Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 6 de julio de 2012

Se deslinda #YoSoy132 de marcha anti-Peña del sábado- El duopolio de la alternancia- El infierno del triunfo

Se deslinda #YoSoy132 de marcha anti-Peña del sábado


Los integrantes de #YoSoy132 en conferencia. Foto: Miguel Dimayuga
Los integrantes de #YoSoy132 en conferencia.
Foto: Miguel Dimayuga
MÉXICO, D.F. (apro).- El movimiento estudiantil #YoSoy132 se deslindó de la convocatoria a la marcha programada para el próximo sábado 7, denominada “Si hay imposición, habrá revolución”, debido a que los convocantes son personajes identificados con el PRI y no pertenecen al colectivo.
A través de un comunicado publicado en la página oficial del movimiento www.yosoy132media.org, el colectivo afirma que debido a su crecimiento intempestivo, personas o grupos buscan desvirtuar sus principios y frenar su fuerza a través de diferentes acciones.
Una de ellas, sostiene #YoSoy132, es la marcha convocada para el sábado 7 de julio que, afirma, no fue organizada por ellos.
“El movimiento #YoSoy132 no ha convocado a la marcha titulada ‘Si hay imposición habrá revolución’ programada para el día sábado 7 de julio, ya que esta convocatoria se vincula a la página apócrifa www.yosoy132.mx relacionada con personajes priistas”, refirió el grupo.
La convocatoria a la marcha incluía una portada de la edición 1861 de la revista Proceso, por lo que este semanario se deslinda de dicho acto.
El movimiento #YoSoy132 reiteró que su única página oficial es www.yosoy132media.org y reprobó “categóricamente el intento de utilizar al movimiento para fines particulares, así como todo acto violento que cualquier persona o grupo cometa a nombre del movimiento”.
En el comunicado denunció que Roberto Medina Nava, consejero académico suplente de la Facultad de Derecho de la UNAM, se ha intentado posicionar como líder del movimiento a nombre de esa facultad contradiciendo todo principio, con el objetivo de satisfacer intereses personales.
“Esta persona también está vinculada con actos de violencia en contra de algunos compañeros durante ejercicios democráticos anteriores”, afirmó el colectivo estudiantil.

El duopolio de la alternancia

Peña Nieto y Vázquez Mota. Sucesión pactada. Foto: Eduardo Miranda
Peña Nieto y Vázquez Mota. Sucesión pactada.
Foto: Eduardo Miranda
MÉXICO, D.F. (apro).- Desde 1988, cuando el PAN legitimó el fraude de Carlos Salinas, la decisión junto con el PRI fue cerrarle el paso a la izquierda y asegurarse de que no llegue a la Presidencia de la República.
Cuatro elecciones presidenciales lo han demostrado a lo largo de 24 años, casi el cuarto de siglo en el que se ha contenido una auténtica transición a la democracia.
PRI y PAN optaron por una sucesión que se han alternado en tres ocasiones desde el año 2000. Por eso es que ni Vicente Fox ni Felipe Calderón tocaron los cimientos del viejo régimen del PRI, ni revisaron su pasado autoritario de 70 años en el poder. Sólo así se entiende que la compra y la coacción del voto “estén de regreso”. Más bien, nunca se fueron.
Si algunos elementos de ese autoritarismo han desaparecido fue más por el paso del tiempo que por la construcción de una institucionalidad democrática. Aunque los viejos líderes han muerto, el corporativismo sigue siendo clave para garantizar el voto, sólo que ahora es pragmático. Como mafia, opera con quien se pueda hacer negocios, ya sea el PRI o el PAN.
Es el caso del sindicato-partido de Elba Esther Gordillo, quien en las elecciones intermedias de hace nueve años apoyó a Fox en contra del PRI, hace seis a Calderón después de ser rechazada por Andrés Manuel López Obrador; hace tres al PRI y el PAN, según el estado, y ahora a Enrique Peña en la presidencial y al PAN en algunas elecciones locales.
No es que por sí misma defina las elecciones, pero ella personifica la perversión de esa alternancia. Lo mismo que Diego Fernández de Cevallos, quien en 1988 pasó por encima del candidato de su partido, Manuel J. Clouthier, y operó como diputado la quema de las boletas del fraude de Salinas.
Negoció con Salinas lo que Porfirio Muñoz Ledo definió como la “concertacesión” a la democracia, en alusión al acuerdo de los partidos de oposición en Chile que, también en el año 88, permitió la salida del poder del dictador Augusto Pinochet.
La izquierda y la derecha moderadas de ese país se pusieron de acuerdo primero para participar en un plebiscito con las propias reglas del dictador y luego en un solo candidato y una sola plataforma.
Aquí la negociación fue entre las derechas, la del PRI y la del PAN, que a cualquier costo, se han dedicado a obstaculizar la llegada de la izquierda a la Presidencia. Diego Fernández luego negoció con Zedillo y le dejó el paso libre para Los Pinos, a pesar de la ventaja que llevaba. A cambio, el PAN tuvo sus primeros cargos en el gobierno federal, luego de que con Salinas obtuviera sus primeras gubernaturas y aumentara sus presidencias municipales.
Durante años, el PRI gastó millones de pesos en la prensa para desprestigiar a Cuauhtémoc Cárdenas. Junto con el PAN no descansó hasta arrumbarlo al tercer lugar en el 2000, cuando por tercera vez buscó la Presidencia de la República.
En 2006, ya en el poder, el PAN emprendió una guerra sucia contra López Obrador, sabiendo que el candidato del PRI, Roberto Madrazo, no podía con su desprestigio. Fue una campaña desde el poder presidencial y empresarial –con Televisa a la cabeza–, que fue avalada por el Poder Judicial a través del Tribunal Electoral.
El costo fue muy alto para el país: un presidente que para legitimarse en el poder hizo de la inseguridad su capital político a costa de exacerbar la violencia a niveles no vistos desde la Revolución Mexicana.
No fue gratuito que en la reunión del pasado lunes en Los Pinos ante el desastre electoral del PAN estuviera Diego Fernández. Es uno de los artífices de ese modelo que de nueva cuenta impidió la llegada de la izquierda.
Como si las pugnas tribales y errores del PRD no bastaran, como sus pésimas experiencias de gobierno fuera del Distrito Federal, o las propias necedades de López Obrador, la derecha se ha visto obligada a frenarlo dos veces. Como sea, gastando millones de pesos en propaganda.
Pero 2012 fue peor que 2006. Si hace seis años se impuso a Calderón, ahora Peña Nieto es una criatura de Televisa, en la demostración más clara de cómo el poder factual ha secuestrado la democracia en México.
No hay ninguna experiencia similar en América Latina. Países tan disímbolos como Brasil y El Salvador tienen ahora gobiernos de izquierda y nadie se atreve a compararlos con Cuba, Venezuela o Bolivia. Chile fue gobernado por dos décadas por una colación de centroizquierda y fue ejemplo mundial. Ollanta Humala llegó al poder y Perú mantiene su crecimiento económico. En Argentina ha sido ratificada en tres ocasiones de manera consecutiva.
Vieja y ciega, pero ensoberbecida, la derecha mexicana –la política y económica– no está dispuesta a ceder el poder a la izquierda y por ello perpetua el subdesarrollo político de los mexicanos, a los que sólo les reconoce la condición de ciudadanos para que voten “y cuenten los votos”.
jcarrasco@proceso.com.mx
@jorgecarrascoa

El triunfo del PRI, la fiesta a la que no fuimos invitados

El candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto. Foto: Germán Canseco
El candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto.
Foto: Germán Canseco
“El instrumento básico para la manipulación de la realidad es la manipulación de las palabras. Si tú puedes controlar el significado de las palabras puedes controlar a la gente que utiliza esas palabras”.
Philip K. Dick
Enrique Peña Nieto ganó la elección presidencial de manera pulcra, ejemplar, quien diga lo contrario es un enemigo de las instituciones y, desde luego, un “pejezombie”.
Esta es la verdad que nos quieren imponer los hombres que viven del presupuesto.
Eres un buen ciudadano cuando no repelas y obedeces sin ninguna objeción, mientras acates la cultura del yanimodo-aseguiradelante. Si protestas es porque eres un ingenuo joven resentido, un ciego bajo el dominio del dictador-mesiánico-comunista Andrés Manuel López Obrador, un flojo-yaponteatrabajar, un periodista-militante, un troll pagadoparaatacaraLópez-Dóriga.
“Hoy vivimos la jornada con absoluta normalidad”: Leonardo Valdés Zurita, presidente del IFE.
“Es la contienda más equitativa que se ha dado en cuanto a la distribución de tiempos en radio y televisión, en cuanto a financiamiento público”: Pedro Joaquín Coldwell, presidente del PRI.
“Es mucho lo que hemos logrado los mexicanos y, por eso, a todos les pido que apoyemos a quien encabezará el Poder Ejecutivo”: Felipe Calderón, presidente de México.
“Ni la campaña de Enrique Peña Nieto ni el Comité Ejecutivo Nacional del PRI distribuyeron tarjetas de Soriana con ninguna finalidad, es una burda farsa”: Eduardo Sánchez, vocero del PRI.
“Nosotros estamos convencidos de la legalidad del proceso, que se sostendrá en los tribunales”: Luis Videgaray, coordinador de la campaña de Enrique Peña Nieto.
“Ya quedó demostrado que las tarjetas de Soriana son ajenas al proceso electoral… Es otro engaño de la gente de AMLO”: Ricardo Alemán, periodista.
Nuestro sistema de gobierno está basado en la fe ciega. Debemos creer como verdad absoluta el noticiero nocturno de Televisa (¿Tienes el valor o te vale?), las encuestas de consulta Mitofsky, las rabietas de Ciro Gómez Leyva, las excusas del IFE, la palabra de Felipe Calderón. No está permitido disentir: El Ejército jamás viola los derechos humanos, vamos ganando la guerra contra el narcotráfico, nadie compra el voto, la gente quiso que el PRI regresara, todas las personas que murieron a manos del narcotráfico eran criminales. Es el sinsentido absoluto: si viste lo que viste nosotros te decimos que viste otra cosa. No tolerar la injusticia es la pena máxima dentro de este régimen.
Producto de la compra y coacción del voto 30% de los sufragios: Alianza Cívica (Proceso).
Compras de pánico en Soriana ante el temor de que el PRI cancelara tarjetas (La Jornada).
Exigen al tricolor pago por servicios prestados en casillas (La Jornada).
“Ayer ibas a la casilla, votabas, tomabas una foto a la boleta marcada a favor del PRI, la mostrabas y te daban la tarjeta”, manifestó Rocío Ugalde (La Jornada).
Casilla especial de la Prepa Central tiene gente amotinada porque se acabaron las boletas, no hay policías (usuario de Twitter).
Matan a coordinador de Morena en Nuevo León (Proceso).
Amenazan a observador electoral de @CoparmexPuebla y @PueblaVigila tras tomar fotos a operador que movilizaba a favor del PRI (asociación Actívate por Puebla).
Observadores de #Coparmex denuncian compra de votos x gente del #PRI en Veracruz (usuario de Twitter).
Desde #Monterrey señalan que los teléfonos de la Fepade no contestan y por lo tanto no se puede reportar ilícitos electorales (cuenta de Twitter).
Denuncia la dirigencia estatal del PAN que se les está quitando una hora de votación a los tlaxcaltecas aunado a que la actitud prepotente de funcionarios del IFE esta desalentado la participación de la ciudadanía (periódico digital-Econsulta).
En mi colonia #PRI reparte vales por $700, te interceptan en casillas, intenté tomar fotos pero fui amedrentada (ciudadano en Twitter).
Elección plagada de irregularidades, concluye el #Yosoy 132.
¿Por qué el dos de julio México amaneció triste si ganó la voluntad popular?, si los votantes adoran a Enrique Peña Nieto, ¿por qué no hay rostros de felicidad?, ¿por qué el ambiente sabe a enojo, resignación, tristeza y miedo?, ¿dónde están los electores del PRI, por qué no se manifestaron la noche del primero de julio rebosantes de alegría?, ¿por qué Televisa y los medios oficiales insisten en meternos como supositorio el dogma que la elección fue limpia?, ¿acaso no lo fue?
El 61.7 por ciento de los electores que votaron no eligió a Enrique Peña Nieto, de acuerdo con el cómputo final del Instituto Federal Electoral. La organización Alianza Cívica, con 500 observadores en 21 estados del país, documentó que en el 21 por ciento de las casillas hubo violación a la secrecía del sufragio, además de que el 18% de los ciudadanos fueron intimidados por ir a votar: “La presión fue a favor del PRI-PVEM en un 71%, 17% a favor del PAN, 9% a favor del PRD, y 3% a favor del Panal”. Aún más, en el 14 por ciento de las casillas se registró “acarreo”.
De la información anterior se concluye que el voto del PRI, en su inmensa mayoría, fue el de la pobreza y la ignorancia. El de un país herido con 52 millones de pobres (11.7 en pobreza extrema, según cifras del Coneval).
El exprimer ministro británico Winston Churchill expresaba un pensamiento que encaja a la realidad del pasado primero de julio: “El mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante medio”.
Las redes sociales, reflejo del ánimo ciudadano del sector más educado del país, son un mejor termostato para identificar cuál es el sentir de quienes no eligieron a Peña Nieto:
México, me dueles. ..
No reconoceremos bajo ninguna circunstancia a EPN.
México está de luto, pero no muerto…Prohibido rendirse.
Todo dinosaurio tiene su meteorito.
El PRI piensa que todos somos como el chavo del ocho… pendejos y nuestra más grande aspiración es una torta de jamón.
Al parecer esta es una fiesta, pero privada, y no fuimos invitados.
Contacto: www.juanpabloproal.com
Twitter: @juanpabloproal

El infierno del triunfo

El aspirante presidencial priista, Enrique Peña Nieto. Foto: Miguel Dimayuga
El aspirante presidencial priista, Enrique Peña Nieto.
Foto: Miguel Dimayuga
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Enrique Peña Nieto ganó. Habría sido casi igual si hubiese ganado cualquiera de los otros candidatos. La razón es tan honda como el desprecio que todos ellos han mantenido frente al problema que tiene verdaderamente postrada a la vida democrática de la nación: la guerra contra las drogas. Sus costos son altísimos en vidas, dinero, miseria, terror. Los cientos de miles muertos, desaparecidos, desplazados, huérfanos y viudas; la impunidad en 98% de los delitos, y un enriquecimiento ilícito de 19 a 39 mil millones de dólares que cada año pasan de EU a México, se unen a la trivialidad de la vida pública, a la corrupción del Estado y de las partidocracias, a la falta de empleo y de educación, para mostrarnos la ruina social que el nuevo presidente va a administrar.
Se corre el riesgo de que, por lo mismo, el problema se haga más hondo. Este horror, que Peña Nieto ha reducido a un asunto de seguridad, no sólo continuará, invirtiendo cada día más en negocios contraproductivos –más armas, más cárceles, más militarización, más burocracias–, como lo hizo Calderón, sino que, con la anuencia de una buena parte de la sociedad, el nuevo ocupante de Los Pinos estará cada vez más dispuesto a sacrificar las libertades civiles en nombre de esa misma seguridad. Los resultados –allí está Atenco para probarlo– ya los conocemos: la criminalización de la protesta, el aumento de la violación de los derechos humanos, la mimetización de las fuerzas de la ley con la crueldad del crimen, una corrupción más profunda de gobiernos y funcionarios públicos, la erosión de la autoridad moral y un costo económico que hará más profunda la destrucción del tejido social.
Este costo, que México seguirá pagando ante el infructuoso intento de evitar que los 23 millones de adictos estadunidenses dejen de consumir droga, tiene, sin embargo, sinrazones más terribles.
Del lado de muchos ciudadanos persiste el miedo a encarar el horror. Cuando el miedo se ha apoderado de la psique, sucede que se voltea hacia otra parte y se reduce todo a un caso de administración pública. Peña Nieto, piensa el ciudadano aterrorizado que lo llevó al poder, hará políticas públicas más sanas que terminarán con la pobreza, fuente de tanto mal, mientras restringe nuestras libertades en nombre de nuestra seguridad. Los muertos, los desaparecidos, los desplazados, no importan. “Algo –dicen esas conciencias sometidas a la propaganda– habrán hecho, y si no, son parte de los costos de acabar con el mal”.
Del lado del nuevo gobierno, se dará el miedo a encarar el problema en donde se encuentra en realidad: en la subordinación de nuestra política de seguridad nacional a la de Estados Unidos, basada en la guerra contra las drogas. Peña Nieto preferirá seguir destrozando el país y ocultando su dolor a enfrentar al gobierno estadunidense y asumir que este problema de carácter social y de salud pública no puede resolverse aprobando leyes más duras, aumentando el número de policías, militares y prisiones, y estableciendo programas burocráticos de crecimiento perpetuo; mucho menos, restringiendo los derechos de la gran mayoría, que es la verdadera víctima del crimen. Ningún gobierno cuenta con los recursos para hacer efectiva una prohibición de las drogas; la única salida es que éstas sean sometidas a una regulación bajo el control férreo del mercado y del Estado, como lo mostró la regulación del alcohol después de su prohibición.
Este miedo, sin embargo, y la continuación de la guerra, no sólo irán destruyendo cada vez más la democracia y hundiendo a la nación en una miseria y un horror mayores, sino que lo inefable, que se incubó con el gobierno de Calderón, se mantendrá como palabra: “se matan entre ellos”, son “bajas colaterales”, “malhechores” que se combaten con más violencia, más restricción de las libertades y más brutalidad; un lenguaje que, hecho eufemismo, guarda el mismo horror con el que los nazis calificaban el exterminio y justificaban la militarización: son “sabandijas”, “piojos”; un lenguaje cuya asepsia sólo ha servido y servirá para hacer habitable el infierno.
Frente a él, que emergerá peor de atroz después de la embriaguez electoral, quedarán dos caminos: volver ciudadanamente a encararlo, como se hizo con Calderón, y presionar por un cambio fundamental en la política antinarco y en la refundación de las instituciones, o bien, seguir en él con este nuevo presidente que proseguirá administrándolo para desgracia de todos y usufructo de los criminales, de los corruptos, de las partidocracias, mediante el horror, las armas y las palabras que, degradando la grandeza de una lengua, lo justifiquen como hasta ahora lo han justificado.
Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar a todos los presos de la APPO, hacerle juicio político a Ulises Ruiz, cambiar la estrategia de seguridad y resarcir a las víctimas de la guerra de Calderón.

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