“Si recontratas a Aristegui, a tu proyecto se lo lleva la chingada” amenazó Lozano a MVS
Joaquín Vargas. Denuncia amenazas. 
Foto: Octavio Gómez
Foto: Octavio Gómez
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- El gobierno federal amenazó a MVS con 
retirarle las concesiones de banda ancha si esa empresa recontrataba a la 
periodista Carmen Aristegui, denunció hoy Joaquín Vargas, presidente de esa 
corporación.
El amago, hecho en el primer trimestre del 2011, por el entonces secretario 
del Trabajo, Javier Lozano, con el aval de la presidencia de la república, se 
cumplió a poco menos de cuatro meses de que termine el sexenio de Felipe 
Calderón.
Denunció Joaquín Vargas en coferencia de prensa ofrecida este mediodía: “El 
licenciado Javier Lozano inició manifestando que el señor presidente Felipe 
Calderón y su señora esposa, estaban enterados de que en ese preciso momento él 
se encontraba platicando conmigo. A lo largo de la platica, el licenciado Javier 
Lozano, mencionó textualmente que: ‘hemos encontrado que tu proyecto de la 2.5 
GHz, tiene méritos propios, pero si recontratas a la periodista, a tu proyecto 
se lo lleva la chingada y te olvidas de este gobierno hasta su último día’”.
Pero de acuerdo con Vargas eso no fue todo. También el secretario de 
Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez-Jácome le pidió en febrero de 2011 
a MVS que Carmen Aristegui se disculpara por haber comentado que el Presidente 
padecía problemas de alcoholismo, pues a petición de la Presidencia no se 
gestionaría la banda de 2.5 GHz hasta que se diera la disculpa.
“Tengo instrucciones del señor Presidente de no gestionar el asunto de MVS y 
en especial la 2.5 hasta que no haya disculpa de Aristegui”, refirió Vargas, 
respecto a su conversación con el Secretario.
Vargas contó ese par de anécdotas en el marco de una conferencia de prensa 
para dar a conocer su posición sobre la decisión del gobierno federal anunciada 
el 8 de agosto de “rescatar” la banda 2.5 Ghz.
Al respecto dijo: es una decisión “equivocada y profundamente costosa para el 
país”, y calificó el hecho como un acto “arbitrario que afecta los legítimos 
derechos de un concesionario”.
El empresario consideró que la decisión ya estaba tomada desde hace meses, 
pues al momento en el que se hizo público el rescate “nos encontrábamos en 
plenas negociaciones con el gobierno federal”.
De acuerdo con Vargas, la administración de Calderón se ha encargado de 
“obstaculizar el paso a la autopista impidiendo el paso de los vehículos”, ya 
que el proyecto presentado por la empresa para el uso de sus concesiones de 
banda ancha ofrecía al usuario servicios a mitad de precio y al doble de 
velocidad.
La hora de la sociedad
#YoSoy132 entrega irregularidades electorales al 
TEPJF. 
Foto: Eduardo Miranda
Foto: Eduardo Miranda
MÉXICO, D.F. (Proceso).- México no avanzará hasta que la clase política, los 
poderes fácticos y los funcionarios públicos cuenten con un contrapeso social 
suficientemente fuerte para obligarlos a velar por el interés público en lugar 
de sus negocios personales. El cambio necesario no vendrá desde las cúpulas del 
poder sino desde la movilización ciudadana. Las “instituciones” son importantes 
en cualquier democracia, pero solamente funcionan cuando están sometidas a una 
fuerte presión social.
El generoso periodo entre la jornada electoral y la toma de posesión del 
nuevo presidente es una oportunidad de oro para la articulación de un amplio 
movimiento social. Si el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación 
(TEPJF) acata las órdenes del Consejo Coordinador Empresarial y valida sobre sus 
rodillas la elección de Enrique Peña Nieto, todavía habrán tres largos meses 
para construir una fuerza social suficientemente grande para resistir los 
embates que vendrían en contra de la libertad de expresión, los derechos 
humanos, los derechos laborales y la industria petrolera nacional. Este periodo 
también serviría para construir un proyecto ciudadano nuevo que limita y reparte 
el poder social, económico y político hoy en manos de los monopolios y los 
poderes fácticos y entregado a los intereses de Estados Unidos.
La oportunidad para la sociedad se ampliaría aún más si el TEPJF decide 
extender el periodo necesario para calificar la elección presidencial o, en su 
caso, invalida la elección con base en las pruebas aportadas por Andrés Manuel 
López Obrador o adquiridas por el mismo tribunal con base en sus amplias 
facultades de investigación. Un eventual gobierno interino no implicaría crisis 
política alguna, sino que solamente extendería durante unos meses más el 
“interregno” entre el gobierno saliente y el entrante que ya existe en los 
hechos. Tal situación podría ser la oportunidad ideal para la construcción de un 
nuevo pacto nacional, o incluso un nuevo Congreso Constituyente, desde la 
sociedad y sin la manipulación propia de los políticos y los burócratas.
Hay que celebrar entonces que el movimiento #YoSoy132 haya decidido ampliar 
su lucha más allá de solamente los temas de la imposición de Peña Nieto y la 
manipulación mediática. En su manifiesto del pasado 27 de julio, señalan seis 
prioridades: 1) Democratización y transformación de los medios de comunicación, 
información y difusión, 2) Cambio en el modelo educativo, científico y 
tecnológico, 3) Cambio en el modelo económico neoliberal, 4) Cambio en el modelo 
de seguridad nacional y justicia, 5) Transformación política y vinculación con 
movimientos sociales, y 6) Derecho a la salud.
Este manifiesto tiene muchas similitudes con las conclusiones de las mesas de 
discusión para un nuevo “Pacto Ciudadano por la Paz con Justicia y Dignidad” 
celebradas en Ciudad Juárez el 10 de junio de 2011. En aquel momento, los 
movimientos solidarios con Javier Sicilia exigían, entre otros puntos, el 
esclarecimiento de los orígenes de las fortunas de Carlos Salinas, Ernesto 
Zedillo, Vicente Fox y Elba Esther Gordillo; la cancelación de la Iniciativa 
Mérida y de toda “asesoría policiaco-militar” de Estados Unidos; el retorno 
inmediato del Ejército a los cuarteles así como someter a juicio político a 
Calderón, Genaro García Luna y Javier Lozano. También demandaban democratizar y 
contar con espacios para la sociedad en los medios de comunicación electrónicos, 
expresaban su rechazo total a la reforma laboral y a la Ley de Seguridad 
Nacional, y pedían la cancelación de las concesiones mineras a empresas 
corruptas e irresponsables. Asimismo, cuestionaban las supuestas “candidaturas 
ciudadanas” y defendían la revocación de mandato como el elemento prioritario de 
una eventual reforma política.
Las mesas de Juárez fueron criticadas duramente por analistas cercanos al 
régimen por romper con “la pureza de un discurso ciudadano emanado del dolor” e 
incluso desconocidas públicamente por el mismo Javier Sicilia. Pero ahora 
regresan con fuerza en la voz de los jóvenes.
Es también una excelente noticia que el movimiento #YoSoy132 empieza a 
estrechar lazos con otros movimientos sociales, como el Frente de Pueblos en 
Defensa de la Tierra, de Atenco, y el Sindicato Mexicano de Electricistas, entre 
otros. El emergente Frente Nacional Contra la Imposición podría ser precisamente 
el vehículo social que tantos han esperado para articular una voz unida de 
protesta y propuesta a lo largo y ancho del país.
Recordemos que las “megamarchas” tan exitosas de las semanas pasadas no 
fueron convocadas por #YoSoy132, sino que surgieron de manera espontánea de las 
profundidades del descontento social que cada día se hace más presente. Las 
protestas la semana pasada en Nueva York, y anteriormente en Washington, DC, en 
contra de Carlos Slim demuestran que el descontento se internacionaliza y que 
también se diversifica más allá de Televisa para incluir a los otros poderes 
fácticos del país.
Una vez más han surgido críticas malintencionadas que buscan dividir el 
movimiento al lamentar que la “pureza” de los estudiantes se mezcle con los 
“revoltosos” de los otros movimientos. Pero estas críticas están basadas en un 
lamentable clasismo que busca debilitar este esfuerzo social y afortunadamente 
han sido ignorados por la mayoría de sus integrantes.
Otro gran acierto del movimiento ha sido la ausencia de liderazgos 
individuales. Así se complica sobremanera la cooptación de parte del gobierno y 
los medios de comunicación. También permite que los esfuerzos se articulen en 
función de causas en lugar de personas.
Se ve la luz al final del túnel. Son los jóvenes y la sociedad, no las 
“instituciones” electorales y el candidato del PRI, quienes merecen nuestra 
confianza y el beneficio de la duda. En ellos está la semilla de una nueva 
república.
Twitter: @JohnMAckerman

 
 
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