fenómeno de desempleo y subempleo similar al de los países en desarrollo, que padecen alto índice de informalidad, ubica a Australia, Canadá, Irlanda, Nueva Zelanda, Reino Unido y Países Bajos, aunque cuentan con un ingreso con ciertas garantías en el hogar que no los lleva a la pobreza.
Los países deben luchar contra la creciente desigualdad, con políticas que de forma simultánea reduzcan la brecha de ingresos entre ricos y pobres, mientras se estimula el crecimiento económico, añadió la OCDE.
Una nueva investigación del organismo demuestra cómo las reformas del mercado laboral, los impuestos y los sistemas de transferencias y la educación de alta calidad pueden producir un doble dividendo: aumentar el producto interno bruto mientras se reduce la desigualdad del ingreso. La creciente desigualdad es uno de los principales riesgos para la prosperidad y seguridad de nuestro futuro, señaló el economista en jefe del organismo, Pier Carlo Padoan.
El principal desafío al que ahora se enfrentan los gobiernos es la implementación de reformas que rencaminen el crecimiento, pongan a trabajar a la gente y reduzcan la acentuada brecha de ingresos, sostuvo.
Una prioridad debe ser la reducción o eliminación de las exenciones impositivas, que benefician principalmente a los ricos, lo que crearía un espacio para las reducciones favorables al crecimiento en tasas impositivas marginales para todos los contribuyentes, explicó.
México SA
Hambre: ¿sólo por la sequía?
México: 200 mil mdd en alimentos
Crecen dependencia y precios
Carlos Fernández-Vega
 
La caravana del hambre arribó a la ciudad de México para exigir al inquilino de Los Pinos medidas concretas contra los efectos de la sequía. Tal vez los integrantes de ese movimiento no tuvieron tiempo de enterarse de la noticia, pero de que ha habido medidas concretas no hay duda alguna. Por ejemplo, entre ellas sobresale, nada más para arrancar el Año Nuevo, el veto que el susodicho aplicó al decreto legislativo para crear un fondo especial por 10 mil millones de pesos para enfrentar la sequía que afecta a la mitad de las entidades de la República. Que haga muy mal las cosas no quiere decir que no haga nada.
Además, el inquilino de Los Pinos lo decretó ayer: Nadie va a padecer ni a fallecer por falta de agua o comida (Notimex). Todo indica que el susodicho tampoco ha tenido tiempo para enterarse de las muertes por inanición en la Tarahumara ni de los 28 millones de mexicanos que sobreviven en pobreza alimentaria, o lo que es lo mismo que padecen hambre. Desde muchos meses atrás, en diversas entidades de la República la sequía llegó para quedarse, pero en la negligente residencia oficial parece que apenas se enteraron de todo esto el pasado fin de semana.
Comida y felicidad para todos, ha decretado el citado personaje, pero como siempre el problema real en materia alimentaria que aqueja al país no es de coyuntura, sino estructural; no es consecuencia de un efecto climático concreto (la sequía) ni se limita a una temporada en específico, sino es el obvio resultado del abandono del campo, de la creciente cuan alegre importación de alimentos que encarece lo que los mexicanos depositan en sus estómagos y del miserable ingreso de millones y millones de mexicanos a quienes, simple y llanamente, no les alcanza para comer. Tarde que temprano la sequía quedará atrás; vendrán las lluvias, pero las tierras cultivables quedarán igual de improductivas porque no hay con qué sembrar, con qué abonar, con qué cosechar.
Entonces, no es la sequía simplemente, sino los cinco gobiernos que a lo largo de tres décadas al hilo llevaron al país de la autosuficiencia alimentaria a depender, cada día más, de lo que se produce allende nuestras fronteras, y, entre otros logros, lo convirtieron en el principal importador de granos básicos en América Latina, comenzando por el maíz. Y lo anterior no lo documenta un energúmeno contrario al régimen, sino la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, o lo que es lo mismo la FAO, por medio de sus Perspectivas alimentarias.
El de la residencia oficial decreta que nadie va a padecer ni a fallecer por falta de agua o comida, mientras el clarividente que despacha en la oficina principal de la Secretaría de Agricultura, Francisco Javier Mayorga Castañeda, por ninguna parte ve riesgo de hambruna en el país. Y ambos se pronunciaron en tal sentido, cuando las propias cifras oficiales reconocen y registran 28 millones de mexicanos incapaces de alimentarse adecuadamente, es decir, con hambre. Superada la sequía, ¿este creciente ejército de hambrientos dejará de serlo? Desde luego que no, por muchos decretos de saliva que emita el inquilino de Los Pinos y pronunciamientos de adivinos de ocasión, como el titular de la Sagarpa comprenderá.
Este último personaje dijo lo que dijo en respuesta a la propuesta de legisladores de todas las fuerzas políticas de los ocho estados del norte de la República afectados por la sequía: el Senado pidió a la Cámara de Diputados que se asigne en el presupuesto de 2012 un piso de 10 mil millones de pesos para respaldar a los productores de esas entidades que perdieron sus cosechas y están a punto de perder también el ganado. En el dictamen se resalta que la situación es muy grave, ya que esa sequía atípica afecta no sólo las economías rurales de Baja California, Coahuila, Chihuahua, Durango, San Luis Potosí, Sinaloa, Tamaulipas y Zacatecas, sino se verá mermada la oferta de alimentos a escala nacional. Es urgente que se asignen esos fondos federales para atender la sequía extrema en esas ocho entidades, en cuyos territorios se ubica 37 por ciento de la superficie nacional dedicada a la agricultura. En esos estados se cultivan más de dos terceras partes del frijol, casi 50 por ciento del tomate, 40 por ciento del maíz, un tercio del valor de la producción nacional de acuacultura y pesca, más de la mitad de madera, así como 30 por ciento de la ganadería (La Jornada, Andrea Becerril y Víctor Ballinas).
Antes de la sequía, México ya era considerado gran importador de alimentos. Antes de ella, la FAO notificó (noviembre de 2011) que se desplomó en México la producción de granos; la contracción es de 8.5 por ciento, sólo superada por Sudáfrica y Etiopía; el país se convirtió en el principal importador de esos alimentos básicos en América Latina, pues concentrará 38.4 por ciento de las 28.4 millones de toneladas que los países de la región importarán en conjunto. Menor producción, igual a mayor importación. Antes, pues, se sabía que cuando menos la mitad de los alimentos que los mexicanos llevan a sus respectivos estómagos son de importación, en un país que 30 años atrás era prácticamente autosuficiente en alimentos.
También antes de la reciente sequía se sabía que de la entrada en vigor del TLC (primero de enero de 1994) a la fecha, México ha erogado alrededor de 200 mil millones de dólares por importación de alimentos, monto que, como se ha comentado en este espacio, bien pudo destinarse a reactivar el campo nacional, la producción interna, el bienestar de las depauperadas masas campesinas. Pero como en tantos otros renglones, nada se hizo. El caso del maíz es revelador: de 1994 a 2011, de las arcas nacionales salieron alrededor de 19 mil millones de dólares para importar ese grano básico en la dieta de los mexicanos, de los que 77 por ciento (cerca de 15 mil 400 millones de billetes verdes) se gastaron en el transcurso de los dos gobiernos panistas, especialmente el de Calderón. Así, lo que antes de dicho tratado (1993) se erogaba en un año para importar maíz, ahora se gasta en nueve días (2011). Y los precios internacionales se mantienen al alza, independientemente de la depreciación del peso frente al dólar. Pero es la sequía.
Las rebanadas del pastel
Según Emilio Azcárraga Jean y Ricardo Salinas Pliego, el monopolio se combate con otro monopolio, y la competencia se genera con concentración. Felipe Calderón –quien en campaña prometió combatir los monopolios– comparte esa tesis, porque a lo largo de su estancia en Los Pinos no ha hecho otra cosa que fortalecerlos. Por eso, hoy toca a la Comisión Federal de Competencia sacarse la espina y justificar su existencia.

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