Bajo la Lupa
Epicentro sísmico de Siria: reverberaciones en Turquía, Líbano y Jordania
Alfredo Jalife-Rahme
Tanque del ejército sirio destruido en Kafranbel, ayer en el oeste del país árabe
Foto Reuters
El reloj del juicio final, que maneja el Boletín de Científicos Estadunidenses, fue colocado este año a cinco minutos de la medianoche, pero es muy probable que debido a la delicada coyuntura en Medio Oriente –donde prácticamente todos sus países padecen las convulsiones de la crisis sísmica siria a diferentes gradientes– tenga que ser adelantado ominosamente cercano a su lindero fatídico.
Hay que tomar muy en serio las advertencias de Bob Gates, ex mandamás del Pentágono, en el Foro Norfolk, donde comentó que un ataque unilateral de Israel contra las instalaciones nucleares de Irán tendría consecuencias
catastróficaspara los
intereses vitales de Estados Unidos (EU) en la región(ICH, 5/10/12).
Gates advirtió que
Israel no cuenta con un cheque en blancopara su aventura militar contra Irán. Tampoco pasó por alto la grave situación de EU, que se encuentra al borde de una
insolvencia financieradebido a la parálisis producida por inextricable querella de sus dos partidos polarizados que
se encuentran más preocupados por ganar las elecciones que en salvar el país, a mi juicio, señal inequívoca de la decadencia.
El panorama medio oriental es desolador y la inocultable guerra civil en Siria se ha gangrenado para involucrar ahora directamente, después de su fase furtiva, a los actores fronterizos y/o cercanos, quienes participan activamente del lado de las partes confrontadas, dependiendo del caso específico: Turquía, Jordania, Qatar y Arabia Saudita, del lado de los alzados, con bendición de EU/OTAN; Irán y el Hezbolá chiíta libanés, del lado del régimen del atribulado Bashar Assad, quien aún goza del apoyo de Rusia y China cuando la oposición se encuentra atomizada sectariamente.
Las lealtades regionales se han balcanizado, de acuerdo con las sectas y etnias de cada país específico, como Irak y Líbano: sus sunitas con los rebeldes sirios y sus chiítas con sus correligionarios alawitas de Assad.
Medio Oriente sufre los prolegómenos de una guerra teológica que no se atreve a pronunciar su nombre entre sunitas (práctica y respectivamente 80 por ciento de los mundos árabe e islámico) y chiítas (práctica y respectivamente 15 por ciento de los mundos árabe e islámico), con 5 por ciento de otras denominaciones teológicas.
En Irán, la situación económica y financiera se ha deteriorado dramáticamente y ha llevado a una fronda de comerciantes y trabajadores. Las draconianas sanciones de la ONU, encabezadas por EU, han causado un
casi colapsodel rial (¡50 por ciento!) y al desplome de sus exportaciones de crudo por 50 mil millones de dólares, lo cual tiene efectos restrictivos en la ayuda de la teocracia persa a Assad.
La gangrenización de Siria envuelve ya a Líbano: con fuertes tensiones entre sus múltiples sectas fracturadas y antigravitatoriamente aún cohesionadas, primordialmente, entre sus sunitas (afines a Arabia Saudita/Qatar) y su chiísmo (Hezbolá/Partido Amal), íntimo de Irán.
Todas las fronteras de Siria –salvo las alturas del Golán ocupadas por Israel– se encuentran incendiadas en diferentes grados y hoy su foco mayor radica en la trasfrontera de Turquía (único país islámico miembro de la OTAN) –desde el derrumbe de un avión otomano en el espacio aéreo sirio pasando por el resurgimiento de las intenciones independentistas kurdas hasta el intercambio de ataques con el ejército sirio que cobró cinco vidas turcas– puede desencadenar una guerra regional de varios actores que puede jalar a la OTAN.
En Jordania, otra frontera de Siria, el rey Abdalá II disolvió el parlamento y citó a nuevas elecciones (Petra, 4/10/12). El polémico portal Stratfor (4/10/12), con fuertes vínculos con Israel (desde George Friedman hasta Robert Kaplan) apuesta a la inestabilidad de Jordania y al surgimiento de los
envalentonados (sic)Hermanos Musulmanes, quienes exhibieron su musculatura en las manifestaciones del 5 de octubre.
Los Hermanos Musulmanes
planean boicotear las próximas elecciones parlamentarias, lo cual, a juicio de Stratfor,
explota la debilidad de la monarquía jordana, al unísono de una
endeble economía.
Stratfor reduce en forma maniquea, cual su costumbre, las facciones de Jordania a
dos principales grupos étnicos (sic), los jordano-palestinos y la tribu de la parte oriental del río Jordán, cuando su distintivo no es
étnico(los dos grupos son
árabes), sino la expresión de sus subnacionalismos.
Stratfor se contradice cuando cataloga a las
tribus de la parte oriental del Jordán(40 por ciento de la población) como
ciudadanos de origen palestino (¡supersic!), además de una variedad de otras tribus beduinas. Atribuye en forma muy frívola el deterioro de la relación entre los beduinos y el rey a su matrimonio con la reina Rania (de origen palestino), lo cual concedió enormes privilegios tanto en el gobierno como en el sector privado al grupo de
palestinos-jordanos. Esto es una reverenda aberración, ya que el ascenso de los
palestinos-jordanosse debe a su óptimo nivel educativo (uno de los mayores en el mundo árabe, en similitud a los libaneses).
A juicio de Stratfor, los Hermanos Musulmanes abrevan su membresía de
ambos grupos étnicos (sic) dominantes.
Los Hermanos Musulmanes obtuvieron gran poder durante las elecciones parlamentarias de 1989, lo cual contrarrestó la monarquía con mayores candados restrictivos para su ulterior expansión, a lo que se rebelaron los afectados mediante su continuo boicot del sufragio inequitativo. Las protestas masivas, que exigen ineludibles reformas, es susceptible de instaurar una monarquía constitucional con régimen parlamentario, en imitación de Marruecos, donde el primer ministro sea elegido por el parlamento en lugar de ser designado discrecionalmente por el rey.
La pésimamente apodada primavera árabe –que entró en su fase invernal– ha tenido como resultado el ascenso irresistible de los Hermanos Musulmanes, quienes no iniciaron ni la Revolución del Jazmín en Túnez ni la Revolución de las Pirámides en Egipto, pero que astutamente se subieron al tren revolucionario como sus inesperados triunfadores, lo cual se debe, en gran medida, a su clandestina organización transgeneracional –de corte teo-socio-político (muy parecido al Hezbolá chiíta libanés)– desde 1928 en Egipto, donde ya gobierna uno de los suyos, el presidente Mohamed Morsi.
La ola imponente de los Hermanos Musulmanes cunde en los cuatro rincones del mundo árabe: desde el norte de África pasando por Siria hasta las seis petromonarquías del golfo y toca las puertas del reino jordano, donde el grupo palestino Hamas (que gobierna Gaza) puede resultar beneficiado por sus dobles nexos tanto con sus connacionales
palestino-jordanoscomo con sus correligionarios Hermanos Musulmanes.
El epicentro sísmico de Siria se reverbera ya a Jordania desde los bastiones sirios de los Hermanos Musulmanes en Hama y Homs.
Curioso: el rey jordano Abdalá II
dejó pasarel gran flujo de armas desde su reino para nutrir la rebelión de los Hermanos Musulmanes en Siria (los eternos enemigos del régimen de los Assad desde 1971) y no es nada improbable que, conforme afiancen su control en varias regiones de Siria, provoquen un efecto bumerán que desestabilice a la monarquía y a todas sus fronteras incandescentes.
Telescopio
Dos elecciones, dos
El Buscón
La primera, por supuesto, es la elección, o sea, la venezolana, con sus posibles consecuencias. Sobre la misma informan muchos importantes diarios sudamericanos y la noticia, más bien, es que otros muchos, caracterizados por su visión localista, no la tienen en cuenta. Entre los que sí la destacan se cuentan los diarios porteños y los venezolanos, afectados por la veda electoral pero que encuentran el modo de decir algo al respecto. El diario opositor venezolano Últimas Noticias, respecto al posible resultado, publica una entrevista al ex comandante en jefe de las fuerzas armadas, general Baduel, pasado a la oposición y encarcelado, quien declara que
Las otras elecciones son las municipales brasileñas. La Tercera, nos dice que serán custodiadas por 40 mil soldados y que participarán 137 millones 700 mil ciudadanos, que podrán elegir 5 mil 500 alcaldes y unos 48 mil concejales. O Estado de São Paulo o Folha de São Paulo creen que el Partido dos Trabalhadores, oficialista, perderá posiciones, aunque podrá seguir contando con algunas capitales.80 por ciento del ejército es democrático y 20 por ciento seguirá a Chávezen lo que es un cálculo implícito sobre las posibilidades del desconocimiento violento del resultado, sea por la oposición, sea por el gobierno. Página 12, argentino, dedica una página a Venezuela y La Nación y Clarín también colocan el tema en primera página, aunque el último se dedica a propalar todos los rumores sobre un posible fraude que recogen en Caracas sus cronistas.
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Futuras elecciones paraguayas: El diario Última Hora, de Asunción, informa que Guillermo Caballero, del partido del Encuentro Nacional, pedirá al presentador televisivo y precandidato independiente a presidente de la República, Mario Ferreiro, que apoye las candidaturas de Efraín Alegre y el ex ministro de Lugo Rafael Filizzola y refuerce el Frente Guasú. En otro orden de cosas, manifestantes arruinaron el matrimonio del hijo del presidente usurpador Franco y los sindicatos de la CUT-A y de la CNT protestaron por los despidos masivos y pidieron la intervención de la OIT.
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Varias: El bonaerense Página12 informa que el alcalde Mauricio Macri vetó una ley (apoyada por su propio partido) sobre el aborto no punible; además, con Clarín y La Nación, informa que el gobierno dispuso medidas contra los voceros o líderes del motín de gendarmes y marinos de la Prefectura. El boliviano Cambio dice que el gobierno iniciará juicio a la South American Silver por haber azuzado a cooperativistas mineros. El boliviano Página 7 añade que 20 por ciento de los albañiles en La Paz son mujeres.
Temas que Romney y Obama evitan
Noam Chomsky
El republicano Mitt Romney y el demócrata Barack Obama durante el primer debate entre candidatos a la presidencia de Estados Unidos, realizado el miércoles pasado en la Universidad de Denver
Foto Ap
Ahora que el espectáculo cuatrienal de la elección presidencial está alcanzando la cúspide, es útil preguntar cómo las campañas políticas están abordando los temas más cruciales que enfrentamos. La respuesta es sencilla: mal, o para nada. En tal caso, surgen algunas preguntas importantes: ¿por qué, y qué podemos hacer al respecto? Estos son dos temas de abrumadora importancia, porque el destino de las especies está en juego: desastre ambiental y guerra nuclear.
El primero aparece regularmente en las primeras planas. El 19 de septiembre, por ejemplo, Justin Gillis reportó en The New York Times que el derretimiento del hielo del mar Ártico había terminado para este año,
pero no antes de demoler el récord anterior, y hacer sonar nuevas alarmas sobre el rápido ritmo del cambio en la región.
El derretimiento es mucho más veloz de lo que habían previsto sofisticados modelos computacionales y el más reciente informe de la ONU sobre el calentamiento global. Los nuevos datos indican que el hielo de verano podría haber desaparecido para 2020, con graves consecuencias. Estimaciones previas consideraban la desaparición del hielo de verano para 2050.
Pero los gobiernos no han respondido al cambio con alguna urgencia mayor para limitar las emisiones de gases de invernadero, escribe Gillis.
Por el contrario, su respuesta principal ha sido planear la explotación de los minerales recientemente accesibles en el Ártico, incluida la perforación para extraer más petróleo; es decir, acelerar la catástrofe.
Esta reacción demuestra una extraordinaria disposición a sacrificar las vidas de nuestros hijos y nietos a cambio de una ganancia a corto plazo. O, quizá, una igualmente notable disposición a cerrar los ojos para no ver el inminente peligro. Eso no es todo. Un nuevo estudio del Monitor de la Vulnerabilidad Climática ha encontrado que
el cambio climático causado por el calentamiento global está desacelerando la producción económica mundial en 1.6 por ciento al año y conducirá a una duplicación de los costos en las próximas dos décadas. El estudio fue ampliamente reportado en todas partes, pero a los estadunidenses se les ahorró la inquietante noticia.
Las plataformas demócrata y republicana oficiales sobre los asuntos climáticos son revisadas en la edición del 14 de septiembre de la revista Science. En un raro caso de bipartidismo, ambos partidos demandan que empeoremos el problema. En 2008, ambas plataformas partidistas habían dedicado cierta atención a la forma en que el gobierno debería abordar el cambio climático. Hoy, el tema casi ha desaparecido de la plataforma republicana; la cual, sin embargo, demanda que el Congreso
emprenda rápida acciónpara evitar que la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), establecida por el ex presidente republicano Richard Nixon en días más sensatos, regule los gases de invernadero. Y debemos abrir el refugio ártico de Alaska a la perforación para
aprovechar todos nuestros recursos estadunidenses concedidos por Dios. No podemos desobedecer al Señor, después de todo.
La plataforma también declara que
debemos restablecer la integridad científica a nuestras instituciones públicas de investigación y retirar los incentivos políticos a la investigación financiada públicamente; palabras en código para la ciencia climática.
El candidato republicano, Mitt Romney, en busca de escapar del estigma de lo que entendía hace años sobre el cambio climático, ha declarado que no hay consenso científico, así que deberíamos apoyar más debate e investigación; pero no la acción, excepto para agravar más los problemas.
Los demócratas mencionan en su plataforma que existe un problema, y recomiendan que deberíamos trabajar
hacia un acuerdo para establecer límites a las emisiones al unísono con otras potencias emergentes. Pero eso es todo.
El presidente Barack Obama ha enfatizado que debemos conseguir 100 años de independencia energética aprovechando la técnica de
frackingo fractura hidráulica y otras tecnologías; sin preguntarse cómo luciría el mundo después de un siglo de tales prácticas.
Así que hay diferencias entre los partidos: sobre cuán entusiastamente los ratones deberían marchar hacia el precipicio.
El segundo tema importante, la guerra nuclear, también está en las primeras planas todos los días, pero en una forma que asombraría a un marciano que observara las extrañas actividades en la Tierra.
La amenaza actual está de nuevo en Medio Oriente, específicamente Irán; es decir, al menos según Occidente. En Medio Oriente, Estados Unidos e Israel son considerados amenazas mucho mayores.
A diferencia de Irán, Israel se niega a permitir inspecciones o firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear. Tiene cientos de armas nucleares y sistemas de lanzamiento avanzados, y un largo historial de violencia, agresión e ilegalidad, gracias al absoluto apoyo estadunidense. Si Irán está buscando desarrollar armas nucleares, el espionaje estadunidense no lo sabe.
En su informe más reciente, la Agencia Internacional de Energía Atómica dice que no puede demostrar
la ausencia de material nuclear y actividades no declarados en Irán; una forma indirecta de condenar a Irán, como demanda Estados Unidos, mientras admite que la agencia no puede añadir nada a las conclusiones del espionaje estadunidense.
Por tanto, a Irán debe negársele el derecho a enriquecer uranio que está garantizado por el Tratado de No Proliferación Nuclear, y es apoyado por la mayor parte del mundo, incluidos los países no alineados que acaban de reunirse en Teherán. La posibilidad de que Irán pudiera desarrollar armas nucleares surge en la campaña electoral. (El hecho de que Israel ya las tenga no.) Dos posiciones se contraponen: ¿Estados Unidos debería declarar que atacará si Irán alcanza la capacidad para desarrollar armas nucleares, las cuales disfrutan docenas de países? ¿O Washington debería mantener la
línea rojamás indefinida?
La segunda postura es la de la Casa Blanca; la primera es la demandada por los belicosos israelíes, y la aceptada por el Congreso de Estados Unidos. El Senado votó 90-uno a favor de apoyar la postura israelí.
Lo inexistente en el debate es la forma obvia de mitigar o poner fin a cualquier amenaza que pudiera creerse representa Irán: Establecer una zona libre de armas nucleares en la región. La oportunidad está fácilmente disponible: una conferencia internacional se reunirá en unos meses para buscar este objetivo, apoyado por casi todo el mundo, incluida una mayoría de los israelíes.
El gobierno de Israel, sin embargo, ha anunciado que no participará hasta que haya un acuerdo de paz general en la región, lo cual es inalcanzable en tanto Israel persista en sus actividades ilegales en los territorios palestinos ocupados. Wa-shington mantiene la misma postura, e insiste en que Israel debe ser excluido de cualquier acuerdo regional de ese tipo.
Pudiéramos estar avanzando hacia una guerra devastadora, posiblemente incluso nuclear. Existen formas claras de superar esta amenaza, pero no se adoptarán a menos que haya un activismo público a gran escala que demande que la oportunidad sea aprovechada. Esto, a su vez, es altamente improbable en tanto estos temas sigan fuera de la agenda, no sólo en el circo electoral, sino en los medios y el gran debate nacional.
Las elecciones son operadas por la industria de las relaciones públicas. Su tarea primaria es la publicidad comercial, que está diseñada para socavar a los mercados creando consumidores desinformados que tomarán decisiones irracionales; totalmente lo opuesto de cómo se supone que funcionan los mercados, pero ciertamente familiar para cualquiera que haya visto la televisión.
Simplemente es natural que cuando es llamada para operar las elecciones, la industria adopte los mismos procedimientos para beneficio de quienes le pagan, quienes ciertamente no quieren ver ciudadanos informados tomando decisiones racionales.
En cualquier caso, las víctimas, sin embargo, no tienen que obedecer. La pasividad podría ser el rumbo fácil, pero difícilmente es el honorable.
La más reciente colección de columnas de Noam Chomsky es Making the Future: Occupations, Interventions, Empire and Resistance. Chomsky es profesor emérito de lingüística y filosofía del Instituto Tecnológico de Massachusetts en Cambridge, Massachusetts
© 2012 Noam Chomsky
Distribuido por The New York Times Syndicate
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