La ciencia del “haiga sido como haiga sido”
¿Hay manera de predecir si una persona va a hacer trampa para obtener beneficio personal?
Según un artículo publicado este año en el portal electrónico de los Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) de Estados Unidos, una de las revistas científicas más importantes, el nivel socioeconómico podría ser un buen indicador de qué tan propensa puede ser la gente a hacer chapuza.
Este trabajo de Paul Piff y colaboradores de la Universidad de California, Berkeley, y la Universidad de Toronto es el reporte de siete estudios en los que los investigadores concluyen, bajo ciertas circunstancias, que entre más alto sea el estrato socioeconómico al que pertenece una persona, es más probable que tenga conductas más cuestionables.
En uno de los estudios registraron las conductas de los automovilistas que se aproximaban a un crucero. Después de anotar la marca y modelo tomaban nota si respetaban el derecho de paso de otros vehículos que se aproximaban a la intersección. En otro experimento más aventurado, registraron el respeto al peatón (que en California tiene el derecho de vía, garantizado por multas muy severas). En ambos casos y de manera estadísticamente significativa los conductores con los coches más caros y más nuevos (un indicador de solvencia económica) fueron los que respetaron menos las leyes de tránsito: no esperaban su turno en el “uno y uno” (la tecnología vial que prevalece en el centro de Morelia) y se le echaban encima a los peatones.
Aunque los testimonios, como los que usan en los infomerciales de media noche, son una de las formas de argumentación más tramposas, mi experiencia coincide con los resultados publicados: en los años de doctorado, una tarde en la que estaba caminando tranquilamente por la banqueta buscando qué cenar en el barrio cercano a la universidad casi fui atropellado por Tori Spelling, quien sin más se enfiló hacia el estacionamiento cuya entrada estaba yo cruzando.
Pero regresndo al tema, las observaciones de campo fueron corroboradas en experimentos de laboratorio, en los que los sujetos de estudio –generalmente estudiantes de licenciatura– eran expuestos a situaciones en los que podían o no hacer trampa, “quitarle sus dulces a los niños” (¡literalmente!), mentir en una negociación o hacer trampa para sacar ventaja. Invariablemente los sujetos de orígenes más acaudalados presentaron las conductas menos éticas.
Si bien este trabajo ha sido criticado por tener un numero reducido de estudios y por tener cierto sesgo filosófico (después de todo, Berkeley es considerado como la nave nodriza de las revindicaciones sociales en EE.UU.), los investigadores ofrecieron como posible explicación de esta conducta que debido a que entre mayores ingresos tiene una persona depende menos de las otras y que por eso es más probable que su beneficio personal le funcione como el valor más importante; aún a costa de hacer trampa.
Básicamente, este estudio valida la máxima de “pobre pero honrado”. Pero esto no debería sorprender a nadie en México, o por lo menos no a los aficionados a las películas de de Ismael Rodríguez protagonizadas por Pedro Infante a mediados del siglo pasado.
Sobre lo que tiene que decir la ciencia sobre la cuestión de si los valores que adquiere una persona a lo largo de la vida son aplicables en distintas situaciones hablaremos un poco la próxima semana.
Adenda
1. ¿Convocatorias para cuando? Con todo y los problemas presupuestales el CONACYT había hecho un trabajo bastante decente en publicar las convocatorias para becas de investigación postdoctoral en el extanjero y en el país. En los años recientes nos habíamos acostumbrado a que salía una convocatoria para todo el año con cuatro periodos para someter papeles. Un grupo de postdocs que recibieron beca en el primer periodo de la convocatoria del año pasado (para empezar en septiembre de 2011) están muy preocupados porque están a punto de quedarse sin beca y no hay certeza de cuando va a salir la siguiente convocatoria. Generalmente estas becas son renovadas por un segundo año. Sin embargo, este año no han habido noticias al respecto.
2. “Too good to be true”. Empezamos la semana con la maravillosa noticia de que Elba Esther Gordillo se iba a retirar. Tristemente para la hora de la comida ya había desmentido la filtración. La creadora de la “influencia A HLNL” y de las medallas de oro por beisbol en Londres, sin duda, uno de los lastres más graves de la educación en México. Mientras no se jubile, o si después de jubilarse deja a un heredero igual de nefasto que ella, este país está condenado a no salir del hoyo, por mucho que se le intente a la Christian Bale durante buena parte de “El Caballero de la Noche Asciende”.
@erickdlbm
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