Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

martes, 5 de febrero de 2013

El archivo magonista: abierto para consulta libre y gratuita-

5 de febrero, fecha digna de un mejor pueblo: Ricardo Flores Magón

4. febrero, 2013Zósimo CamachoCultura, Semana
Parte III: 5 de febrero, fecha digna de un mejor pueblo: Ricardo Flores Magón

El mensaje con el que Ricardo Flores Magón espeta al pueblo mexicano en 1903, sacude a los lectores de hoy: qué celebrar este 5 de febrero “cuando se encuentra entronizada la maldad y prostituido al ciudadano… ¿Para qué recibir esta fecha, digna de mejor pueblo, con hipócritas muestras de alegría? ‘La Constitución ha muerto…’, protestamos solemnemente contra los asesinos de ella, [quienes teniendo] como escenario sangriento al pueblo que han vejado, celebran este día con muestras de regocijo y satisfacción”

Fachada nueva Hijo del Ahuizote

Centro Histórico, Ciudad de México. La Casa del Hijo del Ahuizote, a decir de Diego Flores Magón (bisnieto del periodista Enrique Flores Magón), mantendrá el mismo espíritu de la época de la fotografía: de apertura total e interacción con la comunidad.

“Nunca vamos a cerrar la puerta de abajo; y la mayoría de la gente que pasa –los vendedores, los clientes, los que llevan los licuados– encontrará siempre la puerta abierta. Queremos ser respetuosos de las prácticas locales y armar el museo de la planta baja de tal modo que invite a la gente que lleva un licuado a que, después de que lo entregó, se entere de algo y, con suerte, suba las escaleras, [para] informarse todavía más y hacerse asiduo.”

Explica que en la fotografía de 1903, el autor no pidió al telegrafista ni a los niños que salieran de cuadro. “Quiero tener esa misma actitud. No somos los importantes de la calle. Todos son importantes. Por ejemplo, la acerería que está a unos cuantos pasos y que es tan vieja como El Hijo del Ahuizote”.

Agrega que el archivo revela –más allá del Manifiesto del Partido Liberal de 1906– las penurias de una familia y de un grupo de periodistas “que se la pasaban muy mal y todo el tiempo estaban viendo cómo sobrevivir; entonces, la historia de Enrique Flores Magón no es muy distinta a la del señor de los licuados”.

El principal tributo a los hermanos Flores Magón se abrirá en el centro de la Ciudad de México; pero no en el de las calles remozadas y estatuas de bronce. Es el centro popular: entre la Plaza de Santo Domingo y el barrio de Tepito. Al inicio de la calle de República de Colombia todavía hay quienes se acercan a los transeúntes para ofrecerles, al oído, impresiones de facturas (falsas); conforme se avanza la primera cuadra, se instala el ambiente mitotero del llamado barrio bravo.

En tiempos de El Hijo del Ahuizote la calle era de impresores, pero muy similar al presente: popular, ruidosa y sucia. Entonces se llamaba Cocheras, porque los funcionarios de los palacios del centro remozado estacionaban sus coches en ese lugar. Olía a estiércol de caballo, pastura y lodo.

Aunque Marcelo Ebrard, exjefe de gobierno del Distrito Federal, “inauguró” el espacio vacío el 3 de diciembre pasado, la memoria de los hermanos Flores Magón se mantiene lejos de las ceremonias y los honores de los gobernantes.

No triunfó la Revolución magonista; tampoco la de Emiliano Zapata ni la de Francisco Villa. Los que ganaron –carrancistas, obregonistas, callistas– ya en el poder se referían a los Flores Magón como “la conciencia de la Revolución”, como si aceptaran que la evocación de los hermanos era el recuerdo de la falta de justicia social que los ganadores habían dejado de lado.

En el editorial “La Constitución ha muerto…”, escrito para justificar la fotografía y que fue publicado en la edición del 8 de febrero de 1903 en El Hijo del Ahuizote, Ricardo Flores Magón espeta al pueblo de entonces. Sus palabras sacuden a los lectores de 2013:

“Doloroso nos es causar al pueblo mexicano la merecida afrenta de lanzar esta frase a la publicidad: ‘la Constitución ha muerto…’.

“¿Pero por qué ocultar más la negra realidad?

“¿Para qué ahogar en nuestra garganta, como cobardes cortesanos, el grito de nuestra franca opinión?

“Cuando ha llegado un 5 de febrero más y se encuentra entronizada la maldad y prostituido al ciudadano; cuando la justicia ha sido arrojada de su templo por infames mercaderes y sobre la tumba de la Constitución se alza con cinismo una teocracia inaudita, ¿para qué recibir esta fecha, digna de mejor pueblo, con hipócritas muestras de alegría?

“La Constitución ha muerto, y al enlutar hoy el frontis de nuestras oficinas con esta fatídica [frase], protestamos solemnemente contra los asesinos de ella, [quienes teniendo] como escenario sangriento al pueblo que han vejado, celebran este día con muestras de regocijo y satisfacción.”

Museo
La exposición que se inaugurará el 5 de febrero consta “de tres ejes”, explica Diego Flores Magón: la historia de la fotografía de 1903; el hallazgo del edificio a finales de la década de 1990 y el proceso de recuperación del mismo; y la presentación del proyecto cultural, con sus respectivos programas.
Posteriormente, se incorporarán otras exposiciones: sobre la imprenta de El Hijo del Ahuizote y su fundador, Daniel Cabrera; sobre la repatriación del cuerpo de Ricardo Flores Magón en 1922: el trayecto en tren desde Estados Unidos; y la deportación de Enrique Flores Magón en 1923: una suerte de peregrinaje en tren, cobijado por sindicatos anarquistas.
Archivo
Hasta el momento, mediante un acuerdo con la Universidad de Harvard, el Centro de Documentación Ricardo Flores Magón ha digitalizado el archivo de Enrique Flores Magón, el cual consta de más de 35 mil documentos. También ha conseguido la digitalización de otros 40 mil documentos en poder del Archivo General de la Nación, bajo el título Revoltosos Magonistas. La consulta será in situ, pero paulatinamente se podrán consultar también a través de internet. No se ha establecido fecha aún para la apertura de la consulta del archivo.
Proyecto cultural
Se trata de la construcción de archivos contemporáneos en tres temáticas: 1) vinculación comunitaria e historia oral de la calle; 2) las libertades de prensa y expresión; y 3) la Frontera Norte y la situación de los mexicanos en Estados Unidos
Equipo
Diego Flores Magón encabeza un equipo en el que participan las antropólogas Génesis Rojas y Natalia Mendoza, el museógrafo Gabriel Ruiz, el arquitecto Mario Ballesteros, el periodista Daniel Hernández y el curador Claudio Lomnitz, entre otros.

Parte I: 1903-2013: “La Constitución ha muerto…

Parte II: El archivo magonista: abierto para consulta libre y gratuita

⇒ Parte III: 5 de febrero, fecha digna de un mejor pueblo: Ricardo Flores Magón

Textos relacionados:

Fuente: Contralínea 320 / febrero de 2013

El archivo magonista: abierto para consulta libre y gratuita

4. febrero, 2013Zósimo CamachoCultura, Semana
Parte II: El archivo magonista: abierto para consulta libre y gratuita

Los documentos del archivo de Enrique Flores Magón revelan un sólido proyecto editorial. Anarquistas contaban con una modesta imprenta, pero con un peso periodístico e ideológico de alcance nacional y muy subversivo. El archivo revela también la convicción de Enrique de que su hermano Ricardo fue asesinado en la cárcel estadunidense de Kansas y de que no murió por un paro cardiaco, como señala la historia oficial


Diego Flores Magón, bisnieto de Enrique.
Centro Histórico, Ciudad de México. El archivo histórico del periodista Enrique Flores Magón estará al alcance de quien lo solicite, sin ningún requisito ni identificación. Tampoco tendrá que justificarse.
“Aborrecemos la burocracia y tenemos una profunda aversión por las prácticas convencionales del archivo –explica Diego Flores Magón, bisnieto de Enrique–. Cuando un archivo se convierte en una institución, lo que hace es encarcelar el documento y burocratizar su consulta. Y en esa práctica institucional se excluye a una enorme masa de personas y de comunidades; quedan excluidas del contacto con la memoria documental”.
Expone, sin embargo, que el control sobre los documentos “tiene cierta lógica indudable” porque se trata de bienes patrimoniales: “Efectivamente, yo me pondría nervioso de entregar a alguien una cartita de Ricardo dirigida a su mamá; un papelito chiquito de 1880”.
Pero la tecnología hará posible prescindir de los controles barrocos, innecesarios y rituales: toda la consulta de los documentos será en su versión digital. “Así cualquiera podrá hacer una consulta irresponsable de los documentos; que venga cualquiera: a mí no me va a interesar ni me incumbe cómo se llama ni para qué quiere el archivo ni por qué le interesa. Que venga, se siente y los lea”.
Diego Flores Magón no se asume anarquista: “Lo digo con todas sus letras: no lo soy”. Pero no oculta su fascinación por lo que del anarquismo ha ido descubriendo.
“Me tocó una educación muy influida por el fin de la Guerra Fría, por la crítica a los regímenes socialistas del siglo XX y muy influida por el liberalismo. El Colegio de México es una institución muy conservadora”, dice el egresado de la licenciatura en Relaciones Internacionales que imparte esa institución y también egresado del bachillerato en el Reino Unido.
Asegura que la puesta en consulta de los archivos permitirá la discusión sobre el papel y el legado de los hermanos Flores Magón: “Queremos revisar la historia de los libros de texto, donde el magonismo tiene un lugar mínimo y discutible. Y nosotros queremos discutir esta historia. Queremos hacer un movimiento crítico y promover la construcción de nuevos discursos historiográficos. Esto será posible a partir del archivo y no del libro de texto”.
Y es que el archivo no servirá para reforzar lo que señalan los libros; por el contrario, los desestabilizará. “Nos fascina la fuerza subversiva del archivo frente a otras narraciones convencionales, canónicas, de la historia nacional”.
Entre los documentos del archivo se encuentran alrededor de 600 fotografías captadas entre 1850 y 1950, cartas, poemas, manuscritos íntimos. Éste revela la convicción de Enrique de que su hermano Ricardo Flores Magón fue asesinado por estrangulamiento en la cárcel estadunidense de Fort Leavenworth, Kansas, y no murió por un paro cardiaco, como dice la historia oficial.
También descubre, de manera contundente, que es el archivo de una organización editorial. Se trataba de un grupo de periodistas cuyo trabajo era sumamente subversivo para el régimen y que, finalmente, optaría después por la vía insurreccional.
“Hay carpetas y carpetas –explica Diego– que son listas de suscriptores, papelería y de morosos. Era una verdadera imprenta que incesantemente estaba sacando productos editoriales; y también proyectos políticos de una seriedad absoluta que derivan finalmente en la Revolución”.
El contrato de arrendamiento de El Hijo del Ahuizote, celebrado entre Daniel Cabrera (fundador y dueño del periódico semanal) y Ricardo Flores Magón (por el grupo que había fundado el diario Regeneración) es revelador: muestra la modestia y el contexto social en el que los periodistas realizaban su trabajo.
“Se establece el derecho a usar el cabezal del periódico, la imprenta y los operarios del inmueble –expone Diego Flores Magón–; también se establecen cláusulas en caso de que lo clausuren. Y hacen un inventario de los objetos que hay en el lugar. Y entonces, con todo ello, lo que figuras es un lugar totalmente destartalado; todo está como abollado y roto.”
En el documento se enumeran: tres escupideras de cobre, una totalmente abollada; tres sillas, una de las cuales está desfondada; enciclopedias con varios números faltantes; e incluso, objetos de los cuales no se ha podido conocer qué son, como aquel que está descrito como “una banca para esperar a los franceses”.
—A la fecha no sé qué diablos es eso –dice Diego–. Pero por lo que se puede suponer con lo que se describe, El Hijo del Ahuizote era una imprentita; pero con un peso muy cabrón ideológica y políticamente. Y siempre en los márgenes de la subversión.
Entre los documentos también se encuentran los recortes de periódicos que daban cuenta de los debates postrevolucionarios acerca del magonismo; colecciones casi completas de los periódicos Regeneración, ejemplares de El Hijo del Ahuizote y de publicaciones anarquistas estadunidenses. Además, varios miles de libros. “Los que más me gustan –dice Diego– son los libritos de prensas anarquistas de la década de 1920, pues es lo más frágil y lo más escaso; la mayoría de esos libros no se volvieron a imprimir”.
La apertura del Centro Documental Flores Magón todavía no tiene una fecha concreta. Diego explica: “Tenemos ciertos documentos, pero constantemente estamos procurando subsidios y donativos para ir jalando. La apertura del centro de documentación digital está supeditada a la obtención del equipamiento mínimo. El programa ya está muy avanzado; no obstante, para su salida pública, todavía faltarán algunos meses”.
Parte II: El archivo magonista: abierto para consulta libre y gratuita
Textos relacionados:
Fuente: Contralínea 320 / febrero de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario