Elba y Deschamps: tumores malignos
Ahogándose en la corrupción en general, pero sobre todo en el botín de las cuotas de los trabajadores que controlan a través de sus “delegados” o capos y quienes los “eligieron” para completar más de tres décadas en sus cárteles de impunidad, ya volvieron a encaramarse en los sindicatos mafiosos del magisterio y de los petroleros, la Elba Esther Gordillo y el Romero Deschamps. Éste con su enfermedad terminal. Ella, con idas frecuentes a médicos estadounidenses.
No hay poder que los quite. Y es que igual sirven al PAN que al PRI, es decir, al presidente en turno, ya no de la República, pues desde Salinas a la oligarquía. Fox y Calderón se presentaron como opción de alternancia y transición a más democracia. Ésta, tradicionalmente representativa para resolver con más democracia los problema de la democracia indirecta, ha de completarse con las elecciones (cuando no son chapuceras, como la mexicana del 2012) y la democracia directa, o sea: manifestaciones (que hasta la izquierda quiere prohibir), protestas y peticiones públicas. Los panistas, en cambio, dieron marcha atrás.
Foxismo y calderonismo convivieron en la complicidad con las Elbas, los Romero Deschamps, los Gamboa Pascoe, etc., para sostener el viejo régimen plutocrático. Continuaron con la corrupción política y económica para seguir fastidiando al pueblo que al verse traicionado, decidió regresar al priismo ayudado por el IFE, el TRIFE y Calderón al estorbar a la candidata panista, que aún con su esfuerzo quedó en tercer lugar, a punto de irse al sótano. No hubo alternancia, sino relevo de la mafia zedillista por la pandilla panista. Menos transición a más democracia, como vocifera José Woldenberg (quien anda en busca de un nombramiento con Peña), prevaleciendo los viejos modos de hacer politiquería.
Las cúpulas sindicales apoyaron a Fox-Calderón, para el toma y daca de la monarquía sexenal. Zedillo cerró al PRI el acceso al dinero en vísperas electorales, dejando que los empresarios nativos y estadounidenses financiaran las dos campañas. Y que nadando en el oportunismo, Elba y Romero apoyaran a la derecha. Este “sindicalismo”, don dinero y el malestar generalizado hizo que los electores decidieran darle la oportunidad al PAN, sufriendo una tremenda decepción.
Ahora, las Elbas y los Romeros con su cártel sindicalista se sumaron al peñismo; buscando completar ¡30 años en la corrupción! Obligaron al peñismo a sacrificar a los obreros, en sintonía con Calderón, Lozano Alarcón, Ernesto Cordero, etc., a cambio de su apoyo y para que bajo ningún concepto rindan cuentas de las cuotas ni sean electos por voto secreto. Peña tiene una alternativa: deshacerse de la Gordillo y Deschamps. La cirrosis de una y el cáncer de otro son la coartada. O dejarlos en sus cargos, manipulando a los trabajadores a través de sus cancerberos. Pedirles que vayan a curarse y gozar de su corrupción. O extirpar esos dos tumores malignos con una cirugía política. De otra manera, llevarán a Peña antes de sus primeros 100 días, al estallamiento de la crisis general que espera el detonador de una mala decisión.
Álvaro Cepeda Neri - Opinión EMET
Megadeuda de 5.53 billones de pesos: repudio nacional Vs Felipe Calderón
Felipe Calderón dejará la administración federal con el más alto repudio de los mexicanos en las últimos gobiernos federales. Lo cual no es extraño si tomamos en cuenta que deja una histórica deuda que al 31 de diciembre de 2010 ascendía a 3.56 billones de pesos, lo que sumado a la deuda de los organismos de control presupuestario directo, alcanza un monto total de 5.53 billones de pesos, es decir, el 42.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México. El inquilino de Los Pinos deja una población empobrecida, más de 52 millones de mexicanos, de los cuales 12 millones están en pobreza extrema, y a merced del crimen organizado, no obstante los grandes recursos tributarios que consumió su cara e ineficiente estructura burocrática que sólo sirvió para hacer prosperar a unos cuantos funcionarios, para permitir el escandaloso enriquecimiento de los escasísimos multimillonarios del país, quienes gozaron de todos los privilegios durante su gestión, incluidos la exención de impuestos.
De acuerdo con una encuesta realizada y difundida por BGC-Excélsior, la violencia con más de 150 mil muertos -según el Departamento de Estado de Estados Unidos- en la estúpida, mal planeada y peor llevada guerra calderonista contra los cárteles de la droga y el imperio del crimen organizado –incluido el de cuello blanco- representan la marca de su sexenio, que se reafirma con la prevalencia total de la impunidad. Otro rasgo característico lo es sin duda que los mexicanos consideran que empeoraron a lo largo de su administración, tanto en el rubro económico como en el de la seguridad pública, lo que desmiente tajantemente los “buenos resultados” que la ya agonizante administración se afana en difundir a través de los medios de comunicación masiva. Acciones de política social o en materia de salud, como el Seguro Popular, son en realidad totalmente desconocidas por la población mexicana.
Por si lo anterior fuera poco para explicar el repudio nacional a Felipe Calderón, este lunes, el senador David Penchyna, a nombre de la fracción parlamentaria del PRI en el Senado de la República, acusó al michoacano de entregarle a su correligionario, Enrique Peña Nieto, un país totalmente endeudado, con un pasivo que rebasa las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). El legislador destacó que el FMI recomienda que la deuda pública de los países emergentes se mantenga en un rango de 25 a 30 por ciento del PIB, por lo que en 2010 México superó el limite superior de ese rango en 12.3 puntos porcentuales. “El ritmo de crecimiento del PIB del país, no tiene nada que ver con el crecimiento de la deuda”, destacó el hidalguense. Así, el michoacano dejará la administración pública federal con graves problemas financieros y económicos que nada tienen que ver con la campaña que ha colocado en los últimos meses en los medios de comunicación para presumir supuestos logros de su gestión.
La deuda contratada por el sector público en el mercado financiero mexicano, al mes de marzo de 2012, rebasó los 4 billones de pesos, para convertirse en el principal pasivo de todos los que enfrenta el gobierno, denunció el senador Penchyna, quien resaltó que esa cantidad supera en 2.2 veces el monto que existía al iniciar la actual administración federal en diciembre de 2006. Además, añadió, las finanzas públicas también enfrentan riesgos como consecuencia de los niveles de endeudamiento de los estados y municipios, cuyos pasivos están respaldados por sus participaciones federales.
Frente a ese adverso panorama que enfrentará la administración de Enrique Peña Nieto, la bancada del PRI en el Senado de la República le solicitará a Felipe Calderón que a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) envíe a la Cámara alta, en un plazo máximo de 10 días, un informe detallado sobre la situación actual de la deuda pública federal, de los estados y municipios, las razones por las que los pasivos del gobierno federal están por encima de las recomendaciones del FMI, así como también de la serie de medidas que las actuales autoridades hacendarias proponen para buscar una solución de fondo a dicho problema.
Lilia Arellano - Opinión EMET
Calderón se pone retador
A veinte días de que concluya uno de los sexenios más violentos de las últimas décadas, a Felipe Calderón le ha dado por hacerse el gracioso y ponerse muy retador: Algunos pensaban que no tomaría posesión, otros decían que no terminaba.
Todos sabemos cómo pudo tomar posesión, con la ayuda de los priístas, algunos de los cuales hasta de guaruras le sirvieron, son los casos de los actuales diputados, Francisco Arroyo y Manuel Añorve Baños, que tiraron codazos en serio contra los perredistas posesionados de la tribuna aquel primero de diciembre del 2006.
Sabemos que una gran parte de la población no daba un cacahuate por el michoacano, su ineficiencia hacía pensar que no terminaría su gestión, no eran especulaciones, simplemente nunca supo en donde estaba parado. Como tampoco lo supo su antecesor, Vicente Fox.
Que no venga ahora con esos retos, porque después del primero de diciembre, hasta en su partido lo van a vomitar, su caso es como el de Ernesto Zedillo, en el PRI, se tuvo que ir del país, porque los priístas no quisieron saber nada de él, los traicionó, como calderas traicionó a los azules.
Por más retador que ande, otra cosa será dentro de veinte días, cuando deje la banda presidencial en manos de Enrique Peña Nieto y, ya no sea el comandante supremo de las fuerzas armadas. Calderón deja un país más violento que como lo tomó y con graves problemas económicos.
Deja un país sumido en el desempleo a pesar de que una de sus principales promesas de campaña fue la de ser el presidente del empleo, ahora maquilla cifras y dice que creó millones de empleos, cuando la realidad lo desmiente, tan sólo en los últimos tres meses 700 mil mexicanos pasaron al ejercito de subempleados, ni como creerle.
Héctor Moctezuma - Opinión EMET
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