Bajo la Lupa
Nuevo mundode balcanizaciones y fusiones:
ciudades-Estadoy
regiones-Estado
Alfredo Jalife-Rahme
Manifestación en Sanaa en conmemoración del 50 aniversario de la revolución en el norte de Yemen, el pasado 25 de septiembre; los participantes exigieron que el presidente Ali Abdullah Saleh sea llevado a juicio por el asesinato de opositores que pedían el fin de su gobierno de 33 años
Foto Reuters
Las balcanizaciones y/o fusiones de la nueva cartografía mundial de 11 entidades que propugnan Frank Jacobs y Parag Khanna en The New York Times (ver Bajo la Lupa, 20/9/12) absorben, sin decirlo, los teoremas neoliberales que socavan el
Estado-naciónen beneficio de
ciudades-Estadoy/o
regiones-Estadode corte mercantilista-financierista.
Recuerdo una conferencia a la que asistí en Harvard del japonés Kenichi Ohmae, anterior funcionario de Hitachi y de la controvertida consultoría McKinsey (inmiscuida en escándalos financieros), sobre el
advenimiento (sic)de
ciudades-Estado.
A reserva de mayor profundización, Kenichi Ohmae –por cierto, fallido candidato tecnócrata a la gubernatura de Tokio– abomina del
Estado-naciónal anverso y al reverso, al que desmantela teóricamente con la doble pinza tanto de la globalización como de la
ciudad-Estado, que asienta en su libro muy controvertido La nueva fase global (2005) y que sintetiza en theGlobalist.com (13/6/05):
Más allá del Estado-nación. Pasaron ya más de siete años y se equivocó rotundamente.
Tres años antes del tsunami financierista de 2008 a los dos lados del Atlántico norte, Kenichi Ohmae no se percataba de la agonía globalizante y pregonaba que
la integración de la economía global llevaría al inevitable (sic) socavamiento del Estado-nación en favor de la región-Estado.
Kenichi Ohmae malabarea demasiado entre la subatomización del Estado-nación y la serie de
ciudades-Estadoy/o su congestionamiento en
regiones-Estado, debido al
mundo trasnacional que ha borrado las fronteras(a mi juicio, una vulgar perrogrullada).
Considera que
en el mundo de las comunicaciones casi instantáneas, el Estado-nación es irrelevante (¡súper sic!)y juzga que el éxito de la
región-Estadoradica,
más que en su tamaño poblacional (sic), en su apertura (sic) al mundo exterior, lo cual beneficia, naturalmente, a los archipiélagos de Japón y Gran Bretaña. Se nota que ignora el
Péndulo de Pirenne.
Cuando Kenichi Ohmae lanzó sus atrevidos teoremas todavía China no rebasaba a Japón como potencia geoeconómica/geofinanciera (sin contar el cataclismo de Fukushima).
Como si fuera la primera vez que el género humano goza de una
nueva irrupción tecnológica, Kenichi Ohmae prácticamente revierte la ecuación antropológica –que ignora en su simplista esquematización con aterrador enfoque mercantilista hiperreduccionista– al colocar a la tecnología como el factor condensador de la sociología, lo cual, incluso, contradice sus conceptos de
ciudad-Estado/
región-Estado, porque entonces las entidades tecnológicas crearían, a mi juicio, inconfesables
tecno-estados–y hasta
subtecno-estados(con sus respectivas especialidades y subespecialidades)–, al unísono de sus propias especificaciones de origen y aplicación, cuando no es lo mismo la procedencia de la cibernética que de la nanotecnología/biotecnología/robótica, las cuales, en ultima instancia, operan –háganse las maromas que fuesen– como medios y no como fines. Y este es el grave error de juicio en el que incurre el tecno-mercantilismo a ultranza Kenichi Ohmae, quien prejuicia desfavorablemente al
Estado-nación, hoy más viviente que nunca en la fase de desglobalización que nunca previó Ohmae.
Retornemos al
nuevo (sic) mundode Frank Jacobs y Parag Khanna y al restante de sus polémicas 11 entidades balcanizadas y/o fusionadas (ver Bajo la Lupa, 30/9/12).
Somalia: se confirma la fractura donde sus tercios territoriales Puntland y Somalilandia operan sus respectivas autonomías protosoberanistas.
La Unión Arábiga del Golfo:
la intrusión (sic) militar de Arabia Saudita en la isla de Bahrein la convirtió en la decimocuarta provincia saudita, mientras el
éxodo del sobrepoblado y disfuncional Yemen hacia Saudiarabia podría crear algo así como una fusión hostil (sic) que borraría sus líneas fronterizas artificiales (sic). ¡Qué simplismo!
El Consejo de Cooperación del Golfo de seis petromonarquías sunitas árabes se puede convertir en la Unión Arábiga del Golfo, con el fin de contrarrestar la creciente amenaza de Irán”. ¡Se acentúa la obscena iranofobia de los autores!
Kurdistán independiente: “se redibuja el mapa entero posterior a la Primera Guerra Mundial en el Medio Oriente (nota: los acuerdos Sykes-Picot):
En sus 3 mil años de historia los kurdos tienen la posibilidad de un hogar independientecuando en el norte de Irak su
gobierno regionalha realizado acuerdos de sus pletóricos yacimientos petroleros con Exxon y otras empresas turcas.
El gran Azerbayán: juzgan que
Irán tiene el potencial de dominar la región, pero también corre el grave riesgo de una implosión. Explota la iranofobia de los autores:
si el presente régimen se colapsa de forma violenta (¡súper sic!) los 20 millones de azeríes étnicos del norte, alrededor de Tabriz, se fusionarían con Azerbayán, creando un nuevo poder regional con un aliado todavía más poderoso, Turquía, que pondría en jaque a Armenia en la región de Nagorno-Karabaj.
Pashtunistán y Baluchistán: si el retiro militar de Estados Unidos de Irak conlleva la balcanización del norte kurdo de Irak, su salida de la región
Af-Pak(Afganistán-Pakistán) le deja
en estado de desordenque puede desembocar, en medio del
sectarismo disfuncional y la debilidad estatal, en el
gran Pashtunistánque se coagularía a través de la Línea Durand (nota: que divide a
Af-Pak), mientras que la región de Baluchistán (nota: que se traslapa con Irán y Pakistán), pletórica en gas, arreciaría sus veleidades independentistas. A mi juicio, la secesión teledirigida de Baluchistán tiene que ver con dos factores: 1) sus pletóricos yacimientos gaseros, y 2) impedir la conexión de China al puerto de Gwadar en los linderos del golfo de Omán/mar Arábigo.
Se desprende que la anhelada implosión de Irán por ciertos estrategas de Estados Unidos tendría graves implicaciones en sus cuatro puntos cardinales con una nueva recomposición de fuerzas: todas favorables a la otrora agenda unipolar de Estados Unidos.
China deglute a Siberia: el
mayor peligro geopolítico de Rusia es alimentado por un escenario plausible (sic): la captura de la prácticamente inhabitada Siberia por China,
hambrienta de recursos y sobrepoblada. Juzgan que pese al arsenal nuclear de Rusia, el
desequilibrio demográfico está en su desventaja y puede acelerar el giro económico en favor de China. El dueto Frank Jacobs y Parag Khanna especula la creación de un enclave chino en la
Manchuria exterioren pleno suelo ruso.
La reunificación de Corea:
el colapso del régimen de Corea del Norte abriría el paso a la apertura de la frontera militarizada y a su desaparición (sic), en similitud a la unificación de Alemania.
Conclusión: se infiere en los 11 escenarios esbozados –unos creíbles, otros descabellados– que tanto las balcanizaciones como las megafusiones benefician en última instancia a Estados Unidos.
Las balcanizaciones y/o neofusiones expuestas por el dúo Frank Jacobs y Parag Khanna suceden en beneficio de Estados Unidos y, distantemente, de China, pero en detrimento de Rusia y, sobre todo, de Irán.
Grave error de juicio: Frank Jacobs y Parag Khanna no toman en cuenta la capacidad de represalias de los actores afectados en general: ¡juegan con el fuego nuclear ruso!
Venezuela y la democracia
José Steinsleger
Mientras Estados Unidos y Europa se hunden en el hoyo negro de un concepto de democracia que daban por sobrentendido, los pueblos de América Latina le devuelven objetividad, trascendencia y alcance universal. Venezuela, entre los primeros.
fuente de inspiración.
Delapierre (jefe del comando de campaña del líder Jean-Luc Melenchon) declaró a la Agencia Venezolana de Noticias:
Nosotros estudiamos las políticas del gobierno bolivariano para fabricar nuestro programa de acción.
Por motivos coloquiales, no pienso gastar energías teoréticas precisando qué es la democracia. Y menos,
cómo debería ser: si como la imaginaron los griegos, Locke, Robespierre y Lincoln, o la intuye el estoico ciudadano que, entre idas y vueltas al trabajo, sueña con un mundo de justicia, libertad, igualdad, solidaridad.
Desde inicios del nuevo siglo, los venezolanos vienen protagonizando un hecho inusitado, revelador, que a mi juicio ha sido escasamente ponderado: 14 años sostenidos en los que la democracia se convirtió en un extraordinario laboratorio de educación política de masas, y en obstáculo formidable para los que la encorsetan en función de privilegios de clase o ideologías superrevolucionarias.
Conjeturar acerca de cuán socialista ha sido la revolución bolivariana escapa al propósito de estos apuntes. Sin embargo, el articulista cree que, por sus logros, median motivos para reconocerla. De lo contrario, negaría que sus líderes se rigen por intuiciones similares a las de Fanon y el Che: el socialismo es posible, siempre y cuando los hombres lo quieran.
Por voluntad popular, la democracia bolivariana libró sus batallas con las reglas de sus enemigos, saliendo airosa en 13 elecciones consecutivas desde finales de 1998. En días pasados, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner dijo en Harvard:
No debe haber presidente de América Latina y el mundo que haya pasado tantas elecciones, y las haya ganado como Chávez.
¿Qué indica eso? En primer lugar, que el socialismo es democrático o no es. Y luego, que lamentos tales como el
abusodel líder bolivariano en las cadenas presidenciales, que en los últimos tres meses habrían sumado 2 mil 597 minutos (43 horas), olvidan que desde 1830 las oligarquías venezolanas hablaron 95 millones 659 mil 200 minutos (un millón 594 mil 320 horas).
Los asesores y jefes de campaña sugieren al candidato de oposición, Henrique Capriles, mostrarse como un hombre de
izquierda. Pero ojo: no la
retrógradade Chávez, o la del
progresismo reaccionariode los Kirchner, sino la
modernade Lula. Así es que, el mes pasado, tres paladines de la
izquierda moderna(Fernando Henrique Cardoso, Ricardo Lagos, Felipe González) estuvieron en Caracas para apoyar a Capriles. Leer para creer:
Venezuela nunca (sic) ha sido gobernada por la derecha, declaró el candidato a El País de Madrid (23/9/12).
Concluya usted si los nombrados andan bien de la cabeza. Pero no están solos. Sebastián Piñera y el democristiano Eduardo Frei también admiran a Lula. Aunque sin reparar en que, como bien observó el analista chileno Luis Casado, en el marco de la Constitución pinochetista el líder brasileño “…no hubiera siquiera podido ser candidato”. Y para rematar, quién sabe qué habrán sentido cuando Lula dio su apoyo a Chávez.
Sin discurso, sin propuestas, sin brújula política, las derechas de América Latina no saben qué hacer con la democracia real y efectiva. El poder financiero y mediático es la última trinchera que les queda. Aunque parecería que sus
analistastambién padecen de esquizofrenia.
Uno de tantos: “Se trata de un ‘caso atípico’ (sic)… donde el jefe de Estado [Hugo Chávez] quiere prolongar su mandato por la vía del voto” (Proceso, núm. 1874, 30/9/12). ¿En qué quedamos? Y si Fidel ganara en Cuba en elecciones como las que a ellos les gustan, ¿sería otro
caso atípico?
De Jimmy Carter: “De 92 elecciones que hemos monitoreado [el Centro Carter], el proceso de elección de Venezuela es el mejor del mundo”. ¡Compañero! Pero cuidado... Una palabra más y Carlos Alberto Montaner pedirá tu cabeza, tal como sugirió que vayan por la de Chávez en la
moderaday
toleranterevista mexicana Letras Libres (septiembre 2012).
Esquizofrenia pura. En una entrevista concedida en enero pasado al periódico ultraderechista El Nacional de Caracas, Obama advirtió:
Las acciones del gobierno de Chávez amenazan los valores democráticos. Y en julio, que Chávez
no era una amenaza seria para la seguridad nacional.
A despecho de los comentarios de Carter, el vocero del Departamento de Estado (que se llama Mike Hammer, igual que un detective que admiraba en las series de televisión gringa) declaró: “Estados Unidos espera comicios ‘justos y libres’ en Venezuela”.
Mientras, Patrick Duddy (ex embajador de Washington en Caracas, expulsado en 2008) recomendaba a su gobierno “…intervenir en el país bolivariano luego de las elecciones presidenciales”. ¿El golpe avisa?
Cultivar la memoria
Carlos Martínez García
Lo dijo bien Milan Kundera:
La lucha contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido. Es imprescindible que las sociedades guarden memoria de los hitos históricos que abrieron sendas libertarias, caminos que los intereses dominantes quisieron mantener cerrados permanentemente.
2 de octubre no se olvida. No olvidar, sino potenciar el poder subversivo de la memoria. Ésta no es lo mismo que nostalgia. La memoria es un ejercicio de continuidad con lo recordado, es hacer presente aquí y ahora la gesta que se invoca, es reivindicar una lid con la que hay identificación intelectual, política y ética.
En los días, semanas y pocos años siguientes a la masacre de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, era extremadamente difícil afirmar que el movimiento estudiantil de aquel año había obtenido una victoria al enfrentar el autoritarismo del régimen encabezado por Gustavo Díaz Ordaz. El panorama era ominoso: los líderes estaban encarcelados o exiliados, la maquinaria del PRI quedó inamovible y bien aceitada para impedir la organización de los opositores, había cerrazón prácticamente absoluta de los medios informativos a cualquier crítica al modo priísta de gobernar.
Con el paso de los años, con la empecinada persistencia de la memoria que cada 2 de octubre se negaba a relegar lo sucedido aquel día, con la organización social y política de quienes fueron desafiando al granítico PRI; la derrota en la Plaza de las Tres Culturas se fue convirtiendo en una victoria que construyó un nuevo piso para todos en la nación mexicana. El piso de una creciente pluralización de la sociedad, de una diversificación que el conservadurismo quiso acotar, pero no pudo contenerla por la fuerza de la corriente que se inició en 1968.
¿Quién ganó y quién cargó con la derrota aquella noche en Tlatelolco? Hoy los neopriístas voltean para otro lado el 2 de octubre, que inexorablemente llega cada 12 meses. Nadie de ellos y ellas tendría el desatino de referirse de alguna manera a Gustavo Díaz Ordaz y su encono contra los estudiantes. Más bien buscan invisibilizar al personaje que es incómodo para la presentación de un nuevo PRI, supuestamente ajeno a los modos autoritarios y antidemocráticos.
La continuidad de la memoria es lo que vivifica un legado, una herencia que los enemigos de ella quisieran desaparecida. Al hacer vigentes hechos históricos como los de Tlatelolco, acontece lo que Stefan Zweig escribió sobre otro caso:
Incluso como vencidos, los derrotados, los que con sus ideales intemporales se adelantaron a su época, cumplieron con su misión, pues una idea está viva en la tierra con sólo ganar testigos y adeptos que vivan y mueran por ella. Desde el punto de vista del espíritu, las palabras victoria y derrota adquieren un significado distinto.
En nuestros días los herederos políticos del régimen que salvajemente reprimió al movimiento estudiantil fomentan la desmemoria, pero el recordatorio del suceso que no pudo quedarse encerrado en los límites de la Plaza de las Tres Culturas evita la intentona y hace presente una noche aciaga, una noche que originalmente dejó muchos muertos, pero que después inyectó vida en los hijos e hijas ideológicos de los estudiantes masacrados.
La obstinada persistencia de la memoria requiere también de estrategias para ahondar los ideales originales. El contexto de entonces, el de 1968, y el de ahora son distintos, pero todavía existen muchos espacios en la sociedad mexicana por ser democratizados. Son múltiples los espacios por abrir, en los cuales urge disipar la nubosidad que solamente privilegia intereses de élites políticas y económicas.
Los márgenes de libertad que tenemos en México no han sido dádivas del poder. En 1968 se inicia un proceso en el que paulatinamente la sociedad organizada en múltiples frentes va ganando terreno al autoritarismo. No hubo, como no habrá, concesiones graciosas de los poderes políticos y económicos a la ciudadanía. Hay que continuar la lid por una legalidad cada vez más cercana a la justicia. Cada modelo político construye una legalidad que expresa el modelo de sociedad al que aspira. Recordemos, por ejemplo, que la legalidad diazordacista en 1968 acusó a los estudiantes del delito de disolución social, figura legal creada ex profeso años antes para criminalizar a los activistas sociales.
Fortalecer la memoria, no dejar que se debilite, impedir que se transforme en anécdota inofensiva, es tarea cotidiana frente a los que luchan por que se apodere de todos nosotros el olvido. Prefieren una sociedad amnésica. La lección de la consigna
2 de octubre no se olvidanos recuerda que hay muchos otros asuntos que no debemos olvidar. Hay realidades lacerantes que lastiman profundamente a millones en el país. Esas realidades tienen responsables, no se construyeron solas, y los arquitectos no pueden quedar impunes. Hay que seguir en el cultivo de la memoria.
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