Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

sábado, 17 de noviembre de 2012

Dinero- AMLO: la lucha que sigue- Estrategia de seguridad: derrumbe institucional-Los delitos de Calderón

Dinero
AMLO: la lucha que sigue
Su carrera no está liquidada
Morena y millones de votos
Enrique Galván Ochoa
Foto
Andrés Manuel López Obrador cumplió 59 años y acaba de publicar su libro No decir adiós a la esperanza. ¿Crees que su carrera política está liquidada? Ochenta y dos por ciento de los participantes de la encuesta de esta semana creen que no lo está. En contraste, 10 por ciento piensa que sí. No supo dar respuesta 6 por ciento. Y con otras ideas colaboraron 2 por ciento de los encuestados.
Metodología
Cada semana enviamos nuestro sondeo a 3 mil miembros del Foro México con direcciones electrónicas tomadas al azar de las más de 6 mil que lo integran. Esta ocasión tuvimos la participación de 2 mil 982 personas. En las líneas de enseguida reproducimos fragmentos de algunos de sus comentarios.
Opiniones
Definitivamente no, su carrera no ha terminado, pero estas elecciones pasadas le extrañé esa rebeldía que mostró en 2006. Morena puede dar un impulso fuerte si lo convierte en partido político. Habrá otra plataforma electoral de la verdadera izquierda y no con los mamarrachos del PRD.
Pedro Bernal Reyes/Distrito Federal
No creo que esté acabado; pero no entiendo por qué no ha sido más firme en acciones, por ejemplo, en contra de la reforma laboral. Veo dos sopas: o ya sabía que la iban a sacar de todas formas y decidió no luchar en causas perdidas... o no sé... algo le pasó y la definición de Morena como partido le pareció más importante.
Luisa Straulino Mainou/Chetumal
Su carrera política no está acabada porque es el único luchador que se ha puesto al tú por tú con el gobierno y como él no hay otro. Que viva Andrés Manuel López Obrador. Yo sí soy mexicano.
Braulio Páez Ramos/Distrito Federal
Claro que no, eso quisieran algunos. A finales del año pasado y principio de éste, se burlaban por la campaña de AMLO, no le daban importancia, creían que el adversario del PRI sería el PAN. Como vimos, se equivocaron; eso mismo pasará con Morena.
Ana Elena Martínez Martínez/Distrito Federal
Creo que el señor presidente don Andrés Manuel López Obrador tiene mucho futuro aún. Él marca la agenda política de este país.
Armando Daniels Arellano/Distrito Federal
De ninguna manera. ¡Por favor! Él representa justamente la esperanza de muchos; sólo espero que no se canse y que cuide su salud, porque lo necesitamos como la utopía de Eduardo Galeano, para andar.
Margarita Carbajal Huerta/Distrito Federal
¿Necesitamos o no esperanza para los que nos siguen? ¿Dónde están los líderes que amen a su pueblo y quieran lo mejor para él?
Martha Castillo Farías/Distrito Federal
No. Nuncamente, como dicen en mi pueblo. La vida de Andrés Manuel es una vida de lucha; ésta no inicia en 2006, sino muchísimos años antes. El éxito en la lucha de Andrés Manuel no está en lograr la Presidencia de México, sino en el grado de conciencia que millones de mexicanos (ahora sí) de todos los niveles sociales tenemos de nuestra realidad económica, política y social, y que por lo tanto es también nuestra lucha; ese es tan sólo uno de sus triunfos, y hay otros más por venir.
Pablo Caballero Robles/Chetumal
Quienes promueven esa idea con gran entusiasmo y dedicación son a los que les convendría que así fuera (Ebrard y camarilla, Salinas y camarilla, etcétera), pero, seamos realistas, aún la votación oficial a su favor fue muy cuantiosa y se debió a ÉL personalmente, no a los partidos que lo apoyaron; eso habla por sí mismo de su vigencia como líder político hoy (que no social, porque guarda silencio ante muchos atropellos tamaño mamut). Eso sí, necesita salirse de las reglas del juego oficiales, atreverse a cuestionarlas más abiertamente e, incluso, a romperlas.
Florencia Peña/Distrito Federal
Puede estar acabado para un triunfo presidencial, pero políticamente no; le ha hecho daño a la clase burguesa que controla el país, al estar la prole convencida de que no son capaces los burgueses de reconocer el triunfo de un candidato opositor, parcialmente opuesto a sus intereses. Los burgueses cada vez piden más y piensan que, por el bien de México, primero los ricos.
Jaime Juárez Vázquez/León
No lo creo, por el contrario. Empezaremos una nueva lucha, sin traidores ni oportunistas. Bueno, con menos que antes.
Daniel Ricardo Mercado/Distrito Federal
No, porque es un líder que el pueblo quiere y tiene esperanza en el cambio, aunque sea una utopía.
Esther Chávez Frausto/Distrito Federal
Twitter: @galvanochoa
Facebook: @galvanochoa
Estrategia de seguridad: derrumbe institucional
El juzgado séptimo de distrito con sede en Jalisco dictó ayer auto de formal prisión por el delito de encubrimiento contra el inspector general de la Policía Federal y jefe de la base Tlalpan, Juan Manuel Pacheco Salgado, por el ataque del pasado 24 de agosto en el kilómetro 50 de la carretera México-Cuernavaca. Un día antes renunció, por motivaciones de carácter estrictamente personal, el titular de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido, antes Siedo), José Cuitláhuac Salinas. Ese mismo jueves el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, durante su comparecencia ante la Comisión de Gobernación de la Cámara de Diputados, hubo de enfrentar críticas durísimas a la política antidelictiva del gobierno saliente.
Estos tres hechos, que a primera vista podrían parecer inconexos, tienen como denominador común el ser expresiones del desbarajuste institucional causado por el empecinamiento del gobierno calderonista en mantener, durante seis años, una estrategia errada y errática de seguridad y combate a la delincuencia, estrategia que no sólo fue contexto de una violencia delictiva sin precedente en la historia del país, sino que propició un incremento del poder de los grupos criminales, erosionó severamente a las corporaciones encargadas de combatirlos y dio pie a una pérdida de soberanía nacional también sin precedente.
El primero de los hechos referidos ilustra claramente tales asertos: no sólo reveló la existencia de agentes operativos de la CIA en territorio nacional, sino que puso al descubierto la injustificable supeditación de la Marina de México a Washington, por cuanto un oficial de la Armada mexicana hacía las veces de chofer de los espías. Por si no bastara con esas anomalías, 14 agentes de la Policía Federal, vestidos de civil y en vehículos particulares, intentaron asesinar a los estadunidenses y al marino. Por añadidura, un alto mando de la Policía Federal, Luis Cárdenas Palomino –considerado brazo derecho del aún secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna– arguyó que los agresores investigaban un secuestro en la zona de Huitzilac- Tres Marías, donde ocurrió el ataque, en tanto que Pacheco Salgado, ahora se sabe, los instruyó para que ocultaran los automóviles particulares, se pusieran los uniformes reglamentarios y abordaran sus patrullas de cargo a fin de presentarse ante la Procuraduría General de la República (PGR). Para rematar, el episodio alimentó y exhibió de nueva cuenta la conocida rivalidad que se ha establecido, durante el gobierno calderonista, entre esa dependencia y la SSP de García Luna.
Más allá de esos asuntos, siguen en el aire las dudas, las preguntas fundamentales que deja la agresión: por qué 14 agentes de la PF quisieron asesinar a tres miembros de la CIA y quién concibió y ordenó el ataque.
Aun sin las respuestas correspondiente el hecho puso de manifiesto la existencia de designios delictivos al interior de la Policía Federal, presumida por el régimen saliente como modelo y punto de referencia mundial.
En la dependencia rival, la PGR, las cosas no parecen ir mejor. La dimisión del ahora ex titular de la Seido, así se haya presentado como consecuencia de motivaciones personales, abre el espacio para las dudas y las especulaciones, por cuanto resulta difícil imaginar qué clase de motivos privados impidieron al llamado zar antidelincuencia esperar 14 días –que son los que restan a la administración actual– para separarse del cargo sin generar un dislocamiento institucional en la que se supone es la prioridad gubernamental número uno: el combate a la criminalidad organizada.
Por último, el que el secretario de Gobernación haya sido zarandeado el jueves pasado por los legisladores fue consecuencia lógica de la catástrofe institucional en la que desembocan seis años de trágica y exasperante terquedad gubernamental en materia de seguridad y contención de la delincuencia.
Adonde, adonde-Fisgón
 
Los delitos de Calderón
Enrique Calderón Alzati
A escasas dos semanas de entregar el gobierno a su sucesor, dos aspectos de la conducta de Felipe Calderón llaman la atención; uno, refleja serenidad y satisfacción que, en su caso particular, es fácilmente confundible con un acendrado cinismo, de quien dejando al país en un escenario de desastre y destrucción de valores, esperanzas e instituciones, y con un futuro poco halagüeño, parece satisfecho de sus logros; el otro, es el expresado por sus colaboradores cercanos, como el secretario de Gobernación, y aun por él mismo, en referencia a cómo su antecesor dejó el país, tratando de dar la idea de que recibió un país caótico (lo cual es cierto en buena medida), una casa infestada de ratas según su antiguo compañero de parrandas y hoy secretario de Gobernación, de lo cual el propio Calderón fue partícipe, en tanto, ningún señalamiento hizo ante las autoridades de justicia para castigar los desmanes de su antecesor y su familia, gracias al pacto con éste, que le abrió el acceso a Los Pinos.
Uno de los aspectos más negativos de toda esta actitud es el de la enseñanza que está dejando a las nuevas generaciones de mexicanos, de que se pueden llegar a ocupar los más altos puestos públicos, sin plantearse realmente ningún compromiso con la nación, pensando en ésta como un inmenso botín, que puede ser disfrutado desde alguna de las gubernaturas estatales, de las secretarías de estado y aun de puestos menores, gracias a las redes de impunidad surgidas bajo la sombra del poder público.
El otro aspecto igualmente terrible que este hombre deja como legado, es el de la cultura de la violencia, como única forma de dirimir diferencias, una actitud que había sido ajena al pueblo de México por más de 70 años de paz, como uno de los logros más importantes de los sucesivos gobiernos, luego de una época revolucionaria y violenta que había sembrado la muerte y la tragedia a partir del despótico régimen porfirista. Cierto que en el pasado reciente se habían dado hechos de sangre horrendos, como los arteros crímenes políticos de Aguas Blancas, en Guerrero, y de Acteal, en Chiapas, en donde el gobierno no estuvo ajeno, y en donde la sociedad mexicana en su conjunto expresó su horror e indignación; sin embargo, hoy el número de muertos de cada semana triplica lo sucedido en Acteal y en Aguas Blancas, como parte de la realidad que por cotidiana no merece ya mayor interés, no obstante las abominaciones implícitas en esa violencia.
¿Cuantos años le costará al país recuperar lo que con tanto esfuerzo se había logrado? Seguramente décadas, en las que habremos de seguir inmersos en un escenario donde incluso la cifra de muertos y desaparecidos se desconoce, ¿cuánto tiempo, vidas sacrificadas y recursos que se debieran estar usando en infraestructura, en educación, en salud, serán necesarios para recuperar un escenario de paz, progreso y civilidad?: difícil saberlo, habrá que esperar para saber qué dicen las nuevas autoridades al respecto. Pero éste es sólo uno de los legados de Calderón al término de su sexenio marcado por la violencia, la corrupción, el enajenamiento del patrimonio y, por qué no decirlo, la traición al país que fue puesto en sus manos.
Es por ello que un grupo de mexicanos nos hemos estado reuniendo e intercambiando mensajes, para realizar un juicio ciudadano a Felipe Calderón, del cual surgirá un veredicto en los próximos días, con el propósito de ponerlo a la consideración de la sociedad toda. Este veredicto, elaborado por especialistas en derecho constitucional a partir de las numerosas demandas, acusaciones y querellas presentadas por diversos ciudadanos de diferentes partes de nuestro país, será publicado en nuestra página www.tribunalciudadano.mx el próximo 22 de noviembre, para ponerlo a la consideración de la sociedad mexicana en su conjunto, esperando la participación de miles de ciudadanos que puedan emitir su opinión de respaldo, utilizando un pequeño formato de respuesta, accesible en la misma página, en la que será posible además, observar el número de respuestas recibidas de cada entidad de la República, así como de mexicanos residentes en otros países.
Con este sencillo mecanismo, ponemos a la disposición de l@s ciudadan@s de la nación entera, la posibilidad de emitir su opinión libre y pública sobre la actuación del señor Felipe Calderón Hinojosa como Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, del 1º de diciembre de 2006 al 30 de noviembre de 2012, para conformar con ello un juicio que constituya de facto la demanda que la Constitución Mexicana señala como necesaria cuando el Presidente de la República no ha cumplido con su protesta de ley.
De nuestra experiencia ciudadana sabemos que al final de los últimos sexenios, los mexicanos en general nos hemos sentido defraudados ante las acciones y omisiones del presidente saliente; sin embargo, el nivel de deterioro y destrucción de los tejidos sociales, de las instituciones y del futuro mismo de la nación que hoy observamos y padecemos, no tiene precedente y no deseamos que vuelva a suceder nunca más.
Por ello hemos optado por realizar este esfuerzo, sabiendo que existen cientos de miles y seguramente millones de ciudadanos enojados, dolidos, frustrados y desalentados al ver que sus reclamos no tienen respuesta y sus esfuerzos no producen los resultados esperados ante la corrupción y el desdén imperante en las autoridades, pero que sus quejas individuales deben formar parte de una gran demanda ciudadana, que por sus dimensiones pueda ser conocida por los partidos políticos y por los integrantes del próximo gobierno, como una señal clara de lo que los mexicanos no queremos y no estamos dispuestos a seguir tolerando.
Hacemos finalmente un llamado a las organizaciones sociales, a los partidos políticos, al Movimiento de Regeneración Nacional encabezado por el licenciado Andrés Manuel López Obrador, así como a los miembros de las organizaciones juveniles 132 y al Movimiento de Paz y Justicia con Dignidad que encabeza Javier Sicilia, a participar en este ejercicio sencillo, pero muy trascendente, que hemos venido proponiendo.

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