Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 1 de noviembre de 2012

Crisis de los misiles: lo que intentan ocultar- México, Irak y el festín fósil

Crisis de los misiles: lo que intentan ocultar
Ángel Guerra Cabrera /II y última
 
En la primera entrega quedó claro que Cuba estaba gravemente amenazada por una invasión militar directa de Estados Unidos desde su derrota en Bahía de Cochinos. Baste añadir que preveía la movilización de cinco divisiones del ejército, entre ellas la 82 y 101 aerotransportadas, cientos de aviones de caza y bombarderos, y la Flota del Atlántico con sus unidades aéreas y de infantería de marina.
 
Por consiguiente, la causa de la crisis no fue la decisión cubano-soviética de emplazar en la isla los proyectiles nucleares, como han venido publicando numerosos charlatanes. La causa fue la mencionada amenaza, que precedida del sangriento Plan Mangosta y unido al bloqueo económico conducirían supuestamente a una sublevación interna y a la justificación para invadir. Cuanto afirmo puede confirmarse en la copiosa información desclasificada y en las memorias de los debates tripartitas sobre la crisis. En uno de ellos (1992), el secretario de Defensa estadunidense durante la crisis, Robert Macnamara, admitiría en La Habana: “Quiero declarar con suficiente franqueza y retrospectiva que si yo hubiera sido un dirigente cubano (en el verano de 1962), creería que pudiera haber esperado una invasión de Estados Unidos… y debiera decir, asimismo, que de haber sido un dirigente soviético hubiera llegado a la misma conclusión”.

Debe subrayarse que la dislocación de armas nucleares en Cuba cumplía con las normas del derecho internacional, que reconoce la prerrogativa soberana de los Estados a tomar todas las medidas necesarias para defenderse de la amenaza de agresión extranjera. Sin embargo, Kennedy actuó con arrogancia y desproporción desde el momento en que se desencadenó la crisis, decretando un bloqueo naval, incremento de los vuelos de los aviones espía U2 y el inicio de vuelos rasantes sobre Cuba. El bloqueo naval sí era una violación del derecho internacional y agravaba enormemente la situación. Era, además, militarmente innecesario, pues como demostró la evaluación realizada días después por el Pentágono, aun con los misiles en Cuba, Estados Unidos mantenía la delantera en el balance nuclear. La URSS actuó con mayor prudencia, pero le faltó resolución y altura de miras. Fueron graves errores de su parte no aceptar la propuesta de La Habana de hacer público el acuerdo cubano-soviético sobre los misiles y luego permitir el vuelo de los U2 mientras se instalaban. Las fotos tomadas por una de estas naves a una rampa de lanzamiento, el 14 de octubre de 1962, entregaron a Kennedy una semana para afinar la riposta y le posibilitaron pasar a la ofensiva política y militar.
 
Aunque tanto Kennedy como Jruschov demostraron interés en evitar la guerra nuclear, la salida que dieron a la situación fue muy limitada. Era de esperar algo más que un mero compromiso verbal por Kennedy de no atacar a Cuba a cambio de retirar los cohetes soviéticos. El más grave error de Jruschov fue excluir a Cuba de las negociaciones con Kennedy, pensando tal vez que éstas se habrían complicado. Con la intervención de Fidel Castro el desenlace pudo haber sido mucho más favorable no sólo a Cuba, sino a la paz y la seguridad de los pueblos, pues su altura de estadista y revolucionario le habría impregnado una tónica multilateral en el marco de la ONU, postura defendida por la diplomacia cubana desde el estallido de la crisis. Los no alineados y países como México abogaban ante U Thant, secretario general de la ONU, por una salida negociada. Los dirigentes cubanos tenían una lúcida visión de la gravedad de la situación y contribuyeron muy responsablemente a evitar el conflicto nuclear, pero abogaban con firmeza por una paz con principios, con dignidad. Ésta exigía que se satisficieran por Washington las justas demandas cubanas: cese del bloqueo y la hostilidad económicos, cese de las acciones subversivas desde su territorio (incluyendo los actos terroristas), cese de las violaciones del espacio aéreo y de aguas cubanos por naves estadunidenses y retirada de la base de Guantánamo. Es evidente que Estados Unidos, pese a su inaudita arrogancia, no se hubiera arriesgado a una guerra nuclear frente a estas simples demandas, todas encaminadas a restituir una relación normal y pacífica de Washington con La Habana y a distender la situación en el Caribe y a escala mundial dentro del marco del derecho internacional. En Cuba, con 300 mil combatientes atrincherados y un pueblo consciente de su papel, no hubo un minuto de vacilación en aquellos días.
Twitter: aguerraguerra
 
México, Irak y el festín fósil
John Saxe-Fernández
Ante la mega tormenta Sandy que asoló Estados Unidos y la masiva desintegración del hielo ártico este verano, llegó la hora ciudadana para exigir el cese del festín bajo auspicio del poderoso cabildo fósil de las Exxon-Mobil, British Petroleum (BP), Chevron, et. al, que intentan seguir acumulando ganancias lanzando a la atmósfera más gases con efecto invernadero (GEI). Burlón, el cabildo aconseja adaptarse al clima.
 
En México desde hace 30 años los neoliberales reprimarizan la economía y el vital sector petroquímico, según diseños de Estados Unidos (FMI-Banco Mundial-BID). Enfatizaron la exportación, no la transformación del crudo. Sometieron al magno Cantarell a una irracional explotación inyectándole nitrógeno, con ritmos de extracción maxima y atacan Pemex debilitando su integración vertical, junto a un inusitado asedio fiscal desde Hacienda (FMI), endeudándola con el Eximbak para inducir su privatización. La anticonstitucional reforma energética de 2008 acentuó la privatización y extranjerización de facto de gran parte de las actividades sustantivas de Pemex. Peña (EPN) va por más, sin aclarar si seguirá con la veda a más refinerías.

El director de Pemex dice que resulta más rentable importar gasolinas que refinarlas en México, lo que rechaza el Grupo de Ingenieros Constitución del 17 y la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación. Gilberto Ortiz, de Canacintra, replicó: el costo de la dependencia es mayor que el aparente ahorro que pudiera obtenerse con las importaciones. Suárez Coppel sólo ve razones de mercado y no de estrategia de desarrollo, seguridad nacional, energética y hasta alimentaria (por el impacto que tienen los combustibles en la producción agropecuaria y el transporte (La Jornada, 30/VII, p.22).
Como demostró Heberto Castillo, el costo de oportunidad es enorme, por la sustancial generación de divisas, empleo y el menor efecto ambiental de la transformación del crudo. Los neoliberales, llamados por Carlos Monsiváis la primera generación de estadunidenses con nacionalidad mexicana, en el poder desde 1983, actúan bajo otras nociones de desarrollo y seguridad. Acatan la línea del FMI-BM-BID y Eximbak. Debilitan a Pemex y EPN habla de emular la hazaña antinacional de Cardoso. Pero Fernando Siqueira, de la Asociación de Ingenieros de Petrobras, ya advirtió que México no debe ver el proceso de apertura en Petrobras como un ejemplo. En Brasil estamos en plena campaña para recuperar el control sobre el petróleo, y Brasil tiene que copiar a México el marco constitucional de control del Estado sobre sus recursos... (La Jornada 12/III/2008). Brasil sube porque cuida ciencia y tecnología, la renta petrolera y el ritmo de explotación.
 
Lo que para los neoliberales es buen negocio, es grave riesgo para México en tiempos de guerras por los recursos. En pos de los entes nacionales de petróleo y sus reservas, las potencias recurren a instrumentos militares, no de mercado: con mil minutas de las reuniones entre BP, British Gas, Shell y el gabinete de Blair, obtenidas bajo la Ley de Libertad de Información de Estados Unidos e Inglaterra, Greg Muttit en Fuel on Fire (Random House, 2011) develó la centralidad del crudo en la planeación y ejecución del ataque contra Irak lanzado por Bush y Blair en marzo de 2003, ¡con millón y medio de bajas civiles y una brutal devastación humana y de infraestructura! Por ese libro y revelaciones de prensa se supo del contubernio entre las petroleras, el Pentágono de Bush y el gabinete de Blair, en la planeación y ejecución de la invasión y ocupación de Irak.
Muttit reiteró a Phil England de The Independent (22/IV/2012) que la meta militar/empresarial fue usar la fuerza para arrebatar el petróleo al gobierno iraquí y transferir su control a las petroleras internacionales, que intentan pasar de 2.5 millones de barriles diarios a 12 millones para seguir con las ganancias del festín fósil.
 
Mientras los crímenes de guerra de Bush, Blair et al siguen impunes, el gobierno de Irak remató 60 por ciento de las reservas probadas. Las concesiones a BP, Shell y Exxon de dudosa legalidad, son la mayor venta de la historia, redituando a las empresas 20 por ciento o más (ibid). En México se mantiene la extracción maxima, en un medio financiero, militar y ambiental volátil y pese a que nuestra reserva se desploma.
 
Además de unirnos a Sicilia en la exigencia para que cese la guerra irregular (terrorismo de Estado) con que Estados Unidos intenta cubrir con un manto de sangre y seguridad la explotación acelerada de los recursos naturales al sur del Bravo –incluyendo el gas y petróleo de esquisto, con enorme emisión de metano–, que también reconozca que la desintegración sin precedentes del Ártico y la mega tormenta Sandy, que afectó a 60 por ciento de su población, indican que ante un termostato atmosférico al alza, son de urgencia mayor medidas vinculantes para reducir los GEI.
El mensaje del Ártico y de Sandy es: ¡basta de festín fósil!

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