Entrega $6.4 billones durante las dos administraciones panistas
El pago de impuestos y derechos supera al monto total del débito de México
Los pasivos de la paraestatal crecieron 325 por ciento en los pasados 11 años
No obstante los cuantiosos ingresos, los pasivos de la paraestatal se triplicaron en ese lapso
Pemex aportó al fisco en 12 años más que el monto de deuda pública
Transfirió a las arcas gubernamentales 6.4 billones de pesos; el débito actual es de 5.6 billones
Incendio en un depósito de petróleo en la refinería de Repsol en Puertollano, Ciudad Real, EspañaFoto Reuters
Israel Rodríguez J.
Periódico La Jornada
Domingo 4 de noviembre de 2012, p. 21
Domingo 4 de noviembre de 2012, p. 21
Los ingresos petroleros obtenidos en lo que va de las dos administraciones gubernamentales emanadas del Partido Acción Nacional (PAN), de 2001 a la fecha, superaron el monto de la deuda total de México y, a pesar de ese caudal de recursos, Petróleos Mexicanos (Pemex) está endeudada como nunca, revelaron informes de la Secretaría de Hacienda (SHCP) y de la paraestatal.
Pemex, la principal empresa de México y de toda Lationoamérica, aportó al fisco vía impuestos, derechos y aprovechamientos alrededor de 6.4 billones de pesos en los últimos dos sexenios. Este monto es superior a la deuda neta actual del sector público federal, que en septiembre de este año llegó a 5.6 billones (millones de millones) de pesos y que incluye el endeudamiento interno y el contratado en el exterior por el gobierno federal y las empresas paraestatales, de acuerdo con la información.
Pese a estas aportaciones al erario por Pemex, nutridos en los últimos años por elevados precios del crudo que han compensado la caída en la producción, los pasivos totales de la paraestatal crecieron 325 por ciento, al pasar de 434 mil 17 millones de pesos en 2001, primer año de gestión de una administración panista, a un billón 845 mil 643 millones de pesos a septiembre de 2012, según los reportes.
Ventas por casi 11 billones
Poco más de una tercera parte del gasto público federal es financiado con los ingresos petroleros, recursos que se distribuyen entre la Federación y todos los gobiernos estatales.
Informes del Anuario Estadístico 2012 de Pemex revelan que entre 2001 y 2011, las ventas acumuladas de Pemex alcanzaron 10 billones 712 mil millones de pesos, pero en ese mismo periodo la empresa estatal aportó al fisco federal impuestos por 5 billones 724 mil millones de pesos, cifra que representa 53.4 por ciento de sus ventas.
A este monto hay que agregar la aportación adicional de impuestos por 688 mil 700 millones de pesos que realizó Pemex entre enero y septiembre de 2012, según precisan los informes financieros más recientes de la paraestatal enviados la semana pasada a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
A partir de 2009, cuando entró en vigor la reforma de 2008 y contrario a lo que se dice, la carga fiscal de la empresa, se ha incrementado. En 2001, Pemex aportó impuestos por 168 mil 264 millones de pesos; en 2002, fue de 179 mil 99 millones; en 2003, 288 mil 366 millones; en 2004, 419 mil 629 millones; en 2005, 560 mil 415 millones; en 2006, 582 mil 855 millones; en 2007, 677 mil 256 millones; en 2008, 771 mil 702 millones; en 2009, 546 mil 633 millones; en 2010, 654 mil 141 millones y en 2011, 876 mil 16 millones. Para el periodo enero-septiembre de 2012, Pemex aportó 688 mil 700 millones.
La carga fiscal a la que es sometida Pemex ha propiciado que la empresa registre constantemente pérdidas y que tenga que endeudarse para cubrir sus requerimientos fiscales y completar sus planes de inversión productiva. Por ejemplo, en 2011, Pemex registró ventas por un billón 558 mil millones de pesos, y aun así tuvo pérdida de 91 mil 483 millones de pesos, ya que sus aportaciones a las finanzas públicas fueron 876 mil millones de pesos, es decir 56 por ciento de sus ventas.
Hasta 2008, la mayor parte de la inversión de capital en Pemex, se realizó mediante el esquema conocido como proyectos de inversión con impacto diferido en el registro de gasto (Pidiregas) que en suma es un tipo de financiamiento privado muy costoso y poco transparente. Entre 2001 y 2011 la inversión a través de este esquema representó 47 por ciento de la inversión total en Pemex, al sumar 865 mil 379 millones de pesos.
Por su parte, las 30 empresas que cotizan en la BMV tuvieron ventas por 2 billones 777 mil 223 millones de pesos, y pagaron impuestos por sólo 123 mil 884 millones de pesos, es decir sólo 4.5 por ciento de sus ventas. Estas 30 empresas con ventas totales muy superiores a Pemex pagaron apenas 14 por ciento de lo que la petrolera le entregó al fisco.
Pemex es el mayor contribuyente del país, al aportar alrededor de una tercera parte del presupuesto total del gobierno federal. Lo anterior cobra especial relevancia dado que el gobierno entrante de Enrique Peña Nieto pretende abrir a Pemex a la inversión privada nacional y extranjera, lo que podría ocasionar un gran hoyo fiscal porque las empresas que pudieran participar en la paraestatal no estarían dispuestas a pagar los onerosos impuestos a la que es sometida la petrolera nacional.
Los informes más recientes de Hacienda señalan que al cierre del tercer trimestre de 2012 el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, indicador que incluye las obligaciones del sector público en su versión más amplia, ascendió a 5 billones 613 mil 726.4 millones de pesos, equivalente a 35.8 por ciento del PIB, monto superior en 0.2 puntos porcentuales al nivel observado al cierre de 2011.
Manhattan, el corazón neoyorquino, recuperó los servicios de energía eléctrica y del Metro, pero la escasez de gasolina provoca zozobra entre los habitantes de este distrito, que tienen que hacer largas filas ante las pocas estaciones de servicio que aún tienen combustible Foto Ap
Reanudan suministro eléctrico en Manhattan tras el paso de Sandy
Escasez de gasolinas caldea ánimos en NY y Nueva Jersey
Dos y hasta cuatro horas tienen que esperar algunos neoyorquinos para cargar de combustible sus bidones. Según reportes, varios automóviles han sido abandonados en las calles por falta de gasolinaFoto Ap
Afp
Periódico La Jornada
Domingo 4 de noviembre de 2012, p. 18
Domingo 4 de noviembre de 2012, p. 18
Nueva York, 3 de noviembre. Manhattan, corazón de Nueva York, recuperó la electricidad y el servicio del metro este sábado, pero la escasez de gasolina provoca zozobra entre los habitantes. En otras áreas de Nueva York casi 900 mil personas aún no tienen energía, declaró el gobernador Andrew Cuomo, quien advirtió a las compañías eléctricas que tendrán que responder ante el gobierno por demoras ulteriores.
Tras el huracán Sandy llegó el frío, golpeando aún más a la gente que no tiene electricidad y agua caliente y que debe recurrir a los hornos de gas de sus cocinas como calefactores.
La situación más desesperante se vive actualmente en barrios de Staten Island, el sector de Nueva York más afectado por Sandy, donde dejó 22 muertos de los 41 fallecimientos ocurridos en la ciudad, y en Hoboken y la costa de Nueva Jersey, donde la gente sigue sin energía eléctrica, con sus enseres arruinados por la inundación y sus casas dañadas o lisa y llanamente destruidas. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, indicó que seguirán repartiéndose un millón de comidas por día a los damnificados.
Cuomo agradeció al presidente Barack Obama su decisión de aumentar 50 por ciento el valor de los cupones alimentarios distribuidos entre los más necesitados, lo cual costará al Estado federal 65 millones de dólares adicionales para compensar por la comida que se pudrió por falta de electricidad.
La escasez de combustible caldea los ánimos y algunos incidentes se reportaron en las larguísimas colas ante las pocas estaciones de servicio que aún tienen gasolina.
Amir, taxista argelino de 40 años, dijo que tuvo que hacer una cola de dos horas para conseguir gasolina en Queens, y Shamim Ahmad, también operador de una unidad de transporte público, expresó que dos de sus colegas tuvieron que dejar de trabajar por falta de combustible.
Conductores particulares han tenido que abandonar sus automóviles con los tanques vacíos, tras una búsqueda infructuosa de gasolina. Para aliviar la situación, Cuomo anunció que se distribuirían 40 litros gratuitos de combustible por persona en cinco puntos de la ciudad.
En el cuartel de la Guardia Nacional del Bronx, uno de los puntos de distribución, 200 personas esperaban con bidones.
Racionan combustible
La escasez de gasolina afecta más duramente a Nueva Jersey, donde en el norte del estado 80 por ciento de las estaciones de servcio están cerradas. El gobernador del estado, Chris Christie, tuvo que recurrir al racionamiento del combustible: los automóviles con matrícula que termina en número par cargan un día, y los de impar al siguiente.
El martes, para la elección presidencial, la Guardia Nacional tiene previsto utilizar sus camiones como centros de votación en las áreas donde aún falta electricidad o que sufrieron serios daños por el huracán.
En Nueva Jersey, Nueva York y Connecticut, los tres estados más golpeados y donde se registraron la mayoría de las 109 muertes provocadas por Sandy, Obama es favorito y los comentaristas descartan que una eventual movilización de los electores incida en el resultado de los comicios.
Miles de maratonistas de distintos países que llegaron a Nueva York para participar este domingo en la tradicional carrera, cancelada el viernes, corrían este sábado por los senderos de Central Park, transformado en una torre de Babel, y algunos se organizaban para correr el domingo llevando suministros a los damnificados.
Al menos 15 mil personas, maquilladas con color similar a la sangre y con la ropa desgarrada, se dieron cita en la Plaza de la República para protagonizar la sexta Caminata Zombi, cuyo destino final fue el Zócalo capitalino Foto Xinhua
Caos vial porque los participantes comenzaron antes su caminata
Toman 15 mil
zombieslas calles del Centro Histórico
Reporta la SSP-DF actos aislados de vandalismo contra automóviles
Los participantes en la caminata de zombies llenaron el ZócaloFoto Francisco Olvera
Mariana Suárez Esquivel
Periódico La Jornada
Domingo 4 de noviembre de 2012, p. 28
Domingo 4 de noviembre de 2012, p. 28
Los muertos vivientes tomaron la tarde de este sábado la ciudad de México. Hombres, mujeres y niños cubiertos de sangre, con la ropa desgarrada y ojos lechosos que simulaban la mirada perdida, se dieron cita desde mediodía en el Monumento a la Revolución para protagonizar la sexta caminata zombie, que abarcó las avenidas de la República, Juárez y Eje Central, así como las calles de Madero y 5 de Mayo.
El destino final de los participantes fue el Zócalo donde según cifras extraoficiales al menos 15 mil personas participaron.
La marcha estaba programa para iniciara las 16 horas; sin embargo, varios grupos comenzaron la llamada Zombie Walk 2012 una hora antes y con ello provocaron que cientos y luego miles de asistentes iniciaran el recorrido, situación que generó el cierre improvisado por parte de policías de vialidades como Paseo de la Reforma.
Como medida de precaución, uniformados de la SSP-DF, asignados al Centro Histórico, avisaron a dueños y operadores de diferentes comercios de la actividad zombie, y se les invitó a tener cuidado al respecto, por lo que algunos comerciantes decidieron cerrar sus locales, informaron mandos policiacos.
Trascendió que hubo hechos vandálicos en los que varios autos, incluyendo una patrulla de la SSP-DF, sufrieron daños; sin embargo, la policía capitalina no reportó incidentes, aunque señaló que algunos participantes
llevaron sus representaciones más allá de lo esperado.
No hubo detenidos, ni se reportaron desmanes durante el tiempo que los zombies permanecieron en las calles, informó la dependencia.
Mar de Historias
La vida de los muertos
Cristina Pacheco
E
l tiempo siempre corre a la misma velocidad, pero cuando mis gentes regresan en noviembre a visitarme, las horas me parecen tan cortas como si fueran minutos. Aunque me lo proponga no puedo detenerlos, se van volando y nunca son suficientes para decirles a mis difuntos todo lo que no pude o no me atreví a contarles cuando vivían.
Hace apenas unos días compré los cempasúchiles para la ofrenda. Estaban frescos, sus pétalos lucían firmes y tan apretados que daban la impresión de ser la piel de una naranja. Hoy en la mañana vi que las flores empezaban a deshacerse. Las hojas en el suelo me devuelven a la realidad, me indican que la fiesta de los muertos terminó y que esperaré 12 meses para que nos reunamos otra vez.
Quizá porque falta mucho tiempo para ese día me reconvengo más que nunca por no haberme desahogado con ellos. No sé qué es peor, si esto o quedarme con el deseo de preguntarles acerca de algunos asuntos de la familia que sólo ellos me pueden aclarar. Pero viéndolo bien, ¿para qué quiero saberlos si ya no tengo a quien comunicárselos? Cuando mucho podría decírselos a Macarena, la enfermera que desde agosto viene los sábados a inyectarme.
II
Macarena me encontró ayer levantando la ofrenda. Le pareció muy hermosa y sintió que fuera a quitarla.
Ya pasó su tiempo, le dije, y me contestó que ella deja su árbol de Navidad hasta febrero o marzo y si se puede más.
¿Hace lo mismo con su ofrenda?, le pregunté. Su respuesta me causó risa:
No pongo. Me falta tiempo y el dinero apenas me alcanza para los gastos de mis vivos. A mis difuntitos los recuerdo siempre, los quiero, los recibo, pero en mi corazón. Así les festejo su día sin tener que gastar.
Por el tono de su confidencia, Macarena me hizo pensar en alguien que da el enganche de una casa para asegurarse de que se la apartarán. Quise saber si había tenido otros hijos. Respondió que Dios la había recompensado con creces mandándole unos gemelitos y una niña.
Mis vivos, dijo.
III
A Macarena le sorprendió mucho la cantidad de retratos en mi ofrenda. De todos el que más le interesó fue el de Julián, mi primo hermano.
Como Julián le tenía mucha confianza a mi madre, le confesó antes que a nadie sus sentimientos hacia Alicia y la decisión de alejarse del sacerdocio. Ella trató de disuadirlo haciéndole ver el disgusto de sus padres cuando supieran el cambio de planes. Julián dijo que lo sentía, pero no iba a permitir que nadie decidiera su vida.
A partir de ese momento la familia entró en crisis. Se formaron dos bandos: unos en favor de Julián y otros en contra. Mis tíos asumieron la decisión de Julián como un fracaso suyo y desde entonces guardaron para siempre una actitud sumisa y avergonzada hasta que terminaron por aislarse. Mi abuela enloqueció. La posibilidad de tener en la familia un sacerdote la compensaba de sobra por no contar entre los suyos a un médico o un abogado. Concebía a Julián como un elegido de Dios. Soñaba con verlo oficiar su primera misa y con que él fuera el encargado de darle la extremaunción.
Cuando Julián le comunicó su nuevo proyecto de vida, ella pensó que se trataba de una broma y fue paciente; pero cuando él le aclaró que hablaba en serio, perdió la calma y buscó maneras de devolver a su nieto preferido al buen camino. Al final se ofreció a llevarlo con un diácono muy sabio para que lo hiciera entrar en razón. Julián no aceptó.
A todas horas escuchábamos las discusiones entre Julián y mi abuela. Ella lo llamaba desertor, ingrato; él, autoritaria, intolerante. Acabaron por lastimarse hasta que mi abuela lo echó de la casa. El amor que había abrigado por su nieto predilecto se convirtió en el odio implacable que le dictó su última voluntad:
No quiero que por ningún motivo Julián asista a mi velorio ni a mi entierro. Si lo ven díganle que le prohibo que me visite en el camposanto.
Le confesé a Macarena que no podía imaginarme los sentimientos de mi abuela al pronunciar palabras tan duras que, además, erigían una barrera entre ella y la persona a quien más amaba. Macarena resolvió el dilema con unas cuantas palabras:
Perdóneme, pero su abuela era una persona muy fea. Enseguida me preguntó si Julián y Alicia habían llegado a casarse.
No. Alicia estaba enamorada de un teniente y ni en sueños iba a dejarlo por un hombre que era casi un desconocido y apenas había conversado con ella unas cuantas veces: la última para pedirle matrimonio. La actitud de Alicia era explicable, pero de todos modos muchas veces le pedí que no fuera tan drástica con Julián, quien a final de cuentas lo había perdido todo por ella.
Por mí no, por tonto, por hacerse ilusiones en donde nunca hubo nada. Comprendí que mis esfuerzos eran inútiles y que mi amiga seguiría flotando en espera del matrimonio con su teniente.
Por la expresión con que me escuchó comprendo que Macarena habría preferido un final de telenovela con boda en una hacienda y globos rojos. No ocurrió así. Alicia se casó y se fue a vivir lejos. En cuanto a Julián, no volvió a visitarnos pero alguna vez nos llamó para preguntar por la abuela. Cuando supo que ella había muerto y cuál había sido su última voluntad, desapareció.
Ignoro qué habrá sido de él. Tal vez haya muerto. En todo caso para mí lo está. Cada noviembre pongo su retrato junto al de mi abuela. Ya que los dos están envueltos por el mismo misterio, ojalá que, ya difuntos, vivan la misma paz.
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