Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

martes, 31 de julio de 2012

Repudian en 3 estados elección presidencial- ¿Qué va a hacer el TEPJF?- ASTILLERO- #YoSoy132: la pantalla y los sueños

Repudian en 3 estados elección presidencial
Juan Carlos Flores, Eirinet Gómez y Sergio Ocampo
Corresponsales
Periódico La Jornada
Martes 31 de julio de 2012, p. 8
Unas 500 firmas fueron recabadas ayer en Colima para solicitar la anulación de la elección presidencial, durante la primera jornada de asambleas informativas del Movimiento Regeneración Nacional, dijo José Sánchez Pérez, representante estatal de la agrupación. En Veracruz, integrantes del movimiento #YoSoy132 inauguraron la Feria Alternativa del Libro, en el contexto del Festival contra la Imposición, el cual contará con actividades culturales, lúdicas e informativas. En Guerrero, la noche del domingo el movimiento interuniversitario se constituyó en asamblea estatal, luego de la realización de foros en ocho municipios. Los universitarios rechazaron los resultados fraudulentos de los comicios del primero de julio, de los cuales se tiene evidencia de múltiples irregularidades.
Urge-Magú
Astillero
AMLO, en la plaza
Linchamiento programado
¿Hacia dónde?
Astillero de lunes
Julio Hernández López
Foto
FUNERAL. Enrique Peña Nieto y su esposa asistieron a la misa de cuerpo presente del empresario Juan Armando Hinojosa, quien murió en un accidente aéreo el sábado pasadoFoto Agencia MTV
 
       Fue como comenzar a reconstruir. Domingo en la plaza pública, sin el acompañamiento hasta ahora tradicional de los dirigentes partidistas que lo postularon a la presidencia de la República y sin los candidatos locales ganadores que semanas atrás se peleaban lugar en el estrado junto a él. El parque de la Esperanza, en Ciudad Nezahualcóyotl, en el simbólico estado de México, donde el peñanietismo se alzó con una importante porción de los votos prepagados y donde el perredismo y la izquierda electoral suelen ser en sus cúpulas mero refugio de intereses menores y de regateo por vendimias.
 
Como en 2006, luego de la adulteración electoral se ha desatado una pesada campaña de desacreditación y difamación públicas en su contra. Si las amañadas encuestas de opinión sirvieron para sustentar el parloteo mediático en favor de un presunto puntero inalcanzable, la histeria posterior a los primeros resultados oficiales somete a linchamiento los legítimos actos de disidencia y la recurrencia a los caminos legales de impugnación, para así facilitar la programada resolución del tribunal electoral en pro del originalmente designado para ocupar la gerencia de imagen y relaciones públicas de México.

Carlos Salinas de Gortari pudo estabilizar su gobierno y sobrellevar la etiqueta de ilegítimo luego de los acuerdos secretos con Cuauhtémoc Cárdenas y la muerte de Manuel J. Clouthier, que le permitieron dar cauce a la izquierda mediante la creación del Partido de la Revolución Democrática y a la derecha mediante las concertaciones que abrieron paso a reformas varias, siempre de las barbas del comisionado Diego Fernández de Cevallos. Enrique Peña Nieto, sin embargo, pareciera decidido a tomarse de la mano del grupo de Felipe Calderón Hinojosa, en una suerte de reposición de aquellos episodios del panismo que supo vender a buen precio la “legitimación de facto”. Respecto de la izquierda, o más específicamente, al lopezobradorismo, el obediente equipo del candidato mexiquense se muestra torpemente combativo, insultante, amenazante, obnubilado.

El vocero del comité nacional priísta, Eduardo Sánchez, dio un ejemplo más de ese trato no solamente irrespetuoso sino grosero hacia el tabasqueño que sostiene por la vía legal diversas impugnaciones contra el peñanietismo y que incluso propone la aplicación de la figura constitucional del interinato presidencial. El mismo domingo en que AMLO parecía volver a ser un líder social, casi despojado de los arreos electorales, dando voz en tribuna a la gente que le sigue y apoya y no a las figuras representativas que lo van dejando libre, el citado portavoz lo llamó cochino y lo equiparó con un viejo faraón que a su tumba se empecina en llevarse sus bienes preciados y sus esclavos. No con tanta vulgaridad, pero la nómina de comentaristas mediáticos alineados con el bipartidismo conservador reproduce similares tareas de demolición pejiana mediante artificios en espera de recompensa sexenal.

El peñanietismo insta a AMLO a que se retire de la política y varios de sus compañeros de viaje electoral tienen idéntica pretensión. Bien pagados y servidos, muchos de los izquierdistas institucionales están más que conformes con las gubernaturas recibidas y con los cargos legislativos alcanzados. El retiro de López Obrador les parece indispensable para comenzar a trazar el nuevo futuro venturoso, con el nuevo poder modernizador que ejercen Ebrard y Camacho (quien se coló a última hora como senador, en una maniobra al más puro estilo del juanitismo), con los apoyos circunstanciales de Chuchos, Bejaranos y otras corrientes, según la negociación específica de que se trate. Hoy, la lucha está centrada en la coordinación de las bancadas legislativas; mañana lo será en cuanto a los arreglos con el gobierno priísta, si así lo confirma el tribunal electoral de tres colores, como todo hace suponer (a menos que el 132 y un estallido cívico nacional impidan ese dictamen amafiado o la instalación de sus consecuencias en la silla de mando o su continuidad).

AMLO tiene por delante la marcha anunciada rumbo a la finca chiapaneca de mexicanísima sonoridad denominacional que hizo famosa meses atrás en una reunión con empresarios. O la reconversión en un líder de la resistencia nacional frente a los anunciados planes privatizadores (la riqueza nacional como gran botín, como en el primer salinismo) y las reformas antipopulares que el prianismo negocia frotándose las manos. Debe decidir qué tanta viabilidad conservó Morena como proyecto de partido, luego del gran fracaso en el cuidado de las casillas electorales y de la reservada movilidad que ha mostrado luego de las elecciones (concurrente como pieza testimonial a los actos y marchas del 132, supuesta organizadora de asambleas informativas en 142 ciudades, sin que se tuviera reporte de presencia más que simbólica). O puede optar por la creación de un gran frente popular para confrontaciones políticas circunstanciales, mientras el nuevo sol, Ebrard, transforma al PRD y a los partidos y movimientos que se acomidan, en un Partido Progresista que trabaje rumbo al 2018. Mientras tanto, López Obrador ha vuelto a la plaza pública, sin la escolta tripartidista de antes, sin figuras nacionales, tal como comenzó décadas atrás en algún pueblo de Tabasco, terco y convencido, contento de seguir siendo él, confrontando al poder, llamando a la organización.

Astillas
Quien desee leer el Astillero de este lunes (Negocios y elecciones; los Hinojosa, Edomex, Monex; familias en el poder; ciclos políticos y muertes) en http://bit.ly/PgSvLT puede encontrarlo... Tiroteo en el centro de la capital del país, una provocativa bomba molotov contra una tienda Soriana de Nuevo León, y el nuevo ataque contra instalaciones del grupo periodístico que edita Reforma y El Norte... Y, mientras las ansias laudatorias televisivas siguen al acecho de oportunidades olímpicas para desbordarse, ¡hasta mañana, en esta columna tempranera, que ve cómo en el Consejo Nacional de Seguridad Pública se consolida una especie de representación profesional de la ciudadanía!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
¿Qué va a hacer el TEPJF?
José Blanco
 
       Los siete magistrados que integran el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) tienen en su cabeza cómo van a interpretar el muy enlodado contexto de acciones tramposas cometidas en la elección presidencial; vale decir, tienen en sus manos los muy distintos rumbos que tomará el país, según la sentencia que les dicte su conciencia, su conocimiento –y sus intereses y compromisos–, sobre el grave estado de cosas que priva en la nación, su historia reciente, y las respuestas probables de los electores frente a esa su sentencia.
 
El fallo que dictará el TEPJF no tiene que ver con los procedimientos del proceso electoral, sino, muy principalmente, con el contexto en el que ocurrieron. No será posible establecer una relación directa entre el cúmulo de acciones que las izquierdas han llamado una elección comprada, con normas específicas de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral.

Pero esa misma ley debía necesariamente prever, como lo hace, que “el sistema de medios de impugnación regulado por esta ley tiene por objeto garantizar… que todos los actos y resoluciones de las autoridades electorales se sujeten invariablemente, según corresponda, a los principios de constitucionalidad y de legalidad”.
El cúmulo de atracos llevados a cabo por la hidra del poder de este país, que por esos actos repudiables hizo presunto triunfador al PRI, está desde luego fuera de los dispuesto por el multicitado artículo 41 de la Constitución Política, que dispone: “La renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo se realizará mediante elecciones libres, auténticas y periódicas…”

Escribe Arnaldo Córdova que la Constitución en su letra original y en la de sus reformas no presenta, por sí misma, mayores problemas a la hora de interpretarla. Los verdaderos problemas vienen cuando el juzgador debe interpretar la ley derivada en su constitucionalidad y su apego o proximidad al dictado constitucional.

Hay una corriente de pensamiento que cree que lo que interesa al intérprete de la Constitución es determinar qué quisieron expresar los constituyentes originarios. Se trata de una visión congelada de la Carta Magna. En otro sentido se expresa el estudioso Javier Rudzinsky, para quien existen cláusulas abiertas que dan al juez un margen de discrecionalidad legítima para optar entre varias interpretaciones posibles de una determinada norma. Es claramente el caso de una cláusula abierta la disposición constitucional sobre las elecciones libres y auténticas. Además –dice Rudzinsky–, los intérpretes de la Constitución pueden recurrir a valores o fuentes no explícitas en el texto constitucional como valoraciones sociales, culturales, políticas; se trata de una jurisprudencia de valores, de una interpretación axiológica receptiva, de una interpretación progresista.
Es una visión que concuerda con la tesis de Hans Kelsen, para quien la interpretación es un acto de voluntad pues la creación de la norma individual [la sentencia], está destinada a llenar el marco libre establecido y dejado por la norma general (la norma interpretada y aplicada).

El propio artículo 41 constitucional expresa que “la ley garantizará que los partidos políticos nacionales cuenten de manera equitativa con elementos para llevar a cabo sus actividades y señalará las reglas a que se sujetará el financiamiento de los propios partidos y sus campañas electorales…”

No parece que estemos ante un complejo acto de interpretación de la Constitución: el amasijo del poder económico-político presuntamente violó masivamente la ley de la materia y la Carta Magna, según las pruebas reunidas por el Movimiento Progresista.

Los señores magistrados pueden declararse incompetentes para interpretar la Constitución, pero no pueden (o no deberían) emitir resoluciones inconstitucionales. Y para normar su criterio no pueden en este caso atenerse a la gramática de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación, sino a las disposiciones constitucionales, recurriendo a valores o fuentes no explícitas en el texto constitucional como valoraciones sociales, culturales, políticas; se trata de una jurisprudencia de valores, de una interpretación axiológica receptiva, de una interpretación progresista. Estamos frente a una sociedad ofendida, demolida, acogotada, crispada, que más le vale al tribunal tener en cuenta: es el resultado de las mil caras de la injusticia social.

El tribunal sabe que el artículo 103 constitucional dispone que “los tribunales de la Federación resolverán toda controversia que se suscite… por normas generales, actos u omisiones de la autoridad que violen los derechos humanos reconocidos y las garantías otorgadas para su protección por esta Constitución”. También debe saber que la Declaración Universal de los Derechos Humanos establece en el artículo 21: Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos... La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
El TEPJF no debería andar sin red en las alturas del circo. Es peligroso.
Injusta olímpica-Fisgón
#YoSoy132: la pantalla y los sueños
Luis Hernández Navarro
 
      En el festival de carteles, performances y poesía instantánea en que se han convertido las protestas de #YoSoy132 se repite, una y otra vez, una estampa: una joven enmarca su rostro en la pantalla de un televisor de cartulina, con un letrero escrito a mano que advierte Televisa te idiotiza.
 
La imagen es emblema que simboliza la declaración de guerra de los jóvenes contra la telecracia que entretiene e informa a más de 70 por ciento de los mexicanos. En ella, una manifestante, que es simultáneamente emisora y receptora, que observa y es observada, lanza un grito de advertencia que busca sacudir la conciencia ciudadana.

En su nombre resume su origen y atributos. El movimiento #YoSoy132 nació de la indignación de los estudiantes universitarios ante la manipulación informativa de los medios de comunicación y la pretensión del Canal de las estrellas de imponer un candidato a la Presidencia de la República.

Un hecho tan común y corriente como el que la mayoría de la prensa ocultó y desvirtuó, el descontento juvenil contra Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana, fue la gota que derramó el vaso de la ira estudiantil. De ese agravio informativo nació el hashtag que convocó a la acción colectiva contra Televisa y en favor de la democratización de los medios de comunicación.

El movimiento surgió realmente como un hashtag, es decir, como asunto al que cualquier joven universitario tiene la posibilidad de sumarse o de aportar su punto de vista, adhiriéndose a la cadena de iniciativas tras la almohadilla que da nombre a esa causa, como lo haría en Twitter.

Ser parte de #YoSoy132 implica identificarse como alguien no manipulado por los medios electrónicos, como alguien que escapa a la mediatización y a la alienación del control mediático. A su manera, sus integrantes hacen suya la crítica a la televisión elaborada por el sociólogo Pierre Bordieu, quien afirmó que este medio, en lugar de informar, oculta mostrando, pone a la vista algo distinto de lo que tendría que divulgar, o presenta lo que sucede y es importante de manera inadvertida o irrelevante, de tal manera que lo que trasmite no corresponde en absoluto a la realidad.

El movimiento va más allá de ello y ubica al poder no regulado de la mediocracia como uno de los principales obstáculos en la democratización del país. “Si queremos una democracia auténtica –aseguran en el discurso pronunciado durante la toma pacífica de las instalaciones de Televisa Chapultepec–, será ineludible la democratización de los medios. Como todos los defectos de nuestra pobre democracia, la concentración y manipulación de la información es una herencia que perdura del viejo régimen y del supuesto cambio.”

Ese discurso desmiente a quienes acusan a los universitarios de tener ideas ramplonas; por el contrario, el diagnóstico que se hacen sobre el papel de la telecracia es de gran brillantez. Los seis puntos programáticos que proponen para caminar hacia adelante y nunca volver atrás, que incorporan algunas de las ideas-fuerzas centrales de los movimientos sociales alternativos en el país, son notables.
El movimiento sostiene la necesidad de democratizar y transformar los medios de comunicación, sobre la base de la socialización de los mismos y el desarrollo de un modelo de medios públicos. Cambiar el modelo educativo, científico y tecnológico. Sustituir el modelo económico neoliberal. Transformar el modelo de seguridad nacional, retirando las fuerzas armadas de las tareas de seguridad pública. Fomentar y fortalecer la democracia participativa en la toma de decisiones y en la construcción de políticas públicas. Y, luchar por el pleno cumplimiento del derecho a la salud.

La problemática de los medios de comunicación ha atravesado al #YoSoy132 en sus acciones colectivas, debates y proclamas. Una de sus primeras definiciones consistió en exigir a la prensa información de calidad para poder emitir un voto informado. En sus protestas iniciales en las calles se gritaron consignas como Televisa-Tv Azteca / no más imposición / libre elección, Queremos escuelas, no telenovelas y Lucero, Gaviota / se acabó la caja idiota.

En la marcha anti-Peña Nieto y contra Televisa del 23 de mayo se leyó un documento en el que representantes de diversas universidades formularon demandas como: democratización de los medios, información veraz y equilibrada sobre la campaña presidencial, apertura informativa a la televisión abierta, creación de la figura del ombudsman en cada medio, difusión de códigos de ética para los medios de comunicación, como instrumentos de defensa del interés público; masificación del uso de Internet y que el acceso a ésta sea un derecho constitucional, transmisión del segundo debate de los candidatos a la Presidencia en cadena nacional; impulso al derecho a la información, y protección a periodistas.

Seis días después, durante una conferencia de prensa, el movimiento exigió transmitir el segundo debate por cadena nacional; competencia real en el sector de la comunicación; reformar los actuales procedimientos administrativos para otorgar las concesiones de radio y televisión, como forma de garantizar el derecho a la libertad de expresión; instauración en los medios de instrumentos que resguarden el interés social, y someter a concurso en escuelas de comunicación producciones de canales públicos.

La crítica de #YoSoy132 a la telecracia y la manipulación mediática no cesan. Los jóvenes han producido multitud de diagnósticos, propuestas, videos de gran calidad, y realizado una enorme cantidad de acciones de masas para impugnar la realidad que les inconforma.

Nuestros sueños no caben en tu pantalla, anuncia la rúbrica del video Televisa, estamos aquí, elaborado por el movimiento. Por lo pronto, con pantalla o sin ella, sus sueños están transformando al país.

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