Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 27 de septiembre de 2013

Elba Esther amparada- Laura y Eruviel, telemontajes- ¡Que pase la conductora!

Elba Esther amparada

Por: - septiembre 27 de 2013 - 0:01COLUMNAS, Espiral - 1 comentario
 
Que no nos sorprenda ahora ver una fuerte crítica a la Procuraduría General de la República por la manera como integró la averiguación previa para meter a Elba Esther Gordillo a la cárcel, cuando todos sabemos, sin ánimo de duda o sospecha, que Elba Esther Gordillo fue detenida aquel día en Toluca por razones eminentemente políticas.
Por Ricardo Raphael

Fuente: Sin embargo.mx

Laura y Eruviel, telemontajes

Por: - septiembre 27 de 2013 - 0:00COLUMNAS, Villamil en Sinembargo - 21 comentarios

 

El martes 24 de septiembre, cuando el Gobernador Eruviel Ávila rendía su segundo “Teleinforme” de gobierno, en un set televisivo, en formato de reality, ignorando a la clase política y obligando a los alumnos de primaria y secundaria a observar el evento a las 20 horas, en las redes sociales el apoyo de su administración a Laura Bozzo, la polémica conductora de talk shows de Televisa, ya se había convertido en un escándalo.
El apoyo del gobierno mexiquense a Bozzo parecería una especie de “intercambio en especie”: le pusieron a su disposición uno de los cuatro helicópteros del Rescate Aéreo Relámpago mexiquenses durante dos días para que pudiera hacer los telemontajes que acostumbra con la desgracia ajena, al tiempo que los responsables de imagen de Eruviel Ávila  le copiaron el estilo a la conductora peruana para producir un show montado para que el político luciera como si fuera una especie de televangelista.
El escándalo de Laura Bozzo y las fórmulas de Eruviel Ávila para comunicarse con sus gobernados exhiben el rostro de dos telemontajes que, a su manera, se convierten en telementiras.
En el caso de Eruviel Ávila se trata del maquillaje de consenso y de popularidad a través de recursos telegénicos que pueden ser muy útiles para educar o para difundir la cultura, pero que en el Estado de México se han usado desde la época de Arturo Montiel y especialmente con Enrique Peña Nieto y con Eruviel Ávila para un grosero culto a la personalidad del gobernante a costa del erario.
En el caso de Laura Bozzo, el montaje de la falsa “rescatista” ha sido más escandoloso. La reportera Marcela Turatti y el fotógrafo Eduardo Miranda, ambos de Proceso, documentaron que el viaje de la conductora peruana a la comunidad de Coyuca de Benítez fue un show a costa de la ayuda de emergencia que necesitaban los pobladores. Ellos señalaron que uno de los helicópteros “Relámpago” del Estado de México trasladó a la señora disfrazada de rojo y dejaron suspendida el envío de víveres.
El propio Alcalde de Coyuca de Benítez, Ramiro Ávila Morales, denunció en su cuenta personal de Facebook que el helicóptero “Relámpago” y Laura Bozzo se negaron a transportar víveres en la aeronave para llevarlos a las personas que lo necesitan.
Por haber registrado este hecho periodístico en su programa de MVS Radio, Carmen Aristegui fue objeto de un stand up de Laura Bozzo, el miércoles 25 pasado, en la transmisión de su programa en Canal 2 de Televisa. La peruana utilizó todos sus recursos de mentira y de chantaje para atacar a Aristegui por “mentir” y la retó a ir a Coyuca de Benítez o al territorio de Televisa para ver quién realmente ayudaba a los damnificados.
En paralelo, en Twitter el repudio de las audiencias a Bozzo se incrementó. La frase #LauraBozzoFueraDeMexico fue el Trending Topic de toda una jornada. La razón fue clara: la señora que vive del escándalo, de la gritería y del morbo por la vida ajena descalificó a sus críticos como “asalariados”. El brote de xenofobia no se hizo esperar.
Aristegui respondió este jueves en su noticiario matutino que la provocación de Laura Bozzo se trataba de un “distractor morboso” frente al problema fundamental denunciado en la nota de Turatti y en las fotos de Miranda: el uso de los recursos públicos y de la infraestructura, como los helicópteros “Relámpago”, para subordinarlos a su espectáculo y a su lucimiento personal.
Por fin, el gobierno del Estado de México acusó el golpe. Emitió un escueto boletín para explicar los sucesos sin mencionar por su nombre a Laura Bozzo. Según el comunicado, se enviaron cuatro helicópteros del Grupo de Rescate Aéreo Relámpago para salvar y trasladar a sitios seguros a “cientos de personas”.
El gobierno de Eruviel admitió que atendió 15 solicitudes de diversos medios de comunicación para ser trasladados a las zonas de desastre. Mencionó entre esos medios a TV Mexiquense, Televisa, Milenio, Reforma, La Jornada, El Universal, UnoTV y Cablecom.
En otras palabras, admitió que dieron servicios de manera informal como aerotaxis a medios de comunicación. ¿Por qué lo hicieron? ¿Bajo qué criterios? ¿Formó parte de una estrategia de relaciones públicas para favorecer la cobertura del gobierno de Eruviel Ávila? Esto nunca lo aclara el gobierno mexiquense.
El problema fundamental no está en la anécdota grotesca de una comunicadora que en Perú (2007) y en México (2013) acostumbra utilizar la desgracia de los más humildes y los más afectados para alimentar la telebasura que acostumbra en sus programas.
La cuestión es que tanto un gobierno estatal –como el del Estado de México– como la conductora de Televisa consideran los telemontajes como algo natural, lógico y hasta necesario para hacer del engaño a las audiencias un método de gobierno y una fórmula del rating.
www.homozapping.com.mx
Fuente: Sin embargo.mx

¡Que pase la conductora!


 

El debate en redes sociales sobre la actuación de Laura Bozzo, conductora del programa “Laura de América”, pone una vez más sobre la mesa un tema del que los periodistas poco hablamos: la ética en situaciones de desastre y el trato de los medios a los damnificados. Es un tema que no nos es cómodo, por eso preferimos no hablarlo o tocarlo sotto voce entre colegas.
¿A qué fue Laura Bozzo a la zona de desastre? A generar contenido para su programa, y su programa no es de contenido informativo, es un show de entretenimiento a partir de la tragedia ajena; del sufrimiento del otro frente a la omnisapiencia de la conductora; un juicio sumario del maldito con el ángel vengador como juez. El programa de todos los días no es actuado; es sobreactuado. Su función social lo justifican en tanto la puesta en escena de la tragedia cotidiana puede ayudar a otros a verse en ese espejo y que tomen conciencia de que los problemas cotidianos de violencia intrafamiliar pueden ser enfrentados y que los malos pueden ser castigados, aunque sea con el látigo del desprecio de santa Laura. Podemos no estar de acuerdo, pero esa es su justificación.
Un desastre como el de Guerrero, en el que la tragedia es real, se convirtió, desde la lógica de los productores, en el lugar perfecto para la manipulación del dolor ajeno. La justificación de quienes hacen el programa será sin duda que mostrar la tragedia desde el punto de vista humano (eufemismo de manipulación sentimental) puede incentivar la respuesta de la gente. Lo que no dice Laura Bozzo y sus productores es que esto es un show y que para montarlo se requieren muchos recursos (de preferencia ajenos y mejor aún si non gubernamentales) y actores. En el video sobre la grabación del programa, que subió ayer el portal Sólo Guerrero y que reprodujo SinEmbargo, queda en evidencia la manipulación y la prepotencia del equipo de producción, cuya única lógica es generar imágenes desgarradoras, aunque sea a costa de la dignidad de los afectados.
Si hay un límite ético al ejercicio de la profesión periodística este es la dignidad humana. Yo creo que hay muchos más, pero este parecía ser el consenso el mínimo. La obligación del periodista es informar y hacerlo en situaciones de catástrofe plantea dilemas para los que, en general, no estamos preparados para enfrentar. El debate sobre la actuación de Laura Bozzo, independientemente de las medidas que pueda o no tomar la televisora, es muy sano y refrescante. Hay que dejar de lado esa idea arcaica de que perro no como carne de perro (una metáfora que no nos deja muy bien parados que digamos) para discutir en los medios la actuación de los medios. ¡Que pase la conductora! (y el reportero, el fotógrafo el editor, el columnista). Es hora de que los medios rindamos cuentas.
Fuente: Sin embargo.mx

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