Los Ardavín
Autor: Edgar González Ruiz *
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Sección: Opinión
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El jerarca de la Organización Nacional del Yunque, Bernardo Ardavín Migoni, es el patriarca de una familia que cada día tiene más influencia dentro del poder derechista.
A lo largo de décadas, Ardavín ha participado en el activismo de la derecha católica, tanto en organizaciones secretas como públicas, contribuyendo de manera importante a tejer una verdadera telaraña de agrupaciones de esa filiación, especialmente en el ámbito político y empresarial.
Son organizaciones vinculadas al poder, pero sin base social, creadas y manejadas siempre por los mismos personajes y familias que inventan y multiplican membretes donde sólo ellos mismos están representados.
La telaraña
De acuerdo con exintegrantes del Yunque, su “jefe general” es el ingeniero Bernardo Ardavín Migoni, conocido en esa organización como Cortés, y quien, además de esa labor secreta, ha desarrollado una intensa actividad pública de consolidación de la ultraderecha.
Aunque es egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ardavín Migoni también cursó estudios en el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresas, perteneciente al Opus Dei, y fue secretario general de la Universidad La Salle.
En el gobierno de Vicente Fox fungió como asesor de la Secretaría de Gobernación (2004-2005), del Trabajo (2003-2006), e integrante de la Comisión de Vigilancia del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores.
Fue socio y gerente general de Prescon de México, socio y ejecutivo de Champion International y de Lincoln Electric Mexicana, así como gerente de Medrano y Asociados Construcciones.
Tiene su propia empresa de consultoría denominada Esem (Estrategia Empresarial), SC, en donde trabaja como consultor uno de sus hijos, José Antonio Ardavín Ituarte, quien fue director de Estudios en Políticas Públicas de la Fundación Preciado, del Partido Acción Nacional (PAN), en el periodo de Manuel Espino.
José Ramón Ardavín Ituarte, otro de sus hijos, es subdirector de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), donde ha mantenido una estrecha relación con el yunquista José Luis Luege, al secundar proyectos tendientes a desacreditar al gobierno del Distrito Federal.
Santiago Ardavín Ituarte ha sido director general de Seguimiento en la Subsecretaría de Desarrollo Social y Humano de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Tanto Santiago como José Ramón son integrantes activos del PAN en el Distrito Federal, desde el 17 de mayo de 1996, el primero en Cuajimalpa y el segundo en Coyoacán, de acuerdo con el registro nacional de integrantes del partido.
Bernardo Ardvín, José Ramón y Santiago Ardavín Ituarte han militado en la Coordinadora Ciudadana, organización política de la ultraderecha, fundada en 1996 por Antonio Sánchez Díaz de Rivera, y presidida después por Guillermo Velasco Arzac.
En la misma organización participan, entre otros Fernando Sánchez Argomedo (promotor de la página web ww.yoinfluyo.com); Eloy Manuel Salazar Delgado, militante del Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO) en sus años juveniles, expresidente de la Peña Charra, y asesor de la Confederación Nacional de Escuelas Particulares, AC, presidida por Manuel Velasco Arzac; Rosa Martha Abascal de Artón, hija de Carlos Abascal Carranza; José de Jesús Castellanos, exdirector de la publicación Nuevo Criterio, del Arzobispado, y después funcionario en la Sedesol; Gustavo Serrano Limón, hermano del dirigente de Provida; y Jaime Aviña Zepeda, fundador de dicho grupo (www.ife.org.mx/docs/IFE-v2/UF/UF-APNs/UF…/36_COCI.pdf).
A fines de 2010, en una entrevista publicada en el portal Yo Influyo, Ardavín respaldaba las consignas del gobierno de Felipe Calderón y los ataques de éste contra el Partido Revolucionario Institucional. En la misma ocasión, se refería a la Revolución Mexicana como una “experiencia traumática, que dejó 1 millón de muertos”.
Por su parte, María de los Ángeles Ituarte de Ardavín, licenciada en pedagogía, pertenece al grupo Enlace en la Comunidad Encuentro, que difunde mediante campañas publicitarias y libros de texto ideas conservadoras sobre la sexualidad; ha formado parte del Consejo Académico de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) ?creada por la ultradarecha poblana?, y a cuya junta directiva pertenece Bernardo Ardavín Migoni; así como al Consejo de Alianza de Maestros, grupo que promueve los intereses de la jerarquía católica en el ámbito educativo.
El asesinato de Ramón Plata
Considerado fundador del Yunque, Ramón Plata Moreno fue asesinado en el Distrito Federal en la navidad de 1979.
Desde entonces, han circulado diferentes versiones sobre ese hecho: de acuerdo con algunos, fue ejecutado por los Tecos, grupo ultraderechista enfrentado con el que él encabezaba, mientras que otros han acusado a Fernando Gutiérrez Barrios, quien fuera subsecretario y secretario de Gobernación.
En 2010, se afirmó que el autor intelectual fue el yunquista José Antonio Quintana Fernández, mientras que el autor material, quien dirigió el “comando” que acabó a balazos con la vida de Plata, fue nada menos que Bernardo Ardavín Migoni, auxiliado por Guillermo Velasco Arzac. Lo anterior, de acuerdo con el testimonio de Eduardo García Casas, hijo del empresario Eduardo García Suárez, exdirigente de la Confederación Nacional de Cámaras Nacionales de Comercio y también exintegrante del Yunque.
De acuerdo con García Casas, el asesinato de Plata fue el resultado de una “purga dentro del Yunque”, así como de conflictos de intereses, como lo referente al control de la UPAEP, universidad vinculada a la ultraderecha poblana (Álvaro Delgado, “Documentados, los crímenes del Yunque”, Proceso, 29 de abril de 2010).
Hijos del Yunque
A lo largo de su vida, Bernardo Ardavín ha creado una madeja de organizaciones de la ultraderecha, donde participan panistas, empresarios y dirigentes de grupos conservadores.
En septiembre de 2003, emprendió la refundación del Centro de Estudios Sociales del Consejo Coordinador Empresarial, que había existido de octubre de 1977 a noviembre de 2002; al proyecto de Ardavín se sumaron, entre otros, Héctor Larios Santillán, Federico Müggenburg, Enrique Alducin, José Luis Barroso, Alberto Núñez Esteva y Lorenzo Servitje Sendra (www.cepos.org.mx/html/quienes_somos.html).
Cuando era secretario del Trabajo, el extinto Carlos Abascal Carranza otorgó tres contratos a la empresa de Ardavín Migoni, Estrategia Empresarial, mientras que, apenas hace unos meses, Ardavín quedó a cargo de una nueva fundación dedicada a enaltecer la figura de Abascal, ocasión en la que estuvieron presentes el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame; el director de la Conagua, José Luis Luege; el procurador Arturo Chávez Chávez, y el nuncio apostólico Christophe Pierre, entre otros.
En mancuerna con personajes como Guillermo Velasco Arzac ?otro de los principales dirigentes del Yunque?, Ardavín ha colaborado con grupos como Mejor Sociedad, Mejor Gobierno, Sociedad en Movimiento y Yo Influyo.
Al ser uno de los principales jerarcas del Yunque, que exige a sus integrantes un juramento de primacía sobre sus demás compromisos, las organizaciones que ha fundado y encabezado llevan el sello de ese grupo secreto.
*Maestro en filosofía; especialista en estudios acerca de la derecha política en México
El último año de Calderón
Miguel Badillo
Con incredulidad de que Felipe Calderón terminaría su gobierno hemos llegado al 2012 y este podría ser el último año del panismo en el poder. Han transcurrido 11 años de administraciones panistas para el olvido (seis de Vicente Fox y cinco de Felipe Calderón) y todavía falta uno más, quizás el más duro por ser año electoral, para completar la docena trágica del PAN.
El balance de estos 11 años es catastrófico: violencia y temor en todo el país con miles de muertos (niños, mujeres y ancianos incluidos) que nada tenían que ver con el crimen organizado y fueron asesinados en fuego cruzado, daños colaterales dice el ocupante de Los Pinos; otros miles de mexicanos están desaparecidos, secuestrados, levantados, torturados, detenidos y amenazados; la pobreza extrema sigue creciente; el analfabetismo que a nadie interesa, alcanza entre el 10 y 15 por ciento de la población; el desempleo aumenta en campo y ciudades, en consecuencia la migración sigue; muchas empresas en crisis despiden a sus trabajadores o simplemente cierran sus puertas; el poder adquisitivo de los trabajadores acumula ya muchas pérdidas; la descomposición social continúa y eso provoca mayor desintegración familiar; los problemas en educación, salud y vivienda no cesan.
Por si faltara algo, la corrupción gubernamental está incontenible y alcanza a todos los sectores, a todas las secretarías, a todas las paraestatales, a todos los órganos descentralizados. Tampoco se escapan de este mal otros poderes como el Judicial y el Legislativo. Lo más preocupante en los tres órganos de gobierno es la impunidad. Nadie hace algo en contra de ella y su reflejo es la falta de justicia en México, sobre todo para los más pobres y desprotegidos; los otros, los ricos y los corruptos simplemente la compran. Apenas el 5 por ciento de los delitos son atendidos y resueltos en tribunales; es decir, 95 por ciento de la delincuencia opera impunemente ante la anuencia del gobierno, sean ladrones, defraudadores, narcotraficantes, funcionarios corruptos, empresarios cómplices, violadores, asesinos y lavadores de dinero.
Es en este panorama desolador como arribamos al 2012, con un presidente de la República que fácilmente amenaza cuando se siente débil y desprotegido; que usa las instituciones y los órganos de gobierno a su antojo para dar impunidad y otorgar perdones extrajudiciales.
Así, 2012 inicia con un proceso electoral en puerta para definir qué grupo político se acomodará en el poder y con todo y amigos manejar las arcas públicas y el destino de la nación. Si hacemos caso a las dudosas encuestas, muchas de ellas amañadas por el mejor postor, debemos creer que el PAN no tendrá una oportunidad más para seguir en la Presidencia y que los votantes lo castigarán por su equivocado gobierno, por lo menos no en muchos años, y que será otra vez el PRI o por fin un bloque de partidos autollamados de izquierda, los que tendrán una nueva oportunidad de ascender al poder, siempre y cuando en Los Pinos respeten el voto de la población y dejen de intervenir como ocurrió hace seis años con Vicente Fox para impedir unas elecciones democráticas y limpias .
Por eso a cualquiera de estos grupos políticos de oposición que llegue a Los Pinos, si se cumple lo del voto de castigo al PAN, lo mínimo que debemos exigirle es justicia social para los más pobres y desprotegidos del país, sumada a la libertad de expresión y a la libertad de prensa, así como transparencia en todas las acciones de gobierno.
Un buen principio sería que el próximo gobierno se interesara por acabar con el analfabetismo; mejorar el sistema de salud pública y que este alcanzara a todos los mexicanos; elevar los presupuestos en educación y aumentar la matrícula en escuelas básicas, medias y superiores; disminuir el gasto público de la burocracia, mediante la reducción de salarios de directores generales hacia arriba y eliminar gastos de representación como alimentos, telefonía, vehículos, seguros; desparecer secretarías de Estado que son elefantes blancos y sólo sirven para abultar el gasto presupuestal; combatir la corrupción y eliminar la impunidad; vigilar que los presupuestos a programas sociales se cumplan y se entreguen. Este es mi deseo para 2012.
Calderón y la soberanía
Un hecho que por lo menos hace dudar de la intención de Felipe Calderón de acabar con las bandas del crimen organizado y el narcotráfico, es su desinterés y omisión por combatir el delito de lavado de dinero producto de muchos ilícitos. Durante los cinco años que lleva al frente del gobierno federal, son nulos los resultados para procesar a los blanqueadores de dinero sucio, independientemente que los recursos mal habidos provengan del tráfico de drogas, del secuestro, la trata de personas, los fraudes financieros o hasta de robos.
El caso es que en México prácticamente no hay delincuentes sentenciados por lavar dinero en los circuitos financieros mexicanos, ni tampoco por introducir dinero sucio en sectores estratégicos como el turístico. Mucho menos imaginar que dueños o directores generales de bancos, casas de cambio o hasta aseguradoras, la mayoría de ellos en manos extranjeras (salvo Banorte, propiedad del priísta Roberto González Barrera), pudieran ser investigados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público o la Procuraduría General de la República, porque las instituciones financieras son utilizadas para blanquear el dinero sucio y financiar actividades criminales.
Sin resultados judiciales en esa área vital para la delincuencia organizada, es comprensible creer que el gobierno federal miente cuando expresa que le ha declarado la “guerra” a las bandas del narcotráfico, por la sencilla razón de que las finanzas de los cárteles de la droga están intactas. Imaginemos un escenario en donde los cárteles de las drogas no tuvieran dinero para comprar armas, contratar sicarios (mexicanos y extranjeros), sobornar funcionarios, policías y jueces corruptos, comprar las drogas que transportan desde Suramérica o chantajear y amenazar a campesinos para obligarlos a sembrar mariguana. Entonces si todos los órganos de procuración de justicia del gobierno federal combatieran el blanqueo de capitales, eso es lo que ocurriría y las autoridades gubernamentales tendrían realmente una oportunidad para vencer al crimen organizado.
Sin embargo eso no sucede y el tránsito de dinero sucio producto de muchos ilícitos se presenta en todas las áreas y sectores, ante la anuencia del gobierno federal que ha visto en esos recursos ilícitos una ayuda a la alicaída economía mexicana y tal vez sea esto por lo cual ha decidido permitirlo y no combatirlo como sucedería en cualquier país de leyes y justicia.
Pero ese vacío abierto por las autoridades mexicanas ha sido llenado por organizaciones policiales de Estados Unidos, como el Departamento del Tesoro; Aduanas; la Agencia Antidrogas (DEA, por su sigla en inglés), la Agencia de Inteligencia Central (CIA) y la Oficina Federal de Investigación (FBI), todas interesadas en los recursos que se blanquean en México, pero muy poco efectivas con el dinero sucio que entra a su país, lo que lo coloca como el principal centro de lavado de dinero del mundo, y en donde se calcula que la cifra rebasa los 100 mil millones de dólares por año.
El caso más reciente, como comentamos hace unas semanas, es el de la corrupta agencia antidroga DEA, la cual vino a México a lavar dinero junto con los cárteles del narcotráfico, pues al fin de cuentas aquí nadie investiga ese delito y mucho menos lo persigue.
Es precisamente este tema al que se refirió hace unos días la vocera de Felipe Calderón, Alejandra Sota, quien rechazó que el gobierno mexicano tuviera conocimiento de la operación de lavado de dinero que realizaron en México agentes de la DEA, como parte de una supuesta lucha contra el narcotráfico, según reportó la agencia gubernamental Notimex.
El pasado 11 de diciembre, Alejandra Sota declaró en Washington en el programa Al punto (de la cadena Univisión), que “no sabía el gobierno mexicano [del hecho], y es importante resaltar que hemos iniciado una investigación por parte de la Procuraduría General de la República, para deslindar responsabilidades y en todo caso investigar si es que hubo este involucramiento”.
Antes de eso, el precandidato panista a la Presidencia de la República, Ernesto Cordero, había dicho que se tenían que investigar esas operaciones encubiertas de la DEA en territorio nacional. Es decir que, como secretario de Hacienda –cargo que ocupó hasta el 9 de septiembre de 2011–, tampoco se enteró de alguna operación conjunta entre autoridades de Estados Unidos y México, con el propósito de combatir el blanqueo de capitales.
Más claro no puede ser que el gobierno de Estados Unidos y sus cuerpos policiales y de inteligencia hacen en México lo que quieren, violan las leyes y la soberanía, entran armados y salen del país sin autorización alguna y sin reclamo de nadie, con lo cual violan la Constitución y las leyes mexicanas.
Como sabemos fue el diario The New York Times el que reportó que agentes de la DEA han estado lavando y contrabandeando millones de dólares de ganancias de los cárteles mexicanos de las drogas, como parte de una supuesta lucha contra el narcotráfico.
De acuerdo con el diario, en algunos casos agentes de la DEA llegaron a contrabandear de dos a tres cargamentos de dinero a la semana y otros agentes mexicanos, acompañados por estadunidenses, se han hecho pasar por contrabandistas y así recogen el dinero en México.
Cuestionada sobre la supuesta participación de agentes mexicanos en la operación de la DEA, la vocera de Calderón reiteró que “definitivamente es algo que se tiene que investigar, pero de entrada nosotros negamos que haya habido conocimiento por parte de las autoridades mexicanas de una operación de esta naturaleza”.
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