Astillero
Trampas mediáticas
Juanitos informativos
Propaganda disfrazada
SCJN: tretas libres
Julio Hernández López
TÍTULO DE PROPIEDAD AL ESTANQUILLO. Carlos Slim saluda a
José María Pérez Gay en la entrega al Museo del Estanquillo de las escrituras
del edificio en el Centro Histórico, que hizo ayer el jefe de gobierno
capitalino Marcelo Ebrard. Familiares de Carlos Monsiváis, cuya colección está
albergada en el inmueble, entre los asistentesFoto José
Antonio López
A pesar de que la declaración de Andrés Manuel López Obrador había
sido primera en tiempo, ayer la atención de los grandes medios informativos
prefirió destacar y celebrar la que varias horas después hizo Enrique Peña Nieto
al anunciar que no simularía contienda interna en el PRI para aprovechar tiempos
electrónicos de precampaña.
El tabasqueño había adelantado de mañana, en Cancún, la difícil decisión de
no aparecer en tiempos oficiales de radio y televisión desde el 18 del próximo
mes hasta el 15 de febrero (más un inmediato periodo de
vedaque terminará a finales de marzo), conforme a la peculiar normativa electoral vigente y
para que se acabe ya con la especulación, porque nosotros no somos marrulleros. El candidato de Morena y tres partidos más daba así respuesta a la oleada de críticas que habían generado las palabras pronunciadas en radio con Carmen Aristegui, al sugerir que los dirigentes de PRD, PT y Movimiento Ciudadano podrían apuntarse como contendientes de utilería para así usar las ventanas electrónicas que la ley ofrece solamente a los partidos cuando tienen disputa interna.
López Obrador argumentó que aquellas palabras habían sido mal entendidas y
aseguró que la
confusiónhabía contado con un afán de seguimiento por parte de
medios de comunicación al servicio de Peña Nieto y del PRI(nota de Adriana Varillas, en el portal de El Universal). La recompostura que hizo el tabasqueño, sin embargo, no contó con una difusión proporcional a la que habían tenido sus originales declaraciones en que prefiguraba una segunda etapa de lo que comenzó a llamarse el juanitismo, en recuerdo del episodio de rejuegos en escena que tuvo como escenario Iztapalapa y su elección de jefe delegacional. Por el contrario, la
notase la llevó el ex gobernador del estado de México, quien horas después de AMLO dio a conocer una postura similar, en el sentido de no usar con tretas los multimencionados tiempos. A ciudadanos con poca información o con un acceso apresurado y acrítico a ésta, el manejo desequilibrado del asunto podría dejar la impresión de que el perredista había sido arrastrado a su decisión por el priísta o incluso que ni siquiera hubiera corregido. Manipula, que algo queda.
En esas trampas del manejo informativo descansará parte importante de las
campañas de las dos opciones partidistas con poder económico y político, las del
PAN y las del PRI. Peña Nieto puede despojarse de los tiempos oficiales de
precampaña porque sus actos
internos, sin promoción explícita de su candidatura, aunque a todo mundo le quede más que clara la intención (o la presentación de un libro, atendida generosamente anoche en Foro Tv, de Televisa), serán potenciados por los agradecidos y coaligados medios que
por sí mismoshabrán de apenas disimular propaganda como
información. En cambio, en ejercicio de esos libérrimos criterios informativos, los mismos medios pueden dar un tratamiento secundario, desdeñoso o testimonial a las actividades de los candidatos que no les satisfagan.
Es decir, las empresas periodísticas de intereses comprometidos con los
poderes en contienda podrán fungir como juanitos informativos,
supliendo con marrullería las limitaciones que imponga la ley y favoreciendo a
sus amplios clientes favoritos, como fue el gobierno peñanietista y siguen
siendo ahora otras administraciones priístas concurrentes con el proyecto rumbo
a Los Pinos, o como es el gobierno calderonista que aún no decide si mantendrá
el simulacro de contienda entre tres pesos menores (con lo cual podría
aprovechar los tiempos de precampaña, aunque sin posicionar en el ánimo
colectivo el nombre del candidato definitivo, como sí lo están haciendo ya el
PRI y la izquierda) o aprieta tuercas para juntar menudencias y armar algo
parecido a un urgente aspirante único de la derecha.
Las reglas electorales en práctica, diseñadas con la vista puesta en lo que
pasó en 2006, y aprobadas por la izquierda colaboracionista para conjurar una
segunda aparición de AMLO, concentran el fragor electoral en un corto periodo
que solamente podrá ser explotado con éxito por quienes tengan dinero en
abundancia y gran maquinaria burocrática a disposición. Por lo pronto, los
tiempos en radio y televisión correspondientes a los partidos que no tengan
precampaña podrán ser usados por éstos pero sin aparición ni promoción
específica de su candidato único. Del 18 de diciembre al 15 de febrero no podrán
aprovechar tales espacios, y luego entrará en vigor una suerte de veda que
terminará a finales de marzo.
Tal como se preveía, la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación aprobó por mayoría de votos (cuatro contra uno) el proyecto de resolución
que el ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea había redactado para dictar la
última palabra en el litigio entre La Jornada y Letras
Libres. El golpe judicial abre la puerta al uso de la calumnia para tratar
de descalificar y poner en peligro el ejercicio periodístico que no forma parte
del entramado de intereses dominantes. Dejar que corra la grave acusación, sin
pruebas, de que un diario mexicano es cómplice del terrorismo internacional
equivale a una hipócrita convalidación desde el máximo tribunal mexicano. Habrá
de verse si justamente de eso se trata, de colocar en situación de riesgo, en
amago preparatorio, a un medio que no forma parte del coro domesticable.
Desde luego, La Jornada continuará adelante como siempre, sabedora
de que su ejercicio periodístico no ha dependido ni depende de consignas
palaciegas ni intrigas de mala literatura. La verdadera libertad se vive y se
demuestra día con día, plana tras plana, y la comunidad jornalera lo sabe y lo
practica.
Y, mientras el corresponsal de La Jornada en Culiacán, y reportero
de Ríodoce, Javier Valdez Cárdenas, recibía el premio a la libertad de
prensa otorgado en Nueva York por el Comité para la Protección de Periodistas
(en bit.ly/t3Zn6F están disponibles una
entrevista, el discurso de Javier y una nota informativa), ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio
Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Clase Política
Fin al
usted disculpe
Miguel Ángel Rivera
La Cámara de Diputados inició la reforma de leyes penales para poner
fin a los casos de inocentes sometidos a juicios y a largos periodos de prisión,
para que al no comprobarse su culpa sean liberados con un simple:
usted disculpe.
Hoy se será ratificado –ya validado en comisiones– el cambio para sancionar a
los funcionarios judiciales que por negligencia o dolo sean responsables del
encarcelamiento de un inocente.
En tanto, el presidente de la Cámara, Emilio Chuayffet Chemor, cumplió con la
responsabilidad de declarar totalmente concluidas tres mil 930 iniciativas
presentadas entre la LVII y la LX legislaturas, y anteriores que no fueron
dictaminadas, con lo cual termina el rezago histórico popularmente conocido como
congeladora.
La cosecha
La Cámara de Diputados aprobó adicionar la Ley General del
Equilibrio Ecológico, a fin de que las autoridades de la Federación, estados, DF
y municipios eviten los asentamientos humanos en zonas de alto riesgo. Para
aplicar la norma, el Ejecutivo federal deberá publicar el Atlas Nacional de
Vulnerabilidad…
El dirigente de la CNOP, Emilio Gamboa Patrón, inauguró un nuevo sistema de
destapeal expresar el apoyo de su sector a Enrique Peña Nieto para ser candidato presidencial. Gamboa reunió a los dirigentes estatales y de las organizaciones filiales, quienes firmaron el acta oficial de respaldo para ser entregada al CEN del tricolor…
Además del cúmulo de reconocimientos a Manlio Fabio Beltrones por su
contribución a mantener la unidad dentro del PRI al deponer su aspiración a la
candidatura presidencial, sorprende la versión de que
prefirió no escuchar el canto de las sirenas, lo que implicaría un intento de atraer al senador a una alianza hasta ahora ignorada…
Un político que fue tentado para abandonar al PRI, el ahora gobernador del
estado de México, Eruviel Ávila Villegas, dijo que la decisión de Beltrones es
muy respetable y refleja su madurez y experiencia. Ávila anticipó que si Peña
Nieto se convierte en candidato presidencial sería muy positivo para los
mexiquenses…
El IFE aprobó el tope de gastos de campaña para la elección de presidente, de
328 millones 608 mil 267.50 pesos…
La medida fue bien recibida en términos generales, pero otras decisiones de
los consejeros les acarrean toda clase de críticas y posibles litigios. Por
ejemplo, la exigencia, impulsada por los consejeros Marco Antonio Baños Martínez
y Alfredo Figueroa Fernández, a televisoras y radiodifusoras de bloquear sus
señales para que no sean captadas en estados vecinos ha generado descontento en
los partidos y, por supuesto, entre las empresas de tv y radio que tendrían que
realizar cuantiosas inversiones, eso en caso de encontrar el equipo, pues por
ejemplo en EU no han podido impedir que entren a su territorio las señales de
estaciones mexicanas fronterizas…
Del plato a la boca...
Soledad Loaeza
No sería la primera vez que un candidato puntero al inicio de una
competencia electoral pierda súbitamente la ventaja frente a sus rivales y
termine en segundo y hasta tercer lugar. Las razones de su derrota pueden ser
muchas y muy diversas; sin embargo, no son pocos los casos en que los antes
afortunados se tropiezan con sus propios errores, o incurren en comportamientos
autodestructivos que los conducen al fracaso.
Algo muy parecido a esto le está pasando al PRI, cuya dirigencia parece
cegada por la euforia provocada por sondeos que colocan a su precandidato de
preferencia, Enrique Peña Nieto, a más de 15 puntos porcentuales de intención de
voto de su competidor más cercano. El presidente de ese partido, Humberto
Moreira, tendría que recordar que faltan más de siete meses para la elección,
que nadie controla los acontecimientos de esas largas semanas, y que algunos de
ellos pueden ser muy desfavorables al candidato priísta, como lo han sido los
hallazgos a propósito del endeudamiento de Coahuila, estado del que Moreira fue
gobernador antes de asumir la presidencia del PRI. Tampoco favorecen a Peña
Nieto las arbitrarias decisiones que ha tomado el presidente del partido en
relación con la convocatoria al proceso electoral, o la alianza que estableció
con Elba Ester Gordillo y el Panal, y con el Niño Verde y el PVEM.
En cada uno de estos temas Moreira ha actuado como si ya hubiera ganado la
elección presidencial; lo mismo podría decirse de su actitud frente a su
situación personal, que ha sido brutalmente minada por su estrategia de defensa
frente a las revelaciones respecto a las condiciones en que dejó el estado que
gobernó. Se comporta como si tuviera en la bolsa una patente de corso que le
garantiza la impunidad. Tal vez lo peor que hemos visto en las últimas semanas
sea el desenfado insolente con el que ha pretendido desentenderse de toda
responsabilidad en el tema del endeudamiento de Coahuila, las medias verdades y
las inexactitudes. Yo me pregunto si acaso Moreira –que, Dios nos guarde, es
maestro– ha ponderado el daño que le ha hecho a su partido y, por ende, a su
candidato, pues con su comportamiento ha logrado evocar lo peor del viejo PRI, y
con ello ha hecho un viejo de Peña Nieto.
La militancia priísta le ha reprochado a Moreira el acuerdo que concluyó con
la maestra Gordillo y con los niños verdes. Creo que tienen razón.
Hasta ahora lo único que sabemos de ese arreglo es que compromete posiciones
legislativas importantes, diputaciones en el Distrito Federal y senadurías en
por lo menos dos estados, que serán entregadas al Panal y al PVEM,
independientemente de sus resultados electorales. Si Moreira prometió estas
posiciones de peso es porque cree que estos partidos van a aportar a su
candidato costales de votos. Sin embargo, por una parte, si la intención de voto
por el PRI es superior a 40 por ciento, ¿para qué necesita la alianza? Una
alianza que además es carísima. Por otra parte, hasta ahora no hay ningún
indicador de que los cálculos de votos sean correctos, y que los partidos
minoritarios puedan aportar 4 por ciento o 6 por ciento de la votación, si bien
les va. Además, podría yo argumentar que los partidos grandes han desarrollado
un poder de atracción de los votantes que les permite concentrar cuando menos 85
por ciento de la votación total. Esta tendencia a la polarización de los votos
se agudiza en elecciones presidenciales. Estos argumentos sólo hacen crecer mi
curiosidad: ¿cuáles fueron las razones que llevaron a Moreira a contratar
semejante hipoteca?
Es obvio que el presidente del PRI y su candidato quieren quedar bien con la
maestra Gordillo, y que ésta, convertida en
jefa máxima, pone sus condiciones, pero no sabemos qué dará ella a cambio. Lo que sí sabemos es que la tal alianza asocia al PRI y a Enrique Peña Nieto con una mujer política que no tiene buena fama pública, que es notoria sobre todo por su avidez y por su capacidad intimidatoria. ¿De veras quieren gobernar con ella? ¿Serán con la maestra igualmente complacientes si llegan al poder? ¿Y nosotros los votantes –ya no digamos los militantes–, queremos que nos gobiernen con ella, como ya lo ha hecho el PAN? Su relación con Vicente Fox y su gobierno sólo benefició a la maestra, acrecentó su poder. ¿Queremos que sea todavía más poderosa una persona que no es responsable de sus actos más que ante su propia conciencia?
El presidente del PRI ha dinamitado el camino de su candidato a la silla
presidencial. Así que es mejor que hagan otras cuentas, o que no se sorprendan
cuando se les caiga la sopa, porque es mucho lo que Moreira y su candidato
exigen de los votantes. En apariencia sólo quieren nuestra boleta comicial
cruzada a favor del PRI, pero este acto mínimo de apoyo tiene grandes
implicaciones, por ejemplo, supone que cerremos los ojos al poder de la maestra
Gordillo, a la probabilidad de que un gobierno de Peña Nieto esté sujeto a las
demandas y amenazas de la normalista más hábil de la historia, y que no le pueda
negar nada.
La estrategia prelectoral de Moreira le imprimió al voto por el PRI en 2012
un significado muy costoso: que asumamos los arreglos inexplicables de ese
partido con el Panal y el PVEM, aunque hacerlo nos convierta en cómplices del
acuerdo y de sus consecuencias. Es tanto lo que esperan de nosotros, que mejor
votamos por otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario