La Barbie, en espera de la extradición
Edgar Valdez Villarreal "La Barbie"
MÉXICO, D.F. (Proceso).- Édgar Valdez Villarreal fue acusado en Estados
Unidos –su país de origen– de dedicarse al narcotráfico desde que tenía 20 años.
Hoy, a sus 39, está convertido en una triste leyenda.
Desde que la Policía Federal lo detuvo, el 30 de agosto de 2010 en un
operativo plagado de irreagularidades y cuyas versiones son contradictorias e
inverosímiles, el gobierno de México mostró sus intenciones de que La Barbie no
se quedara mucho tiempo en el país. A los pocos meses, la Secretaría de
Relaciones Exteriores concedió su extradición.
La defensa de La Barbie se amparó asegurando que no era la persona que
buscaba el gobierno de Estados Unidos. A principios de 2012 el juez segundo de
Distrito de Amparo en Materia Penal del Distrito Federal resolvió que la
decisión de la cancillería cumplía los requisitos de ley.
Fuentes cercanas al expediente criminal del narcotraficante afirman que su
extradición es inminente y podría concretarse antes de que termine la
administración de Felipe Calderón. Pero se afirma que no es algo que a La Barbie
le preocupe, aunque para la mayoría de los narcotraficantes la extradición es la
peor de las pesadillas.
“Mike”
Este semanario tuvo acceso al primer expediente criminal abierto en su contra
en 1998 en la Corte Federal del Distrito Este de Texas, en Laredo, de donde es
originario La Barbie. Entonces se hacía llamar Mike, pero su potencial criminal
ya era prometedor.
En ese expediente Valdez está acusados de trabajar desde 1993, cuando tenía
20 años, para Adelmiro Ramírez, Miro, quien controlaba una red de transporte,
distribución y venta de mariguana de Laredo a San Antonio, Texas, para después
llevarla a Indiana, Misuri y Massachusetts.
Esa red había traficado entre 1993 y 1998 por lo menos una tonelada de la
droga hasta que las cosas comenzaron a complicarse. En 1996 sus cómplices
descubrieron que Miro cooperaba con el gobierno estadunidense en una
investigación federal, por lo que orquestaron un plan para secuestrarlo.
El expediente deja claro que en la organización había soplones al servicio
del gobierno de Estados Unidos.
Por esos cargos Valdez Villarreal podría haber recibido una condena de entre
cinco años y cadena perpetua. Pero nunca se giró una orden de arresto en su
contra. El expediente criminal se mantuvo sellado más de 10 años y el 31 de
agosto de 2010, un día después de la detención de La Barbie, la fiscalía pidió
que fuera liberado porque el acusado acababa de ser detenido en México.
Llama la atención que hasta ahora la Corte de Texas no lo ha reclamado al
gobierno de México para su extradición, sino que lo solicitó la Corte de
Distrito del Distrito Este de Luisiana, donde Valdez Villarreal tiene un
expediente criminal abierto por cargos menores, mínimos en comparación a lo que
en México le imputa la Procuraduría General de la República.
En el caso de Luisiana, Valdez está acusado junto con César Antonio Peña
Girón y Gabriel Benavides de distribuir en ese estado por lo menos desde 2001
más de cinco kilos de cocaína y tiene sólo dos cargos menores en su contra
En 2003 su coacusado Peña Girón fue sentenciado por el juez Ivan Lemelle a 10
años de prisión y a cinco años de libertad supervisada. Sin embargo desde 2010
goza de total libertad. En agosto de ese año era valet parking en un hotel de
San Antonio, Texas, y gracias a una petición de la fiscalía del oeste de Texas,
a donde fue trasladado el caso por cumplir ahí su sentencia, actualmente por
buen comportamiento ya ni siquiera está bajo supervisión.
El otro coacusado, Benavides, corrió con mejor suerte. Fue sentenciado a sólo
70 meses de cárcel y hoy goza de absoluta libertad. Dado que son los mismos
cargos que se le imputan a La Barbie, es previsible que tenga la misma suerte.
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