Cómo recuperar el deseo sexual
Yo siempre he creído en lo que una mujer muy sabia me dijo alguna vez: la monotonía mata el amor más fuerte y aleja el apetito sexual
La mayoría de las mujeres supone que a los hombres nunca se les acaba el deseo sexual. La mayoría de los hombres piensa que las mujeres no tienen problema con el asunto y que es más fácil para ellas inhibir o permitir la llegada del deseo sexual. Sin embargo, cerca del 40 % de las mujeres alguna vez han padecido una carencia del deseo y en los hombres, dicha disminución, perece más común de lo que se aparenta.
La vida actual nos ha sumergido en un trajín, en las diversas áreas de nuestro actuar cotidiano. Las razones por las que disminuye o desaparece el deseo sexual suelen ser, entre otras: la actividad laboral, las atenciones que requiere la familia, las labores domésticas, la participación cada vez más activa en actividades sociales, culturales, políticas o deportivas; estudiar una licenciatura, o participar en una maestría o doctorado, pueden ser alguna de las causas por las que se inhibe el apetito sexual.
La desaparición del deseo sexual también suele ocurrir cuando la pareja lleva muchos años de convivencia, cuando se llega a la “tercera edad”; otras veces es consecuencia de haber tenido problemas en el parto, o cuando aparece la menopausia.
Afortunadamente no todo está perdido, lo cierto es que el deseo se puede recuperar y sólo hay que llevar a la práctica algunas actividades que estimulen a uno mismo y a tu pareja para que ayuden a recuperar las ganas de tener sexo. No nos olvidemos que practicar el sexo es muy saludable tanto para la mente como para el cuerpo; enseguida este aporreateclas les comparte algunas sugerencias para regresar a la cama, al auto, al campo o a la playa, y hacer eso que es lo que más nos gusta:
Lo primero que debemos re-conocer es que el deseo es, ante todo, la fase de la respuesta sexual humana en la que surgen estímulos que despiertan el erotismo y éste es el que nos genera las ganas de practicar el sexo, ya sea a solas o con otra persona. Así que para que el deseo no se nos vaya de las manos pongamos en práctica lo siguiente:
Empieza por practicar algún deporte. El ejercicio activa la circulación y libera tensiones, después de realizar cierto tipo de ejercicio y procurarse un buen baño, el cuerpo se encuentra mucho más receptivo a todo tipo de estímulos placenteros. Una caminata por el bosque o la playa, la natación, el trote, pero sobre todo, el yoga, es el que contribuye a mejorar las relaciones sexuales.
Si te encuentras con cierta presión, lo mejor es la música. Cuando los nervios están a punto de estallar, no existe mejor remedio que escuchar música. Los mejores resultados se producen cuando te concentras en lo que escuchas, tanto para entrar en calor como para provocar un mayor disfrute de los preliminares. Te sugiero ampliamente el jazz, el bossa-nova, la música clásica, así como el erotic lounge. La música erotiza, la música aumenta el deseo. Música, antes, durante y después, ¡es lo mejor!
Y, aunque no lo creas, comer bien es de lo más importante, porque te proporciona la energía necesaria para la actividad durante el día y mucho mejor… para la noche. Una dieta rica en glucosa, arginina, Vitamina E, Zinc y ácidos grasos del tipo Omega 3, son lo mejor que puedes consumir. Desafortunadamente y a pesar que no se puede vivir sin el té o el café, no son para nada recomendables, porque ayudan a que se esfume cualquier deseo por más fuerte que se encuentre.
Potenciar la autoestima es de lo más importante, puesto que la libido depende en gran medida de una autoestima bien puesta y, desde luego, de una buena autoimagen. Quererte lo suficiente y cuidarte a ti mism@ es fundamental para tener mejores relaciones sexuales. Recuerda esto: la inseguridad genera tensión y la tensión es el inhibidor sexual más fuerte por naturaleza.
Yo siempre he creído en lo que una mujer muy sabia me dijo alguna vez: la monotonía mata el amor más fuerte y aleja el apetito sexual. Si atraviesas por esta etapa, salte de ahí lo más pronto posible: cambien lo que hacen, salgan a pasear, vean una obra de teatro, compren algún juguete sexual, visiten una sex shop, aunque no compren nada, sólo miren lo que hay de nuevo para mejorar las experiencias sexuales. La sorpresa es un arma muy efectiva, prepárale una cena o algo muy romántico que les guste a ambos, verán cómo renace al apetito sexual.
Finalmente te sugiero que rompas tabúes. Pregunta a tu pareja cuáles son sus fantasías, qué le gustaría practicar que hasta entonces no se haya atrevido. Así, en el próximo encuentro ambos ya sabrán qué pueden intentar para sorprender y alcanzar un encuentro sexual inolvidable.
Besitos a los niños, a las mariposas amarillas y, especialmente, a mi gaviota que alegre vuela sobre las olas del mar.
Twitter: OsirisJimenez
Ernesto Jiménez - Contenidos EMET
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