Ofrecen elecciones presidenciales en junio de 2012 y traspaso de poder
mediante referendo
Las fuerzas armadas de Egipto prometen formar un gobierno de
salvación nacional
Continúan las protestas en la plaza Tahrir; El Baradei denuncia una
matanzacontra civiles
Un manifestante lanza gas lacrimógeno a policías antimotines
durante una protesta en la plaza Tahrir, en El Cairo, donde el número de muertos
por la violencia desde el pasado sábado llegó a 35Foto
Xinhua
Afp y Reuters
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de noviembre de 2011, p. 33
Miércoles 23 de noviembre de 2011, p. 33
El Cairo, 22 de noviembre. Las fuerzas
armadas, al mando en Egipto desde la caída de Hosni Mubarak, prometieron este
martes la formación de un gobierno
de salvación nacional, elecciones presidenciales en junio de 2012 y aceptaron la posibilidad de celebrar un referendo sobre el traspaso del poder, para intentar apaciguar a los manifestantes antimilitares. Aun así, decenas de miles de egipcios volvieron a manifestarse en la plaza Tahrir de esta capital, por quinto día consecutivo, para exigir la salida del gobierno militar.
Las protestas antigubernamentales en El Cairo han dejado 35 muertos desde el
sábado pasado, si bien el gobierno reconoce sólo 28 víctimas mortales. Las
manifestaciones de este martes en El Cairo tuvieron saldo de tres decesos y más
de 60 heridos.
El jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), el mariscal Husein
Tantawi, afirmó que las legislativas se celebrarán a partir del lunes 28, como
estaba previsto, pese a la grave crisis política y a los enfrentamientos entre
manifestantes y fuerzas de seguridad de días pasados.
El ejército no quiere el poder y antepone los intereses del pueblo a cualquier consideración. Está completamente dispuesto a traspasar las responsabilidades inmediatamente si el pueblo lo quiere, mediante un referendo popular, aseguró Tantawi en un discurso televisado.
También aceptó la dimisión del gobierno del primer ministro interino, Esam
Sharaf, pero no anunció quién será el nombre del nuevo jefe de gobierno.
El mariscal Tantawi –quien durante dos décadas fue ministro de Defensa de
Mubarak, obligado a renunciar en febrero pasado tras casi un mes de protestas–
sólo habló de implementar un gobierno de
salvación nacional.
Estas concesiones se anunciaron al final de una reunión del CSFA con varios
movimientos políticos, incluidos los influyentes Hermanos Musulmanes, para
encontrar una solución a la crisis.
El CSFA mencionó durante el encuentro la posibilidad de nombrar al ex jefe de
la Agencia Internacional de la Energía Atómica, Mohamed El Baradei, nuevo primer
ministro, afirmó una fuente castrense, pero esta versión no está confirmada.
El Baradei, quien ya es candidato a las elecciones presidenciales egipcias
pero no asistió a la reunión, denunció este martes una
matanzaen la plaza Tahrir (Libertad).
Se utilizan gases lacrimógenos que contienen agentes enervantes y balas reales contra los civiles, escribió en un mensaje de la red social Twitter.
Acordamos que julio es el mes para transferir el poder a un presidente civil, declaró Emad Abdel Ghafur, jefe del partido salafista Nur (Luz). Los Hermanos Musulmanes, que esperan obtener excelentes resultados en los comicios, fue uno de los cinco partidos que acudió a la reunión, así como tres candidatos presidenciales.
En la plaza, decenas de miles de egipcios seguían reclamando el traspaso del
poder a los civiles, y acusaban a los militares de perpetuar el sistema
represivo heredado de Mubarak.
Este último, derrocado en una revuelta popular el 11 de febrero, había cedido
su poder a las fuerzas armadas y convertido al mariscal Tantaui en el nuevo jefe
de Estado de facto.
También hubo enfrentamientos hoy en Alejandría, Port Said (norte), Suez, Qena
(centro), Asiut y Asuán (sur), así como en la provincia de Daqahliya, en el
delta del Nilo.
Los Hermanos Musulmanes, que representan la fuerza política mejor organizada
del país, boicotearon la manifestación del martes en la plaza Tahrir y pidieron
calma, deseosos de que nada impida celebrar los comicios del 28 de noviembre, en
los que se anticipa lograrán buenos resultados.
Estados Unidos condenó
el uso excesivo de la fuerzay exigió al gobierno egipcio proteger el derecho a manifestarse.
El Pentágono privatiza misiones de seguridad en países
amenazados
La asistencia militar va desde el envío de mercenarios hasta entrenamiento a
pilotos
Ofrece contratos para todo tipo de actividades, sean antidrogas o
antiterroristas
El Pentágono ofrece a la Secretaría de Seguridad Pública de
México capacitación para pilotos, mecánicos, equipos de helicópteros UH-60,
Schweizer 333 o Bell 206, entre otros servicios, en contratos privados. En la
imagen, un Black HawkFoto Ap
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 23 de noviembre de 2011, p. 32
Miércoles 23 de noviembre de 2011, p. 32
Nueva York, 22 de noviembre. Una casi
desconocida oficina dentro de la gigantesca burocracia del Pentágono es la
encargada de otorgar contratos multimillonarios a empresas privadas para las
misiones estadunidenses antinarcóticos y antiterroristas o –como dice– “la
amenaza narcoterrorista” en México, Afganistán, Pakistán, Colombia y
otras partes del mundo.
Los contratos que se otorgarán desde esta oficina a empresas privadas
incluyen servicios de seguridad internacional en lugares como Afganistán –lo que
algunos llamarían
mercenarios– hasta contratos para entrenar a pilotos militares mexicanos. O sea, es parte de la privatización de servicios de asistencia militar y de inteligencia que resulta ser un negocio muy lucrativo, ya que los contratos que sólo esta oficina otorgará a empresas tendrán un valor total de más de 3 mil millones de dólares, reporta la revista Wired.
La entidad se llama Oficina del Programa Contra Narcoterrorismo del
Departamento de Defensa (CNTPO, por sus siglas en inglés), una
oficina de adquisiciones para programasdel Pentágono, y solicita
empresas de seguridadpara todo tipo de actividades bajo el rubro de enfrentar el narcoterrorismo, que van desde misiones para capacitar pilotos de helicópteros Black Hawk y otros para
la Secretaría de Seguridad Pública mexicana, a entrenar comandos navales en Azerbaiyán o
mejoramientos en protección de fuerzas antiterroristaspara la vigilancia fronteriza entre Pakistán y Afganistán, según su anuncio oficial difundido por el gobierno federal al sector empresarial examinado por La Jornada.
El valor de todos estos contratos hace que CNTPO sea
una de las fuentes más lucrativas de fondos para los contratistas privados de seguridad, reporta Wired. Los contratos incluyen
operaciones, logística y construcción,
capacitación de fuerzas extranjerasy algo llamado
apoyo de programas. Para algunos críticos citados por la revista, la oficina está encargada de privatizar la ejecución de programas antidrogas y antiterroristas del gobierno estadunidense con miles de millones de dólares.
CNTPO está bajo mando del Directorio de Operaciones Especiales Conflicto de
Baja Intensidad del Pentágono, dentro del sector encargado de
antinarcóticos y amenazas globales. Aunque fue establecida en 1995, provocó atención en 2007 cuando contrató a una subsidiaria de la ahora notoria empresa de seguridad privada Blackwater, junto con varias de las firmas de la industria militar más grandes para una amplia gama de programas contra el tráfico de drogas. En 2009 contrató nuevamente a Blackwater para capacitar a la policía afgana. Pero esta empresa ha sido acusada de violar derechos humanos y hasta de robar armas destinadas a la misma policía que supuestamente estaba entrenando, entre otros abusos (el escándalo llevó a Blackwater a cambiar de nombre).
CNTPO describe su mandato como
irrumpir, disuadir y derrotar la amenaza a la seguridad nacional presentada por el tráfico ilícito en todas sus manifestaciones: drogas, armas pequeñas y explosivos, químicos precursores, personas y dinero ilícito y blanqueado, y todo eso lo hace a nivel
mundial.
En la descripción de los posibles contratos que CNTPO busca otorgar, según la
descripción que el gobierno federal proporcionó por medio del anuncio formal de
esta oportunidad de negocios al sector empresarial, los relacionados con México
incluyen: capacitación para conductores de de las fuerzas armadas; capacitación
para pilotos, mecánicos y equipos de helicópteros UH-60, Schweizer 333 o OH-58,
para la Secretaría de Seguridad Pública; la capacitación de hasta 48 personas
para comandar y pilotear helicópteros Bell 206; desarrollo y entrega de programa
de estudio, ofrecer todo el personal, equipo y materiales necesarios, y conducir
capacitación de visión nocturna para pilotos y tripulantes de helicópteros. Todo
esto para México.
Otros contratos en México incluyen: evaluación de la condición material de
aviones C-26 Fairchild y entregar un sistema de comunicaciones micro-onda, y
capacitación para operarlo, para el intercambio de información sobre actividad
del tráfico de drogas entre agencias de seguridad de Estados Unidos y
México.
La semana pasada, representantes de alrededor de 180 empresas llegaron a una
sesión informativa sobre los contratos que otorgará CNTPO a empresas privadas
especializadas en el negocio de la
seguridadpara estas
misionesen el mundo, incluido México.
TLC centroamericano: riesgos y asimetrías
E
n la capital salvadoreña se concretó ayer la firma de un Tratado de
Libre Comercio (TLC) que sustituye y unifica los convenios comerciales suscritos
entre nuestro país y Costa Rica, en 1995; con Nicaragua, en 1997, y con los
integrantes del llamado Triángulo Norte –Guatemala, Honduras y El Salvador– en
2001. La firma del acuerdo fue calificada de
históricapor el secretario de Economía, Bruno Ferrari, quien sostuvo que con el nuevo convenio comercial
nuestros mercados serán mucho más atractivos para las inversiones. Por su parte, la titular de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, confió en que el TLC entre México y los países centroamericanos contribuya a formar
una zona geográfica de desarrollo.
Pese a las expectativas depositadas en el nuevo instrumento de comercio
multilateral por los funcionarios calderonistas, el mal desempeño de la economía
nacional en los últimos años, los rezagos sociales que se padecen en los países
de la región y la experiencia vivida por México a raíz de la suscripción de
mecanismos de este tipo –concretamente, del Tratado de Libre Comercio de América
del Norte (TLCAN)– hacen pensar que el nuevo acuerdo comercial será más un
factor de debilidad que de fortaleza para las economías de la región. No puede
pasarse por alto que los países que se incorporan al nuevo instrumento
comercial, incluido el nuestro, tienen como denominadores comunes un panorama
social marcado por las desigualdades y una deuda histórica con amplios sectores
de población sumidos en la miseria, así como una orientación económica que
privilegia los intereses de pequeños grupos oligárquicos y trasnacionales por
sobre el bienestar general.
En tal circunstancia, cabe dudar de que la suscripción del citado acuerdo
entre nuestro país y las naciones del istmo continental pueda ser en efecto un
motor para el desarrollo regional, como pronosticó Espinosa. Por el contrario, y
en forma análoga a lo ocurrido con México tras la firma del TLCAN, es de suponer
que la intensificación del intercambio comercial indiscriminado entre economías
desiguales derive en la depredación de los sectores industriales y agrícolas de
las más débiles; en el consecuente debilitamiento de los mercados y la economía
internos; en la profundización de dependencia económica de las naciones
centroamericanas respecto de la nuestra, y en el incremento, para las primeras,
del riesgo de contagio ante las dificultades económicas que pudiera enfrentar el
país.
Más allá de los señalamientos críticos que puedan hacerse al TLC
México-Centroamérica desde la perspectiva económica, el acuerdo suscrito ayer
resulta cuestionable en lo político, por cuanto se firma con el telón de fondo
de un incremento en la discriminación y la violencia sufrida por ciudadanos
centroamericanos en su paso por territorio mexicano, y se expresa en el
creciente número de secuestros, violaciones y extorsiones cometidos contra
migrantes centro y sudamericanos en nuestro país, así como en las masacres
cometidas por presuntos integrantes de bandas delictivas y los ominosos casos de
colusión entre autoridades migratorias y grupos delincuenciales dedicados al
tráfico de personas, como Los Zetas.
Lo anterior pone en perspectiva, en forma particularmente atroz, la
inmoralidad intrínseca de los acuerdos comerciales como el suscrito ayer en San
Salvador, que eliminan las barreras fronterizas y económicas para los capitales
y las mercancías –en consecuencia con la estrategia globalizadora de la doctrina
económica vigente– pero excluyen a las personas de ese libre tránsito.
En suma, la suscripción del acuerdo referido plantea el riesgo de reproducir,
a escala regional, las asimetrías y efectos nocivos que ha vivido nuestro país
en carne propia a raíz de la firma del TLCAN, así como de profundizar la
dislocación vigente entre la realidad que viven las cúpulas políticas y las
élites empresariales y comerciales de los países referidos –para los cuales la
suscripción del TLC representa una vasta oportunidad de negocio–, y la que
padecen las mayorías depauperadas de la región.
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