Es un hecho que en la cúpula del PRI están preocupados por la probabilidad que tiene el Tribunal Federal Electoral de declarar inválida la elección y por consecuencia nula. A pesar de que el ejército de periodistas y líderes de opinión cercanos a la élite del poder insisten en que este escenario es ridículo, lo cierto es que las pruebas presentadas por el Movimiento Progresista son cada vez más nítidas y sólidas que podrían dar un revés a la elección presidencial. Por ello, el PRI con la ayuda de las televisoras, están haciendo un control de daños queriendo cambiar la percepción en la ciudadanía pero sobre todo la idea que pudieran construir los magistrados del tribunal acerca de la participación de la cadena de tiendas Soriana que sirvió como cómplice en la dispersión de recursos de origen ilícito.
Mostrándose como un brazo político del PRI, Soriana ha recurrido a sumarse a la guerra de comunicados acusando a la izquierda y a sus dirigentes como responsables de los actos de “vandalismo” que “supuestamente” se han dado en algunas de sus tiendas causado por ciudadanos afines al PRD, estableciendo el tono radical que éstos actos dividen al país y causan un clima de encono. No obstante, la directiva de Soriana no repara en observar que las manifestaciones en sus instalaciones son producto de su mezquina participación en la compra de votos y por ende en contaminar el proceso electoral.El colmo del cinismo es que Soriana quiera hacer creer a la opinión pública que la expedición y cobro de sus tarjetas fue una acción inocua y por tanto no prueba ninguna acción fraudulenta. Por fortuna, como lo expresamos al principio de esta pieza, las pruebas para demostrar la compra y coacción de votos, el rebase de los topes de campaña y el uso de recursos de origen ilícito en la campaña de Peña Nieto, son cada vez más robustas y muestran claramente la relación estrecha de Banco Monex, el lavado de dinero y Soriana. Lo que tenemos por tanto es que la tienda comercial intenta desviar la atención de la opinión pública con las “supuestas” agresiones a sus instalaciones y personal con la idea de presentar a AMLO y a sus simpatizantes como violentos y delincuentes. Nada más alejado a la realidad.
Revista EMET
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