Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

sábado, 19 de noviembre de 2011

Chocan estudiantes y policías en Chile Y .......MUCHO MAS

Carabineros dispersaron con chorros de agua y gases lacrimógenos a grupos que les lanzaron piedras y palos, a la vez que pretendían levantar barricadas en Santiago, al finalizar la segunda jornada de una marcha pacífica de miles de estudiantes y profesores en favor de una educación gratuita y de calidad. La movilización se desarrolló al mismo tiempo que proseguían negociaciones informales del movimiento con el Congreso y funcionarios Foto Reuters
Jóvenes encapuchados responden con piedras y palos a los agentes
Dispersa la policía con bombas lacrimógenas a estudiantes chilenos
Foto
Simpatizantes de los adolescentes los apoyan durante una marcha convocada por estudiantes y profesores en el centro de SantiagoFoto Xinhua
Enrique Gutiérrez
Corresponsal y agencias
Periódico La Jornada
Sábado 19 de noviembre de 2011, p. 22
Santiago, 18 de noviembre. De nuevo la policía militarizada de carabineros dispersó con carros lanzagua y gases lacrimógenos a grupos de jóvenes encapuchados que les lanzaron piedras y palos y que pretendían levantar barricadas en la zona céntrica de Santiago, al finalizar la segunda jornada de una multitudinaria marcha pacífica de estudiantes y profesores en favor de una educación gratuita y de calidad.
La manifestación de hoy precede a la efectuada el jueves en Valparaíso, y se desarrolló al mismo tiempo que prosiguen las negociaciones informales del movimiento estudiantil en el Congreso y con el gobierno. De hecho, el Ejecutivo está siendo presionado por alumnos y por parlamentarios de oposición en torno al presupuesto para educación y otros puntos.
Tras desatarse una serie de disturbios en diferentes partes de la ciudad, en los alrededores del palacio presidencial de La Moneda la policía cargó contra los grupos que causaban desórdenes con saldo de al menos 21 detenidos y cinco efectivos policiales lesionados.
Entre los arrestados hay 14 menores de edad y dos mujeres adultas, informaron las autoridades.


El jefe de Seguridad Pública de la intendencia metropolitana, Gonzalo Díaz del Río, criticó a los líderes de estudiantes y profesores que calificaron de exitosa la protesta de 48 horas –la de Valparaíso y Santiago–, al afirmar que los desórdenes muestran que el tiempo de las marchas estudiantiles terminó, y consideró que hay terceros afectados en su propiedad.
Mientras tenían lugar las escaramuzas en las calles, el vocero del Gobierno, ministro Andrés Chadwick, recibió en La Moneda a líderes del Colegio de Profesores y de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), quienes le entregaron un pliego petitorio sobre el proceso de desmunicipalización de la administración de las escuelas públicas al Estado central.
En torno a esa política de traspaso de las escuelas públicas a que se comprometió el gobierno impulsar en el Congreso, los líderes de los profesores, Jaime Gajardo, y de los estudiantes, como Camilo Ballesteros, insistieron en que el gobierno les remita el borrador del proyecto de ley de desmunicipalización de la educación pública chilena para saber si está en la línea de sus reclamos.
El presidente del opositor Partido Demócrata Cristiano, senador Ignacio Walker, calificó de insuficiente el incremento de 350 millones de dólares anuales contenido en la propuesta educacional entregada por el gobierno derechista de Sebastián Piñera a los partidos aglutinados en la alianza política de la Concertación por la Democracia, que se viene discutiendo en el Congreso Nacional.
Nosotros queremos valorar la disposición al diálogo por parte del gobierno, una disposición que no hemos visto en estos seis meses (que llevan las protestas de los estudiantes), y queremos decir con mucha claridad, después de darle una primera revisión a esta propuesta, que es absolutamente insuficiente, puntualizó Walker.

“Ocupa Wall Street rescata el derecho a soñar“
Poseen 400 personas la riqueza de la mitad de la población estadunidense: Arundhati Roy
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 19 de noviembre de 2011, p. 36
Nueva York, 18 de noviembre. Arun- dhati Roy, tal vez la voz internacional progresista más reconocida de India y figura indispensable de oposición al modelo neoliberal e imperial en el mundo, consideró que el movimiento Ocupa Wall Street ha rescatado el derecho a soñar en Estados Unidos y ha creado un aliado inesperado para las luchas sociales por la justicia alrededor del mundo.
Lo que ustedes han logrado desde el 17 de septiembre, cuando inició el movimiento Ocupa en Estados Unidos, es introducir nueva imaginación, un nuevo idioma político, al corazón del imperio, declaró en un foro de estudiantes aliados con Ocupa Wall Street en Nueva York esta semana.
Ustedes han reintroducido el derecho a soñar en un sistema que intentó convertir a todos en zombies hipnotizados con hacer equivalente el consumismo con la felicidad y la realización, declaró.
En un acto de la llamada Universidad del Pueblo, proyecto de estudiantes en la Universidad de Nueva York como parte del movimiento Ocupa, Roy recordó que hay ocupaciones estadunidenses en Irak y Afganistán, mientras sus aeronaves no tripuladas matan civiles en Pakistán, y que miles de tropas y escuadrones de la muerte estadunidenses se trasladan a África, mientras continúa la amenaza de una guerra contra Irán.
Desde la Gran Depresión, la manufactura de armas y la exportación de la guerra han sido maneras claves en que Estados Unidos ha estimulado su economía, afirmó.
Todas esas guerras, con millones de vidas apagadas, han sido ejecutadas para “asegurar el american way of life”.
“Hoy sabemos que el american way of life –modelo al que se supone que debería aspirar el resto del mundo– ha resultado en que 400 personas sean dueñas de la riqueza de la mitad de la población de Estados Unidos”, afirmó.
Agregó que también es lo que ha llevado a que miles de personas sean expulsadas de sus hogares y empleos, mientras el gobierno estadunidense rescata bancos y empresas.
Indicó que su propio país, India, adora la política económica estadunidense y, por tanto, después de 20 años de economía de libre mercado, los 100 más ricos son dueños de bienes con un valor de una cuarta parte del PIB, mientras 80 por ciento del pueblo vive con un ingreso menor de 50 centavos estadunidenses al día; unos 250 mil granjeros, ante la situación, se han suicidado.
Llamamos a esto progreso y ahora nos consideramos un superpoder. Como ustedes, estamos bien calificados: tenemos bombas nucleares y una desigualdad obscena.
Pero, subrayó, lo que hoy se ve alrededor del mundo es la gente diciendo basta ya a todo eso. El movimiento Ocupa se ha sumado a miles de otros movimientos de resistencia por todo el mundo, donde los más pobres se ponen de pie y detienen a las empresas más ricas.
Roy afirmó que para los participantes en estos movimientos de resistencia en otras partes del mundo, pocos de nosotros soñamos que los veríamos a ustedes, el pueblo de Estados Unidos, de nuestro lado, tratando de hacer esto en el corazón del imperio. No sé cómo comunicar la enormidad de lo que esto significa.
Afirmó que el objetivo común de estas luchas es poner un alto a este sistema que manufactura desigualdad, y entre las demandas claras deberían estar el límite a lo que una empresa puede controlar entre diversos sectores económicos, que todos los recursos naturales y la infraestructura esencial de un país no pueden ser privatizados y que todos deben tener derecho a vivienda, educación y servicios de salud.
“Esta lucha ha despertado de nuevo nuestra imaginación. En algún momento en el camino el capitalismo redujo la idea de justicia a sólo significar ‘derechos humanos’, y la idea de soñar igualdad se volvió blasfemia. No estamos luchando para reformar un sistema que necesita ser sustituido.”
En el intercambio con estudiantes después de su presentación, se le preguntó su opinión sobre el uso o no de la violencia en las luchas sociales.
La no violencia es una estrategia de resistencia cuando existe una audiencia que simpatiza con ese movimiento (...) como aquí; ustedes tienen una audiencia, viven sobre la televisión. Pero, continuó, si uno está en el bosque en una esquina retirada de India o algo parecido, donde la gente tiene demasiada hambre como para hacer una huelga de hambre y no hay una audiencia, las armas también son una opción como táctica de resistencia.
Un estudiante universitario de 20 años pidió consejos sobre qué hacer con la complacencia de tantos de sus compañeros ante la situación en este país y el resto del mundo.
Roy contestó que la gente que está suficientemente cómoda como para ser complaciente no estará en la vanguardia de la revolución, pero no podrá estar tan cómoda por mucho tiempo más. Por ahora, hay que dejarlos observar.
La lluvia obligó a los organizadores a trasladar este acto inicialmente programado para Washington Square. La famosa iglesia Judson, a un lado de esa plaza, les ofreció refugio para el foro. Uno de los jóvenes organizadores del acto estaba en medio de la plaza, con una pancarta y un paraguas, para informar a los asistentes que pasaran al templo.
El foro también había interesado a cuatro camionetas llenas de policías y tres patrullas que estaban estacionadas en el centro del parque. Al preguntarle al joven si él era tan peligroso como para ameritar tal presencia oficial, respondió que sí, informando que había unos 50 agentes en espera. Pero me han subestimado, bromeó.
Al parecer, Roy y unos cuantos estudiantes son una amenaza potencial al orden público.
Activistas-Fisgón

El Internet en las luchas sociales del futuro
Enrique Calderón Alzati
El año 2011 se ha caracterizado por la aparición de movimientos sociales en diferentes partes del mundo para denunciar injusticias con orígenes y características muy variados; tal ha sido el caso de las revueltas que han derrumbado algunos gobiernos en la región de Medio Oriente y del norte de África, los surgidos en varias naciones europeas en contra de la discriminación que se hace con las poblaciones inmigrantes, y las ocurridas en torno a los grandes centros financieros como el de Wall Street en Nueva York, como consecuencia directa de diferentes formas de explotación irresponsable, como las de los países europeos en los procesos de colonización realizados en África, Medio Oriente y parte de Asia durante los siglos XVIII, XIX y XX, o como la aparición de líderes nacionalistas que terminaron imponiendo a sus pueblos dictaduras violentas y corruptas.
Más recientemente, otros movimientos de carácter social han surgido también alrededor del mundo para denunciar diferentes prácticas políticas y económicas ejercidas por empresas y gobiernos, las cuales han sido lesivas de diferentes maneras para amplios segmentos de la sociedad; tales son los casos del movimiento de los indignados en varias ciudades de Europa y de Estados Unidos, o como el Movimiento de Paz con Justicia y Dignidad, contra la violencia ejercida por las organizaciones delictivas, por los paramilitares contratados por los diferentes grupos de poder o por el mismo gobierno mexicano. En muchos de estos movimientos, el uso de las redes de comunicación que la tecnología está haciendo posibles tiene como fin la búsqueda de un cambio en las relaciones de desequilibrio económico y social, que el capitalismo salvaje ha venido produciendo hasta convertirse en una amenaza para la sobrevivencia misma del planeta.
Esto mismo que hoy tiene convulsionadas a varias naciones, como resultado de las prácticas especulativas de diferentes empresas y grupos de interés –que no pueden pensar en otros propósitos que la magnificación de las ganancias, la supervivencia y el dominio de quienes más tienen–, es un hecho también en nuestro país, en el que la conciencia crítica parece orientarse sólo hacia la denuncia y el rechazo al gobierno y a las instituciones políticas, ignorando la explotación sin límites de que estamos siendo objetos por parte de empresas y grupos económicos que, sobreprotegidos por las estructuras del poder, actúan sin recato ni miramientos, produciendo enormes daños a grupos sociales específicos y a la nación en su conjunto.
A diferencia de otros grupos sociales surgidos en el pasado, estas nuevas agrupaciones de disidentes e inconformes parecen estar sumamente informadas y con capacidades inéditas para intercambiar información y conformar acervos colectivos de conocimiento de tal magnitud como para crear un nuevo orden social, totalmente diferente e imposible de concebir hace unos cuantos años.
Preguntémonos así lo que puede suceder cuando uno de los millones o cientos de miles de usuarios de un banco o de un servicio público, cuyo recibo aparece con un incremento inusitado y que al acercarse a una ventanilla de su proveedor de servicios, para solicitar que se corrija su situación, recibiendo un mal trato de los empleados de la empresa, tenga la posibilidad de percatarse de que él no es un caso aislado, sino que existen seis millones de usuarios con demandas similares a las suyas. Entonces la organización de protestas gigantescas podrá darse en días o horas, frenando abusos colectivos que deberían ser motivo de castigo ejemplar. Ayer que leía sobre la existencia de 6.8 millones de llamadas a la Comisión Federal de Electricidad, y la respuesta de un alto funcionario de la empresa fue que no todas eran de quejas, quedé convencido de que la tecnología nos está abriendo una nueva oportunidad para corregir mucho de lo que está mal, tanto en el sector público como en las empresas privadas, y que hasta ahora pasa desapercibido, por no existir medios por los cuales los ciudadanos podamos expresarnos y ser escuchados.
Los reportajes de la organización Anonimous de carácter internacional, para penetrar a algunos grupos del crimen organizado, cruzando los datos proporcionados por diversos informantes, está abriendo sin duda nuevos caminos de defensa de pueblos enteros y de la sociedad civil de todo el planeta.
Consideremos por ejemplo lo que podremos lograr con los bancos, las empresas de seguros, las compañías de aviación o las empresas de telecomunicaciones, cuando con los datos conocidos sobre cantidades de usuarios de estas organizaciones sea posible organizar bancos de datos y mecanismos para que los hombres y las mujeres, sin importar su condición, puedan expresar sus experiencias en torno a malos servicios, malos productos, engaños y malos tratos recibidos de las empresas que operan en el país; una de las características del desarrollo tecnológico moderno es la velocidad con que las ideas de este tipo pueden evolucionar y perfeccionarse hasta llegar a niveles de sofisticación similares a las que poseen las empresas mismas, colocándolas contra la pared. No tengo duda de que un fenómeno de este tipo es el que está aflorando en Europa y en Estados Unidos, expresándose en Wall Street y en otros centros financieros donde son manejados los títulos de propiedad de esas compañías.
La instrumentación de esta idea no es sencilla, requiere de esfuerzos e imaginación considerables, por lo que tomará tiempo antes de ver resultados, pero cuando esto comience a suceder no habrá poder alguno que detenga el fenómeno, no tengo duda de que será en este campo donde se estarán librando las grandes batallas sociales del futuro. Por mi parte, me propongo escribir algunos artículos tratando de mostrar ejemplos de los abusos que es posible evitar con la información aportada por trabajadores, usuarios y ciudadanos de diferentes condiciones sociales, que son lectores de nuestro periódico La Jornada, para ello pongo a su disposición desde ahora la página www.redsocialmexico.com.mx.

Ucrania, 1942
Robert Fisk
En 1942, en la Varsovia ocupada por los nazis, un funcionario postal polaco que operaba en la resistencia abrió una carta enviada por un soldado alemán a su familia. Dentro halló una fotografía que lo perturbó tanto que la envió al movimiento clandestino polaco; así llegó a las manos de un valiente muchacho de 16 años llamado Jerzy Tomaszewski, una de cuyas tareas era enviar evidencia de las atrocidades alemanas a Londres, para que los aliados pudiesen dar a conocer las crueldades cometidas por los nazis en Europa oriental.
Tomaszewski hizo un duplicado de la fotografía para Londres y se guardó el original. Todavía vive. Más de 60 años después, permitió que la fotógrafa documentalista y escritora Janina Struk viera esa evidencia preciosa y terrible… de la cual ella hizo una copia perfecta.
Dejaré que Struk describa la imagen en sus propias palabras, como aparecen en su aterrador nuevo libro Private Pictures, referente a las fotos privadas tomadas por soldados, desde la guerra de los bóers y la Primera Guerra Mundial hasta la invasión de Estados Unidos a Irak, después de 2003.
“En algún lugar cerca de la pequeña aldea de Ivangorod, en Ucrania, un soldado alemán apunta con su arma a una mujer que lleva un niño en brazos. Ella parece alejarse del soldado y envuelve al niño con su cuerpo. Su pie está en el aire, como si estuviese caminando, o tal vez el obturador captó el momento en que la bala dio en ella.
“En el lado izquierdo se ven las puntas de lo que parecen otras dos armas apuntando en su dirección, y a la derecha dos o tres personas agachadas junto a un objeto indistinguible. El cuerpo de otra persona yace a los pies del soldado. En el dorso de la foto, escrito a mano en alemán, se lee: ‘Ucrania 1942, Acción Judía en Ivangord’”.
La fotografía llegaría a ser una de las imágenes más impresionantes y convincentes del Holocausto nazi, aunque su historia está envuelta en esas controversias que cultivan quienes niegan aquel hecho histórico. En la mayoría de las publicaciones, la foto se editaría para mostrar solamente a la mujer y al soldado apuntándola con el rifle, para darle un aspecto artístico y a la vez destruir el contexto original.
En su libro, Struk se pregunta por qué los soldados toman fotografías de su propia crueldad. Hay incontables imágenes autenticadas de soldados alemanes que posan sonrientes junto a cautivos recién colgados, agolpándose en torno a fosas comunes para observar la ejecución de judíos, comisarios soviéticos, rehenes, hombres y mujeres. Pero esta semana he estudiado durante horas esa foto de Ivangorod en particular. Puedo imaginar la terrible y entusiasmada conversación. ¡Oye, Hans! Allá a la derecha están matando judíos. Trae tu cámara. ¡Mira cómo corre esa mujer! Clic. O sería el fotógrafo uno de los verdugos en su descanso? Tal vez nunca lo sabremos. Pero, desde luego, la tradición continúa. Observen los videos que los estadunidenses tomaron de las víctimas de sus asesinatos en Irak. Volveré sobre ese tema un día cercano.
Amplifiqué la fotografía de 1942 hasta la máxima resolución y la repasé con cuidado. Luego llamé a Struk. Sin duda, me dijo, la otra persona a los pies del soldado es también mujer. Parece llevar el cabello peinado de raya en medio; tiene los brazos caídos al suelo a su derecha y viste falda, en cuyo extremo se ve la pierna izquierda. Struk ya se había dado cuenta de ese detalle. Y luego, dije, sin duda había cuatro hombres en total, tres de gorra de tela y chaqueta, y el cuarto parece más grande porque tal vez llevaba abrigo. (Al lado derecho se ve un bolsillo hondo.)
No hay nada fantasmal en ese estudio. Mientras más detalles encuentra uno en esas imágenes, más se descubre y más real se vuelve el Holocausto. Puede ser –hay que observar la foto con atención– que el soldado en verdad haya disparado a los cuatro hombres y que uno de los otros dos rifles haya disparado a la mujer con el niño. Las sombras en el campo a la izquierda sugieren que podría haber más tiradores abriendo fuego en el momento. Pero lo que me impactó fue la naturaleza del terreno a la derecha de la fotografía.
Struk describe un objeto indistinguible. Parece una estaca. A la derecha veo tierra revuelta. ¿Acaso la estaca marcaba algo? Caven su propia tumba hasta aquí. ¿Sería ésa la orden que dieron los alemanes a sus víctimas? Pero luego descubrí lo que sin duda es una pala de metal, boca abajo, el mango detrás de la estaca. Es idéntica a otras palas en otras fotografías de ejecuciones que he visto. ¿Sería que los cuatro hombres cavaban sus tumbas?
Resulta increíble que, cuando la foto se usó en un libro publicado por el régimen comunista polaco instalado por los soviéticos tras la guerra, un periódico derechista de Alemania Occidental, Deutsche Soldaten Zeitung, encabezó “¡Achtung Fälschung!” (¡cuidado, falsificación!). El hombre que apunta con el rifle a la mujer y su niño no llevaba uniforme alemán ni usaba un rifle alemán, afirmaba el periódico. Un tal profesor Otto Croy acusó a los polacos de fabricar la foto con fines de propaganda.
Fue un alivio que más tarde surgiera un ex miembro del Einsatzgruppen de Hitler, el escuadrón de acción especial, que asesinó a un millón de judíos en Ucrania. El soldado de la foto lleva el uniforme de ese cuerpo, dijo, y el rifle que porta era el reglamentario en él. ¿Qué más prueba se necesitaba? Años después se montó en Dresde una exhibición de fotos de atrocidades alemanas en Europa oriental. Un anciano contempló largo tiempo las imágenes. Luego, rompió a llorar. Cuando lo sacaban de la sala, gritó: ¡Soy yo, soy yo!
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya

No hay comentarios:

Publicar un comentario